Re: La Organización Rain (Libre)

por **Alexiel** Jue Mayo 31, 2018 9:52 pm

Después de haber terminado con aquellos monstruos, el ángel solo tomó un poco de aliento y recobró su postura anterior, sin embargo no podía negar que le había llamado la atención algunas de las características de su camarada, parecía una persona muy capaz, algo que le daba un poco de confianza, lo observó por unos segundos cuando comenzó a temblar y las palabras del peli azul se vieron repentinamente cortadas.
La tierra comenzaba a moverse de manera violenta e imparable, el sonido del manto acuífero que rodeaba el lugar comenzaba a hacerse cada vez más notorio y como empezaba a filtrarse por cada piedra, ladrillo y vegetación del lugar, todo estaba inundándose sin fin, para ella no había problema, simplemente desplegó sus alas y se levantó a un metro del suelo, levantó su mirada hacia su compañero y observó su pequeño predicamento; Sin dudarlo tras escuchar sus palabras se dirigió hacia él y lo tomó con ambos brazos de la cintura y lo levantó por los aires.

—No te preocupes, seré tus alas, tenemos que dirigirnos a otro lugar aquí no es seguro.

Alexiel no era un ser de muchas palabras, sin embargo no podía negar que ahora intentaba cambiar un poco su manera de actual por lo que trataba de cambiar ese pequeño aspecto de su personalidad fría.

—Dices que debe haber un conjuro aquí, si es así debe haber una clase de energía que esté siendo emanada de alguna parte, pareces ser más sensible a esa condición, si me dices a donde ir te llevaré.

La castaña simplemente observaba la zona del caos sin expresar un solo gesto, una monótona cosa era la que invadía su mente, y era terminar con todo éste asunto lo más pronto posible, una gran maldad se sentía emanando en todo el lugar y entre su objetivo estaba terminar con la pérdida de vidas inocentes, después de todo ese había sido el juramento que se hizo a sí misma al entrar a Legacy.

por **Jellal Fernandes** Jue Jun 07, 2018 3:34 am

Los ojos del mago de abrieron de par en par. Estaba sorprendido. Alexiel lo cogió de la cintura. El trabajo en equipo lo era todo. El peliazul simplemente apuntó hacia arriba de la colosal pirámide, allí una especie de gema purpurina brillaba de forma tenue, pero visible. Ése debía ser el objeto del cual el conjuro emanaba. Miró de arriba hacia abajo la vetusta estructura y pudo dimensionar más o menos la altura. Un edificio de 40 pisos podría ser el equivalente.

— Tengo una idea: suéltame a la cuenta de tres, — planeó. Sentía cómo el viento cenagoso le golpeaba en la cara. Su compañera de batalla iba a una velocidad considerable. Entonces, de acuerdo con lo planeado, el cuerpo del astromago se enciende de un blanco encandilante, como si cada centímetro cuadrado de su piel estuviera cubierto de flamas. — ¡Mmmmgahhh...! — apretó los dientes mientras salió disparado como un cohete hacia ese punto violeta. Iba a hacer lo más peligroso, es decir, un ataque directo.

Al tiempo que se iba acercando sentía que perdía poder. Esa luz parecía someter un ominoso poder sobre el joven. Sin embargo. ¡Una explosión! Fernandes comenzó a sentir que el dolor se le enrollaba como una serpiente por brazos y piernas. Lo había logrado. Había detenido esa maldita magia. Sentía que la piel se le abría y le quemaba. En ese momento miró hacia la isla, pero...

Está se seguía hundiendo. Jellal solo había destruido el escudo, pero había buena trampa. Mientras suspiraba y caía, sentía que estaba perdiendo la conciencia. Lo último que vio mientras caía, era que Alexiel estaba acompañada de cientos de criaturas. Eran esos encapuchados y tenían alas. Se acercaban a ella de una forma hostil y revelando sus apariencias. Tenían piel verde y unos dientes filudos como los de un tiburón. ¿Éste era el fin? El peliazul quedó totalmente inconsciente.

por **Alexiel** Vie Jun 08, 2018 3:57 am

Después de haber tomado al peliazul de la cintura, se decidió a seguir sus consejos sin refutar, después de todo, de los dos parecía ser el que más conocimiento tenía acerca de la magia, y dudar era algo que a esas alturas no estaba permitido, observó la mano de su camarada apuntar hacia la pirámide y sin emitir una sola palabra lo dirigió a esa dirección, luego al escuchar sus palabras, decidió colocar toda su confianza en la capacidad de su contrario y soltarlo tal como se lo había pedido éste; Hizo la cuenta mental (3, 2, 1) sus manos ahora estaban libres mientras observaba a su compañero caer hacia aquel brillando punto violeta.

