El encuentro de viejos compañeros. [Himiko Toga.]

El azabache, se encontraba caminando en las cercanías de los barrios bajos de la ciudad de Yokohoma, iba a encontrarse con su compañera, esa loca psicópata, fan de la sangre, no podía negarlo, extrañaba el comportamiento tan molesto de la
rubia. El villano, se encontraba caminando por los callejones, acercándose más y más a los barrios bajos, sus manos estaban en sus bolsillos, un semblante sin ningún gesto; cómo siempre, sus azulados ojos sin alguna señal de tener vida o algún destello.

Le tomó algo de tiempo en llegar, el lugar estaba lejos de Asgard, Dabi llegó a aquel lugar. Un callejón donde la penumbra reinaba llamó su atención, ¿Qué mejor lugar para la chica que un lugar oscuro? Caminó adentrándose a dicho callejón, subió su mano derecha a la altura de su hombro y encendió ésta en llamas; aquellas llamas azuladas que lo caracterizaban. Mientras que iba adentrándose, pudo escuchar una leve risa, sabía muy bien que era de ella, por lo que exclamó.

ㅡ Apurate y sal de dónde quiera que estés, lunatica.

Dijo, viendo de reojo a todas partes, conociendola, sabía que tal vez quería tomarlo por sorpresa.

La rubia se dirigía al punto de encuentro, aquellos lugares estrechos vacíos despertaban su curiosidad, pero ella prefería lo profundo de los callejones oscuros.
Estaba impaciente, quería llegar a reunirse con el azabache lo más pronto posible no ocultaba su emoción, esas actitudes en Himiko eran bastante abundantes. Fue divertido, pero finalmente llegó.
Ingresó en un callejón oscuro dónde era difícil ver lo qué había en su interior, no tuvo qué esperar mucho cuándo escuchó pasos en el lugar casi aproximándose a ella provocando que ésta se escondiera entre las sombras, aquellas llamas azules eran de nada más y nada menos qué Dabi, se le escapó una pequeña risilla, ¡Qué mal! Aquello hizo qué el chico se percatara de la presencia de la rubia, no le quedaba de otra qué salir, pero aún así no quitaba su ánimo. Corrió hacía él por detrás colocando ambas manos en los hombros de el contrario dando un pequeño salto impulsándose en éstos.

— ¡Dabi-Kun! — Expresó, su optimismo se notaba con cualquier acción, rápidamente le dio un abrazo, quizá era algo molesto para él, pero debía quitar su negatividad.

— ¿Tú también estás emocionado? ¡Yo sí!, ¡Quería asustarte pero me descubriste! —

Realmente no estaba molesta por haber fallado al intentar darle un susto, a lo pronto se separó de el abrazo, dando pequeños brincos, su actitud era infantil, sí.

El azabache, estaba en lo correcto, era la rubia quién estaba dentro de aquel callejón. Pudo sentir aquel abrazo fuerte, típico de ella, tan llena de entusiasmo y locura, a veces lo desesperaba, pero no podía negar que a veces le agradaba que fuese así. Al escuchar lo que decía, dió una leve sonrisa ladina y decidió responder.

ㅡ Vaya que eres fastidiosa, ¿creías que a mí me tomaría por sorpresa? De verdad eres ilusa.

Expresó con una sonrisa burlona en su rostro, se dió la vuelta y empezó a caminar hacia la salida de aquel callejón sin esperar a la rubia. Su mano seguía en llamas, alumbraba todo a su alrededor; no quería tropezar con algo. Al llegar a la salida, metió sus manos a sus bolsillos y siguió caminando, llevaría a su compañera hacia Asgard.

ㅡ Apurate, Himiko, no tengo tú tiempo.

Exclamó, viendo de reojo que la chica acababa de salir de aquel callejón.

Himiko salió justo detrás de él sonriente cómo de costumbre.

— ¿Qué haremos? ¿Será algo divertido?, ¡Estoy emocionada! —

No mentía al expresar su alegría, los últimos días había estado bastante aburrida, ya era tiempo de salir a divertirse a pesar de qué sea con un compañero qué es bastante frío de personalidad, ¿Qué podría gustarle? Él era muy misterioso también y sería difícil descifrar algo entretenido para evitar su disgusto.
En el pequeño trayecto qué llevaban caminando por el sitio el silencio incómodo comenzaba a invadirlos, pero la rubia siempre intentaba romper el hielo con cualquier tipo de cosas dichas o preguntas hechas al azar.

