ERI (Saga del Secuestro)

Eri
La pequeña de 8 años se encontraba en una habitación no sabía que estaba pasando por lo que trato de calmarse y respirar. Su respiración estaba más agitada de lo normal, los nervios ya la invadían.

Noto que en la habitación había personas con mascarillas ¿Quiénes eran? Se preguntaba, pero no quería hacerse más dudas; sentía que algo malo provenía del lugar que estaba y no quería saber que era.
Después de unos minutos salió de aquella habitación y empezó a recorrer los lugares de su nueva casa, era grande se parecía a la UA, pero solo que, con más elegancia, le era muy extraña. Había niños y adolescentes en aquel lugar, la veían y sonreían, pero ella solo mostraba temor, la pequeña Eri les tenía miedo.
Salió del recinto dirigiéndose al jardín, tal vez ver las flores la calmaría un poco más; no quería alterarse más de lo que ya se encontraba. Pero algo sucedió en ese momento, una inmensa oscuridad había llenado el lugar ¿Qué había pasado? Escucho aquellas voces, hombres de azul con llamas en sus ojos, la menor ya estaba temblando.

Al escuchar lo de la telekinesis le recordó a Chisaki, todo lo que le había hecho, los experimentos, el dolor, aquella sensación que solo sintió con él se iba repetir y no quería, la sangre de la pequeña e volvió helada, su ritmo cardiaco aumentaba y un pequeño grito se escuchó de la pequeña.

-¡DEJENME! ¡PORFAVOR!- Una de sus manos fue apuntando directamente hacia la puerta haciendo que esta volara. Después de unos minutos aquellas personas habían sido noqueadas ¿Lo había hecho ella?

-Yo. . . Otra vez. . . No.- Pequeñas lagrimas brotaron de sus ojos, tenía un miedo inmenso.

Música del rol (clic acá):

Al momento que ella forzó la puerta con su mente y noqueó a esos misteriosos hombres, unas luces rojas se encendieron por todo el lugar. Los cables se desconectaban y las chispas se esparcían por doquier. Un fuerte sonido de una sirena comenzó a escucharse. Mucha gente salía de ese lugar, pero no hacia donde estaba Eri, la cual era considerada una mutante muy peligrosa. Esta tecnologizada y fortificada base militar parecía desmoronarse con cada pared y pantalla que explotaba. Eri le había hecho un daño tremendo a la infraestructura.

— Doctor Hakenkreuz, la niña está despertando sus poderes...

— Marchémonos de acá. Es peligroso.

— ¿Qué sucede si Eri contacta con el "Señor Blanco"?

— Las probabilidades son mínimas. Ojalá eso no ocurra o nuestra organización caerá. Vámonos.

Eso se oyó tras una pared...

Un fuerte temblor hizo tropezar a la pequeña Eri la cual todavía se encontraba en esa horrenda mazmorra de acero y cables. De pronto, una voz femenina resuena en todo el lugar, la cual decía: "PELIGRO. AUTODESTRUCCIÓN DE LA BASE EN 30 MINUTOS. VAYA SU VÍA DE ESCAPE MÁS CERCANA". La vida de nuestra pequeña heroína estaba corriendo peligro y por personas malvadas que experimentaban con ella. ¿Quién era ese doctor? ¿Quién era el "Señor Blanco"?

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Por otro lado, Izuku y Ochako se encontraban en la sala de clases de Criaturas Mágicas. Eran las dos de la tarde y faltaba una hora para que salieran de la jornada. Una tarde común y corriente sin nada de especial. El sol yacía en lo alto casi inmóvil y hacía estirar cada vez más las sombras de los árboles del jardín. Algunos pajaritos cantaban mientras cada vez el cielo se volvía tanto más oscuro.

Entonces, en la mente de Izuku Midoriya, se le cruza un pensamiento fatídico. Se le vino a su mente a aquella menuda albina de mirada melancólica a la cual una vez le mostró su gentileza. ¡Eri estaba en un gran peligro! Sentía esa corazonada, era de verdad; y más valía actuar ahora mismo que lamentar algo después. Era momento de que los eternos héroes se levantaran para ayudar a sus amigos una vez más.

Desde que llegó a esa academia no había logrado adaptarse-No del todo al menos-Murmuró, tenía la mala costumbre de decir lo que piensa de esa forma. En varias ocasiones se cuestionó ¿Que hacía en ese lugar? Se supone que quería ser un gran héroe, uno digno de ser el heredero de All Might. Sin embargo, se sentía atascado, inconforme consigo mismo.

-¿Que puedo hacer para ayudar a las personas?-Estaba un tanto decaído, solo que no quería demostrarlo abiertamente. Eran alrededor de las 2:00 de la tarde, estaba en una clase sobre criaturas mágicas. El tema le era tan interesante que tomaba apuntes sobre todo lo que veía y escuchaba !Aun seguía siendo muy curioso! Cuando la clase estaba a punto de terminar recordó a una de las personas que salvó cuando aún estaba en UA-¿Eri-chan?-Mencionó en un susurro, se sentía ansioso, como si tuviera un mal presentimiento con respecto a la pequeña niña.

Al salir del salón le preguntó a varios estudiantes y profesores si la habían visto pero nadie supo darle razón de la menor-¿En donde estará? Estoy preocupado. Eri es una niña con una estabilidad emocional muy frágil, a final de cuentas sufrió mucho cuando era rehén de Chisaki y este la usaba para desarrollar las balas anti quirk.

-Creó que debo salir a despejarme, tal vez cuando lo haga se me ocurra algo para buscar a Eri, como no hay nadie que me pueda ayudar en esto debo arreglarmelas como pueda, tampoco creo que a alguien le moleste si lo hago.

Se quitó el uniforme para tomar una ducha y cambiarse de ropa. Opto por una camisa blanca, pantalones oscuros, una chaqueta y sus zapatos rojos, los cuáles eran indispensables en su vestimenta.

Al salir del lugar exploró las calles como si las conociera, como si supiera a donde ir o como si su subconsciente quisiera guiarlo a un sitio en concreto.-El poder de Eri es muy peligroso, no es bueno que este perdida y sola. Esperó dar con algo que me diga a donde pueda estar.

Murmuró, escuchó ruidos raros y un lugar en específico le llamo la atención. Se acerco con cuidado y se escondió detras de un muro mientras veía como un grupo de desconocidos salian del lugar con prisa.

-Esto esta muy raro ¿Por que huyen, que hay adentro de esta estructura?-Observo su entorno buscando una respuesta.-Supongo que tendré que entrar para averiguarlo.