El misterio de la sombra

Emilia se había ausentado por semanas de la academia, su salud había desmejorado mucho, sus ánimos estaban decaídos, al igual que su energía, había días que no se podía levantar, tenía una pesadilla recurrente, que parecía ser un capitulo diario de una serie, pues cada noche, veía tan solo un poco en sus sueños, pero sumado cada fragmento, había logrado desentrañar un misterio interesante, develo su sueño por completo.

Una sombra en sus sueños aparecía, ella podría verse a si misma dormida, mientras la misteriosa forma, subía sobre ella, y parecía extraer de ella hilos de energía, en uno de esos pequeños capítulos la semi elfa, había logrado levantarse y perseguir la sombra  hasta unas islas aledañas a Rokkenjima, lo más extraño fue que en su sueño la sombra la llamaba, la invitaba a seguirle más allá, pero el miedo detuvo a la albina. Emilia no quería darle importancia, hasta que comenzó a notar ciertos estragos en ella, que parecían estar relacionados con ese sueño, además de una misteriosa voz que en dos ocasiones se escucho en su habitación, una de esas veces parecía ser un grito de ayuda, parecía la voz de una niña, la segunda vez, escuchó su nombre, la voz estremeció por completo a Emilia, estaba lejos de ser algo que ella hubiera escuchado con antelación.

Decidió que debía ir a las runas de las islas, paisaje que vió en sus sueños y reconoció, por recomendación de Pack-kun ella decidió buscar compañeros de viaje, ante sus frágil salud, no podía realizar el viaje sola, Emilia, confiaba en que alguna de sus amistades le tendería la mano, aunque tenía miedo de ser rechazada, debido a su larga ausencia, comenzó a caminar por la academia en busca de ayuda, su tez, lucía aun más pálida, sus pasos eran lentos y torpes debido a la debilidad, su rostro se veía cansado, aún no había visto a nadie, se decía que la academia había entrado en guerra de nuevo, eso seguramente haría más difícil su búsqueda, un ardor en el pecho se apoderó de ella, haciendo que cayera de rodillas. De forma inmediata Pack-kun se materializó junto a ella --Lia, por favor resiste, te prometo que iremos a ese lugar y averiguaremos lo que esta pasando-. El pequeño gato miraba a todos lados, buscando algún rostro que pudiera ayudarlos, Emilia tan solo asintió a sus palabras, mientras unas lagrimas rodaron por su rostro, tenía un inmenso dolor, no era de ella, era como si algo o alguien le hiciera sentir eso, la desesperación le comenzó a embargar. --Ayuda-....murmuró en un tono apenas audible

Sin darme cuenta la cantidad de trabajo se me había acumulado, era toda una molestia darle clases a los alumnos mas revoltosos de la academia que para variar respondían los exámenes sin pensar antes en la respuesta, para eso es la clase de Filosofía, para pensar, pero lamentablemente algunos no lograban aplicar tal concepto. Me encontraba agotado en uno de los salones de clase la cual se encontraba vacía, ordenando algunos papeles y listo para marcharme pensé en ir a buscar algo de café para recuperarme del agotamiento, así que tomando un desvío me dirigí a la cafetería una vez me encontraba en los pasillos de la academia.

Mientras caminaba a paso firme con el sonido retumbante de mis zapatos al pisar el suelo de hermosa cerámica, desde el otro extremo del pasillo algo me había llamado la atención, una figura femenina tambaleante como si estuviera a punto de desmayarse se encontraba entre el silencio profundo de los pabellones, algo extraño sucedía con ella eso era obvio, pero en un instante deduje que algo extraño fuera de lo normal pasaba con ella, como si alguna energía estuviera afectándola de manera constante, ¿tal ves era el efecto de mis llamas negras de rencor y odio que podrían estar afectándola? ¿o tal ves era algo mas?, entre todo esas preguntas otra figura femenina se hizo presente en el momento para ayudar a la joven que se encontraba mal, la situación parecía complicada así que me acerqué rápidamente al lugar.

