Se bienvenid@ Invitado a ~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~. Fue creado el Jue Mar 13, 2014 4:55 pm, es decir que tenemos exactamente 3906 días de vida. Hasta ahora sus 160 usuarios han escrito 12128 temas en los 120 foros que existen. Tú, Invitado, haz escrito 0 posts desde que te registraste el .
El último de nuestros usuarios registrado fue Asuna Yuuki
El último de nuestros usuarios registrado fue Asuna Yuuki
Conectarse
Notificaciones
Online
¿Quién está en línea?
En total hay 256 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 256 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 470 durante el Jue Nov 21, 2024 7:09 am
Últimos temas
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 2.0
Academia Seeds of Legacy por Beatrice y Gilgamesh se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden encontrarse en https://academialegacy.activoforo.com/.
El crédito por el diseño del foro se da a Jack, quien ha trabajado en la estructura visual de éste y en otros aspectos metafuncionales. Los planificadores de la trama del foro son los administradores Beatrice y Gilgamesh. El crédito por el sistema interno del foro se da a los miembros fundadores: Jannei MC.Clov., Jyu Viole Grace, Mavis Blanc y Suigintou, en conjunto con los otros administradores. Asimismo, a Darren Criss por el modelo de fichas, a las obras de varios autores -cuyo uso está exento de ánimos de lucro- y a los administradores que operan desde la página oficial de Facebook, la cual es propiedad del foro. Ante cualquier semejanza con el diseño y trama de este foro, los administradores llevarán a cabo el proceso pertinente estipulado por la normativa de Creative Commons para iniciar acciones relacionadas a propiedad intelectual.
Academia Seeds of Legacy. 2014-2021.
¿El inicio de un fin? [Privado Shizuke]
~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~ :: Isla Rokkenjima :: Islas Aledañas a Rokkenjima :: Roca de los Suicidios
Página 1 de 1.
¿El inicio de un fin? [Privado Shizuke]
La noche era bastante fresca pero no al límite de ser totalmente helada, apenas corría la brisa pero eso no evitaba que su cabello se enredara al caminar lo cual no le importaba en gran medida, podía amarrarlo si quisiera pero ya estaba acostumbrado a que este ondeara a su gusto.
El joven de ojos rojos había vuelto a salir de la academia.
Ya se le estaba haciendo una costumbre el merodear lejos del establecimiento y siempre por sitios no concurridos, no le era muy agradable el verse rodeado de gente y la academia era precisamente uno de los sitios más llenos. Era una suerte el que siempre pudiese salir de ella sin que se le descubriera aunque sinceramente desconocía alguna regla sobre salir de noche del lugar, aún si la hubiera era probable de que siempre intentase alejarse de ella por al menos un rato.
Esta vez sus pasos le dirigieron hacia muy lejos de ella, se podría decir que casi afuera de la isla en lo que era posible ir por su propia cuenta, a medida que caminaba sentía el lugar más desolado y vacío pero no precisamente abandonado.
Si miraba a su alrededor podía notar ya casi el borde de la misma isla, supuso entonces que se alejó demasiado por lo que ya sería bueno volver pero su curiosidad de saber si había algo en medio de esa nada le estaba ganando aparte de que el sitio lucía lo suficientemente tranquilo como para detenerse ahí por un rato.
Con calma encaminó sus pasos hacia donde su vista lograba ver en plena oscuridad notando un camino algo cerrado por así decirlo, se notaba que había algo ahí atrás pero era como si el mismo lugar no quisiera que alguien fuese a la misma vez que los atraía.
“Un sitio oculto” pensó entonces.
Como pudo logró ingresar encontrándose con un roquerío algo amplio pero peligroso por su ubicación. En palabras simples el sitio era prácticamente un barranco.
Con cuidado decidió ingresar al lugar notando de por si un olor extraño y, muy a su pesar, muy familiar.
-Sangre….- dijo casi en un murmullo para posteriormente asomar al vacío pudiendo ver rastros de dicho liquido sobre algunas rocas.
No le costó mucho pensar para darse cuenta de lo que era ese sitio: un acantilado para suicidios.
Era tal vez por eso que el sitio estaba medianamente oculto, para poder mantener la privacidad de los suicidas de alguna manera y aumentar el mórbido misticismo de aquel lugar.
A pesar del fuerte aroma –el cual no era precisamente fresco- pensó que el sitio era de alguna manera calmo pero de una manera bastante triste, no sentía pena por quienes ya se habían arrojado pero no le alegraba en lo absoluto, era casi una expresión neutra.
De manera algo brusca pudo sentir un olor diferente entonces, contrastaba con el de la sangre obviamente y era un aroma que también conocía por el solo hecho de haber estado rodeado de este toda su vida: el olor a humano.
Pensó que tal vez era algún curioso que andaba merodeando, alguien que había ido a camina al igual que él o simplemente un suicida. De alguna manera la última opción le parecía la más razonable.
Poco a poco escuchaba los pasos ajenos acercarse los cuales caminaban con el mismo cuidado que él lo hizo para ingresar al lugar, simplemente lo ignoró por el momento mientras mantenía su vista gacha hacía el mismo fondo el cual posiblemente albergaba ya una cantidad de cuerpos.
Llegó un momento en que los pasos se detuvieron en seco, podía ir una respiración detrás de él pero no precisamente cerca a la vez que su aroma se intensificaba por estar ya en el mismo sitio.
-No me digas que- empezó a decir suave a la vez que se volteaba haciendo que sus ojos se iluminaran con fulgor al fijar su vista sobre él –¿acaso piensas saltar como ellos?-
El joven de ojos rojos había vuelto a salir de la academia.
