De cuando la vida es bella. ...¿qué? Es un lindo título y queda bien (Hinata)

"Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber. Sin palabras, sin lenguaje, sin voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco, ¡Sus palabras llegan hasta los confines del mundo!" - Salmos 19:1-4 (NVI)

Es medio día apenas. Los cálidos rayos del sol se encuentran en su punto máximo, e iluminan desde lo alto del cielo tanto la hermosa arena brillante que esparcida se encontraba a través de toda la costa, como las imponentes pero ahora dormidas olas del océano cristalino. Nuestros dos héroes, sin embargo, protagonizaban el escenario en esta ocasión. El hada y el ángel siempre estaban haciendo algo, y el día de hoy no era pretexto para detenerlos, pero sí para sacarlos un poco de sus cotidianas actividades.

El sonido de las aguas siendo suavemente agitadas y las gaviotas que sobrevolaban tan cerca de las nubes, daban un fondo simplemente espectacular e inigualable a la melodía que con tanta pasión nuestro castaño interpretaba a través de las cuerdas de aquel violín tallado en madera de palo de rosa. Sus ojos estaban cerrados, pero eso no significaba que no estuviera viendo. Mientras tocaba "Little fugue in G minor" de Johann Sebastian Bach, el joven ángel miraba una pintura a medio terminar.

Una pintura al oleo del mismo paisaje que lo rodeaba. La arena, las nubes, el mar, el sol brillante, e incluso el propio castaño estaban siendo plasmados lenta y cuidadosamente en aquella tela, cuya autora que no podía ser sino la pequeña hada de tonos cerúleos que, usando lo que bien podría ser el pincel más pequeño del mundo, daba vida al cuadro que le superaba cinco veces en altura. La azulada superaba apenas los nueve centímetros de altura, pero pintaba con tanto amor y habilidad, que con apenas dos horas ya llevaba más de la mitad del cuadro.

- ¿Cómo cabe tanto talento en una chiquilla tan pequeña? -

- ¡N-no sé si tomar eso como un halago o darte la paliza de tu vida! -

El enviado de Dios entonces soltó una suave risa ante la reacción de su compañera, tras lo cual esta correspondió el gesto. Pronto el ambiente se llenó de risas y cálidas sonrisas. Los dos tenían una relación muy estrecha a su manera. Era natural entre ellos aquello de molestarse mutuamente y verlo como un "te quiero". Sep, este par son como hermanos. Son más que eso, por supuesto. Son familiares. Son dos cuerpos que decidieron entrelazar sus almas en un pacto eterno. Suena muy romántico, lo sé. Pero no lo es tanto. O bueno, al menos uno de los dos piensa eso.

- Vamos, sabes que solamente bromeo -

- Lo sé. Estoy segura de que en el fondo me amas ~ -

- Claro que si. No por nada eres mi mejor amiga -

- ... Si. Amiga. -

Era una oscura noche de Luna nueva en la academia Legacy, los cielos estaban completamente entenebrecidos parecían haberse tragado hasta la más pequeña de las estrellas, la misma luna parecía naufragar en la mas intensa penumbra, quizá por esto se respiraba un ambiente de vacío y tristeza como si la felicidad del mundo se hubiese extinguido, pocos días habían pasado desde que la kunoichi Hinata hyuga había llegado a la Academia, Y estos no habrían sido nada fáciles para ella, si bien desde el principio tenía claro que las cosas serían difíciles jamás se habría imaginado pasar por tantas cosas en tan sólo 4 días, aquella noche la chica con ojos de perlas deambulaba por los bosques aledaños a la Academia, su mirada impasiva a penas dejaba entrever el trmento de su alma, La chica camino Sin miedo por más de 4 horas, al parecer aquella noche la kunoichi no le tenia miedo a nada, cansada de andar sin un rumbo fijo la chica llegó a una pequeña Laguna en la que la susodicha decide tomar un descanso, decido recostarse en un arbol de taxodium desde el cual miraba el cielo añorando a su fiel compañera, la única que conocía todos y cada uno de sus secretos la misma que la había iluminado en noches de oscuridad aquella quien con su hermosura había transformado sus lágrimas en sonrisas, la misma que esta noche la abandonaba, la joven kunoichi bajó su mirada dejando salir unas cuantas lágrimas, al mismo tiempo que susurraba un reclamo entre sollozos que nadie escucharía