-¿Que sucede? Parece como si hubieras tenido un mal sueño, jovensita- Al poder acercarme un poco mas, me di cuenta inmediatamente de lo que le sucedía a la delicada joven, algo parecía manifestarse en los sueños de ella en forma de pesadillas, tal ves alguien intentaba comunicarse con ella de la peor forma, así que con la típica expresión seria de mi rostro decidí hacer como si simplemente lo que había dicho fuera solo coincidencia. Algo extraño sucedía y mi intuición me decía que algo iba a ocurrir, pero hasta de momento guardaría cada detalle en mi mente.

El cuerpo de Emilia daba la apariencia de ser muy frágil, normalmente no lo era, sin embargo, esos sueños recurrentes parecían estarla marchitando física y emocionalmente, su respiración era agitada, el cansancio visible, una voz femenina le hizo  alzar su rostro. La joven albina se sintió aliviada al ver que había sido vista y que parecían estar dispuesta a ayudarla.

Le miró curiosa pues no la había visto antes en la academia, el aura de la joven no parecía ser oscura, además no había tiempo para investigar tenía que confiar en su juicio y el de Pack-Kun, fue entonces que el pequeño felino murmuró en la oreja puntiaguda de la semi-elfa. --Lia, creo que podemos confiar en ella- el pequeño gato daría un salto frente a la fémina y una reverencia para así presentarse. --Soy Pack, un espíritu que cuida de Lia, gracias por ayudarnos- la voz del pequeño era suave e infantil, acordé a su físico dulce, no así a su fuerza y capacidades ocultas.

Emilia intentaría ponerse de pie, extendiendo su diestra hacia la joven mujer. --Por favor, necesito que me ayudes, quizás me creas...- su voz sería interrumpida por un hombre de cabellos blancos, su aspecto era lúgubre, no le conocía pero la sensación que le sobrevino al verlo, fue sin duda poco alentadora. Su cuerpo se helaría al escucharle mencionar el sueño, justo en ese instante vino una visión, el mismo lugar, la misma niña y mujer, pero había un nuevo detalle ese hombre estaba también mirando todo con tranquilidad.

--Decía que tal vez crean que estoy loca, pero él tiene razón todo mi mal es por un mal sueño...por favor ayúdenme. Mi nombre es Emilia, estudio aquí, últimamente  una sombra en mis sueños me atormenta y me lleva a un lugar cada noche.- Emilia pausó, su voz temblaba y algunas lágrimas comenzaron a rodar, mientras parecía que caería al suelo de nuevo. --Parece que algo intentan comunicarme a través de mi sueño, pero no puedo ir sola, mi mana esta bajo, necesito que alguien me ayude ¿Pueden ustedes ir conmigo? quizás Legacy peligre, es necesario ir- añadió la albina.

La situación parecía complicada, mi deber como profesor no me dejaba ignorar este peligroso asunto así nada mas, entonces solo por esta vez prestaría mi ayuda a una alumna que estaba involucrada en algo muy peligroso que hasta amenazaría la seguridad de la academia. Al igual que la otra joven de cabellos castaños que también le prestaría ayuda a la albina, desvié la mirada hacía los ventanales que mostraban un hermoso paisaje de los exteriores de la academia, -Ya veo... Parece interesante, así que te prestare mi ayuda solo por esta vez- con la típica sonrisa maliciosa volví a dirigir la mirada hacía las jovenes -Pero que quede claro que lo hago por mi deber como profesor, soy un ser de odio y resentimiento, no me querrán tener cerca por mucho tiempo, jovensitas- dejandoles en claro lo peligroso que también era estar involucrado mucho tiempo conmigo debido a mi Noble Phantasm.

¿Que tipo de Noble Phantasm? el resentimiento y el odio hacia todo como Avenger me envolvía con una aura venenosa que afectaría a cualquiera que estuviese demasiado cerca, una llama oscura que es capaz de purgar el alma de los seres impuros y envenenarlos mortalmente, era algo que estaba constantemente activo y que hasta el momento no encontraba alguna forma de poder desactivarlo, como profesor tenía que buscar alguna solución para que mis alumnos no corrieran peligro, esa es la razón por la cual ayudaría a la albina para encontrar algo que pudiese ayudar a mi investigación.