Observó cuidadosamente cada uno de sus movimientos notando como se encontraba en problemas, tomando dirección para ayudarle comenzó a sentir cientos de presencias ajenas que se hacían presentes de repente, parecía que habían caído en lo que era una emboscada, sin embargo aquel extraño escudo había sido destruido, girándose un poco logro verlos a todos, tenían una apariencia similar a los demonios de bajo rango de Gehenna, sin embargo su compañero seguía cayendo y podría ser peligroso, un ligero semblante de enojo se hizo presente en la expresión de Alexiel, mientras el aura a su alrededor comenzaba a sentirse pesada, pequeñas ventiscas generadas por su propio poder comenzaron a mover sus cabellos incesantemente, un brillo cual flama resplandeciente, se hizo presente en sus azulinos ojos y sin dudar un solo momento comenzó a tomar dirección para volar más arriba con la intención de que sus adversarios le siguieran y ganar algo de tiempo.

Al estar en la cima, pasando de las nubes, Alexiel ya había juntado suficiente poder, juntó sus manos y una esfera blanca con pequeños matices negros comenzaba a tomar forma como incandescente luz que cada vez se hacía más grande, aclaró su garganta y habló en su habitual tono frío y despiadado:

—Patéticas criaturas, no importa cuántos vengan ¡Terminaré con todos ustedes!

Aquella esfera que el ángel sostenía entre sus manos ya había alcanzado un considerable tamaño, apuntando hacia los encapuchados, soltó la esfera y acabó fácilmente con la mitad de ellos que eran los que más cerca se encontraban, Sin duda ni perder el tiempo, el ángel de castaños cabellos rizados, llevó nuevamente ambas manos a su pecho, cerró sus ojos y la piedra de sangre que cuelga de su cuello nuevamente tomó la forma de su espada, sus azulinos ojos tenían un ligero resplandor rojo, lo cual indicaba que desde éste momento, piedad no era una palabra existente en su vocabulario, debía exterminarlos a todos sin excepción, como guerrera sabía perfectamente que subestimar a un enemigo podría ser un gran error, empuñando la espada una ola de violencia pudo sentirse recorriendo cada fibra de su ser, cada rincón de su existencia se había llenado de una energía sin límites que concentraría para aniquilar todo a su paso.

Nanatsuya, la espada de las siete almas, fue diseñada especialmente para terminar con demonios y entidades del mal, ante ellos, el propio material de la espada vibraba como si pidiera comenzar a llevar su trabajo, con gran velocidad Alexiel comenzaba a abrirse camino entre aquellos seres, apuñalando a unos en el pecho, a otros les cortaba la cabeza, sin embargo eran demasiados y al luchar contra cientos a la vez era un poco complicado, de vez en cuando algunos intentaban subirse a sus alas, otros rasgaban sus ropajes o sus brazos y piernas, pero la adrenalina y el deseo de exterminio eran tan grandes en ese momento que el dolor no se hacía presente en el cuerpo del Ángel, al librarse de la gran mayoría de ellos y quedarle solo un par de decenas tomó toda su velocidad decapitando de un solo tajo a los restantes, la sangre salpicada había caído ya en sus manos, rostro y ropajes, era difícil distinguir cual era la suya y cual la de sus enemigos, sin embargo no era tiempo para detenerse por pequeñeces, su compañero seguía cayendo, y si llegase a impactar podría morir, parecía estar inconsciente, así que bajando un poco su poder, regresó su espada a su habitual forma de piedra rojo carmín y estirando su diestra hacia abajo comenzó a volar a toda velocidad para lograr atraparlo, cuando el peliazul estaba a pocos centímetros de tocar el agua, lo tomó de la mano levantándolo a una altura un poco más segura, lo acomodó para poder cargarlo con más facilidad, por suerte ella era alguien con bastante fuerza y resistencia física, aclarando su voz comenzó a llamarlo por su nombre.

