ᴇʟ ʀᴇᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴏ ᴅᴇʟ ᴅúᴏ ᴅᴇʟ ᴄᴀᴏs (ᴄᴏɴ ᴅᴀʙɪ)

No había nada que hacer durante el día. Sólo se le vio caminando en dirección de una tienda departamental. Toga, transitaba hacia aquel lugar entre las personas en la utilización de su quirk; se había transformado en una de las chicas de las que atienden dicho lugar.

Luego de haber ingresado sin ser detectada por la compañeras de la joven, tomó esa oportunidad para tomar cosas y guardarlas, principalmente eran entre collares de piedras preciosas como pulseras brillantes; más que nada, cosas que pudiese guardar en su ropa con facili así luego de salir como ingreso. La calma en su rostro, luego de aquél pequeño robo se notó en su fracción. Por lo tanto, decidió continuar en otros dos lugares más, el primero; una tienda de ropa. Pasando de ser una joven trabajadora, a una señora pomposa que logrará dar un buen estatus. Después a una local de comida, esta vez fue por que tenia hambre. Al igual que en la tienda, ocurrió en ambos sitios. Entró y salió sin ser descubierta, sin embargo alguien ya sospechaba de ella. Un par de policías le siguieron hasta un callejón, lugar dónde se dejó ver.

— Tenemos invitados, no-invitados. Éh ¿les parecería si me acompañan a su muerte? — Sacó su cuchillo, se giró y como sí fuera una bailarina, acabó con ellos en menos de lo que podrían esperar. No lo eso, además de quitar y terminar con sangre, soltó una risa cínica para pasar a hablar.

— Oye, tú también los viste. Viste cómo murieron, verdad.— Habló sonriente, claramente logró notar una sombra de un lado del callejón, ya esperaba a alguien más llegará por los gritos provocados. Pero no que fuera esa persona.

El azabache, se encontraba caminando entre la multitud de perdonas, se encontraba aburrido, por lo que iría a caminar para relajarse un poco; era bastante difícil hacerlo con tanto ruido.

Dabi, luego de caminar un par de cuadras encontró un pequeño callejón oscuro donde se adentro, llegó hasta el final de este y se recostó en la pared cruzando sus brazos y estando cabizbajo.

Luego de un rato, empezó a hundirse en sus pensamientos y recuerdos, no hacía más que recordar a aquella rubia que lo hacía volverse loco, era irritante, pero agradable, recordaba todas aquellas misiones que habían hecho juntos, se podría decir que la extrañaba.

El oji-azul dió un suspiro hondo y pensó para sí mismo:

ㅡ Parece que no nos encontraremos en años... No creo que sepa dónde estoy. ㅡ

Pensaba y pensaba, los minutos pasaron volando, cuando de pronto a lo lejos escuchó una voz, muy parecía a la de aquella chica, luego, entre abrió sus ojos y pudo notar la silueta de la rubia, al escuchar aquellas puñaladas, se reincorporo y camino un poco para divisar mejor, dándose cuenta que era aquella chica, una sonrisa de lado se dibujó en su rostro y la vió directamente, luego, habló.

ㅡ ¿Que haces aquí? Lunática. ㅡ

Esas palabras le causaron más gracia en vez de tomarlo como una ofensa. Toga se dirigió con rapidez hacia él casi corriendo. Ya al estar a cierta distancia, dio un salto para tirarlo; claro tendría cuidado de no enterrarle el cuchillo. No quería comenzar a pelear con Dabi.

ㅡ ¡Dabi! ¿Qué haces aquí?, creí que te habían hecho papilla en aquel incidente.ㅡ Se rió burlesca luego de quedar sobre el azabache sin darle tiempo de evitarla, claro estaba dando una especie de abrazo. O algo así, sólo estaba por su abdomen sentada con el cuchillo frente a los dos tomado por ambas manos.

La sensación por enterrarle su cuchillo se vio en su sonrisa cuál se volvió más grande a lo que aclaró.
ㅡ Oye, ¿y si me dejas probar tú sangre? Éh, lo aceptarás ¿verdad? ㅡ Totalmente ansiosa le habló sin retirar la vista.