-- Lia y yo preparamos un auto- refirió el pequeño gato a las dos personas que se habían acercado a ayudarles, puso sus manos sobre la frente de Emilia, transfiriendo un poco de su prana, para ayudarle a recuperar un poco de energía y así ayudarla a ponerse de pie. --Por favor Alexiel, ¿Me podrías ayudar con Lia?-. musitó Pack-Kun mientras se adelantó para mostrarles el camino hacía el auto que los esperaba ya.

--Este auto nos llevará al muelle, de donde partiremos en un bote, para cruzar a la siguiente isla y llegar así a las ruinas arcanas, que según mi mapa es el lugar, que he visto en mis sueños-.  Fue lo que la semi elfa mencionaría mientras caminó, intentando apoyarse en  el cuerpo de Alexiel.

Un hombre de aproximadamente 60 años, cabello cano, con uniforme negro, sería el chófer que conduciría  hacia el muelle. Los ojos del mayor era de un azul muy profundo, casi como si reflejarán el mar, Emilia tuvo una sensación extraña, pero guardo silencio y abordo.--Señorita Emilia, se ve muy desmejorada, quizás debió quedarse a descansar, y buenos días para ustedes jóvenes- agregó el caballero a cada uno de ellos, al terminar de abordar él arrancó.

--Tranquilo, estaré bien, pero necesitamos llegar al otro lado de la isla. ¿Me consiguió el bote?- cuestionó la albina al chófer. --Por supuesto señorita, en unos minutos llegaremos y será mi hijo quién los guíe hasta su destino.- El hombre recupero su seriedad y continuó conduciendo, el cielo comenzó a nublarse y por el camino podrían ver que el viento soplaba fuerte, al notar el movimiento de los árboles, tras más de 40 minutos de viaje llegaron al muelle.

El bote estaba listo, un chico no mayor a los 25 años, sería quien los recibió. --Buena tarde, soy Kai, seré quien los lleve hasta la isla donde están las ruinas arcanas, suban rápido que el clima esta voluble el día de hoy y yo no puedo esperarlos por mucho tiempo en ese lugar.- diría el joven.

--No tardaremos mucho, te lo prometo- Emilia subiría al bote, una opresión se sintió en su pecho al ver a lo lejos sobre el muelle una sombra, la misma de su sueño, una figura humanoide totalmente oscura, se estremeció por completo y palideció, pero siguió sin hablar, no quería alarmar a sus compañeros, así que pensó en algo alegre y sonrió recordando su encuentro con Jellal.

--Bien, dime Alexiel ¿Eres nueva en la academia? Y usted Edmond ¿Es profesor?¿Qué materia da? porque no he tenido oportunidad de tomar clases con usted- Señaló Emilia con una sonrisa en su rostro, mientras el bote avanzó

El sonido del mar chocar con la arena, los pocos rayos de sol decorando el cielo en un dulce color naranja y el viento soplando levemente, era un día cualquiera en la isla de Rokkenjima, pero, no era el caso para aquella pelirrosada, quien había llegado al muelle sin recuerdo alguno… o más exactos, aun no recordaba, parecía confundida y miraba a su alrededor mientras se sujetaba la cabeza con su diestra.

─Como… ¿Cómo llegue aquí? No…no recue-

Sus ojos se volvieron verde esmeralda y varias flores aparecían en su cabello, rápidamente aquella chica saco de su bolso una grabadora la cual pulsa el botón para activarlo.

─Re-Recuerdo… un lugar antiguo…lleno de polvo y deteriorado, parecía ser unas ruinas la cual el tiempo dejo en el olvido…en medio de todo…una mujer…no se quien sea, nunca la he visto, parecía invocar la oscuridad…

Sus ojos se cristalizaron cuando en su mente se cruzó la figura de una persona a la cual quería mucho.

