Se bienvenid@ Invitado a ~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~. Fue creado el Jue Mar 13, 2014 4:55 pm, es decir que tenemos exactamente 3906 días de vida. Hasta ahora sus 160 usuarios han escrito 12128 temas en los 120 foros que existen. Tú, Invitado, haz escrito 0 posts desde que te registraste el .
El último de nuestros usuarios registrado fue Asuna Yuuki
El último de nuestros usuarios registrado fue Asuna Yuuki
Conectarse
Notificaciones
Online
¿Quién está en línea?
En total hay 267 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 267 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 470 durante el Jue Nov 21, 2024 7:09 am
Últimos temas
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 2.0
Academia Seeds of Legacy por Beatrice y Gilgamesh se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en https://academialegacy.activoforo.com/.
El crédito por el diseño del foro se da a Jack, quien ha trabajado en la estructura visual de éste y en otros aspectos metafuncionales. Los planificadores de la trama del foro son los administradores Beatrice y Gilgamesh. El crédito por el sistema interno del foro se da a los miembros fundadores: Jannei MC.Clov., Jyu Viole Grace, Mavis Blanc y Suigintou, en conjunto con los otros administradores. Asimismo, a Darren Criss por el modelo de fichas, a las obras de varios autores -cuyo uso está exento de ánimos de lucro- y a los administradores que operan desde la página oficial de Facebook, la cual es propiedad del foro. Ante cualquier semejanza con el diseño y trama de este foro, los administradores llevarán a cabo el proceso pertinente estipulado por la normativa de Creative Commons para iniciar acciones relacionadas a propiedad intelectual.
Academia Seeds of Legacy. 2014-2021.
De cuando las amistades nacen como agua de la roca
~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~ :: Ciudad de Yokohama :: Sectores Periféricos :: Vecindarios
Página 1 de 1.
De cuando las amistades nacen como agua de la roca
"En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia" - Proverbios 17:17
Aquel hermoso día soleado era perfecto para salir de paseo. El orgulloso astro rey se levantaba sobre el mundo para gobernarlo, el viento corría veloz y cariñoso por los pasillos, acariciando las mejillas de todo aquel con el que se cruzara. El cielo no podría estar más despejado en ese momento, y las personas que paseaban por la plaza daban un ambiente cálido y agradable.
En medio de aquel ambiente tan resplandeciente, un chico de juvenil aspecto y su fiel acompañante eran protagonistas de una historia que apenas estaba por comenzar. El primero caminaba con una calma propia de él mismo, con una serenidad que nunca antes se había visto en un ser vio, como si en este no existiera una sola emoción negativa, ni tristeza ni preocupaciones tampoco. La segunda iba sentada a su hombro, sin esfuerzo alguno, siendo cargada por su maestro.
- Oh, y no olvides llevar pan también, ya no tenemos en casa -
- Ya sé, ya sé. No creas que se me podría olvidar algo como eso -
- Pues estabas olvidando la comida hace un momento -
- Podré olvidar mi chaqueta, mi nombre, género y hasta cómo respirar, ¡pero jamás el pan! -
Tanto el castaño como su compañera cerúlea rieron al unísono. Pocas cosas amaban tanto esos dos como salir de compras juntos. Bueno, en realidad disfrutaban hacer cualquier cosa que implicara estar juntos, lo que era casi todo. Sin embargo, ir de compras era un tanto especial. Era un tiempo que usaban específicamente para conversar mientras compraban lo que necesitaban para la semana. Tanto era así que ignoraban por completo la existencia del comedor escolar aún a sabiendas de su existencia. Valía la pena hacer unos cuantos gastos extra con tal de tener un pretexto para salir a tomar aire fresco.
- ¡Allá está la panadería de la otra vez! -
- Andando entonces -
El ángel entró en aquella pequeña panadería que se encontraba en las profundidades de la plaza comercial. En el mostrador se encontraba un hombre robusto, de bonachona apariencia, a quien Judai saludó con una amable sonrisa. Tomó entonces el castaño una bandeja y unas pinzas, comenzando a tomar cada pieza de pan que sus ojos encontrasen de aquel estante de madera.
Una a una, las deliciosas porciones de carbohidratos fueron acomodadas en la bandeja de acero inoxidable hasta formar una gran torre de babel sobre esta. Habiendo dejado al mueble despojado de su contenido, el castaño se dirigió nuevamente al mostrador, pagando una cantidad que superaba el salario mínimo de una semana de trabajo por tan exagerado banquete. El dueño, con los ojos radiantes de felicidad, embolsó aquella torre en varias bolsas de papel y recibió gustoso su pago, y entonces el mago y el hada se dispusieron a partir.
