¿Un mafioso en la Academia? ¡Se enciende la llama de voluntad! (Tsunayoshi)

Las clases finalizaron, fue una jornada un tanto tediosa y había mucha tarea que hacer. Juvia guardó su estuche y libretas en su bolso, se apresuró a salir del aula donde ya no quedaba nadie. Fue la última, otra vez. Mientras andaba por los pasillos su mente divagaba, veía por las enormes ventanas de la Academia y por fin llegó a la puerta que daba para las afueras del castillo.

—Juvia necesita un poco de aire — exclamó y suspiro exhausta.

Fue hacia una de las bancas de los jardines, se sentó y dejó el bolso a su lado. Varios pajarillos que volaban alrededor de los arboles, terminaban por aterrizar en el suelo empedrado por donde estaba la maga de agua, justo en frente de ella. Quizá le habían quedado algunas sobras de almuerzo, pensó. Revisó en su mochila y sacó un trozo de emparedado, quitó los condimentos y con sus manos convirtió el pan en migajas, para finalmente dárselas a las aves. Estas comían y algunas hasta competían entre ellas por ganar las migajas. Soltó una risita ante el espectáculo de las aves.

Escuchó que alguien andaba por ahí, levantó la cabeza y vio hacia la entrada de la Academia; era un chico de cabello erizado, de color marrón oscuro, complexión delgada y un poco bajito de estatura. Tsunayoshi Sawada, se hacía llamar. Aunque el nombre era algo largo prefería llamarlo Tsuna.

—¡Tsuna!— dijo con entusiasmo y se levantó.

Fue hasta donde estaba el chico, a pesar de que nunca habían intercambiado tantas palabras le parecía un buen muchacho, algo despistado y sin talento. Pero que más daba, parecía una persona genial.

—¿Quiere estudiar junto a Juvia? Los exámenes se acercan y Juvia pensó que necesitaría ayuda. Tsuna no es bueno en los estudios ¿verdad? ejem… n-no es que Juvia sea la mejor de la clase, la verdad es que también se le dificulta un poco, pero bien dicen que dos mentes son mejor que una ¿o cómo era?— murmuraba un tanto nerviosa.

No sabía tanto del castaño, pero había rumores de que pertenecía a la mafia. ¿Sería cierto o sólo falsos rumores? Hmm, no tenía la apariencia de uno, tampoco la personalidad, de hecho parecía un chico común y corriente. Lo miró de la cabeza a los pies y se inclinó un poco hacia enfrente con los brazos atrás, para observar más de cerca al joven.

—Tsuna, ¿Son ciertos los rumores, que eres el jefe de una familia mafiosa? — preguntó curiosa. — Eh, no es que Juvia sea una entrometida — negó con ambas manos y con una sonrisa casi forzada — Pero hay tantos rumores de usted que, Juvia no sabe en que creer, po-por eso prefirió preguntar personalmente. — repuso.

De repente se escuchaba el canto de los pájaros que estaban entre las ramas, parecía que algo había caído de uno de los árboles más grandes. Justo en el césped había una diminuta cría de ave, que al parecer era lo que había caído. La maga de agua, fue hasta el animalito y se agachó.

— Oh, pobre, cayó del nido. — exclamó.

Tomó al polluelo entre sus manos, alzó la mirada, el tronco era bastante largo, difícil de escalar a decir verdad. Su semblante se tornó melancólico al mirar al indefenso pajarito, que lloraba por regresar a su nido. ¿Cómo podría escalar hasta allí? La preocupación de Juvia por devolverlo aumentó precipitadamente que no se le venía ninguna idea a la cabeza.

Otro día de clases llega su fin el joven Vongola fue uno de los primeros en salir mientras se queda viendo por  una ventana cercana a la salida de su salón de clases mientras ve adonde fue la Pelea del anillo Vongola del cielo . Suspira leve mente dejando se llevar por sus recuerdos  mientras vuelve en si que se había quedado solo en la escuela sale  caminando a un ritmo acelerado  saliendo del edificio  entrando al patio del frente adonde ve a una chica  pelo azul mientras piensa un poco  luego murmura en voz baja  

- ¿ sera Juvia ? . Le pediré ayuda para estudiar  

camina Lentamente mientras  ve que la chica  lo ve , al momento que se levanta  y camina apresurada hacia  el  joven vongola  este se queda escuchando  su primera pregunta este .  a ciente  para luego Con un tono amable y suave dice  

- Bueno en realidad quería preguntar te  eso podíamos estudiar juntos.

Le sale una gota de sudor al saber que los rumores eran tan precisos sobre el  tema de su familia mafiosa y todo eso traga saliva mientras  pronunciaba con un tono nervioso  

-Bueno en realidad.  SI


Algo nervioso no sabia que la chica diría  suspiro al ver que la chica salia a socorrer a la cría de un pájaro va a ver si podía ayudarla  llega justo cuando decía que se había caído  y al ver la mirada se su amiga  suspira mientras dice con un tono seguro  y determinado a devolver al pajarito a su hogar  

-Yo subiré Juvia .