El azabache fue embestido por aquella rubia. Yacía tirado en el suelo con aquella chica sentada en su abdomen, cosa por la que dió una suave sonrisa; no podía negar que extrañaba aquel comportamiento tan energético de la menor. Vió directamente a los ojos a esta y dió una suave risa al escuchar lo que dijo, luego, respondió.

ㅡ ¿Crees que esa basura podría acabar conmigo? Me decepciona saber que me dabas por muerto, lunática. ㅡ

El oji-azul le asignó aquel apodo a la chica por su comportamiento tan psicópata y peligroso.

Notó como aquel cuchillo estaba apuntando a su pecho, aquella chica lo tomaba con sus dos manos, en su rostro esbozaba una gran sonrisa y un suave color carmín en sus pómulos, cosa que hizo que diera otra leve sonrisa, luego, puso su mano en su cara, haciendo que esta se apartara un poco de el.

ㅡ De ningúna manera. ㅡ

Optó por sacar la lengua y lamer la mano que habría sobre su rostro cubriendo cierta parte, lamiendo con esa lengua puntiaguda hasta el volver a sus fauces y retirar la del lugar.

— Hubieras sido un pan tostado si eso ocurría, ¿eh?, ¿no lo crees? — Sé levantó retirando su minúsculo intento de asesinato a su mayor. Él "quemado" como solía decir le cuando no se encontraba, estaba dándole esos aires de buen humor algo extraño para ella.

— ¿Sabes que le ocurrió a Shigaraki luego de aquella cosa? Ahora se la pasa de niñero con esos edefecios sin cerebro. — Dejó una pauta, realizando un jugueteo a su cuchillo para continuar. — Pero sabe bien que nosotros somos mejor que esos monstruos.— Volviendo a dejar salir una risa quisquillosa ante tal confesión.

El azabache pudo sentir aquella viscosa lengua recorrer su mano, la llenó de saliva. Hizo un gesto de desagrado, luego de que aquella rubia se separara se levantó y vió directamente a esta al escuchar el nombre que había mencionado, Shigaraki, hizo otro gesto de desagrado y respondió.

━ Ese idiota no sabe de poder, solo era el niño mimado de All For One... ━

Dicho aquello, se acercó a la rubia y pasó su mano por aquel suéter para secar aquella saliva que aún tenía, luego, la vió de reojo y susurró.

━ Debo admitir que te extrañé, lunática.~ ━

Siguió su risa, mientras guardaba de aquél armamento. Nuevamente, luego de haber tenido que prestarse para limpieza. En el susurro se acerco envolviéndolo en sus brazos, una manera afectuosa y dulce de su parte.

— Pero nos divertimos, y eso cuenta ahahaha. — Admite que había razón en la parte de Dabi, más habría ese argumento a favor también. — Siempre me vas a extrañar quemado. No podrás hacer mucho sin mí. — Expresó con seguridad escondiendo su rostro momentáneamente en el cuerpo del mayor.

El azabache no pudo evitar reír suavemente cuando escuchó lo que había dicho ls rubia, al sentir como rodeo sus brazos alrededor de su torso, no se movió, se quedó quieto, dió una suave sonrisa al ver las accione tan tiernas de la contraria. Luego musitó.

- Eres una tonta, pero, es cierto.-

Dicho aquello, le dió un par de palmaditas en la cabeza y luego la acarició con una leve sonrisa.

Al sentir las caricias himiko ser río suavemente, aceptando tales sin tiento que realizo algo bien algo así como una recompensa por ello.

— ¡Hey! ¿Y si vamos a caminar? Ya sabes, perder el tiempo. — Obviamente fue minuciosa por si alguien llegará a verlos y supieran lo que quiere hacer realmente. Dio un suave estrujamiento en el torso del mayor para luego soltarlo.

Él azabache, no se negó a la prupuesta de la rubia, por lo que asintió con una leve sonrísa en sus labios y empezó a caminar sin esperar a aquella chica, pues así es Dabi, sin modales, luego exclamó.

- ¡Oye!¡Apúrate!-

 Dicho aquello, metió sus manos a sus bolsillos y siguió caminando, esperando a que la rubia llegara hasta donde el iba pronto.

Se quedó algo confundida, aun así emprendió el paso corriendo hacia él. Aprovechando su velocidad, salto hacia su espalda subiendo en esta.

— ¡Te alcance! — Exclamó sosteniéndose de sus prendas, además de cruzar sus pierna por delante para lo anterior.