Ya se le estaba haciendo una costumbre el merodear lejos del establecimiento y siempre por sitios no concurridos, no le era muy agradable el verse rodeado de gente y la academia era precisamente uno de los sitios más llenos. Era una suerte el que siempre pudiese salir de ella sin que se le descubriera aunque sinceramente desconocía alguna regla sobre salir de noche del lugar, aún si la hubiera era probable de que siempre intentase alejarse de ella por al menos un rato.
Esta vez sus pasos le dirigieron hacia muy lejos de ella, se podría decir que casi afuera de la isla en lo que era posible ir por su propia cuenta, a medida que caminaba sentía el lugar más desolado y vacío pero no precisamente abandonado.
Si miraba a su alrededor podía notar ya casi el borde de la misma isla, supuso entonces que se alejó demasiado por lo que ya sería bueno volver pero su curiosidad de saber si había algo en medio de esa nada le estaba ganando aparte de que el sitio lucía lo suficientemente tranquilo como para detenerse ahí por un rato.
Con calma encaminó sus pasos hacia donde su vista lograba ver en plena oscuridad notando un camino algo cerrado por así decirlo, se notaba que había algo ahí atrás pero era como si el mismo lugar no quisiera que alguien fuese a la misma vez que los atraía.
“Un sitio oculto” pensó entonces.
Como pudo logró ingresar encontrándose con un roquerío algo amplio pero peligroso por su ubicación. En palabras simples el sitio era prácticamente un barranco.
Con cuidado decidió ingresar al lugar notando de por si un olor extraño y, muy a su pesar, muy familiar.
-Sangre….- dijo casi en un murmullo para posteriormente asomar al vacío pudiendo ver rastros de dicho liquido sobre algunas rocas.
No le costó mucho pensar para darse cuenta de lo que era ese sitio: un acantilado para suicidios.
Era tal vez por eso que el sitio estaba medianamente oculto, para poder mantener la privacidad de los suicidas de alguna manera y aumentar el mórbido misticismo de aquel lugar.
A pesar del fuerte aroma –el cual no era precisamente fresco- pensó que el sitio era de alguna manera calmo pero de una manera bastante triste, no sentía pena por quienes ya se habían arrojado pero no le alegraba en lo absoluto, era casi una expresión neutra.
De manera algo brusca pudo sentir un olor diferente entonces, contrastaba con el de la sangre obviamente y era un aroma que también conocía por el solo hecho de haber estado rodeado de este toda su vida: el olor a humano.
Pensó que tal vez era algún curioso que andaba merodeando, alguien que había ido a camina al igual que él o simplemente un suicida. De alguna manera la última opción le parecía la más razonable.
Poco a poco escuchaba los pasos ajenos acercarse los cuales caminaban con el mismo cuidado que él lo hizo para ingresar al lugar, simplemente lo ignoró por el momento mientras mantenía su vista gacha hacía el mismo fondo el cual posiblemente albergaba ya una cantidad de cuerpos.
Llegó un momento en que los pasos se detuvieron en seco, podía ir una respiración detrás de él pero no precisamente cerca a la vez que su aroma se intensificaba por estar ya en el mismo sitio.
-No me digas que- empezó a decir suave a la vez que se volteaba haciendo que sus ojos se iluminaran con fulgor al fijar su vista sobre él –¿acaso piensas saltar como ellos?-
Invitado- Invitado
Re: ¿El inicio de un fin? [Privado Shizuke]
"¿ Y por qué no le haces un favor a todo el mundo y te tiras de un barranco?"
Esa fue la frase que resonaba en la cabeza del castaño después de haber tenido aquel pequeño e insignificante accidente.
Estaba caminando tranquilamente cuando, sin querer, choco contra un chico que iba acompañado de su novia, haciéndole caer una bolsa llena de objetos que parecía haber comprado.
-Lo siento mucho...- Dijo enseguida el castaño inclinándose para ayudarlo a recoger las cosas. Por alguna razón las manos le temblaron un poco. Aquel chico era muy robusto y parecía haberse enfadado de verdad. La expresión y bufido de desagrado y cabreo que había emitido al haber chocado con él y al sonido de su bolsa al golpear el suelo le habían tensado mucho.
-¿Quién te ha dicho que podías tocar mis cosas? Encima que me las tiras, inútil de mierda, ¿me quieres robar?- No le puso la mano encima pero si lo miro mas específicamente. -Joder...¿y por qué no le haces un favor al mundo y te tiras de un barranco..? Das pena,tío.- Su rostro empalideció a la vez que su visión se volvió borrosa.
-Cariño, cállate que lo harás llorar.- Siguió su novia a la vez que se le escapaba un poco la risa. Shizuke únicamente se quedo inmóvil unos segundos para luego apartarse del par y empezando a caminar sin decir nada mas. ¿Ese era la apariencia que mostraba a los demás? Trago duro sintiendo un nudo en la garganta. ¿Por eso destrozo la vida de sus padres con su mera presencia? Preguntas de aquel tipo empezaron a rebotar por su cabeza mientras, como si de un zombie se tratara, fue sin ni siquiera pensar en los pasas que daba, hacia su vivienda.
No lloro, no quiso hacerlo aunque el dolor del nudo que apretaba con fuerzas descomunales su garganta le invitaban a hacerlo.
No comió y ni siquiera tuvo ganas de acariciar a su gato, el cual no dudo en sentarse en su regazo para mostrarle su apoyo y darle un poco de calor a su cuerpo, el cual estaba mas frío que nunca.
Se sentía incomodo consigo mismo, hecho mierda, en definitiva un desecho. Habían pasado varias horas en las cuales había estado sentado en su butaca, en silencio, sin hacer nada. Pensando en él mismo, en nada y en todo hasta que no pudo mas y se levanto. No sabia que hora era ni tampoco le importaba. No podía dormir y su cuerpo necesitaba algo. Necesitaba eliminar aquel intenso pesar y asco o hacer algo que lo remediara, fuera como fuera pero necesitaba sentir otra cosa.