—Hey Jellal!! Reacciona, éste no es el momento para perderse

Con la mano que le quedaba libre dio unas firmes palmadas al rostro ajeno y comenzó a observar su alrededor para buscar un lugar donde pudiese hacerlo recobrar la consciencia.

por **Jellal Fernandes** Lun Jun 11, 2018 11:25 pm

Gruñó de los pequeños golpes y se sentó rápidamente. Su vista estaba borrosa. Solo veía esa gran luz violeta. Jellal levantó su brazo y lo bajó con fuerza. Una gran explosión ensordecedora ocurre sobre la pirámide. Los enemigos, los cuales iban saliendo de la jungla, se disuelven y la isla deja de hundirse. — Le di en su punto débil. Toda criatura tiene un punto débil en forma de constelación. O al menos eso aprendí en Legacy — sonrió y recostó su cabeza sobre la superficie. Se había terminado. Los enemigos fueron derrotados.

Suspiró y se puso de pie. Estaba cojo y herido de su espalda. Sentía como si cada vaso capilar de su cuerpo fuera exprimido como un limón — En la Academia Legacy somos muchos híbridos y humanos, pero no contaron que tendríamos a un ángel. Tal vez si hubiera una luz rosada saldrías afectada tu también, Alexiel — chupó su propio labio y escupió la sangre que emergía. Quienquiera que haya puesto en esa trampa, y manipulado a estos monstruos de la isla tenían en cuenta el perfil promedio del legaciano. Ahora tendrían en cuenta los poderes de Alexiel y sus debilidades.

— Será mejor que volvamos otro día. Iré a enfermería e investigaré una manera para anular esos poderes — poco a poco bajaba los peldaños de la pirámide. Una noche muy dura. Hace mucho tiempo que no tenía una noche de tanta acción. No obstante...

¡Alguien estaba allí detrás de ella!

El mago extiende su dedo índice y apunta con una gran precisión casi rozando el hombro de Alexiel. ¡Paff! Alguien cae tras ella. Era un viejo calvo contacto una barba y bigotes canos. Tenía una especie de cuchillo raro en sus manos, tenía un llamativo color rosa y estaba curvo. El anciano tenía un traje de bata blanca y carcajeaba. "No pueden detener a la Organización Rain" comentó tumbado en el suelo mientras sangraba del brazo.

por **Alexiel** Lun Jul 09, 2018 8:40 pm

Al momento en que el contrario sacó aquel gruñido, entonces se alivió un poco, observó como aquellos enemigos se disolvían y fijó sus ojos en otro lado, y luego escuchó sus palabras —Efectivamente, todo ser tiene su punto débil, aunque no el de todos es igual…—musitó en su habitual tono gélido de voz, al parecer todo se había terminado por fin.

Sus propias heridas ya habían comenzado a sanar gracias a sus propiedades, luego mientras el peliazul hablaba cerró los ojos y negó levemente —Me temo que no tengo una debilidad de tal magnitud, quizá sea efectivo con seres angelicales como los querubines, los tronos o inclusive los arcángeles, sin embargo mi hermano Rociel, Lucifer, Seraphita y yo, somos casos a parte —

Por fin podía respirarse algo de paz en el lugar, ya lo que restaba era regresar, así que al escuchar las palabras del mago asintió en completo silencio mientras lo acompañaba bajando cada peldaño, al sentir la presencia detrás de ella volteó su rostro para enfrentarle, pero al parecer, Jellal se le había adelantado y lo había dejado en el suelo, para ese instante, el conocido temperamento frío del ángel se hizo notar y mientras aquella criatura hablaba, el ángel hizo una esfera blanca de poder en su palma derecha, bostezó y poniéndose de cuclillas frente al hombre aplastó el cráneo del desconocido con su poder, esparciendo su sangre alrededor, a fin de cuentas, mas sucia no podría estar.

Al terminar dirigió su mirada a Jellal y con su cabeza hizo un gesto de agradecimiento, ya todo lo que quedaba era encontrar una forma de regresar a Legacy.

—Hey, aún puedes andar? Si no es el caso entonces vayamos en bote y regresemos, es mejor que atiendas tus heridas.

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