“Alguien me persigue”

Quedarse dormido es similar a la muerte. En ambos casos la consciencia cae en la oscuridad. La diferencia es si el despertar vendrá después de eso.

Si es así, ¿El despertar de la consciencia correspondía a la resucitación o renacimiento? Mientras pensaba en un tema tan desvergonzado, Izayoi Miku abrió los ojos lentamente.

— ...Hmm.

Acompañado por un gentil ronquido de pereza, Miku se giró sobre su cuerpo antes de levantarse.

Era la habitación con la que estaba familiarizada. Era la misma mañana
inmutable de siempre. El cálido sol entraba por la ventana, pero el aire aún era
un poco frío.
Mientras pensaba en esto, Miku inclino su cabeza hacia un lado.

―… ¿Qué día es hoy?

Como si estuviera adormecida, no podía recordar la fecha en lo absoluto. No, para ser precisos, no solo era el día que era impreciso, sino también el mes. Miku
sólo podía juzgar la temporada aproximada por la temperatura que sentía en su
piel.

Aunque la propia Miku no tenía experiencia, probablemente era la sensación
de resaca durante la mañana siguiente. Su condición antes de irse a la cama no podía ser claramente recordada. Aunque debería haber sido la mañana
habitual, una extraña sensación de que algo estaba fuera de lugar había
envuelto su mente. Un ansioso sentimiento de no tener nada en que confiar.

Lo que recordaba era la noche. Si. La noche. La habitación oscura sin ni un solo rayo de luz. No lo reconoció hasta ahora pero tal vez ayer se había ido a dormir muy tarde. De ser así, está sensación sería justificada.

Ignorando por completo ese pensamiento, Miku agitó gentilmente su cabeza hacia los lados tratando de recobrar la conciencia. Ah, también frotó un poco sus ojos para asegurarse de estar bien despierta antes de comenzar a hacer suaves movimientos entre las sábanas para bajar de la cama.

Miku colocó sus pies delicadamente sobre unas lindas y esponjosas pantuflas rosas.

Luego, salió de su habitación caminando dulcemente por el lugar con dirección al tocador. Ya dentro, solo se podía oír el sonido del agua fluyendo atravéz del grifo adornado por un bello tarareo. En resumen; estaba tomando una ducha.

¿Cuánto tiempo había pasado desde eso? Miku se preguntó eso a sí misma mientras preparaba su desayuno. Corto su pan tostado. En una mitad coloco una hoja de lechuga que había sido lavada con antelación y repitió este proceso con la otra rebanada. Como siempre esto solo eran las capas superiores, sobre una de la hoja de lechuga coloco un poco de jamón, mientras la otra era adornada con un poco de tomate. Está combinación era importante. Mientras decía énfasis en eso miro el reloj para comprobar la hora y entonces fue cuando se dió cuenta.

Cierto, hoy había planeado salir con algunas de sus amigas. Si su memoria no le fallaba el lugar donde se habían decidió encontrarse habia sido la cafetería "Ikiru Kotoba".

Con eso en mente, Miku levantó su sandwich con sus manos y lo llevo a su boca comiéndolo poco a poco. Quizá ya se estaba haciendo tarde pero sería grosero preparar comida y dejarla en casa sin siquiera probarla.

Luego de comer su desayuno, se levantó del asiento donde estaba y camino con dirección a él vestidor. Ya allí, abrió la puerta del extenso closed frente a ella revelando frente a si misma una extensa cantidad de ropa muy bien acomodada.

...¿Que debería llevar para un encuentro casual? ¿Quiza debía hacer resaltar su belleza como la Idol que era? No, Miku negó ante ese pensamiento. Lo mejor sería algo lindo pero a la vez discreto tal vez así pase desapercibida entre los paparazzi. Pero había mucha ropa linda que también quería usar... ¿Que podía hacer ante esta situación tan difícil para algunas mujeres?.

Luego de meditarlo durante un rato, al final se decidió por un vestido rosa con muchos adornos que le llegaba a las rodillas. En fin. Después de vestirse uso un poco de maquillaje sobre su rostro quedando más linda de lo que era.

Después de prepararse para su cita con amigas, Miku salió de casa con pasos elegantes.