─veo…frente a la mujer…aquella albina en el suelo…como si…estuviera… no… por favor… dime que no es cierto…ella…

Sus ojos volvieron a la normalidad, las lágrimas empezaron a recorrer el rostro de aquella pelirrosada mientras un grito desgarrador se escuchó por aquel lugar.
Ella había visto la visión futura de una posible muerte de alguien a quien quería mucho, su amada amiga Emilia.

─Por favor…dime que es un sueño…dime…que eso no va a pasar…Colt… No quiero que ella muera…

Musito entre lágrimas mientras colocaba su mano izquierda en su pecho, sentía una fuerte presión, como si algo evitaba que respirara con normalidad, poco a poco fue sintiendo algo más… esa extraña sensación de frio y negatividad…

─Colt…¿sientes eso? No…no es la primera vez que siento esta energía… p-paso cuando conocí a Emilia… ¿lo recuerdas? ¿aquel día en la roca de los suicidios?

Aquel familiar de la chica tomo forma de un Amarok para mirarle a los ojos a la chica y confirmar sus dudas.

─Estas en lo correcto, es la misma presencia.

─ ¿Presencia? Entonces es una persona…

Su mente se cruzó la figura de aquella extraña mujer en su visión, su silencio empezó a inundar el momento, poniendo en alerta a su familiar, entonces, entendiendo a situación, el lobo de las tinieblas empieza a expandirse gracias a que los rayos del sol estaban desvaneciendo del lugar, acercándose poco a poco la noche.

─Hay seres cerca de nosotros…reconozco la energía de uno de ellos, Ayana… es tu amiga, está muy débil…

─ ¡¿Qué?! ¡¿Donde esta?!

La pelirrosa se levanta del suelo mientras con su manga seca sus lágrimas, sujetó el pelaje del lobo para subirse a su lomo y montarlo.

─¡¡llévame a ella!! ¡Te lo ordeno! ¡No voy a permitir perder a alguien más!

El lobo asiente y obedece las ordenes de su ama, corriendo velozmente por la arena de aquella playa para así llegar al muelle donde efectivamente se encontraba un grupo de personas subiendo un barco.
Colt pudo ver los cabellos blancos de la chica para luego aullar fuertemente para llamar su atención mientras seguía.
La pelirrosa al escuchar el llamado de su familiar, también se une.

─¡¡Emilia!! ¡¡Emilia!! ¡¡Espera!!

Aquel Can da un gran salto para finalmente estar cerca del área de abordaje, su mirada intimidante y su tamaño era imposible ignorar su presencia. En su lomo se encontraba aquella chica quien de un salto baja de su familiar y se acerca lentamente a donde está la albina.

─Te encontré…me alegra… me alegra verte de nuevo…

Parecía querer llorar en ese momento, realmente había paso un tiempo desde la última vez que se vieron, aquella pequeña chica no pudo evitar abalanzarse a la albina para darle un fuerte y cálido abrazo, fue ahí cuando Ayana rompió en llanto.

Los preparativos ya estaban hechos para que nos moviéramos rápidamente a nuestra primera parada en busca de de una solución al problema que tenía la jovensita de cabellos blancos, así que accedí a seguir las instrucciones que nos daba la pequeña criatura que la acompañaba y acompañar a mis alumnas hasta el automóvil que nos llevaría a nuestra próxima parada. Una vez dentro del auto escuché las palabras del chofer el cual me provocaron irritación por la forma en que se dirigió a un profesor refiriéndome como una persona joven, pero intentando de concentrarme en resolver en el problema en que me había involucrado decidí quedarme en silencio.

Después de un viaje mas o menos largo llegamos a nuestra parada la cual nos llevaría a nuestro siguiente objetivo, llegar a la isla en la cual buscaríamos el origen del problema de la joven albina. Una vez estábamos en el bote escuché las precauciones correspondientes del encargado de la embarcación y me mantuve con un semblante serio, silencioso y pendiente de todo lo que pudiese ocurrir en los alrededores con el fin de resguardar la seguridad de mis estudiantes.