¿Cómo podía ser que un sentimiento tan fuerte como aquel, un sentimiento tan humano como era la tristeza le hiciera sentir tan vacío? Buscaba que sentir pero si era aquello no estaba seguro de quererlo, almenos en aquella intensidad.
Camino durante mucho rato, no supo cuanto, hasta que llego a las afueras de la ciudad, en el muelle donde, de día, a lo lejos se podían ver unas islas las cuales siempre le llamaron mucho la atencion. Estaban lejos pero no tanto como para llegar a pie. Parecían tener algun tipo de conexión con Yokohama. Quería ir, alejarse de todo, con lo que no dudó en robar un pequeño bote abandonado, en esos momentos solo quería dejar de sufrir, cualquier cosa era valía.
Al llegar a la isla ni se preocupo de amarrar la embarcacion, simplemente la dejo cerca de la orilla, sin tener en cuenta si era lo suficientemente fuera del agua para que la marea no se lo llevase. Miro a su alrededor. Estaba oscuro pero la luna iluminaba tenuemente alguna de las partes de aquel insólito lugar. Volvió a caminar, dejando de lado el cansancio de su cuerpo, el cual no había sido alimentado desde hacia horas, pues el de su corazón era mucho más intenso. Jadeo levemente, intentando darse impulso para seguir caminando, dándose cuenta que en algun montemos había comenzado a escalar. Llegó a lo alto de un barranco.
Su cuerpo fue llenado por un escalofrío,el viento era fuerte. Se había olvidado de coger chaqueta y sus manos y piel junto con su rostro estaban completamente helados.
"¿ Y por qué no le haces un favor a todo el mundo y te tiras de un barranco?"
Entonces fue en ese momento que una lagrima descendió por sus ojos.
Se fue acercando hasta darse cuenta de que no estaba solo.
Al escuchar sus palabras miro al frente, viendo únicamente dos brillantes salientes de luz roja que parecían ser ojos.
"No lo se..." Pensó de inmediato. Había quedado inmóvil ante aquella voz que lo había terminado de helar. Delante de él no había un humano. Quiso hablar pero el nudo en la garganta era tan fuerte que solo salio un jadeo.
Se le escapo otra lagrima pensando que habría pasado si no hubiera estado aquel ser barrandole el paso. No lo sabia.
Sus pensamientos enseguida empezaron a mezclarse. Su cuerpo no reaccionaba a causa de aquellos ojos, era como si se hubiera quedado petrificado. ¿Iba a matarlo? Cerro unos segundos los ojos aunque no sentía temor. Aquel deseo de querer olvidarse del dolor que le oprimía el pecho y alma aun seguían en él. Si tenia que morir estaba dispuesto. Si tenia que ser torturado tambien. Le daba igual. Solo quería dejar atrás el dolor. Sus rodillas fallaron y cayo encima de ellas a la vez que dejo escapar un jadeo. "Haz lo que tengas que hacer." Quiso decir aquello pero no salió nada.
Esa fue la frase que resonaba en la cabeza del castaño después de haber tenido aquel pequeño e insignificante accidente.
Estaba caminando tranquilamente cuando, sin querer, choco contra un chico que iba acompañado de su novia, haciéndole caer una bolsa llena de objetos que parecía haber comprado.
-Lo siento mucho...- Dijo enseguida el castaño inclinándose para ayudarlo a recoger las cosas. Por alguna razón las manos le temblaron un poco. Aquel chico era muy robusto y parecía haberse enfadado de verdad. La expresión y bufido de desagrado y cabreo que había emitido al haber chocado con él y al sonido de su bolsa al golpear el suelo le habían tensado mucho.
-¿Quién te ha dicho que podías tocar mis cosas? Encima que me las tiras, inútil de mierda, ¿me quieres robar?- No le puso la mano encima pero si lo miro mas específicamente. -Joder...¿y por qué no le haces un favor al mundo y te tiras de un barranco..? Das pena,tío.- Su rostro empalideció a la vez que su visión se volvió borrosa.
-Cariño, cállate que lo harás llorar.- Siguió su novia a la vez que se le escapaba un poco la risa. Shizuke únicamente se quedo inmóvil unos segundos para luego apartarse del par y empezando a caminar sin decir nada mas. ¿Ese era la apariencia que mostraba a los demás? Trago duro sintiendo un nudo en la garganta. ¿Por eso destrozo la vida de sus padres con su mera presencia? Preguntas de aquel tipo empezaron a rebotar por su cabeza mientras, como si de un zombie se tratara, fue sin ni siquiera pensar en los pasas que daba, hacia su vivienda.
No lloro, no quiso hacerlo aunque el dolor del nudo que apretaba con fuerzas descomunales su garganta le invitaban a hacerlo.
No comió y ni siquiera tuvo ganas de acariciar a su gato, el cual no dudo en sentarse en su regazo para mostrarle su apoyo y darle un poco de calor a su cuerpo, el cual estaba mas frío que nunca.
Se sentía incomodo consigo mismo, hecho mierda, en definitiva un desecho. Habían pasado varias horas en las cuales había estado sentado en su butaca, en silencio, sin hacer nada. Pensando en él mismo, en nada y en todo hasta que no pudo mas y se levanto. No sabia que hora era ni tampoco le importaba. No podía dormir y su cuerpo necesitaba algo. Necesitaba eliminar aquel intenso pesar y asco o hacer algo que lo remediara, fuera como fuera pero necesitaba sentir otra cosa.
¿Cómo podía ser que un sentimiento tan fuerte como aquel, un sentimiento tan humano como era la tristeza le hiciera sentir tan vacío? Buscaba que sentir pero si era aquello no estaba seguro de quererlo, almenos en aquella intensidad.