Fue entonces cuando... Lo vio. No, más que verlo pudo darse cuenta de ello. Detrás de ella, a unos veinte metros aproximadamente de dónde estaba, podía verse la apariencia de un chico no muy mayor a ella qua parecía tener una cámara. Claro Miku no tuvo que darse una vuelta completa para darse cuenta de todo esto, solo bastaba con mirar de reojo. Entonces pensó ¿Cuántas veces ya le ha pasado lo mismo? En veces anteriores quizá esto no le hubiera causado ninguna incomodidad. Sin embargó está vez. quería salir tranquilamente con sus amigas.

Con esos pensamientos en su cabeza Miku apretó los dientes mientras la molestia podía ser apreciada en su rostro.

Tratando de ignorar a esa persona. siguió con su camino con la esperanza de que se fuera. Pero... Eso no sucedió. cada vez más, está situación comenzaba a enojar a Miku, ella podía ser una chica dulce con todos. pero si algo no soportaba, eran los acosadores.

Había pasado ya alrededor de veinticinco minutos desde que salió de casa y esa persona detrás de ella no se iba. Cansada de esto sin titubear ni un poco, Miku se giró para enfrentar a esa persona. Usando un tono de voz alto y autoritario le pregunto que por qué la estaba siguiendo tanto. Pero esa persona no respondió, en lugar de irse como un cobarde. El tipo tomo su cámara y comenzó a fotografiarla a gran velocidad.

El flash de la cámara deslumbrando su vista repetidas veces hizo que Miku se sintiera aún más incómoda. Pero ella no era de esas chicas que se quedaría de brazos cruzados.

Miro a su alrededor buscando algo con lo que defenderse. Para su suerte estaba cerca de un jardín rodeado por una cerca. mirando hacia allí pudo ver como una escoba se asomaba por la cerca. Miku se apresuró a tomarla y comenzó a girarla sobre su propio eje como toda una experta.

Al darse cuenta de la situación actual el acosador retrocedió unos pasos hacia atrás. No... Intento retroceder. Su cuerpo ya había sido alcanzado por el palo que Miku había lanzado provocando que cayera al suelo rompiendo la cámara en el acto.

— a-ah... ¡¡Aaaaahhhh!!

El acosador soltó un grito de angustia mientras miraba la cámara hecha pedazos en el suelo. Miku aprovecho esta situación para acercarse a él y lo pateó en la cara haciéndolo caer de espalda sobre el duro piso, además de eso, su nariz comenzó a sangrar.

Tratando de levantar la cara. el palo nuevamente golpeó su cabeza dejándolo inconsciente.

Habiendo librarse ya de este acosador. la dulce chica devolvió la escoba a su lugar para después sacar de su bolso un teléfono que uso para llamar a la policía. Por supuesto no dió su nombre solamente dijo lo sucedido y se fue del lugar tomando una vez más rumbo hacia la cafetería donde se encontraría con sus amigas.

Me encontraba caminando rumbo a una cafetería donde me habían mencionado que vendían unas donas increíbles, yendo de camino me encontré con una situación bastante peculiar, una jovencita le dio una paliza a otro joven, fue sorprendente y gracioso toda la escena, pude percatarme que a la joven se le cayo un monedero haciendo las maromas para golpear al otro muchacho, luego que se fue la muchacha agarre el mismo, viendo al muchacho tirado en el piso, pobre diablo, pensaba, seguí mi camino manteniendo el pensar en "el mismo se lo busco", perdido en mis pensamientos, le perdí el rastro de la jovencita agresiva

-Se fue, desapareció, parecía caminar lento pero se esfumo, se fue, ahora... que haré con este monedero, la buscare lueo de comer, así no puedo pensar bien

El crujir de mi estomago me interrumpió y entre quejidos fui a donde me habían dicho, no dejaba de pensar en la muchacha y su valiente acción, y recordaba los gritos de lamento del joven, cuando alguien tropezó conmigo sacándome de mis pensamientos y note que era el mismo muchacho muy molesto y se fue corriendo, agarrando el monedero uní los puntos, tenia cerca la cafetería y corrí tras el muchacho y el joven paso de largo pero note que la muchacha estaba allí dentro, hablando con unas amigas suyas, al parecer, me detuve torpemente al verla y entre a hablar con ella.

Eh... Disculpa, hola, puedo hablar contigo sobre lo que paso hace rato con el joven de la cámara?