El clima parecía agitado pero confiaba que pudiésemos llegar sin problemas, entonces por un momento escuché a la jovensita albina dirigirse hacía nosotros algo tensa por la situación pero intentando ocultarlo tras una sonrisa ingenua, lo cual me provocó nuevamente una irritación por lo que intentaba hacer pero me aguanté aquel enojo y mantuve una actitud seria, -Trabajo como profesor de Filosofía, la razón de por qué no hemos tenido clases es porque llegué a la Academia hace unas semanas atrás nada mas.- respondiendo a su pregunta justo antes de que algo me llamara la atención en el momento en que el barco iba a partir.

Pude llegar a sentir algo que se acercaba a gran velocidad y justo en el momento cuando voltee a mirar avisté a un par de individuos frente a la embarcación que estaba por zarpar, parecía una especie de familiar en forma de lobo junto a una jovensita que se encontraba al parecer algo agitada que por algún motivo intentaba llamar la atención de la joven albina a la cual estábamos acompañando, pero no me provocó ninguna reacción y me mantuve expectante de todo lo que sucediera, ¿pero que motivos tendrían ellos para llegar tan apurados a este lugar?.

La joven mujer le había prestado la ayuda necesaria a la semi elfa, permitiendo que está última le tomara por el brazo y así apoyarse en la fuerza física ajena, para poder andar hasta el destino, aquel siniestro lugar marcado por los sueños de la albina, como la fuente del mal.

Llegarían tras varios minutos de viaje al muelle donde le esperaba un bote, el profesor Edmond se presentó y explicó su posición como profesor de la academia. El bote que nos llevaría al otro lado, se encontraba anclado y listo para partir, era amplio tenía espacio para 8 personas aunque apenas eramos 4 contando al guía. Para nuestra sorpresa, a la distancia Emilia pudo distinguir que a gran velocidad se acercaba su amiga Ayana.

Su voz, dulce y agitada resonó en el lugar, pidiendo a la albina detuviera su partida y así lo hizo, escuchó el tono en que Alexiel habló y la semi elfa le tomó del brazo con la intención de calmarla, mientras sonrió a la pelirrosada, parecía que ella también había percibido el peligro o al menos eso le hacía creer su actitud.

--Alexiel, ella es Ayana, una muy querida amiga mía. Ayana estoy feliz de verte, han pasado muchas cosas desde la última vez que nos vimos y me siento preocupada. Por cierto él joven es el profesor Edmond, también es nuevo en Legacy-. Emilia llevaría la mano a su pecho, se había agitado su respiración ante ese leve esfuerzo que hizo al hablar, sin duda su condición parecía empeorar.

--Creo que no podemos perder más tiempo, es  preciso partir, Ayana sube que te explico en el camino lo que esta pasando-. Pack-kun intervino para que así todos abordaran, en el camino sacó la foto que Emilia y Ayana se habían tomado en la roca de los suicidios semanas atrás, en ella por la parte de atrás se podría observar una sombra y un par de ojos rojos. --¿Lo notas? eso apareció hace una semana, justo cuando Emilia comenzó a tener pesadillas y debilitarse- añadió el pequeño felino.

El viento soplaba con violencia sobre el mar, provocando que el bote se ladeará ferozmente, pero gracias a la destreza del joven ¨capitán¨lograron llegar a tierra y desembarcar, una vez más Pack-kun transfirió prana a Emilia para que pudiera andar por sí misma. --Llegamos, en mi sueño teníamos que atravesar toda esa maleza para poder llegar a una cueva, así que supongo deberíamos solo seguir ese camino -.

El panorama estaba cargado de enormes árboles y arbustos, apenas y había una tenue línea que parecía ser un camino, aunque el cielo se había oscurecido tanto que apenas y parecía que aun era de día, de pronto el grito desgarrador de una niña se escuchó. Los ojos de Emilia se tornaron completamente blancos y gritó al unísono que aquella voz, su timbre de voz era idéntico al de la infante que parecía haber gritado.