— ¿Qué has hecho en éste tiempo, Dabi-Kun? — Preguntó curiosa.

— ¿Qué te gusta hacer? ¡Hagamos algo divertido! —

En realidad no sabía qué hacer, era cuestión de improvisar.
Mientras tanto comenzó a tararear un tono de música alegre indescifrable pese a qué lo hacía mal. Aquellos sonidos provocados por ella la tranquilizaron un poco y comenzó a hacerlo con suavidad, y más calmada observó a sus alrededores en búsqueda de algo, pero eso era en vano debido a qué no había nada realmente interesante qué ver, sólo eran calles vacías dónde no habían muchas personas y eso lo hacía más aburrido y el silencio invadía cada vez más el lugar.
Debía admitir qué todo eso le daba un escalofrío interno recorriendo todo su cuerpo.

Dabi, se encontraba caminando, sin más, por fin hubo un poco de silencio, era un milagro que la rubia estuviese callada, el silencio no tardó mucho, pudo escuchar aquellas preguntas hechas por ella, sabía que lo hacía para romper el hielo; Dabi no tenía tema de conversación con casi nadie, así que decidió seguirle la corriente, ¿Qué más podía hacer por su compañera?

ㅡ Pues, he estado peleando en un internado en el cual fuí reclutado, nada de otro mundo... ㅡ

Empezó a caminar un poco más lento, dejando que la chica caminara a su lado, sus manos se mantenían en sus bolsillos, miraba a veces de reojo a la contraria, podía ver aquella sonrisa siempre dibujada en su semblante, eso lo hacía pensar ¿Qué habrá pasado en su vida para terminar siendo una desquiciada psicópata?

Al escuchar la otra pregunta, sacó una de sus manos de su bolsillo y colocó ésta en su mentón, pensó un poco y musitó.

ㅡ Antes solía ir a un riachuelo donde podía estár en paz y jugar un poco... ㅡ

A su mente llegaron aquéllos recuerdos de su infancia, de su atormentada niñez, eran recuerdos repugnantes que intentaba olvidar, pero sin embargo, los arrastraba cómo una carga, tenía que acabar con el causante de su sufrimiento, sólo eso le daría paz.

La caminata lenta de el azabache le permitió a la rubia estar a su lado y caminar al mismo ritmo, así escuchándolo con mayor claridad prestando la mejor atención posible.
Es cierto, ambos habían pasado por una situación difícil en su infancia lo cuál provocó qué estuvieran de el bando contrario, Himiko pasó por una de ellas también.
A pesar de qué ella preguntara a Dabi sobre el tema, él no la tomaba en cuenta, siempre había sido muy reservado, constantemente ella cuestionaba aquello más ninguna respuesta percibía.

ㅡ ¿Aún recuerdas la dirección de el riachuelo?, ¿Iremos? ¿Podemos ir? ㅡ Preguntó.

Por alguna extraña razón aquello le provocó emoción, quizá así podría saber más sobre el pasado de el contrario o cosas sobre él. Pero no sabía la intensidad de emociones qué podría poseer aquello.
Él parecía estar pensativo, formando una pequeña cara de disgusto qué apenas Himiko pudo notar.

ㅡ ¿Ocurre algo? ㅡ Nuevamente hizo una pregunta.

A pesar de cualquier momento serio, ella siempre sonreía y era raro no verla de tal manera.
La chica no paraba de ver la casi mirada perdida de el joven, tanto así qué se distrajo bastante lo cuál fue un error, pues no se percató de una roca justo delante de ella cruzándose en su camino, al momento de avanzar ella tropezó y cayó, fue algo bueno porqué quizá rompió un poco ese momento de ambiente incluyendo recuerdos negativos, pero por otro lado no porqué cayó al piso tanto así qué se escuchó el golpe a corta distancia evitando qué ella pudiera levantarse.

ㅡ Ouch… ㅡ se quedó sentada allí soltando pequeños quejidos de dolor, pero quizá era un buen momento para charlar, ¿No?

Se percató de la mirada de el azabache, tanto así qué le sonrió nerviosamente con una expresión de estar consiente sobre su accidente, sí, fue tonta.

El azabache, seguía caminando mientras que escuchaba las preguntas hechas por la rubia, el parecer estaba bastante interesada en aquel lugar que había mencionado. Empezó a pensar un poco, tratando de recordar por dónde quedaba aquel riachuelo donde solía jugar y atrapar a las pequeñas e indefensas ranas. Mientras que caminaba, pudo notar que la rubia vió aquella mirada perdida que duró en él un par de minutos. Al parecer le preocupó un poco, Dabi, la vió de reojo y musitó.