Camino durante mucho rato, no supo cuanto, hasta que llego a las afueras de la ciudad, en el muelle donde, de día, a lo lejos se podían ver unas islas las cuales siempre le llamaron mucho la atencion. Estaban lejos pero no tanto como para llegar a pie. Parecían tener algun tipo de conexión con Yokohama. Quería ir, alejarse de todo, con lo que no dudó en robar un pequeño bote abandonado, en esos momentos solo quería dejar de sufrir, cualquier cosa era valía.
Al llegar a la isla ni se preocupo de amarrar la embarcacion, simplemente la dejo cerca de la orilla, sin tener en cuenta si era lo suficientemente fuera del agua para que la marea no se lo llevase. Miro a su alrededor. Estaba oscuro pero la luna iluminaba tenuemente alguna de las partes de aquel insólito lugar. Volvió a caminar, dejando de lado el cansancio de su cuerpo, el cual no había sido alimentado desde hacia horas, pues el de su corazón era mucho más intenso. Jadeo levemente, intentando darse impulso para seguir caminando, dándose cuenta que en algun montemos había comenzado a escalar. Llegó a lo alto de un barranco.
Su cuerpo fue llenado por un escalofrío,el viento era fuerte. Se había olvidado de coger chaqueta y sus manos y piel junto con su rostro estaban completamente helados.
"¿ Y por qué no le haces un favor a todo el mundo y te tiras de un barranco?"
Entonces fue en ese momento que una lagrima descendió por sus ojos.
Se fue acercando hasta darse cuenta de que no estaba solo.
Al escuchar sus palabras miro al frente, viendo únicamente dos brillantes salientes de luz roja que parecían ser ojos.
"No lo se..." Pensó de inmediato. Había quedado inmóvil ante aquella voz que lo había terminado de helar. Delante de él no había un humano. Quiso hablar pero el nudo en la garganta era tan fuerte que solo salio un jadeo.
Se le escapo otra lagrima pensando que habría pasado si no hubiera estado aquel ser barrandole el paso. No lo sabia.
Sus pensamientos enseguida empezaron a mezclarse. Su cuerpo no reaccionaba a causa de aquellos ojos, era como si se hubiera quedado petrificado. ¿Iba a matarlo? Cerro unos segundos los ojos aunque no sentía temor. Aquel deseo de querer olvidarse del dolor que le oprimía el pecho y alma aun seguían en él. Si tenia que morir estaba dispuesto. Si tenia que ser torturado tambien. Le daba igual. Solo quería dejar atrás el dolor. Sus rodillas fallaron y cayo encima de ellas a la vez que dejo escapar un jadeo. "Haz lo que tengas que hacer." Quiso decir aquello pero no salió nada.
Invitado- Invitado
Re: ¿El inicio de un fin? [Privado Shizuke]
No evitó contemplar con leve asombro la reacción ajena, realmente el otro se veía bastante patético en ese estado, su fría expresión se había posado por completo en el desconocido el cual ahora yacía de rodillas en señal de haber perdido esperanza de todo.
¿Realmente la gente podía llegar a sentirse así?
Había visto ya gente totalmente desesperanzada con fuertes deseos de morir y abandonar todo pero nunca de esa manera tan sosa como lo hacían los otros, el resto al menos intentaba luchar, intentaba huir, gritar y hasta implorar por más, pero él solo se estaba quieto como si esperase que cualquier cosa pasase.
Aún que tal vez ya conocía el sentimiento.
No estaba seguro ya que era algo que no quería recordar en realidad, el mismo fue el causante de que mucha gente se sintiese así de impotente en menos de 1 hora y también fue el causante de que el mismo se sintiese así de mal así que tal vez comprendía lo mal que la otra persona estaba ahora.
Pero su caso era totalmente diferente.
No evitó lanzar un suspiro pesado al percatarse de que tal vez los motivos del otro eran simples como los de cualquier otra persona, realmente le desagradaba la gente que creía que solo por ser ellos tenían derecho infinito a acabar con su lapso de vida, como si ya no pudiesen competir contra aquel dolor que tanto les atormentaba por más sencilla que pudiese ser la situación.
No negaba que había casos en el cual esto fuese imposible pero sabía que muchísimas veces la solución podía ser bastante sencilla.
Con un andar lento pero firme empezó a acercarse hacia él hasta el punto de quedar totalmente frente a él, de a poco entonces agachó su espalda sin flectar sus piernas en lo absoluto para poder dejar su rostro a la altura del contrario.
-Dime ¿hasta cuándo te vas a quedar ahí?- su voz no sonaba molesta ya que no lo estaba realmente pero su expresión no era una de las mejores, no mostraba verdadera malicia pero si llegaba a perturbar bastante. –Si realmente crees que eres una molestia puedes lanzarte sin ningún problema, solo tendrás que hacerte responsable del olor que tu cuerpo deje después- con lentitud alejó su rostro del contrario para fijar su vista hacia el vacío que se encontraba a sus espaldas, no podía dejar de ignorar aquel fuerte aroma que a causa de llevar ya más rato en el sitio ya estaba algo acostumbrado por suerte.
Pero no debería.
-Si te lanzas como ellos nada más te volverás un sucio cuerpo semi reventado entre las rocas el cual nadie se va a hacer cargo, por lo menos muestra algo más de apego por ser alguien antes de hacerlo- esta vez sí sonaba más serio, era claro que le molestaba la actitud del otro por querer acabar así como asín sin siquiera dar señales de haber peleado por evitarlo.
Por alguna razón pasó por su mente la idea de que tal vez aquel tipo no planeaba exactamente lanzarse al vacío, podía ver en sus ojos un pánico que lo hacía estar paralizado mezclado con todas las posibles emociones negativas que había de estar sintiendo en ese momento, sin sacar su vista de encima y arqueando una de sus cejas dijo en voz más baja por tratarse solo de una idea al aire lo que tenía en su mente.
-¿Acaso planeas que haga algo antes de tu muerte o es que simplemente quieres que sea a causa mía que esta suceda?-
¿Realmente la gente podía llegar a sentirse así?