- ¿De verdad podrás cargar con todo eso, chico? -
- Claro, no es problema -
El ángel sacó de su bolsillo una bolsa de mandado, de tela, de color amarillo. Abrió la bolsa y comenzó a guardar las bolsas de pan una a una. Un total de veinte bolsas de pan fueron guardadas en aquella pequeña bolsa de mandado, que el ángel se colgó al hombro con toda sencillez.
Aquel hermoso día soleado era perfecto para salir de paseo. El orgulloso astro rey se levantaba sobre el mundo para gobernarlo, el viento corría veloz y cariñoso por los pasillos, acariciando las mejillas de todo aquel con el que se cruzara. El cielo no podría estar más despejado en ese momento, y las personas que paseaban por la plaza daban un ambiente cálido y agradable.
En medio de aquel ambiente tan resplandeciente, un chico de juvenil aspecto y su fiel acompañante eran protagonistas de una historia que apenas estaba por comenzar. El primero caminaba con una calma propia de él mismo, con una serenidad que nunca antes se había visto en un ser vio, como si en este no existiera una sola emoción negativa, ni tristeza ni preocupaciones tampoco. La segunda iba sentada a su hombro, sin esfuerzo alguno, siendo cargada por su maestro.
- Oh, y no olvides llevar pan también, ya no tenemos en casa -
- Ya sé, ya sé. No creas que se me podría olvidar algo como eso -
- Pues estabas olvidando la comida hace un momento -
- Podré olvidar mi chaqueta, mi nombre, género y hasta cómo respirar, ¡pero jamás el pan! -
Tanto el castaño como su compañera cerúlea rieron al unísono. Pocas cosas amaban tanto esos dos como salir de compras juntos. Bueno, en realidad disfrutaban hacer cualquier cosa que implicara estar juntos, lo que era casi todo. Sin embargo, ir de compras era un tanto especial. Era un tiempo que usaban específicamente para conversar mientras compraban lo que necesitaban para la semana. Tanto era así que ignoraban por completo la existencia del comedor escolar aún a sabiendas de su existencia. Valía la pena hacer unos cuantos gastos extra con tal de tener un pretexto para salir a tomar aire fresco.
- ¡Allá está la panadería de la otra vez! -
- Andando entonces -
El ángel entró en aquella pequeña panadería que se encontraba en las profundidades de la plaza comercial. En el mostrador se encontraba un hombre robusto, de bonachona apariencia, a quien Judai saludó con una amable sonrisa. Tomó entonces el castaño una bandeja y unas pinzas, comenzando a tomar cada pieza de pan que sus ojos encontrasen de aquel estante de madera.
Una a una, las deliciosas porciones de carbohidratos fueron acomodadas en la bandeja de acero inoxidable hasta formar una gran torre de babel sobre esta. Habiendo dejado al mueble despojado de su contenido, el castaño se dirigió nuevamente al mostrador, pagando una cantidad que superaba el salario mínimo de una semana de trabajo por tan exagerado banquete. El dueño, con los ojos radiantes de felicidad, embolsó aquella torre en varias bolsas de papel y recibió gustoso su pago, y entonces el mago y el hada se dispusieron a partir.
- ¿De verdad podrás cargar con todo eso, chico? -
- Claro, no es problema -
El ángel sacó de su bolsillo una bolsa de mandado, de tela, de color amarillo. Abrió la bolsa y comenzó a guardar las bolsas de pan una a una. Un total de veinte bolsas de pan fueron guardadas en aquella pequeña bolsa de mandado, que el ángel se colgó al hombro con toda sencillez.
Judai W.Kuriboh Alighieri
Re: De cuando las amistades nacen como agua de la roca
.
Lugar: Yokohama
Clima: Soleado
.
Lugar: Yokohama
Clima: Soleado
.
De cuando las amistades nacen como agua de la roca.
―¡Como detesto a los humanos! ―exclamó para sí misma mientras caminaba entre las calles repletas de personas, todos estaban por completo ensimismados en sus asuntos y casi le molestaba que nadie fuera capaz de notar su presencia, ¿cómo era posible que no lo notaran?, su largo cabello purpura, su piel tan clara y tersa como una muñeca, su apariencia casi como si hubiera salido de un cuento de hadas, estaba allí paseando por esas calles a plena luz del sol, ella, la reina del infierno, aunque ya no lo era todo por culpa de los humanos y …
―Azazel… ¡Aza! ¿Hola, Sigues allí? ―le preguntó su acompañante sacando a la peli morado de su trance, él era un chico humano de apariencia escuálida, no mayor a los dieciséis años, de lentes gruesos y el rostro lleno de acné, Azazel definitivamente estaba comenzando a perder la paciencia ante la situación, se detuvo en seco y tras de sí el muchacho hizo lo mismo solo para observarla con nerviosismo esperando una respuesta
―Si vuelves a hablarme como si fueras mi amigo o algo así te juro que no vivirás para contarlo, ¿entendido niño? ―dijo tajante la chica.
