Insolencia entre la Realeza (Cú Chulainn)

Llevaba poco tiempo que comenzó a servirle a Legacy, aquel internado que se encargaba de preparar a dioses, semidioses o algún ser que tenga poderes y los use para el bien. No conocía a nadie, a penas y recordaba los rostros de algunos semidioses, pero no era algo que le importara. La idea de hacer amistades no era lo suyo, una diosa como ella no debía porque hacer eso ni siquiera soportaba ver como los demás se tocaban entre ellos; un abrazo, algún roce de manos o con alguna parte del cuerpo.  ¿Acaso no podían ver que sus manos están sucias? Un dios no toleraría esas cosas. Ese día decisión en salir y explotar los exteriores de la academia llevando algunos medjeds con ella para su "protección".

El bosque le parecía mejor que el internado, pero poco a poco trataría de acostumbrarse. Con forme se iba adentrando más al bosque el aire del lugar se comenzaba a poner pesado, el sonido que producían las aves con anterioridad ya no se escuchaban, al contrario, comenzaba a escuchar algunos sonidos extraños. Se encogió un poco agarrando su bastón con fuerza, lo acerco a su pecho, su cuerpo comenzaba a temblar por algún motivo, ¿Era frío? o ¿Tenía miedo de aquel macabro lugar?. Se inclino más por la primera opción, el frío no era lo suyo y su vestimenta tradicional no le ayudaba en nada.

[. . .]

Luego de llevar un buen rato caminando, uno de sus medjeds le señalo hacía adelante donde se encontraba ¿una mansión? sí, definitivamente era una mansión, pero se veía en muy al estado. Llena de musgos, moho en las paredes, varias telarañas, al parecer fue habitada hace mucho tiempo y ahora se encontraba completamente abandonada. Para un ser común y corriente ese lugar le causaría miedo, pero, solo si aquella persona le gustaba desafiar lo sobrenatural tal vez llegaría a encantarle. Merodeaba el lugar con sutileza, como si ya lo conociera o era lo que quería hacerle creer al otro ser que se encontraba escondido en ese lugar. No pudo encontrarlo por más que subió y bajo escaleras, busco hasta en los lugares donde no llegaba ni la más mínima luz, entonces supuso que estaba usando algún tipo de poder para desvanecerse.

━ ¿Cuánto tiempo piensas quedarte escondido? Solo me has demostrado que tienes miedo, pero no te culpo. Cualquiera temblaría ante mi presencia.

Una sonrisa de lado apareció en su rostro esperando a que el individuo haga acto de presencia ante sus ojos. Al principio creyó que no aparecería, ya estaba tardando un poco; ¿Se estaba haciendo esperar? ¿o no iba a salir?, si era lo primero no lo iba a tolerar ¡Nadie hace esperar a un dios!

¿Legacy? ¿Asgard? Esas dos palabras tan importantes en este mundo era por completo desconocidas para el ser que apenas había hecho su aparición en dicho lugar, era por completo ajeno a los problemas que los seres de dicho mundo pudieran enfrentar. ¿Por que? Muy simple un Rey no debía preocuparse por problemas de humanos ajenos a su reino.

Con esa idea fue que el fantasma se mantuvo alejado de toda persona posible y termino encontrando un hogar en un bosque el cual desconocía si tenia nombre aunque pronto le pondría uno digno para el terreno de un ser de la realeza pero para la mansión abandonada que encontró si fue diferente ya que lo nombro ´´Templo Dragón.´´
Fue de ese modo que pudo vivir en una relativa paz un tiempo pero como todo en la vida nada es eterno y una pobre alma tonta e ingenua se atrevió a entrar sin el previo permiso, siendo como era Cu Chulainn le hubiera matado al instante por tal insolencia pero estos últimos días habían sido tan aburridos que decidió solo disfrutar cada momento.
Lamentablemente eso no duro mucho ya que la mujer le termino ofendido ¡que osadía!
Poco a poco una silueta masculina se fue formando detrás de dicha mujer hasta que finalmente tuvo su cuerpo entero.

━  ¿Miedo? ¿Esconderse? ¿Temblar? De esas formas terminaras tu, por haber entrado a mi reino sin permiso, humana.  

Cada palabra la decía con una extrema seguridad mientras que su inusual cola se movía de lado a lado demostrando así la felicidad de tener a su presa arrinconada al igual que una bestia que estaba por devorar su primer plato del día.

Como lo había predicho; la estaba haciendo esperar, aunque, una interrogante nueva aparece en su mente ¿y si se ofendió con sus palabras?. Sí, la más acertada fue la última, sino, ¿por qué actuó de esa forma ante ella?. Aún así, no iba a tolerar tal acto de insolencia.

━¡Ten más respeto! No estas hablando con los mismos de tu clase.