¿Estudiar juntos como ella pensó? Le había leído la mente, sin más la peliazul le sonrió asintiendo a su propuesta y su asombro se hizo presente cuando el castaño confirmó pertenecer a la mafia.
Después de escuchar al joven que él se encargaría del polluelo, sonrió.

—Jeje, aunque… no parece ser un mafioso, usted muestra honestidad y amabilidad. — dijo Juvia

Debe ser increíble pertenecer a una sede tan peligrosa, Tsuna no parecía ser uno. Ella siempre había imaginado a los mafiosos como hombres grandes, fornidos, desquiciados, malévolos y crueles.

—¿Los mafiosos no son aterradores como Juvia pensó? — exclamó ladeando la cabeza y extendió sus manos para entregarle el animalito. —Será difícil escalar hasta allá, este árbol es uno de los más grandes.— levantó la cabeza mirando hasta lo más alto de aquel tronco. — Juvia debería conseguir una escalera, pero no cree que exista una taaaan larga.— repuso.

Llevó una mano a su frente para cubrir sus azulados ojos del sol que le impedía ver hacia arriba. No sería fácil para ellos subirlo de vuelta al nido, pero tampoco podían quedárselo. Por más que se le ocurría alguna idea el obstáculo era el mismo.

- Bueno Juvia muchas gracias por tus cumplidos.

El joven castaño se queda el anima-lito en sus manos mientras lo pone en el bolsillo de su chaqueta estudiantil mientras este cierra los ojos, este se concentra mientras sale una llama naranjada en su frente algo grande mientras esa se quedaba estática en su frente abre sus ojos anterior mente castaños pasaron a un naranjado brillante con un toque blanco en sus ojos velozmente se pone un anillo metálico color plata saca de sus bolsillos unos guantes de color blanco estos tienen un 27 de color rojo en el centro de los guantes cerrando sus puños, son cubiertos de una llama naranjada en el centro de la llama hay una llama naranjado rojizo .

-Juvia jamas juzgues a un libro por su portada

la mirada del joven había cambiado como si fuera otra persona de ser nerviosa y insegura paso ser tranquilo y seguro de si este comienza elevar se con cuidado que no se caiga el pichón mientras se mantenía a un metro del árbol esquivando algunas ramas, logra ver la rama adonde se ubicaba el nido del anima-lito deja de expulsar sus llamas por su mano izquierda apagando su dicha mano mientras toma al anima-lito lo deja en su nido.

detiene su mano derecha comienza a caer este algo rápido mientras toca el suelo cayendo de pie sin lastimar se o algo peor, su llama de la frente se extingue y sus ojos cambian a ser marrones oscuros y sus guantes vuelven a ser de lana se lo quita guardando los en su bolsillo izquierdo sin quitar se su anillo Vongola.


- Algunos si lo son Juvia pero otros son agradables

No lo estaba juzgando, pero si tenía sus dudas con respecto al joven de la mafia. Observó detalladamente los accesorios; un anillo, unos guantes blancos con franjas rojas y el número 27, igual de color rojo. ¿Qué pensaba hacer con eso? No hacia frio. Vio a su alrededor y el viento movía las hojas de los árboles. Volteó nuevamente hacia el chico y su apariencia era distinta, en la frente disponía de una llama naranja y los ojos eran del mismo tono que la llama o incluso más resplandecientes.

— ¿EHHH? ¿ESO ES FUEGO?— exclamó Juvia con asombro.
Por si fuera poco el castaño comienza a elevarse con ayuda de unas llamas que lo impulsaban con sumo cuidado, para que el pajarito no cayera.

— ¡¡¡SO-SORPRENDENTE, TSUNA!!! —

Asombrada lo veía desde abajo, hasta que el muchacho colocó al polluelo sobre el nido. Bajó con cuidado y una vez en el suelo la llama de su frente desapareció. Se acercó a él dando leves saltos de emoción.

—Juvia está sorprendida, eso fue genial. ¿Cómo lo hizo? ¿Fue por esos guantes? Se ven tan normales. — decía con una sonrisa mientras le aplaudía al contrario. Los guantes en verdad parecían ser tan comunes, sin poder alguno, y el anillo… ¿Tendrá algo que ver también?
—Es un anillo muy bonito ¿También es su fuente de poder? — preguntó indiscreta mientras observaba con admiración el objeto de metal. Mas que sorprendida estaba fascinada por la habilidad repentina de Tsuna, su poder era tan extravagante que le encendía su curiosidad.

—¡Cuéntele a Juvia más sobre la mafia! —