―pero, mi nombre es Willy y no soy un niño.
―Como digas, Jon ―Culminó ignorando la corrección, de verdad quería terminar rápido con el trabajo para salir de ese lugar, además estaba comenzando a aburrirse, se adentraron en la plaza comercial, el lugar estaba concurrido, todos los establecimientos abiertos, la vida rebosaba en cada esquina; para ella era cada vez más incómodo, comenzó a buscar con la mirada a su presa del día hasta que el chico escuálido se le acerco por detrás con cautela, señalando discretamente en dirección a la pequeña panadería del lugar.
―Allí esta ―le dijo el muchacho ―Si logras que Daniel me deje en paz te pagare.
―Es un trato ―respondió Aza esbozando una sonrisita un tanto siniestra, seguido se mordió el labio con tanta fuerza que salió algo de sangre, la limpió con su dedo pulgar y extendió su mano hacia el chico ―Dame tu mano ― él hizo lo que le pidió sin chistar y ella mancho con su sangre la palma de Willy, pronuncio una frase casi en susurros y en un idioma ya muerto sellando así el contrato, la sangre desapareció al instante y apareció un pequeño tatuaje en la muñeca del adolecente, la marca del demonio.
Azazel camino determinada hacia el establecimiento, casi saboreando el triunfo, las pulseras y collares que llevaba tintineaban tras cada paso, entro en el lugar llamando a gritos a Daniel, si bien nadie había notado su presencia ahora sería el centro de atención y como disfrutaba ese momento.
―Sé que estas aquí escurridi… ― se interrumpió a si misma cuando le invadió el delicioso aroma de pan de chocolate recién horneado, se distrajo completamente de la conmoción que había comenzado y corrió hacia el mostrador donde un chico permanecía ocupado terminando de guardar su compra, empujó al muchacho a un lado sin medir mucho su fuerza, quizá con la intención de tumbarlo al suelo y pegó su cara contra la vitrina como si de una niña pequeña se tratase casi saboreando el delicioso pan.
―Azazel… ¡Aza! ¿Hola, Sigues allí? ―le preguntó su acompañante sacando a la peli morado de su trance, él era un chico humano de apariencia escuálida, no mayor a los dieciséis años, de lentes gruesos y el rostro lleno de acné, Azazel definitivamente estaba comenzando a perder la paciencia ante la situación, se detuvo en seco y tras de sí el muchacho hizo lo mismo solo para observarla con nerviosismo esperando una respuesta
―Si vuelves a hablarme como si fueras mi amigo o algo así te juro que no vivirás para contarlo, ¿entendido niño? ―dijo tajante la chica.
―pero, mi nombre es Willy y no soy un niño.
―Como digas, Jon ―Culminó ignorando la corrección, de verdad quería terminar rápido con el trabajo para salir de ese lugar, además estaba comenzando a aburrirse, se adentraron en la plaza comercial, el lugar estaba concurrido, todos los establecimientos abiertos, la vida rebosaba en cada esquina; para ella era cada vez más incómodo, comenzó a buscar con la mirada a su presa del día hasta que el chico escuálido se le acerco por detrás con cautela, señalando discretamente en dirección a la pequeña panadería del lugar.
―Allí esta ―le dijo el muchacho ―Si logras que Daniel me deje en paz te pagare.
―Es un trato ―respondió Aza esbozando una sonrisita un tanto siniestra, seguido se mordió el labio con tanta fuerza que salió algo de sangre, la limpió con su dedo pulgar y extendió su mano hacia el chico ―Dame tu mano ― él hizo lo que le pidió sin chistar y ella mancho con su sangre la palma de Willy, pronuncio una frase casi en susurros y en un idioma ya muerto sellando así el contrato, la sangre desapareció al instante y apareció un pequeño tatuaje en la muñeca del adolecente, la marca del demonio.
Azazel camino determinada hacia el establecimiento, casi saboreando el triunfo, las pulseras y collares que llevaba tintineaban tras cada paso, entro en el lugar llamando a gritos a Daniel, si bien nadie había notado su presencia ahora sería el centro de atención y como disfrutaba ese momento.