Había visto ya gente totalmente desesperanzada con fuertes deseos de morir y abandonar todo pero nunca de esa manera tan sosa como lo hacían los otros, el resto al menos intentaba luchar, intentaba huir, gritar y hasta implorar por más, pero él solo se estaba quieto como si esperase que cualquier cosa pasase.
Aún que tal vez ya conocía el sentimiento.
No estaba seguro ya que era algo que no quería recordar en realidad, el mismo fue el causante de que mucha gente se sintiese así de impotente en menos de 1 hora y también fue el causante de que el mismo se sintiese así de mal así que tal vez comprendía lo mal que la otra persona estaba ahora.
Pero su caso era totalmente diferente.
No evitó lanzar un suspiro pesado al percatarse de que tal vez los motivos del otro eran simples como los de cualquier otra persona, realmente le desagradaba la gente que creía que solo por ser ellos tenían derecho infinito a acabar con su lapso de vida, como si ya no pudiesen competir contra aquel dolor que tanto les atormentaba por más sencilla que pudiese ser la situación.
No negaba que había casos en el cual esto fuese imposible pero sabía que muchísimas veces la solución podía ser bastante sencilla.
Con un andar lento pero firme empezó a acercarse hacia él hasta el punto de quedar totalmente frente a él, de a poco entonces agachó su espalda sin flectar sus piernas en lo absoluto para poder dejar su rostro a la altura del contrario.
-Dime ¿hasta cuándo te vas a quedar ahí?- su voz no sonaba molesta ya que no lo estaba realmente pero su expresión no era una de las mejores, no mostraba verdadera malicia pero si llegaba a perturbar bastante. –Si realmente crees que eres una molestia puedes lanzarte sin ningún problema, solo tendrás que hacerte responsable del olor que tu cuerpo deje después- con lentitud alejó su rostro del contrario para fijar su vista hacia el vacío que se encontraba a sus espaldas, no podía dejar de ignorar aquel fuerte aroma que a causa de llevar ya más rato en el sitio ya estaba algo acostumbrado por suerte.
Pero no debería.
-Si te lanzas como ellos nada más te volverás un sucio cuerpo semi reventado entre las rocas el cual nadie se va a hacer cargo, por lo menos muestra algo más de apego por ser alguien antes de hacerlo- esta vez sí sonaba más serio, era claro que le molestaba la actitud del otro por querer acabar así como asín sin siquiera dar señales de haber peleado por evitarlo.
Por alguna razón pasó por su mente la idea de que tal vez aquel tipo no planeaba exactamente lanzarse al vacío, podía ver en sus ojos un pánico que lo hacía estar paralizado mezclado con todas las posibles emociones negativas que había de estar sintiendo en ese momento, sin sacar su vista de encima y arqueando una de sus cejas dijo en voz más baja por tratarse solo de una idea al aire lo que tenía en su mente.
-¿Acaso planeas que haga algo antes de tu muerte o es que simplemente quieres que sea a causa mía que esta suceda?-
Invitado- Invitado
Re: ¿El inicio de un fin? [Privado Shizuke]
Estaba tan cansado. Miraba aquel rocoso suelo el cual le había hecho polvo las rodillas. Aunque ese dolor seguía siendo menor al que sentía, con lo que no le dio importancia.
A pesar de que esos mismos momento hubiese querido tampoco se podría haber levantado. Estaba rígido por el frío y el dolor de sus músculos. Ya no quería pensar en nada pero no podía, no hasta aquel sentimiento se fuera. Como se odiaba por ser como era. ¿Por qué no podía dejar pasar las palabras como si fueran simple viento? Cuando era un niño siempre había estado muy atento a su alrededor,siempre y cuando las pastillas no lo hicieran dormir, que ya no podía dejar de hacerlo. Siempre había querido saber que era lo que las personas de su alrededor sentían y pensaban de él para así poder saber si realmente era tan molesto como se pensaba.
Al escuchar aquel sonido de pasos alzo su rostro el cual estaba tapado por varios mechones de su bastante larga cabellera castaña. Trago duro volviendo a soltar un leve jadeo al ver aquel ser tan cerca.
Su voz le hizo estremecer y a la vez aun sentir mas asco hacia él mismo. No quería mirarle a los ojos,pues sabia que lo miraba con desprecio y le haría sentir aun peor que un deshecho.
Sus palabras le aceleraban aun mas la respiración. Mezclando el cansancio con la frustración de no poder hacer lo que quería. Eran como veneno para su alma ya la vez una energía para espabilarse y darse cuenta de que era patetico. Las verdades dolían y mucho. ¿Cuantas veces había deseado ser aquel cuerpo reventado en el suelo o aquel pálido y desangrado trozo de carne en la bañera? Muchas. Pero nunca había deseado tomar el camino fácil y lo había demostrado hasta el día de hoy. Alzo sus ojos, encontrándose con los de él. Estremeciéndose una vez mas. Nunca hacia visto una mirada similar, tan fría pero a la vez sincera, tal vez por eso hacia que todo su cuerpo se tensara y entrara en una especie de shock e intimidación. No sabia que pensar de aquel chico. ¿Por qué estaba allí? ¿Qué es lo que realmente estaba pensando?
