Llegada (?).

Ring ring.... ring ring.... ring rin.. -- Devil May Cry... lo siento, cerramos a las 9 pm -- corto la llamada -- ¿Por qué nunca consigo clientes de verdad? -- ring ring... -- Devil May Cry... un cliente con la contraseña, dígame, como es?... grande, ajá... espinas, de acuerdo... vale, voy en camino -- agarré mis armas, mi espada y salí del Devil May Cry directo al centro comercial, -- Esta noche será intensa -- encendí mi motocicleta y fui directo a toda velocidad.

Debería apresurarme, así quizás pueda evitar que el demonio destruya la tienda de pizzas y helados, por suerte no hay mucho trafico, aunque creo que debería haberle pedido el aventón a Morrison, aunque quizás me lo cobre... bah!, da igual, estoy cerca del centro comercial. -- Vale, ya estoy -- llegué a la entrad del centro comercial, y parece que hay gente corriendo por todos lados, esto es una locura, hay demonios por todos lados... como me gusta, espero que el cliente tenga mucho dinero, entre al centro comercial, saqué mis pistolas y empecé a disparar, en lo que veo al demonio del cual me habló el cliente, -- Así que tu creas demonios, eh?... vale, creo que tú irás primero -- mientras subo las escaleras lucho con una docena o incluso más de demonios.

-- Okey, la pizzería esta a salvo, ahora a por el demonio -- subí por el elevador hasta donde se encontraba el demonio, -- Oye tú!, te has hecho un espectáculo tu solo, pero llegué yo, así que me tomaré la atención, vete despidiendo de tu vida que no vivirás mucho -- le dije al demonio apuntandole con una de mis pistolas, -- Hijo de Sparda!, he estado buscándote!, y ahora te apareces en frente de mi... te mataré!!! -- dice el demonio lanzándome espinas de sus manos, pero esquivo con facilidad saltando encima de él, -- Esto será divertido! --.

Justo cuando se disponía a pagar una bolsa de dulces en una pequeña tienda del gran Centro comercial; un estruendo similar al de una ventana rompiéndose en mil pedazos se hizo presente en los oídos de la castaña. El Espectro, rápidamente se escondió por si las dudas, y no estaba equivocado cuando creyó que estaba en peligro.

Las personas comenzaban a correr de ciertas bestias que destrozaban todo a su alrededor.

–¡Mika, hay que irnos! –Hablaba el pequeño sin mostrar su forma física.

–Están atacando a las personas... ¡Hay que ayudar! –Exclamó mientras miraba todo su entorno. « ¿Qué son esas cosas...? ».

–¡Imposible! Está bien que te sientas inmortal, pero esto es otro nivel. ¡Son seres con altos niveles de oscuridad! Y sin tu armadura... –

–¡Calla! –

Era cierto que la joven no poseía su armadura completa, pues el casco y los guanteletes se los había dejado en su habitación. Lo único que traía puesto era su túnica de color plateado y sus botas del mismo color.

Sólo contaba con una espada y su magia. Al ver un demonio acercársele a gran velocidad desenfundó su espada, observando cómo ésta se cargaba con Luz de Vacío, para poco después, atacar al demonio hasta lograr matarlo.
Eran demasiados, al matar a uno venían dos más detrás del cadáver previo.

–¡A tu izquierda! –Exclamó Oliver, dándole el tiempo a Mikaela para contraatacar al Ser de Oscuridad que venía por ese lado.

Un Demonio que parecía tener grandes picos en sus manos, le hicieron frente a su espada, y al ser éste mayor en tamaño que ella, le hacía retroceder en cada impacto que tenían hasta que su arma se quedó sin energía, la chica se apartó de él y, soltando su espada, pegó un salto con doble impuso, provocando que pudiese elevarse lo suficiente como para poder planear y observar la zona desde lo alto.
De todos los demonios, sobresalía uno de mayor tamaño.

–¡Ese, está clonando o creando demonios como conejo en primavera! –Exclamó Mikaela moviéndose en el aire, sobrevolando a los demonios.