―Sé que estas aquí escurridi… ― se interrumpió a si misma cuando le invadió el delicioso aroma de pan de chocolate recién horneado, se distrajo completamente de la conmoción que había comenzado y corrió hacia el mostrador donde un chico permanecía ocupado terminando de guardar su compra, empujó al muchacho a un lado sin medir mucho su fuerza, quizá con la intención de tumbarlo al suelo y pegó su cara contra la vitrina como si de una niña pequeña se tratase casi saboreando el delicioso pan.
Invitado- Invitado
Re: De cuando las amistades nacen como agua de la roca
Un campo de fuerza detuvo el empujón de aquella chica que había hecho tan grosera entrada. Por supuesto, se trataba de una barrera creada por la pequeña hada que acompañaba al ser divino, último que ante las circunstancias únicamente puso un rostro de sorpresa, viendo a aquella chica de blanca piel y largos cabellos morados pegarse a una vitrina que estaba casi vacía luego de que el ángel tomara cuanto podía llevar.
- ¡Oye tú! ¡La idiota que apesta a sangre demoniaca! ¡¿Acaso quieres morir?! -
- ¿¡Q-qué diablos crees que haces!? -
A diferencia del propio amo que había sido agredido, quizá inclusive sin alevosía, la familiar se encontraba en extremo molesta por aquella infame actitud, de modo que no pudo quedarse callada. No era la primera vez que el hada del cáliz mundial se ponía temperamental por lo que consideraba un insulto a su maestro, por lo que el ángel sabía ya de buena fuente que lo mejor era callarla cuanto antes.
El ángel tomó entonces un frasco vacío de su bolsillo y metió a la feérica criatura en él, para cerrarlo al instante. Por supuesto, la cerúlea replicó, pero su voz se veía tan retenida por el contenedor cristalino que su voz era apenas un murmullo inentendible que el castaño ignoraba con facilidad. Su preocupación real era por la chica insultada, a la cual rápidamente pidió disculpas, sabiendo que no serían suficiente, pero tratando de igual forma.
- ¡Le ruego disculpe a mi compañera, señorita! Es demasiado grosera a veces, pero es una buena chica... -
Judai no perdió el tiempo mientras se disculpaba. Más bien, mirando las intenciones de comprar de la contraria, sacó de aquella bolsa que llevaba una bolsa más pequeña, de papel, que contenía unos cuantos bizcochos de chocolate recién horneados. Extendió la bolsa hacia la contraria, aunque no sin antes hacer una reverencia, y entonces le habló con una voz apenada por la actitud descortés de su hada.
- Sé que no es compensación suficiente, pero permítame obsequiarle esto al menos -
El ángel del Señor siempre había sido alguien pacifista. En lo más mínimo deseaba hacer enojar a la contraria, aún si no la conocía. Aún si Lee la había descrito como un ente de aura demoniaca, Judai no podía evitar ser siempre cortés con todo mundo y tratar de solucionar siempre todos los conflictos a su alrededor. Esa era su naturaleza, no podía cambiarla.
- ¡Oye tú! ¡La idiota que apesta a sangre demoniaca! ¡¿Acaso quieres morir?! -
- ¿¡Q-qué diablos crees que haces!? -
A diferencia del propio amo que había sido agredido, quizá inclusive sin alevosía, la familiar se encontraba en extremo molesta por aquella infame actitud, de modo que no pudo quedarse callada. No era la primera vez que el hada del cáliz mundial se ponía temperamental por lo que consideraba un insulto a su maestro, por lo que el ángel sabía ya de buena fuente que lo mejor era callarla cuanto antes.
El ángel tomó entonces un frasco vacío de su bolsillo y metió a la feérica criatura en él, para cerrarlo al instante. Por supuesto, la cerúlea replicó, pero su voz se veía tan retenida por el contenedor cristalino que su voz era apenas un murmullo inentendible que el castaño ignoraba con facilidad. Su preocupación real era por la chica insultada, a la cual rápidamente pidió disculpas, sabiendo que no serían suficiente, pero tratando de igual forma.
- ¡Le ruego disculpe a mi compañera, señorita! Es demasiado grosera a veces, pero es una buena chica... -
Judai no perdió el tiempo mientras se disculpaba. Más bien, mirando las intenciones de comprar de la contraria, sacó de aquella bolsa que llevaba una bolsa más pequeña, de papel, que contenía unos cuantos bizcochos de chocolate recién horneados. Extendió la bolsa hacia la contraria, aunque no sin antes hacer una reverencia, y entonces le habló con una voz apenada por la actitud descortés de su hada.
- Sé que no es compensación suficiente, pero permítame obsequiarle esto al menos -
El ángel del Señor siempre había sido alguien pacifista. En lo más mínimo deseaba hacer enojar a la contraria, aún si no la conocía. Aún si Lee la había descrito como un ente de aura demoniaca, Judai no podía evitar ser siempre cortés con todo mundo y tratar de solucionar siempre todos los conflictos a su alrededor. Esa era su naturaleza, no podía cambiarla.