Sus propios pensamientos se nublaban y volvían al principio sintiendo aquel dolor que ya casi no le dejaba respirar. Cerró una vez mas los ojos notando como unas primeras gotas caían por su rostro aunque estas no eran de lagrimas, sino de lluvia. No tardo mucho en volverse en una tormera la cual, almenos a Shizuke estaba dejando completamente empapado y helado hasta los huesos. Jadeo una vez mas. Aquellas gotas de lluvia helada eran como pequeñas agujas, pero no suficientes para callar aquellas palabras que lo torturaban en su cabeza. Abrió sus ojos y le miro, mostrandole una expresión de autentico dolor. -¡Solo quiero olvidar este maldito dolor!- Grito a la vez que un relámpago iluminaba por unos segundos el cielo. -Me da igual la forma.. solo quiero que pase, aunque tenga que abrir otras heridas a cambio..- Le miro y trago duro. No quería morir, solo dejar de sufrir por aquello, por unas palabras que le habían hecho mierda, o no. Mas bien por una sociedad que cada día lo hacia sentir que formaba parte de algo que ya no eran personas, sino sacos de carne que solo sabían herir a otros patéticos sacos de carne como era él.
Tal vez solo quería ser castigado pro ser tan débil y así espabilar aunque después se arrepintiera.
Le miraba a los ojos, sin poder dejar aquella acelerada respiración atrás y temblando casi desesperado para que le diera una solución.
Solo podía pensar que estaba allí en busca de estúpidos como él.
A pesar de que esos mismos momento hubiese querido tampoco se podría haber levantado. Estaba rígido por el frío y el dolor de sus músculos. Ya no quería pensar en nada pero no podía, no hasta aquel sentimiento se fuera. Como se odiaba por ser como era. ¿Por qué no podía dejar pasar las palabras como si fueran simple viento? Cuando era un niño siempre había estado muy atento a su alrededor,siempre y cuando las pastillas no lo hicieran dormir, que ya no podía dejar de hacerlo. Siempre había querido saber que era lo que las personas de su alrededor sentían y pensaban de él para así poder saber si realmente era tan molesto como se pensaba.
Al escuchar aquel sonido de pasos alzo su rostro el cual estaba tapado por varios mechones de su bastante larga cabellera castaña. Trago duro volviendo a soltar un leve jadeo al ver aquel ser tan cerca.
Su voz le hizo estremecer y a la vez aun sentir mas asco hacia él mismo. No quería mirarle a los ojos,pues sabia que lo miraba con desprecio y le haría sentir aun peor que un deshecho.
Sus palabras le aceleraban aun mas la respiración. Mezclando el cansancio con la frustración de no poder hacer lo que quería. Eran como veneno para su alma ya la vez una energía para espabilarse y darse cuenta de que era patetico. Las verdades dolían y mucho. ¿Cuantas veces había deseado ser aquel cuerpo reventado en el suelo o aquel pálido y desangrado trozo de carne en la bañera? Muchas. Pero nunca había deseado tomar el camino fácil y lo había demostrado hasta el día de hoy. Alzo sus ojos, encontrándose con los de él. Estremeciéndose una vez mas. Nunca hacia visto una mirada similar, tan fría pero a la vez sincera, tal vez por eso hacia que todo su cuerpo se tensara y entrara en una especie de shock e intimidación. No sabia que pensar de aquel chico. ¿Por qué estaba allí? ¿Qué es lo que realmente estaba pensando?
Sus propios pensamientos se nublaban y volvían al principio sintiendo aquel dolor que ya casi no le dejaba respirar. Cerró una vez mas los ojos notando como unas primeras gotas caían por su rostro aunque estas no eran de lagrimas, sino de lluvia. No tardo mucho en volverse en una tormera la cual, almenos a Shizuke estaba dejando completamente empapado y helado hasta los huesos. Jadeo una vez mas. Aquellas gotas de lluvia helada eran como pequeñas agujas, pero no suficientes para callar aquellas palabras que lo torturaban en su cabeza. Abrió sus ojos y le miro, mostrandole una expresión de autentico dolor. -¡Solo quiero olvidar este maldito dolor!- Grito a la vez que un relámpago iluminaba por unos segundos el cielo. -Me da igual la forma.. solo quiero que pase, aunque tenga que abrir otras heridas a cambio..- Le miro y trago duro. No quería morir, solo dejar de sufrir por aquello, por unas palabras que le habían hecho mierda, o no. Mas bien por una sociedad que cada día lo hacia sentir que formaba parte de algo que ya no eran personas, sino sacos de carne que solo sabían herir a otros patéticos sacos de carne como era él.
Tal vez solo quería ser castigado pro ser tan débil y así espabilar aunque después se arrepintiera.
Le miraba a los ojos, sin poder dejar aquella acelerada respiración atrás y temblando casi desesperado para que le diera una solución.
Solo podía pensar que estaba allí en busca de estúpidos como él.
Invitado- Invitado
Re: ¿El inicio de un fin? [Privado Shizuke]
Su mirada fría pero a la vez curiosa seguía posada en el muchacho el cual no se veía precisamente patético pero no sentía compasión alguna por él.
Planeaba decir algo más pero sintió algo frio y húmedo caer sobre él en pequeña cantidad pero de forma constante, era la lluvia que de manera repentina llegó hasta aquella isla. Levantó su mirada al cielo a causa de su sorpresa, no le agradaba mucho estar mojándose y más aun tomando en cuenta lo largo que era su cabello, realmente sentía que la lluvia había arruinado, al menos para él, el ambiente.
De todas maneras bajó la vista nuevamente en caso de que el otro hubiese reaccionado al extraño clima pero era obvio que cualquier cosa externa no le importaba ahora, el seguía molesto por lo que estaba, triste por lo que estaba, dolido por lo que estaba y cualquier otra emoción a causa de por lo que ya estaba así.
Con la mirada aún tranquila escuchó al otro gritarle lo que necesitaba gritar, en parte se vio sorprendido por ello pero no lo demostró en su rostro, es más, su rostro ahora no mostraba expresión alguna.
¿Qué hacer con él?
Tal vez le haría un favor al mundo si simplemente lo tomaba y empujaba hacía abajo pero su modus operandi no era así de sencillo, lo otro también sería el simplemente ignorarlo pero su atención ya se había fijado en esa persona y no de una manera realmente buena.