Entonces la semi elfa paró de gritar y habló : --Ayuda, no me queda más energía y ella me tiene atrapada, por favor líberenme, quiero poder ser libre y feliz. Sólo tengan cuidado-. La voz infantil, se expresó a través de Emilia y el cuerpo de la albina señaló una vez más el camino a seguir. Después todo volvería a la normalidad, en la joven Emilia.

Ver a su amiga después de tanto tiempo le alegraba demasiado, pero verla en ese estado tan vulnerable le hacía preocupar demasiado, Emilia en verdad se veía mal, como si algo estuviera quitándole la vitalidad.
empezó a bajar la mirada al sentirse algo inútil de no poder encontrarla antes, quizás Emilia tendría mejor aspecto y fuerza para superar los obstáculos, de momento debía estar con ella para protegerla, pero antes de que pudiera decir algo sintió como alguien le sujetaba el hombro con firmeza, provocando que se sobresaltara.

─¡Aaah! ¡L-Lo siento! S-Sé que no soy bienvenida por llegar de repente…pero… necesito ir… no puedo dejar a mi amiga sola… no tras ver lo que pasaría…

Mantuvo la mirada al suelo con cierto desánimo, hasta que escucho una voz conocida, era Pack-kun, quien decía que no tenían demasiado tiempo para discutir y que debían subir a bordo.
La pelirrosa eleva la mirada para ver al felino y asentir, después fijo su mirada en la castaña desconocida para luego evitar tener contacto visual.

─Eres… Alexiel, ¿Cierto? Agradezco lo que hacer por Emilia.

Se inclina levemente para después girarse y ver al otro acompañante, un hombre de cabellos claros y ojos dorados quien se mantenía al margen de la situación en completo silencio, aquel ser le parecía ciertamente familiar, quizás lo había visto antes en la academia, ¿Sera un profesor? No lo recordaba bien, debido a eso, salía una pequeña flor azul en su cabeza.

─Esto… Colt, ven aquí, debemos subir.

Estira su mano en dirección a su Amarok para que este se acercara y tocara la palma de su mano con su frente. Esto provoco que se desvaneciera y se ocultara en su sombra, una vez “guardado” a su familiar, se dispone a abordar el barco.
Ya dentro, aquel felino le enseña la fotografía que habían tomado el día que se conocieron, aquella entidad extraña que se veía en el fondo le parecía familiar.

─Oh…cielos…

Comentó sorprendida tras ver la fotografía, su mano empezaba a temblar levemente.

─Yo… yo la había visto antes también, en mis visiones…

Se tocaba la cabeza tras sentir un leve zumbido al recordar aquella visión.

─Esa persona… es alguien muy peligrosa… en mi visión… no era algo agradable de ver…

Tras decir eso, mira a su amiga Emilia para después sentir una extraña sensación de escalofrío, algo muy malo estaba por pasar y ella lo sabía, su familiar también parecía estar alterado ante la situación ya que se movía desde la sombra de su ama.

Tras varios minutos de viaje y de estar pensando una y otra vez ante las posibilidades que tendrían, finalmente el barco llego a su destino, estaban en aquella pequeña isla donde Emilia explicaba hacia donde debían ir.
El lugar estaba llena de vegetación, árboles, arbustos y más árboles, sería difícil encontrar aquella cueva que menciono Emilia.
Entonces la pelirrosada se detuvo en seco tras escuchar un grito desgarrador de una pequeña niña, se cubrió los oídos en caso de que fuera alguna trampa, no obstante, pudo apreciar la voz de Emilia gritando del mismo modo para luego implorar ayuda e indicar el camino a seguir.
Tras ello, aquella pelirrosada se acercó a la albina solo para asegurarse de que estuviera bien.

─E-Emilia… ¿Estas bien? Eso acaso fue… ¿Una posesión? Ah… E-Esto…puede ser peligroso…

Se sujeta la cabeza nuevamente al sentir ese dolor pulsante, en verdad se encontraba nerviosa y temerosa a lo que podría ocurrir.

─Creo que no deberían ir a ese lugar…

Se escuchó una voz masculina provenir de la sombra de la pelirrosada para luego formarse en una figura humana, un hombre de vestimentas negras, cabello azabache, piel pálida y ojos rojos.