Hasta tú me abandonas cuando más te necesito vaya definitivamente no puedo contar con nadie.. Sabes Creo que este lugar es demasiado bueno para mí seamos realistas estos chicos jamás me aceptaran No soy como ellos Apenas llevo 4 días aquí y mi vida es un desastre creo que no vale la pena luchar por una causa perdida soy un fracaso quizá deba quedarme en este bosque para siempre

Y la chica siguió llorando por 3 minutos hasta que se percato que aquella Laguna emergía una hermosa esfera de luz la cual iluminaba la pálida piel de la kunoichi y hacía brillar sus perlados ojos, esta luz rodeo a la chica para luego alejarse de ella, pero la chica empezó a seguirla, aun caminando sobre el agua por mas de 10 minutos hasta que la esfera bajo su velocidad en ese momento la chica se acercó a ella con sigilo y se percató que había una luz casi tan resplandeciente como la luna, al acercarse un poco más se dio cuenta que se trataba de un nido de unas peculiares y exóticas luciérnagas el cual parecía estar adornado por unas preciosas flores de loto, al verlas la chica tiene un flasback que la transporta a un momento muy especial de su infancia que habia olvidado, en este su querida y fallecida abuela la llevaba de paseo junto con su hermana y al toparse en su camino con estas flores la anciana les enseña el significado tan especial de estas flores y una gran enseñanza que aunque en ese entonces era muy pequeña para comprenderla aquella noche de sufrimiento comprendería a perfección al hacerlo la chica cayó de rodillas en el agua y lloró por más de 40 minutos hasta que por algun motivo las luciérnagas salieron de su nido haciendo una bella coreografía iluminando asi el entorno de la peliazul, regalándole una enseñanza mas.. "no porque la oscuridad o para que la belleza significa que no exista"
De una manera grata y cariñosa la chica se despide de las luciérnagas y activa su byakuhan pera después correr por el bosque con hasta llegar a su habitación e intentar descansar con la certeza en su corazón que el día siguiente sería mejor~


Unos rayitos de sol se cuelan por la ventana de la kunoichi iluminando su bello y delicado rostro, este acompañado el melodioso cántico de las aves logran despertar a la chica con ojos de perla quién lentamente los empieza a abrir, dándose cuenta que estos estan un poco hinchados, la chica se levanta de impulso estirando sus brazos para luego con su.mano hecha puño tallar sus parpados exclamar un gran bostezo

Buaahh~ que que hora es? Aah? Enserio ya es medio dia? Hmm supongo que no importa total es un fia festivo Así que puedo hacer lo que yo quiera

la joven lleva la yema de su dedo índice a su mejilla y Mira hacia el cielo pensando que hacer, al darse cuenta que hacía buen sol la chica decide ir a la playa asi que rápidamente se dispone a tomar un baño de agua fria para así despertarse, la chica se dirige a la ducha de su habitación y despues de ducharse, y poner una toalla blanca al rededor de su toso decide que vestira un lindo y discreto vestido de baño el cual costaba de una blusa tipo esqueleto qué dejaba ver una parte de su plano y sutilmente marcado abdomen y una pequeña falda color violeta, también decide calzar unas lindas sandalias del mismo color, una vez seleccionado su atuendo la chica seca su blancusco cuerpo y pone sobre el una crema de porteccion solar, se viste y toma una bolsa con sus artículos personales y se dirge a la ventana de su habitación y salta por ella hasta el tejado vecino, y continúa repitiendo la acción hasta llegar al último del cuadrante y al estar sobre el la chica se da cuenta que el día no podía ser más precioso por lo que la kunoichi decide quitarse las sandalias y saltar sobre la calida y abullonada arena, al caer sobre ella la chica empezó a jugar como la pequeña niña que en el fondo era, después de un rato la chica caminaba por la orilla del mar sintiendo como las calmadas olas golpeaban y humedecian sus plantas y al mirar atras se daba cuenta que estas llevaban sus Huellas, y la chica cerro sus ojos imaginando como las olas al llevarse sus pisadas tambien se llevaban su dolor, tras caminar 10 unos minutos la chica llega a unas enormes rocas desde las cuales se podia admirar el precioso espectáculo que estaban dando unas ballenas dando coletazos y saltos, la chica trepa las rocas para sentarse en ellas y disfrutar del momento, al hacerlo se da cuenta que a pocos metros de ella se encontraba al parecer un pintor al cual decide no darle mucha importancia por lo que simplemente se sienta disfrutar

Sucedió que mientras el hada y el ángel hablaban, se percataron de la presencia de aquella azabache de ojos claros, la cual como infante pasaba el rato en contacto con las olas del mar.