Judai W.Kuriboh Alighieri
Re: De cuando las amistades nacen como agua de la roca
.
Lugar: Yokohama
Clima: Soleado
.
Lugar: Yokohama
Clima: Soleado
.
Azazel se quedó asombrada por un momento, se separó un poco de la vitrina y dudo en aceptar el biscocho del castaño, no podía negar que toda la situación era algo extraña, por un segundo el mundo se detuvo en su cabeza, definitivamente el muchacho no era humano, aquel hecho era un punto a favor pero, no podía evitar sentir desagrado hacia él, aun así en ese momento deseaba ese biscocho como nada en el mundo, así que no le dio muchas vueltas al asunto y reaccionó, aceptó el regalo y le dio una mordida, lo saboreo y sintió como su paladar se alegraba; un mordisco siguió al otro y antes de que cualquiera lo pudiera notar ya había terminado de comer.
—Esta es la cosa más deliciosa que he probado— le dijo al muchacho aun con la boca aun llena, casi agradeciendo y pidiendo más con la mirada, terminó de tragar el ultimo bocado y se volvió hacia el mostrador—Tu harás más de estos bizcochos de chocolate y si en cinco minutos no hay al menos cincuenta de estas delicias listas sobre este mostrador … bueno, creo que quieres demasiado a tu pequeño negocio como para verlo destruido o quizá quieras pasar el resto de tu vida como un esclavo cocinando, en fin creo que me he dado a entender ¿no es así? — Amenazó Aza al dueño del local de la manera más pasivo-agresiva que encontró.
El inocente señor se quedó mirándola pasmado, con los ojos abiertos como platos, ella no supo decidir si era una mirada de miedo o incredulidad, se impaciento tanto de solo ver la expresión de bobalicón que chasqueo sus dedos y de inmediato sobre su mano apareció un revolver de aspecto antiguo, completamente cargado, quitó el seguro y apunto aburrida a la cabeza del sujeto —¿¡y bien!? — Exclamó y de inmediato el dueño reaccionó y entro a la cocina.
Volvió su atención al castaño, olfateo el aire un poco y entonces se dio cuenta, dejo escapar una risita burlona y se percató de la pequeña criatura encerrada en el frasco —Tu, definitivamente perteneces al falso dios, es extraño, hacia tanto tiempo que no veía a uno como tú, me trae tantos recuerdos— dijo dando un paso hacia adelante intentando invadir el espacio personal del muchacho, incluso apoyándose un poco en la punta de sus pies para estar a la altura, casi como si fuera a besarlo.
—¡Oye! parece que la cucaracha que tienes en ese frasquito quiere salir de allí ¿Por qué no la dejas salir y la pisas? De verdad dan asco los insectos ¿Qué te parece si yo… ¡UPS! Casi lo olvido— se interrumpió para dar un paso atrás y volver la mirada hacia la puerta del lugar, pudo ver en las afueras a un muchacho rubio corriendo desesperado intentando huir, no estaba demasiado lejos aún, la demonio se apresuró , sin pensarlo mucho apuntó en su dirección y disparó, un disparo limpio directo a pierna derecha, el muchacho cayó al suelo en un gemido de dolor, las personas en la cercanía ante la situación comenzaron a correr en todas direcciones buscando ocultarse, el pánico y el caos la llenaron de dicha, con su presa inmóvil se volvió una vez más al castaño.
—Entonces, como te decía ¿Qué te parece si te ayudo un poco? Solo como compensación por tu regalo—
—Esta es la cosa más deliciosa que he probado— le dijo al muchacho aun con la boca aun llena, casi agradeciendo y pidiendo más con la mirada, terminó de tragar el ultimo bocado y se volvió hacia el mostrador—Tu harás más de estos bizcochos de chocolate y si en cinco minutos no hay al menos cincuenta de estas delicias listas sobre este mostrador … bueno, creo que quieres demasiado a tu pequeño negocio como para verlo destruido o quizá quieras pasar el resto de tu vida como un esclavo cocinando, en fin creo que me he dado a entender ¿no es así? — Amenazó Aza al dueño del local de la manera más pasivo-agresiva que encontró.
El inocente señor se quedó mirándola pasmado, con los ojos abiertos como platos, ella no supo decidir si era una mirada de miedo o incredulidad, se impaciento tanto de solo ver la expresión de bobalicón que chasqueo sus dedos y de inmediato sobre su mano apareció un revolver de aspecto antiguo, completamente cargado, quitó el seguro y apunto aburrida a la cabeza del sujeto —¿¡y bien!? — Exclamó y de inmediato el dueño reaccionó y entro a la cocina.