Pudo sentir un flujo de energía mágica rápidamente empezando a formarse atrás de ella. Ante esta alerta, de inmediato dio media vuelta para encarar a su "enemigo". Tomo su was-sceptre e hizo un golpe en el suelo, seguido de esto comenzaron a aparecer varios espectros del dios Medjed en miniatura de color blanco. Con un movimiento rápido pero delicado puso un pie atrás y el otro adelante, acto seguido apunto hacía el pecho ajeno con su was-sceptre; lista para atacar en cualquier momento.

━¡Retráctate, bestia!

Dijo al mismo tiempo que frunció el ceño formando así una expresión de total molestia en su rostro, mientras su mirada se mantenía fija sobre el enemigo que tenía al frente. Entonces, un segundo después, la bella faraón procedió a hablar nuevamente... con un tono aún más calmado y muy bajo, casi inaudible.

━Pero pensándolo bien, podría aceptarte como esclavo.

En el momento que la mujer fue moviendo aquella extraña arma fue que el hombre en respuesta solo dejo aquella singular cola quieta y alzo una ceja notando como aquellos seres tan extraños iban apareciendo una tras otra para cuando estas terminaron de hacer su gran entrada fue que el hombre solo pudo sonreír con malicia en las palabras que estaba por pronunciar.

━ Estas cosas....¿Y me llamas a mi bestia? Que asco me dan todos ellos.

La mayor ventaja o desventaja de aquel hombre era su enorme sinceridad si combinaban eso con su poca y nula empatia terminaban con respuestas de ese modo pero pronto su sonrisa y ganas de jugar desaparecieron al escuchar las palabras que la mujer le dedico solo por unos momentos.

━ ¡Yo no soy esclavo! ¡De nadie!!!

Esas palabras fueron mas que suficientes para demostrar el mal humor que ahora el hombre tenia, su mano derecha en un solo levantamiento hizo materializar su mas fiel arma la cual no era otra que la legendaria Gae Bolg la cual uso al instante para señalar a la intrusa.

━ Una vez acabe con tus monstruos seguirás tu, mujer.

Las palabras del hombre no debían ser tomadas a la ligera y menos ahora que su tan preciado orgullo fue pisado de manera tan repentina y por una mujer.

¿Acaso se estaba refiriendo a sus creaciones como bestias? Aquel insulto también le iba directamente a ella. Le haría tragar esas palabras para que nunca más vuelva a insultar a los suyos. Su humor nunca era el mejor, gran parte del día pasaba enojada o molesta sin ningún motivo y que se encontrara con personas poco "agradable" la hacían explotar de molestia; como un contenedor cuando esta lleno y lo siguen llenando más hasta explotar. Así estaba ella.

━ ¡Oh, genial! La bestia se enojo. ¿Piensas que me has causado miedo? ¿Crees que con eso me vencerás? Los dioses están conmigo, la suerte nunca me abandona.

Tal vez se había pasado con sus palabras y acciones, no quería armar algún tipo de pelea. Si había llegado hasta ahí era por culpa de sus compañeros, fue una de las escogidas para reclutar al extraño ser que se encontraba en la mansión abandonada y por supuesto que ella no quería, ya tenía mucho con ayudarle a un grupo de chicos nuevos que la verdad le estaban dando mucho trabajo. Sin embargo, ella debe ser un ejemplo para los demás por eso trataba de esforzarse en lo que pudiera, aunque a veces sentía que ya se pasaban con ella.

━ Tranquilo, hombre, tranquilo. No es para que te alteres.

Ella hablando de mantener la calma. Camino a pasos lentos con una postura tranquila hasta estar bien cerca del contrario; coloco una de sus manos en el hombro y dio algunas leves palmadas.

━ ¿Te gustaría pertenecer a un grupo de estudiantes que lucha por el bien del mundo? Aunque claro, no faltan las peleas en el instituto.

La respuesta inicial de la morena solo termino causando una cosa en el Rey y no fue que un enojo aun mayor y su cara era la mayor demostración de esto la cual no era capaz de mantenerse serena y mostraba sus colmillos en forma de amenaza directa contra la intrusa.

—  Muy bien, esta decidido te matare a ti primero y luego a tus malditos monstruos.

Era claro que no se calmaría ni parecido y mucho menos cuando esta intentaba calmarle ¿quien se creía para decirle que hacer? No no ¡¿Quien demonios se creía para tocarlo con tal libertad?!.
Esto solo termino provocando que el hombre terminara actuando por completo una bestia y terminara gruñendo al igual que un perro.

—   Vete...ahora mismo.

Fue lo único que alcanzo a decir y que se entendiera entre tantos gruñidos, realmente actuaba como un perro pero si estaba tan molesto ¿por que no solo le atacaba para terminar con todo? No lo sabia sentía como si unas cadenas detuvieran esos pensamientos y por supuesto que al estar en tal conflicto no se paro ni a pensar en la propuesta que la mujer le daba.