─ ¿He? ¿Por qué? Es el lugar donde sa-

─Ayana escúchame, Este lugar tiene una energía en verdad maligna, lo puedo percibir perfectamente y no sabes lo loco que me está volviendo. No es bueno ir ciegamente al lugar que les indico la “niña”

─…Entonces… ¿Qué propones?

─Estoy casi seguro que la voz de la niña sea de la criatura que viste en tu visión, está manipulando a Emilia a su antojo para usarla en algo sombrío, quizás nos está manipulando a todos para causar algo…

─…

Esta se quedó en silencio, su familiar nunca falla ante los peligros que se enfrentara, si era verdad que estuvieran manipulando a Emilia para algo siniestro lo mejor sería alejarla o confrontar las cosas de frente, siendo lo segundo algo de alto riesgo.

─Pero… si esa criatura es quien le está quitando la energía a Emilia... ¡Entonces tendremos que detenerla! ¡No podemos rendirnos! Además…tenemos apoyo, confió en ellos.

─…no los conoces… pero no te puedo cambiar de parecer… está bien, te seguiré en esta locura, pero no procuro que pueda controlarme, sabes bien que es lo que pasa cuando es completamente oscuro y hay energía negativa.

─Lo se… tendré que crear luces…

─Hazlo, también servirá para que los otros vean donde van.

La pelirrosada asiente y empieza a estirar sus manos al cielo para ir creando esferas de luz, la cantidad suficiente para iluminar el camino previamente indicado.

Giró sus ojos sobre el agarre de la semi Elfa, aflojando su agarre hasta el punto de soltarla, después, escuchó con precisión al pequeño acompañante de Emilia, asintió, después observó a la chica de pelo rosa de aspecto tímido

-hm, no tienes que agradecer, es un gusto.. ¿Ayana?

Después de ello observó con ligera curiosidad la pequeña flor azul que se formaba en su cabeza y el extraño ser al que ella llamó Colt, simplemente se limitó a encoger sus hombros levemente y se dispuso a abordar el barco sin vacilación. Ya dentro de éste, también alcanzó a ver la fotografía que el pequeño Pack mostraba, se sentía una oscura aura emanando de ella, sin embargo en éste momento no encontraría las respuestas que necesitaba, era obvio que se trataba de una entidad oscura y encontrarían las respuestas una vez llegaran a su destino, sin embargo por algunos momentos se dio cuenta de que a pesar de que estaba viajando con ese grupo no los conocía a todos muy bien, el que más le intrigaba era aquel profesor que se mantenía al margen; Dirigiendo su celeste mirada hacia él, le observó por cortos 5 segundos y después volvió a observar la foto mientras escuchaba las palabras de Ayana, era obvio que no mentía a leguas lograba sentirse la maldad de ese ser.

De pronto la semi elfa parecía haber sido poseída, se colocó detrás de ella para darle soporte de ser necesario, escuchó sus palabras y todo le daba un mal presentimiento, justo cuando pensaba hablar, la figura masculina se hizo presente proveniente de la sombra de la pelirosada; Escuchó toda la conversación sin interrumpir y después observó las esferas provenientes de Ayana, levantándose, la tomó del hombro nuevamente, pero de esta vez de una forma más suave que la anterior y negó suavemente con la cabeza.

—No vale la pena que gastes tu energía en éstos momentos, debes resguardarla porque lo que nos espera allá es algo grande y ya llevamos a un compañero debilitado, espera a que lleguemos para hacer ello y podemos turnarnos.

Alexiel solía tener inteligencia para la batalla, además de entender en parte lo que había pronunciado aquel hombre llamado Colt, también sabía que huir del lugar y hacerse de la vista gorda no ayudaría en nada, además de que Emilia se debilitaba cada vez más y era evidente que su vida corría riesgo, mostrando su apoyo regresó a su lugar y se colocó cerca de Emilia, dispuesta a cargarle si llegase a ser necesario, la semi elfa se veía bastante débil y llevarla no sería un problema para Alexiel