Por ahora no había recibido ningún impacto directo, pues su túnica repelía y disminuía el daño, pero esto no quiere decir que estaba exenta de recibirlo.

Poco a poco, perdía altura del salto que había dado, por ello, “planeó” hasta llegar nuevamente al suelo, y tratar de moverse deprisa hasta el gran demonio. Obviamente, luchando en su trayecto.

Salí volando de un golpe que me dio aquel demonio, por muy débil que pueda parecer... tiene la mano dura,  -- De esto estoy hablando --  caí en una tienda de joyas, eran bonitas, pero no originales, luego salí con mis pistolas en la mano,  -- Venga ya!, que esto solo está empezando --  aparecieron diferentes tipos de demonios, esqueletos y demás, nada fuera de lo común,  -- Siempre tiene que ser complicado --  ni corto ni perezoso empecé a exterminarlos uno por uno.

Lancé a dos demonios al aire, luego salto hacia ellos y con mi espada haciéndolos papilla con cortes verticales y horizontales,  -- Para ser honesto, esperaba algo mejor que esto --  dije al caer al suelo, aunque debía eliminar al grandote para detener esto, y así evitar que cualquier persona salga herida, por lo que fui directo hacia el demonio. Pude ver algunos cuerpo de demonios tirados en el suelo, pero no he sido yo quien los ha matado... alguien más está cooperando?, al menos espero que los detenga por un instante, el grandote es mio,  -- Okey, a terminar esto --.

Llegué otra vez hasta donde se encontraba aquel demonio que debía matar,  -- Okey, ese golpe no lo vi venir, pero basta de juegos! --  corrí directo hasta donde el demonio, y este intenta golpearme, pero esquivo los ataques rápidamente, a lo que con mi espada le corto un brazo,  -- AAAAAAAH!... maldito Dante... me las pagaras!!! -- dice el demonio, -- ¡Calla de una vez y largo de aquí! -- junto mis pistolas, -- Bingo -- dije al disparar balas cargadas con mis pistolas.

Bajé del techo, en donde estaba luchando y bueno... el sitio parece una desorden, como si hubiese pasado una trifurca... la verdad espero ya la paga de esto, hice mi trabajo. Busqué los demonios restantes para acabarlos a todos, pero no los veo por ningún lado, solo algunos cuerpos, curioso.

No supo cuando el demonio más grande cayó. Sólo se preocupaba en ese momento por los demás. Habían demasiados siguiéndole el rastro y esto llegaba a preocupar a Oliver.

–Es como estar cerca de los rituales de la Colmena, es horrible. –Hablaba el pequeño. –...Y asqueroso.

–Venga ya. –Murmuró la chica. –¿Qué tan frágil es la estructura de esos puestos?

–Eehmnh... –Oliver escaneaba el sitio al que su Guardiana se refería. –Lo suficiente como para soportar lo que creo que harás.

Había conseguido arrinconar a los últimos demonios restantes entre los puestos, y sin dudarlo, volvió a dar un salto con doble impulso, elevándose varios metros en el aire. Sus ojos se tornaron de un color lila brillante y mientras parecía concentrar su energía entre sus manos. Una gran concentración de Luz de Vacío se fue formando hasta tener la forma de una esfera de gran tamaño. Echó su brazo derecho hacia atrás, en una postura similar como si estuviese a punto de lanzar una flecha con un arco invisible, pero está flecha no tenía para nada la forma de una.
Sin pensarlo dos veces, lanzó aquella esfera de Vacío hacia los demonios, qué, al impactar con ellos fueron desintegrados casi al instante. La esfera permaneció en el suelo un par de segundos más antes de desvanecerse.

–E-eran...¿Eran todos? –Preguntó la chica mientras volvía a por su espada que había quedado botada por ahí.