- ¿Estará loca? -

Exclamó el hada con expresión de sorpresa luego de que ambos la hubieron contemplado de lejos algunos segundos. El castaño, por su parte, hizo de lado el violín para así poder darle un buen zape con el dedo índice. Por supuesto, la pequeña resongó con enfado al tiempo que miraba a su amo.

- ¡Auch! -

- ¡Compórtate, mujer! Mejor vamos a saludar ¿Quieres? -

- Lo que quiero unos buenos tacos al pastor, o una hamburguesa quizá -

- Muy graciosa -

- Gracias, gracias. Está en mi agraciada naturaleza -

El hada habló en esto último con un tono que imitaba a alguien de la realeza, e incluso hizo una reverencia ante el ángel. Obviamente todo a modo de burla, pues ya he dejado en claro que ambos llevan gustosos esta relación recíproca. El ángel rió suavemente entonces, tras lo cual comenzó a guardar el hermoso violín en la valija.

- ¿Q-qué estás haciendo? Es nuestro día de descanso, y aún no me tocas "Canon" de Parchibell -

- ¡El último en llegar invita la comida! -

El chico salió corriendo entonces, ya con el violín empacado y colgado al hombro. El hada, mientras tanto, sonrió maliciosamente mientras miraba al primero, para luego exclamar con tono de fastidio:

- ¡Eso es trampa! -

- ¡En la guerra y el amor todo se vale, milady! -

El hada esfumó entonces en un chasquido el óleo en el que trabajaba y el pincel que tenía por tan preciada herramienta, para ahora si salir volando a toda velocidad hasta alcanzar la posición de su maestro, mismo que seguía corriendo a una velocidad moderada.

- Ara ara, estoy ansiosa por descubrir cuál de las dos es esta~ -

- ¿Tiene que ser una sola? A mi me parece que guerra y amor combinan bastante bien -

Judai soltó una suave carcajada, ya casi llegando a la elevada roca en la que se hallaba la azabache desconocida. Un salto y llegaba, un salto y podía cantar victoria...

- Cuidado al frente ~! -

Para cuando Kuri se percató, justo antes de saltar, ya estaba estrellándose con una barrera psíquica, producto de su feerica compañera, por supuesto. La pequeña solamente rió suavemente al ver al castaño caer al suelo y siguió derecho, a punto de alcanzar el punto donde Hinata se encontraba. Y estuvo a punto de lograrlo, de de admitir. Pero de último segundo, cuando ninguno lo hubiera esperado, el chico se levantó y alzó vuelo tras tomar forma de halcón.

Eso puede sonar confuso, así que a continuación lo explicaré. La habilidad de metamorfosis de Judai le permite transformarse en cualquier ser vivo he haya visto antes. De forma que le basta con un segundo para cubrirse de luz a lo Sailor Moon y transformarse sea en una planta, un gato, un dragón, una hormiga, una sirena, o un halcón peregrino en este caso. La criatura no mágica más veloz sobre la faz de la tierra.

De esta forma, el halcón llegó tan sólo unas milésimas de segundo antes que el hada, tomando forma humana justo al llegar y gritando victoria al instante.

- ¡Yeah! ¡Gané! ¡Ga- -

El hijo de Dios miró a Hinata, que a estas alturas estaba junto a él, y completamente ruborizado de vergüenza se sentó al ladito, mirándole de reojo y hablándole con tono de arrepentimiento.

- Lo siento, debe pensar que somos unos locos o unos escandalosos... Le suplico disculpas, señorita. Mi amiga y yo sólo estábamos jugando... -

- Disculpe, señorita. Kuri-Sama es mi máster, y mi nombre es Lee. Solamente queríamos saludar, pero a veces somos un poco imprudentes -

La pequeña cerulea soltó una leve risa y se cubrió la boca con las manos, para luego sonreír amablemente a la contraria