Sin pensarlo demasiado se volvió a acercar a él pero esta vez a menor distancia de manera que su mirada se encontrase obligatoriamente con la contraria. -¿Qué clase de perdón necesitas?- dijo en una voz algo sombría -¿El mío o el de los demás? Solo piensa a quien realmente debes mostrar que vales-.
Podía sentir perfectamente la respiración del otro lo cual ya le estaba incomodando un poco por lo que solo se separó unos cuantos centímetros dejándole una mejor vista de su rostro. No estaba al 100% decidido sobre qué hacer con él ¿ayudarlo? Si es que lo hacía sería a su manera obviamente.
-Al menos si buscas el mío- empezó en un tono algo más calmo que el anterior –Deberías demostrarme que vales la pena, algo que demuestre que no me es tan necesario el simplemente cortarle el cuello o arrojarte de aquí hasta abajo- no era precisamente una demanda o una amenaza si no que lo decía con total sinceridad, al menos en gran parte ya que tampoco le encontraba un gran fin en asesinarle justo ahora.
Planeaba decir algo más pero sintió algo frio y húmedo caer sobre él en pequeña cantidad pero de forma constante, era la lluvia que de manera repentina llegó hasta aquella isla. Levantó su mirada al cielo a causa de su sorpresa, no le agradaba mucho estar mojándose y más aun tomando en cuenta lo largo que era su cabello, realmente sentía que la lluvia había arruinado, al menos para él, el ambiente.
De todas maneras bajó la vista nuevamente en caso de que el otro hubiese reaccionado al extraño clima pero era obvio que cualquier cosa externa no le importaba ahora, el seguía molesto por lo que estaba, triste por lo que estaba, dolido por lo que estaba y cualquier otra emoción a causa de por lo que ya estaba así.
Con la mirada aún tranquila escuchó al otro gritarle lo que necesitaba gritar, en parte se vio sorprendido por ello pero no lo demostró en su rostro, es más, su rostro ahora no mostraba expresión alguna.
¿Qué hacer con él?
Tal vez le haría un favor al mundo si simplemente lo tomaba y empujaba hacía abajo pero su modus operandi no era así de sencillo, lo otro también sería el simplemente ignorarlo pero su atención ya se había fijado en esa persona y no de una manera realmente buena.
Sin pensarlo demasiado se volvió a acercar a él pero esta vez a menor distancia de manera que su mirada se encontrase obligatoriamente con la contraria. -¿Qué clase de perdón necesitas?- dijo en una voz algo sombría -¿El mío o el de los demás? Solo piensa a quien realmente debes mostrar que vales-.
Podía sentir perfectamente la respiración del otro lo cual ya le estaba incomodando un poco por lo que solo se separó unos cuantos centímetros dejándole una mejor vista de su rostro. No estaba al 100% decidido sobre qué hacer con él ¿ayudarlo? Si es que lo hacía sería a su manera obviamente.
-Al menos si buscas el mío- empezó en un tono algo más calmo que el anterior –Deberías demostrarme que vales la pena, algo que demuestre que no me es tan necesario el simplemente cortarle el cuello o arrojarte de aquí hasta abajo- no era precisamente una demanda o una amenaza si no que lo decía con total sinceridad, al menos en gran parte ya que tampoco le encontraba un gran fin en asesinarle justo ahora.
Invitado- Invitado
Re: ¿El inicio de un fin? [Privado Shizuke]
Se había quedado mirándole a los ojos. Aquellos ojos rojos como la sangre. Una vez mas nunca había visto un color similar. ¿Qué debía ser aquel chico? Estaba casi seguro de que no se trataba de un humano. Aquella sensación que sentía en su cuerpo no era normal. Era como si lo devorase literalmente con la mirada, haciéndolo sentir como un simple saco de carne, únicamente servible para el uso de los demás o para hacer cosas con un permiso.
No podía leer nada. Ere realmente angustiante y doloroso porque aquella fría expresión le hacia sentir casi lo mismo que la de aquel hombre.
¿Perdón? No entendió a que se refería. ¿Buscaba el perdón de alguien? ¿Así lo veía? Tal vez era tan patetico que únicamente parecía que buscaba el perdón por ser como es. Cerro con fuerza sus ojos, dejando escapar dos enormes lagrimas a la vez que dejaba ir un sollozo. Aquello dolía porque no sabia a cuales personas debía mostrar aquello porque no estaba seguro de que ni siquiera les importase. Pero en aquellos momentos, sabiendo igualmente que tenia razón, aquello era irrelevante. Solo quería aliviarse. Estaba harto de aquel dolor que parecía que pronto le haría llorar agua mezclada con sangre o secarle definitivamente las lagrimas.
Abrió nuevamente los ojos al escucharle y sin mas alzo sus manos y tomo sus muñecas. Tiro levemente de ellas e intento levantarse, pero no pudo.
"¿Ni siquiera tengo derecho a pedir un poco de alivio?" Pensó. -No...si a caso te mostrare que valgo la pena lo suficiente como para darme la oportunidad de sentir algo que no sea esta mierda...- Dejo ir una de sus muñecas al notar un calambre en sus manos. Era realmente horrible sentir que ni siquiera tenia derecho a aquello. Que realmente había gente que lo consideraba como un animal o peor. -Quiero que alguien me da la oportunidad de olvidar esto...- Dejo ir su otra muñeca, deslizando sus de dos por su brazo, hasta llegar a su mano y luego al suelo. -Aunque tambien duela..- Le era igual. Estaba acostumbrado a los malos recuerdos. Solo quería un parche con el que tapar el agujero que se le había formado a base de miradas heladas y asqueadas y palabras hirientes.
