L1: El encuentro (Evento)

Fachada principal de la academia. 9p.m.
A un kilómetro de Yokohama, Japón.

La niebla se cernía sobre la costa como un velo misterioso, su frialdad penetrante hacía que la piel se erizara de escalofríos. La brisa transportaba un presagio sombrío, una sensación de amenaza inminente que se acercaba con rapidez, pero sin un destino claro. Las energías oscuras y desconocidas que se avecinaban no tenían su origen en la Academia Legacy, lo que generaba una atmósfera de inquietud entre los presentes. La alarma se extendía, y tanto alumnos como profesores estaban en máxima alerta.

La niebla parecía tener vida propia, envolviendo todo a su paso en un manto de incertidumbre. Los sonidos se distorsionaban, y la visibilidad era casi nula. La Academia Legacy, conocida por su sabiduría y poder, parecía no tener respuestas para esta amenaza, lo que aumentaba el misterio y la preocupación. La espera era tensa, y el silencio solo era roto por el susurro de la niebla al avanzar.

Se podía cortar el aires con un cuchillo, la tensión así como la atrapante neblina había avanzado por las playas para meterse en los jardines y finalmente envolver a la Academia Legacy y al castillo en un tenebroso paisaje gris oscuro. Sentía que sus vellos se erizaban al observar al horizonte. Cerró los ojos para que los otros sentidos no le abrumasen, y perfectamente detectó fuerzas enemigas.

— — ¡Shukra, Artemisa! Ossor está aquí, — grita el peliazul mientras salta y desciende poniéndose entre los jardines y el portón. Estaban muy cerca esos enemigos y la densa bruma impedía la visibilidad. Sus ojos se dirigían a todos los ángulos posibles mientras esa masa amorfa engullía las palmeras que estaban diseminadas en el patio delantero.

Los estudiantes parece que estaban dentro, pero no tardarían en salir. En su corazón esperó que salieran, pues aunque era profesor, una mano nunca estaba de más.

*El ambiente sombrío y enigmatico presente en la institución era el escenario perfecto para la aparición de una organización de gran magnitud e influencia tal cual cómo Ossor. Implantar terror y caos son cualidades que les caracterizan y les queda cómo anillo al dedo; dicho día no sería una excepción.*

*Actualmente, la joven de baja estatura y cabellos albinos semejantes a delicados copos de nieve; observaba al próximo objetivo entre los planes de la poderosa organización. Con una dulce sonrisa adornando sus facciones de infante, soltó un ligero susurro al solitario viento gélido.*

– La culminación de su vida ya está sentenciada.. Academia Legacy.

*Liberó una sutil carcajada antes de caer desde las alturas, provocando un fuerte estruendo por el impacto repentino y directo contra el suelo. La acción de la ojiazul produjo un rastro de escombros que se ubicaban debajo de sus pies y a unos cuentos metros alrededor suyo, al mismo tiempo que una pesades e intensa aura se hacían notar en la escena.*

*Esta luego de encontrarse en tierra firme, empezó a dar pasos secos y seguros hacia la entrada del sitio cómo si fuera su propio hogar, tarareando con cada movimiento que ejercía; retumbando el eco en la zona. Su figura era invisible para el ojo ajeno, despúes de todo la niebla era un manto que ocultaba el enigma actual; un nuevo misterio aún sin explicación aparente, al menos, no por ahora.*

En alguna parte de la academia estaba una joven de cabello largo, ojos totalmente negros que solo mantenían una pupila de un tono púrpura brillante y una extraña marca bajo su ojo izquierdo, dicha joven se encontraba en su habitación haciendo diferentes modelos para sus futuras armas que tenía en mente para crear, además, no han habido muchas misiones fuera de la academia a las cuales pudiera asistir así que la mayor parte del tiempo estaba en su habitación o hablando con algunos de sus compañeros. Todo estaba perfecto y tranquilo sin nada malo al parecer, pero no fue hasta que vio por la ventana como todo estaba cubierto de una neblina misteriosa, para ella si fue totalmente extraño puesto que esa niebla no estaba ahí hace unos minutos y solo le hacía sospechar que algo grande se acercaba a la academia o que quizás ya esté aquí, dicha niebla era muy densa así que no podía ver nada por la ventana, su única opción en estos momentos era salir por cuenta propia y más aún por el hecho de que las alarmas comenzaron a sonar.

7 minutos después de que la primera alarma sonará la Albina ya se encontraba afuera del castillo, todo seguía sin ser visible debido a la niebla y eso resultaba ser una enorme molestia para ella aunque no era el momento de estar quejándose, lo que debía hacer ahora mismo era buscar a sus aliados y apoyarlos en todo lo que necesiten aunque más que nada estaba concentrada en encontrar a un compañero en particular. Solo fue cuestión de minutos para escuchar una voz entre la niebla, parecía ser la voz de un hombre que llamaba a dos compañeras y a lo lejos el sonido de algo cayendo contra el suelo, sin duda era algo extraña, pero a la vez fascinante para la Albina.


╰┈➤ Así que Ossor esta aquí, al parecer esto se pondrá muy interesante, tendré diversión hasta por un rato.


En el rostro de la joven se vio una amplia sonrisa, Pero no era una sonrisa cualquiera puesto que esta parecía ser la típica sonrisa de alguien psicópata, una sonrisa que reflejaba la locura de Add.


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No estaba del todo desarrollado pero gracias a clarividencia de Shukra, ella se había anticipado ante tal premonición con una fuerte voluntad de buscar respuestas. Cuando los nombres femeninos se hicieron eco entre los pasillos, la joven de cabello azabache aguardaba en la entrada del castillo la revelación de aquel enigma que doblego al profesor.

— Culminara para todos por igual, aun asi, no será hoy. Vida y muerte eternas, apagadas en el hielo. —

Respondió de manera calmada y etérea tales dichos haciendo un gesto con su brazo para disipar la niebla a su alrededor. En consecuencia, congelo las pequeñas gotas de agua suspendidas en el ambiente para convertir la neblina en alusión al polvo de diamantes que traslució la silueta de ambos seres enfrentados por una amplia brecha de distancia. El destello de los copos de nieve enmarcaban de manera majestuosa las hebras albinas de la visitante, desintegrándose en el acto por el poderoso aura que esta transmitía.

Shukra contemplaba el profundo abisal azul de los ojos de su contraria, manteniendo la mirada en alto junto a su perfecta postura esculpida en el trono de su anterior vida. Incluso si la albina portaba un rostro de infante, nunca juzgaba las apariencias. Creía que era algo burdo y ordinario enjuiciar a los demás por el mismo motivo, no importaba si eran aliados o enemigos.

— Traes consigo hostilidad pero has venido sola frente a la hoguera de tus "enemigos". Mi nombre es Shukra y no me termina de convencer tus intenciones. — Acompañado de una suposición, ella se presento ante la jovencita.

Su facción dependía de un péndulo, ella estaba a cargo de una misión y su inquebrantable convicción hacia que se distanciara de los compromisos. La Academia Legacy le había abierto las puertas como si fuese un hogar. Asi como pasaba tiempo junto a los héroes prestigiosos, también deducía las ambiciones de su rival del calibre de una potencial dominación territorial.