Volvió su atención al castaño, olfateo el aire un poco y entonces se dio cuenta, dejo escapar una risita burlona y se percató de la pequeña criatura encerrada en el frasco —Tu, definitivamente perteneces al falso dios, es extraño, hacia tanto tiempo que no veía a uno como tú, me trae tantos recuerdos— dijo dando un paso hacia adelante intentando invadir el espacio personal del muchacho, incluso apoyándose un poco en la punta de sus pies para estar a la altura, casi como si fuera a besarlo.
—¡Oye! parece que la cucaracha que tienes en ese frasquito quiere salir de allí ¿Por qué no la dejas salir y la pisas? De verdad dan asco los insectos ¿Qué te parece si yo… ¡UPS! Casi lo olvido— se interrumpió para dar un paso atrás y volver la mirada hacia la puerta del lugar, pudo ver en las afueras a un muchacho rubio corriendo desesperado intentando huir, no estaba demasiado lejos aún, la demonio se apresuró , sin pensarlo mucho apuntó en su dirección y disparó, un disparo limpio directo a pierna derecha, el muchacho cayó al suelo en un gemido de dolor, las personas en la cercanía ante la situación comenzaron a correr en todas direcciones buscando ocultarse, el pánico y el caos la llenaron de dicha, con su presa inmóvil se volvió una vez más al castaño.
—Entonces, como te decía ¿Qué te parece si te ayudo un poco? Solo como compensación por tu regalo—
Invitado- Invitado
Re: De cuando las amistades nacen como agua de la roca
La primera reacción del castaño fue quedar indignado ante las actitudes de aquella chica a quien recién acababa de regalar los bocadillos. Por su mente jamás hubiera pasado que aquella fuera a ser una mujer tan problemática, llegando al punto de amenazar al pobre panadero para que le diera más bocadillos. A Judai no le hubiera molestado en lo absoluto compartir un poco más si se lo hubieran solicitado, pero ya nada podía hacerse llegados a este punto.
Sin embargo, las cosas apenas empezaban a desarrollarse llegados a ese punto. La demonio no solamente había amenazado al hombre con un arma, no solamente había insultado a su familiar, sino también había disparado sin más a un chico que iba por la calle. Lo que pasó por la mente del castaño en ese momento era que aquella chica era un verdadero peligro.
- ¡Espera, espera por favor! -
El ángel interrumpió a la demonio en medio de su última oración, negando con la cabeza y enfatizando con ademanes la señal de espera. Comenzó entonces a hablar nuevamente, con un tono de voz que denotaba su preocupación en ese momento ante el caos que aquella había generado en tan solo unos instantes, cosa que no podía aceptar en lo absoluto.
- Tienes que calmarte, no deseo aplastar a nadie, ni mucho menos disfruto viendo cómo lastimas a otros. Soy un ángel, y mi deber es evitar que gente con poder como tú abuse de los demás para satisfacer sus caprichos. Ahora si me disculpas... -
El castaño se dirigió inmediatamente a donde se hallaba aquel chico que había recibido el disparo en la pierna. Puso entonces sus dos manos en donde la herida había sido causada, para acto seguido pronunciar algunas palabras, aunque su voz se asimiló más bien a sonidos de campanas que a palabras en sí mismas. Apenas hubo terminado de orar el ángel, la pierna del sujeto quedaría sanada de cualquier herida no causada por un arma maldita (A menos, claro, que haya información que el escritor en curso desconozca y que pudieran alterar el efecto anteriormente descrito).
- Calma, calma... Todo está bien, así que no temas ¿de acuerdo? -
Como ángel que era Judai, tenía el poder de transmitir calma a los corazones de las personas con tan solo hablarles. Una habilidad sin duda alguna bastante útil para calmar discusiones, pleitos e incluso guerras. Es una lástima que el campo de acción de aquel don se limite a los seres humanos. De lo contrario, tal vez podrían acallar los gritos de cierta hada furiosa, que de alguna mágica forma ya se encontraba a hombros del castaño llegados a estos momentos.
[color:5392=#oo99ff]- ¡Tienes que matar a esa loca antes de que su estupidez mate a alguien más! -
- ¡No voy a matar a nadie! Quizá sea algo radical, pero no parece ser un ser malévolo -
- ¡¿Es que eres idiota?! ¡Apuesto quinientos dólares a que matará al anciano si no le entrega sus panes a tiempo! -
Sin embargo, las cosas apenas empezaban a desarrollarse llegados a ese punto. La demonio no solamente había amenazado al hombre con un arma, no solamente había insultado a su familiar, sino también había disparado sin más a un chico que iba por la calle. Lo que pasó por la mente del castaño en ese momento era que aquella chica era un verdadero peligro.