¿Qué debía hacia para parecer que valía la pena? No tenia ni idea. Se intento levantar hasta realmente quedar cara a cara, buscando algo en su mirada, la cual aprecian dos pozos sin fondo. Pero no encontraba respuesta alguna. Se termino de poner en pie y dio unos pasos hacia atrás. Parecía que ni siquiera tenia derecho a pedir ayuda para aquello con lo que tomó una piedra bastante afilada y con ella se corto la palma de su mano, la cual empezó a sangrar bastante. "No sirve..." Pensó al casi no sentir dolor. Olvidando por completo que eran indispensables para su vida diaria. Una vez mas sintió un calambre en sus manos y la piedra cayo y junto con ella, otra vez el cuerpo del castaño, el cual quedo medio sentado. Jadeo totalmente frustrado y con la misma mano herida empezó a golpear el suelo. También la froto contra su herida, ignorando por completo aquel chico, el cual lo veía menor a un animal. El castaño temía estar perdiendo al cabeza pero aquello era insoportable para su mente resquebrajada. Se sentía desamparado, incluso por la muerte. Quien se pensó que era aquel chico.
No podía leer nada. Ere realmente angustiante y doloroso porque aquella fría expresión le hacia sentir casi lo mismo que la de aquel hombre.
¿Perdón? No entendió a que se refería. ¿Buscaba el perdón de alguien? ¿Así lo veía? Tal vez era tan patetico que únicamente parecía que buscaba el perdón por ser como es. Cerro con fuerza sus ojos, dejando escapar dos enormes lagrimas a la vez que dejaba ir un sollozo. Aquello dolía porque no sabia a cuales personas debía mostrar aquello porque no estaba seguro de que ni siquiera les importase. Pero en aquellos momentos, sabiendo igualmente que tenia razón, aquello era irrelevante. Solo quería aliviarse. Estaba harto de aquel dolor que parecía que pronto le haría llorar agua mezclada con sangre o secarle definitivamente las lagrimas.
Abrió nuevamente los ojos al escucharle y sin mas alzo sus manos y tomo sus muñecas. Tiro levemente de ellas e intento levantarse, pero no pudo.
"¿Ni siquiera tengo derecho a pedir un poco de alivio?" Pensó. -No...si a caso te mostrare que valgo la pena lo suficiente como para darme la oportunidad de sentir algo que no sea esta mierda...- Dejo ir una de sus muñecas al notar un calambre en sus manos. Era realmente horrible sentir que ni siquiera tenia derecho a aquello. Que realmente había gente que lo consideraba como un animal o peor. -Quiero que alguien me da la oportunidad de olvidar esto...- Dejo ir su otra muñeca, deslizando sus de dos por su brazo, hasta llegar a su mano y luego al suelo. -Aunque tambien duela..- Le era igual. Estaba acostumbrado a los malos recuerdos. Solo quería un parche con el que tapar el agujero que se le había formado a base de miradas heladas y asqueadas y palabras hirientes.
¿Qué debía hacia para parecer que valía la pena? No tenia ni idea. Se intento levantar hasta realmente quedar cara a cara, buscando algo en su mirada, la cual aprecian dos pozos sin fondo. Pero no encontraba respuesta alguna. Se termino de poner en pie y dio unos pasos hacia atrás. Parecía que ni siquiera tenia derecho a pedir ayuda para aquello con lo que tomó una piedra bastante afilada y con ella se corto la palma de su mano, la cual empezó a sangrar bastante. "No sirve..." Pensó al casi no sentir dolor. Olvidando por completo que eran indispensables para su vida diaria. Una vez mas sintió un calambre en sus manos y la piedra cayo y junto con ella, otra vez el cuerpo del castaño, el cual quedo medio sentado. Jadeo totalmente frustrado y con la misma mano herida empezó a golpear el suelo. También la froto contra su herida, ignorando por completo aquel chico, el cual lo veía menor a un animal. El castaño temía estar perdiendo al cabeza pero aquello era insoportable para su mente resquebrajada. Se sentía desamparado, incluso por la muerte. Quien se pensó que era aquel chico.
Invitado- Invitado
Temas similares
» Inicio (Rol privado con Rin Tohsaka)
» Relaciones de Shizuke.
» La conquista (ST privado con Madara y Beserker privado)
» El inicio de una batalla
» ♚Un nuevo Inicio♚ Pv con Asuna
» Relaciones de Shizuke.
» La conquista (ST privado con Madara y Beserker privado)
» El inicio de una batalla
» ♚Un nuevo Inicio♚ Pv con Asuna
~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~ :: Isla Rokkenjima :: Islas Aledañas a Rokkenjima :: Roca de los Suicidios
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Ayer a las 3:38 pm por Add
» Cruzando a territorio enemigo (Byprox, Giyu, Mitsuri)
Sáb Nov 09, 2024 11:09 pm por Shinobu Kocho
» Una acción inesperada (Artemisa, Lancer, Jeanne, Sung)
Sáb Nov 09, 2024 9:22 pm por Jeanne Alter
» Oculto (Lisa Minci)
Lun Nov 04, 2024 8:26 pm por Lisa Minci
» En la cancha de básquetbol (Clase B: Teyvat Guild)
Jue Oct 31, 2024 9:33 pm por Anton
» Academia Legacy: La Guerra del Medallón
Vie Oct 25, 2024 9:36 pm por Jellal Fernandes
» Historia de Legacy (Parte VI)
Vie Oct 25, 2024 6:53 pm por Jellal Fernandes
» The First Folio [ Libre! ]
Mar Oct 22, 2024 1:19 am por Sung Jin-woo
» Alto al fuego (Shinobu, Douma)
Vie Oct 18, 2024 9:25 pm por Douma
» El portal hacia Japón (Natsu, Erza, Selene, Ignia)
Jue Oct 17, 2024 5:30 pm por Cuentacuentos
» La propuesta de Diluc
Mar Oct 15, 2024 8:43 pm por Kanao Tsuyuri
» Un encuentro inesperado... (Rena, Luciela)
Miér Oct 09, 2024 1:35 am por Add