Paseando entre natura (Libre)

Aún no había tenido tiempo de visitar toda la academia, al fin y al cabo justo había conocido dos personas, y acabado en la habitación de una de ellas... Que mal sonaría esto si lo hubiese dicho en voz alta. Aún debía ir a preparar su habitación, pero eso podía esperar. Ahora estaba interesada en lo que rodeaba la academia

Estuvo paseando por los pasillos, mirando aulas vacías... Y encontraba heridos. Muchos de ellos eran menores. Erinia curaba a todos los que podía, empezando a darse cierto renombre como... la enfermera. Era profesora, no enfermera. Seguramente nadie se esperaba que alguien con ese aspecto tan juvenil fuera a enseñar... Tampoco es que le importara que pensasen eso. Seguramente era una de las mas viejas del lugar.

Pasó por escalinatas, se cruzó con algunos profesores... Y observó toda la variedad. Había mucha gente diferente, de razas diferentes. Mas de la mitad no se podrían considerar humanos, pero aún y así recibían sus curas perfectamente.

Al cabo de un rato, andando por los jardines traseros, llego a unas casas de cristal altas. Un lugar curioso, la verdad. Al entrar sus ojos brillaron con emoción, juntando las manos y dibujando una enorme sonrisa.

¡Un invernadero!

Entró alegremente, observando a su alrededor. Había una enorme cantidad de plantas diferentes creciendo en este lugar, era realmente fascinante. Allí podría conseguir materiales para... su...

Allí vio una flor dorada. Una flor que ella conocía muy bien, que solo crecía en los jardines celestiales. Se quedó mirando la flor seria, y acercó una mano, acariciando sus pétalos. Frunció el ceño enfadada y estuvo a punto de aplastarla entre sus dedos, justo cuando escuchó un ruido detrás suyo, colocándose otra vez de pie y dándose la vuelta.

¿Hay alguien ahí?