Un encuentro inesperado. (An Lili)

No siempre la paz perseveraba por desgracia, haciendo que sus horarios a la hora de patrullar fueran extendidos. Más horas de patrullaje, menos de descanso, era simple y fácil de entender. Los héroes tenían la obligación de entregar su vida completa a los civiles, por lo que no se quejaba de ello, y dudaba que alguno lo hiciera. Si su sueño es ser héroe y ayudar a los demás, deberá estar preparado a caer y volver a levantarse, sufrir bajas, pero jamás pondrá su vida o el bien propio antes que la seguridad de los más débiles. Muchas vidas estaban detrás de las espaldas de cada héroe, por eso recibían ese título.

Jamás a dudado de ir al rescate de alguien, ha perdido incontables veces, pero también ha podido salvar personas, y eso era lo que realmente le importaba. Solía ir directamente al lugar de los sucesos y dejar inconsciente al enemigo con una onda que sobrepasara su resistencia, no se tomaba el tiempo de demorar en algún trabajo, puesto a que mientras ella está jugando con un enemigo, alguien podría estar pidiendo ayuda, y dejarlo desamparado era lo que menos quería.

Esa vez no fue una excepción, fue informada de un ataque en el Zoológico, no poniendo en riesgo solamente la vida de los turistas, sino que también corrían riesgos los animales, ¡debía salvarlos!
Estaba en su hora de almuerzo, pero inmediatamente dejó de lado su comida y tomó manos en el asunto. Dejando la sala de reposo, se dirigió al Zoológico lo más rápido que podía sin causar daño con sus ondas, debía moderarse y confirmarse con usar solamente el tres porciento de su energía vital para movilizarse.

- ¡Alto ahí! Pagarás por poner en riesgo el bienestar de los animales que son resguardados aquí, ¡malhechor! -

Fue lo último que gritó antes de extender ambos brazos hacia la criatura, las partes inferiores de sus muñecas se juntaron una sobre otra y sus palmas apuntaron a la criatura. Una gran sonrisa confiaba se formó en sus labios decorando su rostro. Y en su mente, empezó a contar; Uno... Dos... Tres...

Continuó así hasta que llegó a veinte y ocho, y fue ahí cuando su energía vital empezó a concentrarse en un lugar, sus manos. Sentía un cosquilleo por todo su cuerpo, y empezaba a sentir sus manos algo más pesadas de lo normal, ya estaba lista. Una pequeña esfera dorada empezó formándose en medio de sus palmas, fue creciendo y tomando un movimiento giratorio. ¡Bom!

Expulsó aquella onda de choque, haciendo que ella retrocediera por la fuerza en la que expulsó su onda, observando confiadamente como giraba su ataque hasta que rápidamente impactó con su objetivo, derrumbandolo, pero, antes de que este cayera, su tamaño fue disminuyendo hasta tener el tamaño de una persona normal, siendo capturada por las autoridades.

El impacto de su onda ocasionó una onda de aire entre los presentes, y concentró su atención en una chica en particular, le ocasionó curiosidad el hecho de que no haya retrocedido ante su ataque, ah, sin duda debía hablar con ella.

Se acercó y cuándo sus pies llegaron al suelo caminó hacia ella, sonriendo de oreja a oreja. Cuando estuvo cerca, procedió a presentarse.

- ¡Hola! Soy Nejire-chan, y vengo a hacerte unas preguntas para un informe de los hechos... ¿Por qué no retrocediste ante la amenaza? -

Fue directo al punto, usando como filtro de su curiosidad una pequeña e inofensiva mentira, no dañaria a nadie, y podría obtener respuestas a sus dudas.

Estaba en el zoológico, disfrutaba del ambiente, de los animales; e inclusive de la compañía de alguna de las personas de allí. Silencio, risas y un ambiente agradable en general, por ello decidió visitar aquel lugar, se ha vuelto uno de sus lugares favoritos al igual que la biblioteca, no gustaba de estar rodeada de muchas personas o ser el centro de atención, pero sí de compartir con algunas o pasar un momento divertido.

　　　 De un momento a otro, un monstruo yacía allí, amenazando no sólo su integridad sino también la de criaturas inocentes e indefensas; fue ello lo que le impidió retroceder, la impotencia. Quería ser de ayuda para aquellos seres, aun siendo débil realmente lo anhelaba. Ver llegar a una “heroína” no hizo más que hacerle sentir tranquila, les admiraba un poco; se les ha dado poder y lo usan para el beneficio de los indefensos, muchos de ellos merecen de su agradecimiento, pero también está la otra cara de estos, lo cual le hace serles indiferente.


　　　 ━ Uh…


　　　 Ahora estaba totalmente centrada en la salud de los animales, poco le importaba lo que hiciesen con el monstruo mientras no se liberase de nuevo. No tenía la intención de permanecer allí después de aquel suceso, así que estaba preparada para irse; pero una voz femenina detuvo su avance.


　　　 ━ Nejire.

　　　 No quería involucrarse con héroes, aunque tuviese motivos para hacerlo. Sin embargo, escuchar su presentación le sorprendió un poco, son pocos los héroes carismáticos sin razón; si información quería, información le proporcionará y luego se irá, no quiere meterse en problemas de no ser necesario.


　　　 ━ ¿Por qué? No hay una razón.

　　　 Le mintió, claramente. Le llamaba la atención su apariencia y poderes, siendo una simple humana no destaca demasiado del resto y eso se le hace perfecto, pero piensa que ha de ser un poco diferente para aquellos que se hacen llamar a sí mismos héroes.

　　　 Ha pensado en ello varias veces, ¿Por qué llamar tanto la atención con una acción que debe ser desinteresada? Es algo que le confunde, pero no quiere entrometerse en asuntos que no le incumben, siempre y cuando su vida y la de los demás no estén de por medio; será indiferente a la situación.