–Así... Parece. –

Buscando por todos lados, parece ser que ya no habían más demonios en ningún lado, solo un pequeño olor a azufre y cosas putrefactas, del resto, todo normal, así que fui hasta la entrada del centro comercial para montarme en mi motocicleta e ir al Devil May Cry, allá será donde el cliente irá a darme la paga, espero que sea algo grande, no podría simplemente hacer mis servicios de cazador de demonios y no recibir nada... quizás unas pizzas. Miraba casi de reojo los lados para ver si me encontraba algo, pero parece que no hay nadie... espera, -- Hmmm, esa silueta es algo... conocida, será? -- me detuve para ver detenidamente, parecer ser que es Mikaela y esa lampara voladora, -- Oye!, que hacen aquí?, creí que estabas en tu habitación... o es que también cazas demonios? -- curiosamente sostenía una espada, algo extraña.

Verla en medio de todo este show era un poco inesperado, la verdad sabiendo que es guardián, los problemas la deben perseguir, la pobre me da pena. Me acercaba lentamente hacía Mikaela mientras tenía mis manos en los bolsillos, -- Parece que pudiste disfrutar del espectáculo, aunque después de todo, acabé con el más grande, ahora solo me toca ir por la paga -- dije tranquilamente mientras me acercaba lentamente, ya dejó de oler a azufre, así que no me preocuparé por nada.

Con una sonrisa, festejó dando un par de saltos con ambos brazos extendidos.

–Demonios... Y yo que creía que esto era seguro. ¿Acaso crees que estén aquí por el fragmento? –Preguntó Oliver, mostrándose, pues el peligro ya había pasado.

–No, por la forma en la que las personas actuaron, no debe ser algo tan fuera de lo normal.–Mikaela soltó un suspiro mientras se dirigía a la salida.

Sentía curiosidad, pues tenía la impresión de no ser la única que peleó contra esas cosas. Y lo que no se esperaba, era que Dante era parte del show hasta que se acercó.

–¡Vaya! –Exclamó con fulgor guardando la espada en su funda correspondiente en su cintura. –No, no mato demonios, no como tal. Aunque... Hay cosas más terroríficas que un grandote multiplicándose.

El espectro miraba atentamente a Dante, como la primera vez que trataron con él. Era extraño. Parecía que había cambiado su perspectiva respecto a él, pero por alguna razón, se negaba a expresar sus pensamientos.

Mikaela borró su sonrisa tras lo último dicho por su contrario.

–¿Paga? –Preguntó la castaña. –¿Te pagan por matar... Demonios? ¿Qué clase de profesión es esa? –

Su desaprobación era clara en sus palabras, pues cierto era qué, en la Torre, le pagaban por hacer su trabajo de luchar contra los peligros. ¡Pero no lo hacía sólo por la paga! Era su deber.

Sus palabras daban la impresión de que no le gustaba nada, es cierto que hago mi trabajo, la luz no se pagará sola, -- Escucha, mi trabajo es cazar demonios por dinero, soy un caza-recompensas, mi trabajo a salvado el mundo muchas veces, algo debo ganar, el agua no viene por si sola -- dije un poco serio con los brazos cruzados, la verdad nunca recibo el reconocimiento que merezco, algo debo ganar, -- De igual forma, este es el negocio, y es de encontrar a alguien que nos llegue a los talones -- hablando en si de todos los cazadores de demonios, -- Y un enemigo fuerte es lo que busco... algo de mi talla. -- finalicé con esta ultima palabra.

Salí por la puerta principal del centro comercial, -- Bueno, si necesitas ayuda en algo, ven al "Devil May Cry", claro, si es que te llegas a sentir sola... una lucecita solo alumbra... nos vemos -- dije al montarme en mi moto con una sonrisa e irme de la zona. Entiendo que los guardianes anden disparando a todo el mal que se les ponga en frente para el bien de las personas, pero... no todas las personas buenas tienen una forma de mantenerse, elegí cazar demonios por la muerte de mi madre... que me protegió aquella vez... mi madre es lo único que me motiva para cazar demonios.

Ya había pasado varias calles y estaba cerca del "Devil May Cry", espero que el cliente esté allá, quizás pueda negociar la paga, la mayoría de las veces quieren dar poco, pero de alguna forma, mis encantos hacen que multipliquen la paga, las deudas que tengo me están matando, y pagarlas pronto.... sería lo ideal.