Leyes gravitatorias 101

Ochako se encontraba sentada, escuchando atenta a las palabras de Rimuru, aunque una de ellas fue la que más le llamo la atención. ¿Amigos?, ¿Realmente el villano quería su amistad?. Debía estar soñando, eso era algo que ni en sus sueños ocurriría, y no porque ella no quisiera, si no porque, visto por la sociedad era algo imposible.


Traidores, eso era lo que la gente pensaba de los villanos. «Cuanto mas te relaciones con ellos, más afectada saldrás», esa era una frase que escuchaba todos los días, ya fuera por sus profesores o amistades. La castaña siempre se cuestionaba si todo eso era verdad, hasta ahora había sido apoyada por el enemigo, y realmente se encontraba agradecida.

━Yo no creo que pueda sacrificar a una virgen ya que en todo caso, esa virgen que tendrías que sacrificar sería yo.━ Bromeaba, pasar tiempo con Rimuru era agradable, así que sin pensarlo tantas veces, su respuesta era obvia.━ Seamos amigos Rimuru,━ Se paro e inmediatamente estiro su manos para así poder estrecharla contra la del contrario.

Se encontraba muy contenta, tener una amistad así era todo lo que estaba buscando, probaría que villanos y héroes podían convivir, que no necesariamente se necesitaba pelear. Mantenía una sonrisa en el rostro, ya no sabía si estaba bien o estaba mal, era lo que menos le importaba. Las amistades eran algo valioso para ella, defendería a toda costa la que tenía con Rimuru, pues hasta ahora era el único que estaba a su lado apoyándola.

Estaba algo cansada, pero eso no le quitaba los ánimos de continuar con su entrenamiento, había entendido las indicaciones, pero aun no sabía si sería capas de hacer algo así, pues parecía algo complicado. La mayor motivación fue el nuevo nombre "Gravity control", sonaba algo imponente, incluso pudo ver como se le erizaba la piel. Estaba lista y decidida.━ ¡Bien!.━ Fue lo único que alcanzo a decir. Alzo las manos, si no podía mandar las ondas, esquivaría a los Golems, hasta encontrar la manera de activarlas, era un proceso mental algo difícil, más para ella, pero era alguien persistente, así que no se rendiría tan fácil.

— Muy bien, mocosa, veamos de qué estás hecha!

Una de los golems habló, con la voz de una melodiosa diva, dirigiendo sus palabras a la contraria en tanto que se colocó en pose de combate, cual si estuviera a punto de tener un duelo de espadas. A continuación entonces arremetió contra la castaña desde la distancia. Corrió con un ritmo constante, aunque no muy veloz, de frente con intención de arremeter directamente contra la heroína. Con aquella ropa de colegiala y la cartulina en manos, parecía alguna especie de presidenta de clase enojada más que una guerrera, lo que hacía un poco cómica la escena. Sin embargo, el que lograre alcanzar a la joven significaría el fin del entrenamiento, por lo cual la heroína debería derribarla cuanto antes, a menos que quisiera aceptar el sabor de la derrota. Este fue el primer nivel del entrenamiento.

— ¡Nada mal, para una principiante!

Si Uravity lograba derrotar a su primer oponente, una voz exactamente igual hablaría nuevamente. Sin embargo, no proveniente del primer golem, sino de otro diferente. Una kitsune haciendo cosplay de policía sexy o algo por el estilo. Las elecciones de conjunto para las guerreras hacían que uno se preguntaba qué estaba pensando el rey demonio al vestirlas de esa forma. Aún así, nadie podía dudar de su desempeño en combate. El golem, empuñando su cartulina, corrió con la intención de abatir a la heroína. Sin embargo, contrario a su predecesora, no lo hizo de frente, sino corriendo en zig zag para evitar ser alcanzada fácilmente. Además, era un poco más rápido que la anterior, lo que la hacía un blanco más difícil de acertar. Si lograba llegar a la castaña, sería el fin.

— Pareces fuerte, novata. ¡Pero no lo suficiente!

En caso de que la segunda kitsune fuera neutralizada, una tercera hablaría, con la misma voz y apariencia, aunque con un conjunto diferente. Aquella vestía medias negras que llegaban hasta el muslo, shorts cortos del mismo color, y una camisa a cuadros abierta que revelaba un top de color rojo carmín. En serio ¿Qué diablos sucedía con los gustos del slime? Este golem optó por un estilo más abierto, empuñando la "espada" como lo haría un protagonista de anime. Esta se lanzó hacia la derecha, corriendo en círculos al rededor de la castaña. Su velocidad era aún mayor que la de sus predecesoras, pues aceleraba a medida que avanzaba, en forma de remolino hasta llegar al centro, donde la heroína se encontraba. A ella sería mucho más complicado acertarle de frente, pero sería fácil si lograba generar un campo gravitatorio a su alrededor.

— No olvides liberar a las otras tras detenerlas. De lo contrario, estarás gastando energía de más en oponentes que ya derrotaste.

Este sería el consejo del cuarto golem, si es que la castaña había conseguido superar la tercera ronda. De ser así, este golem adoptaría una postura de samurai antes de arremeter a la heroína. Esta portaba un vestido japonés negro, muy ornamentado, y con un pequeño sombrero como acompañamiento. Parecía una vestimenta digna de una maga de feria o similar, sumamente elegante a decir verdad. Su movimiento regresó al de la segunda fase, desplazándose en zig zag con dirección a la estudiante. Sin embargo, esta no lo hacía corriendo, sino saltando con gran altura, de forma que podía moverse seis metros de un solo salto. Atraparla sería un reto abrumador, una combinación de velocidad y precisión muy exacta. Pero era eso, o ser golpeada por cartulinas hasta morir ¿?

— Muy bien, heroína. Lo has hecho bien hasta ahora. Sin embargo, tu suerte se acaba aquí.

Si acaso la heroína hubiera salido airosa de su cuarto enfrentamiento, la voz que le recibiría sería la misma de las cuatro ocasiones previas. Aunque, acaso era un poco más... ¿Grave? Además, aunque su apariencia era la misma que la del resto, era la única del grupo que resaltaba por usar anteojos. Reconocer a este golem no sería difícil para cualquiera que hubiera pasado el tiempo suficiente con Rimuru Tempest, pues esa vestimenta japonesa tradicional de colores oscuros la delataba como la asistente que Rimuru invocaba en medio de sus reuniones importantes para servirle. Esta se lanzó al frente tal como la oponente del primer reto. Sin embargo, su velocidad no se comparaba a la de ningún otro oponente, era absurdamente rápida. La castaña solo tenía un escaso segundo para lograr derribar a su oponente. ¿Será capaz de derrotarla?