- ¡Espera, espera por favor! -
El ángel interrumpió a la demonio en medio de su última oración, negando con la cabeza y enfatizando con ademanes la señal de espera. Comenzó entonces a hablar nuevamente, con un tono de voz que denotaba su preocupación en ese momento ante el caos que aquella había generado en tan solo unos instantes, cosa que no podía aceptar en lo absoluto.
- Tienes que calmarte, no deseo aplastar a nadie, ni mucho menos disfruto viendo cómo lastimas a otros. Soy un ángel, y mi deber es evitar que gente con poder como tú abuse de los demás para satisfacer sus caprichos. Ahora si me disculpas... -
El castaño se dirigió inmediatamente a donde se hallaba aquel chico que había recibido el disparo en la pierna. Puso entonces sus dos manos en donde la herida había sido causada, para acto seguido pronunciar algunas palabras, aunque su voz se asimiló más bien a sonidos de campanas que a palabras en sí mismas. Apenas hubo terminado de orar el ángel, la pierna del sujeto quedaría sanada de cualquier herida no causada por un arma maldita (A menos, claro, que haya información que el escritor en curso desconozca y que pudieran alterar el efecto anteriormente descrito).
- Calma, calma... Todo está bien, así que no temas ¿de acuerdo? -
Como ángel que era Judai, tenía el poder de transmitir calma a los corazones de las personas con tan solo hablarles. Una habilidad sin duda alguna bastante útil para calmar discusiones, pleitos e incluso guerras. Es una lástima que el campo de acción de aquel don se limite a los seres humanos. De lo contrario, tal vez podrían acallar los gritos de cierta hada furiosa, que de alguna mágica forma ya se encontraba a hombros del castaño llegados a estos momentos.
[color:5392=#oo99ff]- ¡Tienes que matar a esa loca antes de que su estupidez mate a alguien más! -
- ¡No voy a matar a nadie! Quizá sea algo radical, pero no parece ser un ser malévolo -
- ¡¿Es que eres idiota?! ¡Apuesto quinientos dólares a que matará al anciano si no le entrega sus panes a tiempo! -
Última edición por Judai W.Kuriboh Alighieri el Miér Ago 14, 2019 8:25 pm, editado 1 vez
Judai W.Kuriboh Alighieri
Re: De cuando las amistades nacen como agua de la roca
.
Lugar: Yokohama
Clima: Soleado
.
Lugar: Yokohama
Clima: Soleado
.
―! OYE IDIOTA ¡¡ ¿QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO?!― Gritó la peli morado sumamente molesta ante la escena, caminó con paso pesado hacia el ángel, estaba tan molesta que sin notarlo había liberado un poco su aura oscura, una especie de aura o nube negruzca comenzó a cubrir su cuerpo mientras caminaba dándole un aspecto un tanto siniestro, casi como las clásicas muñecas de porcelana que suelen aparecer en las películas de terror.
Su caótico escenario, un ángel dándole ordenes sobre lo que tenía que hacer y dejar de hacer, y para colocar la cereza sobre el pastel al curar la herida del muchacho se estaba metiendo con su juguete, con su trabajo; definitivamente no podía permitirlo.
―Él es mío, este no es asunto tuyo, toma a tu cucaracha voladora y lárgate de aquí, te juro que si haces una sola cosa más tu insecto será aplastado “accidentalmente”― Amenazó al castaño y a su acompañante, seguido y sin apartar la vista del ángel apuntó con el revolver una vez más al muchacho rubio que yacía en el suelo, pero esta vez directo a la cabeza; sin embargo, su rostro dejo escapar un atisbo de duda, en realidad no quería dispararle o al menos no todavía, tenía tantas ansias de jugar pero ya no tenía elección.
―Ustedes siempre creen que hacen lo correcto, tu falso dios no es más que un egocéntrico viejo aburrido y tú un estúpido borrego enviado directo a mi hermoso matadero.
― ¿Pe…Pero por qué? ― tartamudeó entre lágrimas el rubio cuestionando a Aza quien desvió la mirada hacia un costado, casi volteando los ojos de aburrimiento ―Bien, supongo que puedo responder a eso, después de todo no te queda mucho― se agachó sin dejar de apuntarle y le susurró al oído ―Este es un pequeño regalo de Jon… ¿o su nombre era Kendal?, bueno creo que no importa en realidad.