ㅡ No, no pasa nada, estoy bien. ㅡ respondió.

Sabía muy bien que le estaba mintiendo, pero, no era alguien tan extrovertido, le causaba odio y rencor su pasado, tanto que lo guardaba para sí mismo, ese era su motivo por el cual estaba siguiendo los ejemplos de Stain. Siguió pensando, tratando de recordar el camino hacia el pequeño lugar de paz de Dabi, pero aquellos pensamientos fueron cortados en seco cuando escuchó el impacto de algo contra el suelo, sin pensar, encendió su mano derecha en llamas y se volteó, estando ya en guardia para iniciar una pelea. Volteó a ver a Himiko, se encontraba sentada en el suelo y más adelante una piedra que sobresalía del suelo, soltó un suspiro y apagó el fuego que emanaba su mano, pudo ver aquella risa nerviosa de su compañera lo cual lo hizo sonreír de una manera leve pero notable, se agachó y puso su mano sobre la cabeza ajena, luego susurró.

ㅡ No sé qué te tocó vivir para ser lo que eres ahora, pero, no me arrepiento de que me acompañes. ㅡ le dió un par de palmadas en la cabeza y prosiguió ㅡ ¿Te lastimaste? ㅡ cuestionó.

La oscuridad empezaba a hacerse más y más espesa en aquél lugar por donde hacían el recorrido, por lo que encendió su mano en llamas y estas alumbrado de una forma impresionante el lugar; eran relucientes lo cual era señal del poder destructivo que poseían dicho fuego.

La sombra de Dabi cubría el rostro de la rubia haciendo qué ésta se percatase qué él estaba frente a ella y más cerca. Al levantar la mirada entrecerró un poco los ojos al ver la palma de la mano de el azabache estando más cerca de su rostro, seguramente él estaría enojado con ella por asustarlo pues accidentalmente lo hizo creer qué lo estaban atacando, su palma…La incineraría…¿O quizá no? Se sintió mejor al sentir su mano sobre su cabeza, más sin embargo su susurro, sus palabras… Lo escuchó todo con claridad.
Pequeños Flashbacks repasaron sobre su cabeza, sus emociones rondaban por doquier pues su pasado había sido duro, lo cuál la convirtió en lo qué es.
Sería algo raro qué Himiko expresara sus sentimientos y contara lo ocurrido hace tiempo, ¿No? Después de todo ella siempre mantiene su actitud optimista y alegre, no es muy expresiva con respecto a las emociones qué antes sentía, debido a qué ella usualmente opta por sacar temas de conversación graciosos, vagos e incluso sin sentido alguno. Volvió a su presente actual dejando de lado aquellos recuerdos aún viviendo en su memoria.

ㅡ¡Estoy bien! ㅡ Respondió. ㅡ ¡Oh!, ¡Te preocupas por mí!, awww ¡Me estás mostrando tu lado amable! ㅡ Bromeó por un momento, intentando olvidar lo antes mencionado molestándolo un poco.

Se levantó, volvió a caminar nuevamente junto a su compañero intentando evitar distracciones para no volver a accidentarse contra el suelo, ¡Pero era difícil! Tratándose de ella, cualquier cosa la confundiría si no presta atención siempre y cuando no esté en una situación delicada.
El sonido de llamas y sentir una pequeña presencia de fuerte calor a su lado mientras qué todo el lugar se iluminaba de un color precioso provocó una mueca de sorpresa en la cara de la chica, ¿Porqué se sorprendía si ella ya antes había estado con el chico y notado la existencia u apariencia de su poder? Simple, el lugar era calmado, la oscuridad desaparecida por las llamas, el silencio qué había y luego el ruido de fuego, una pequeña brisa calorífica rodeando su cuerpo, los pasos de ambos parecía cómo si entonasen una pequeña melodía.
Todo aquello le provocó una sensación de tranquilidad.

ㅡ Éstas son de las pocas veces qué me he sentido en paz, ¡Tú poder es increíble! ㅡ Luego de dar aquel cumplido nuevamente se percató de el rostro pensativo de el contrario.

ㅡ ¿Seguro qué estás bien? Te noto muy distraído, pareces enojado…Decepcionado. ㅡ Preguntó, la situación en sí comenzaba a ser preocupante.