La demonio se incorporó de nuevo cuando de dentro de la panadería le llegó un delicioso aroma a chocolate y pan recién horneado, una vez más quedó completamente abstraída, volcando su atención a los dulces, su aura se esfumó y la peli morado extendió el revolver al ángel para dejarlo en sus manos ―¿Tu podrías cuidar mi juguete? Será solo un segundo― Con “juguete” se refería al muchacho que chillaba en el suelo, la peli morado suplicó con la mirada, incluso le regaló un pequeño pucherito al chico y a su hada, actuando de nuevo como una niña pequeña y berrinchuda.
Su caótico escenario, un ángel dándole ordenes sobre lo que tenía que hacer y dejar de hacer, y para colocar la cereza sobre el pastel al curar la herida del muchacho se estaba metiendo con su juguete, con su trabajo; definitivamente no podía permitirlo.
―Él es mío, este no es asunto tuyo, toma a tu cucaracha voladora y lárgate de aquí, te juro que si haces una sola cosa más tu insecto será aplastado “accidentalmente”― Amenazó al castaño y a su acompañante, seguido y sin apartar la vista del ángel apuntó con el revolver una vez más al muchacho rubio que yacía en el suelo, pero esta vez directo a la cabeza; sin embargo, su rostro dejo escapar un atisbo de duda, en realidad no quería dispararle o al menos no todavía, tenía tantas ansias de jugar pero ya no tenía elección.
―Ustedes siempre creen que hacen lo correcto, tu falso dios no es más que un egocéntrico viejo aburrido y tú un estúpido borrego enviado directo a mi hermoso matadero.
― ¿Pe…Pero por qué? ― tartamudeó entre lágrimas el rubio cuestionando a Aza quien desvió la mirada hacia un costado, casi volteando los ojos de aburrimiento ―Bien, supongo que puedo responder a eso, después de todo no te queda mucho― se agachó sin dejar de apuntarle y le susurró al oído ―Este es un pequeño regalo de Jon… ¿o su nombre era Kendal?, bueno creo que no importa en realidad.
La demonio se incorporó de nuevo cuando de dentro de la panadería le llegó un delicioso aroma a chocolate y pan recién horneado, una vez más quedó completamente abstraída, volcando su atención a los dulces, su aura se esfumó y la peli morado extendió el revolver al ángel para dejarlo en sus manos ―¿Tu podrías cuidar mi juguete? Será solo un segundo― Con “juguete” se refería al muchacho que chillaba en el suelo, la peli morado suplicó con la mirada, incluso le regaló un pequeño pucherito al chico y a su hada, actuando de nuevo como una niña pequeña y berrinchuda.
Invitado- Invitado
Temas similares
» De cuando el ambiente es cambiante como una cascada (Jyugo)
» G-1 Entre Concreto , agua y Skags (Astolfo , Gray , Nathaniel y Syl)
» Nuevas amistades (STARMAKER, C3)
» Nuevas Amistades (Mash)
» Conociendo nuevas amistades (Galaxy)
» G-1 Entre Concreto , agua y Skags (Astolfo , Gray , Nathaniel y Syl)
» Nuevas amistades (STARMAKER, C3)
» Nuevas Amistades (Mash)
» Conociendo nuevas amistades (Galaxy)
~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~ :: Ciudad de Yokohama :: Sectores Periféricos :: Vecindarios
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 3:38 pm por Add
» Cruzando a territorio enemigo (Byprox, Giyu, Mitsuri)
Sáb Nov 09, 2024 11:09 pm por Shinobu Kocho
» Una acción inesperada (Artemisa, Lancer, Jeanne, Sung)
Sáb Nov 09, 2024 9:22 pm por Jeanne Alter
» Oculto (Lisa Minci)
Lun Nov 04, 2024 8:26 pm por Lisa Minci
» En la cancha de básquetbol (Clase B: Teyvat Guild)
Jue Oct 31, 2024 9:33 pm por Anton
» Academia Legacy: La Guerra del Medallón
Vie Oct 25, 2024 9:36 pm por Jellal Fernandes
» Historia de Legacy (Parte VI)
Vie Oct 25, 2024 6:53 pm por Jellal Fernandes
» The First Folio [ Libre! ]
Mar Oct 22, 2024 1:19 am por Sung Jin-woo
» Alto al fuego (Shinobu, Douma)
Vie Oct 18, 2024 9:25 pm por Douma
» El portal hacia Japón (Natsu, Erza, Selene, Ignia)
Jue Oct 17, 2024 5:30 pm por Cuentacuentos
» La propuesta de Diluc
Mar Oct 15, 2024 8:43 pm por Kanao Tsuyuri
» Un encuentro inesperado... (Rena, Luciela)
Miér Oct 09, 2024 1:35 am por Add