Templo + Futon = ? ( Privado con Erio)

El peliazul se encontraba combatiendo con unos dos youkai de nivel intermedio con apariencia similar al de los camaleones, si bien eran fáciles de vencer también se caracterizaban por ser muy escurridizos, mientras el azulado le lanzaba esferas de fuego azul a uno de estos youkai, el otro aprovecho para lanzar una hilera de un líquido acido directo al joven, este pudo esquivarlo sin mucha dificultad, no obstante el peliazul no se percató de que al momento de evitarlo aquel acido había tocado su colgante que traía puesto en el cuello, chasqueo la lengua en muestra de su fastidio, por suerte el ácido solo había tocado la cinta que sostiene el amuleto cilíndrico de color azul brillante, ya que eso era lo importante.

Ya después de haber derrotado a ese par de youkai el azulado comenzó a mirar por unos instantes aquel  amuleto, recordando el día en que Taihei se lo entrego de parte de su fallecido padre, este debía cuidarlo y atesorarlo ya que es el única pertenencia que tenia de su padre, levanto la mirada guardando así el amuleto dentro de uno de sus bolsillos. Lo que debía hacer ahora era conseguir otra cinta para poder volver a usar el colgante, sin embargo la cinta no era una común y corriente, esa cinta era de una tela especial y sagrada normalmente la encuentras en un lugar rodeado de poder espiritual, debía conseguir esa cinta dado que si usara otra de diferente material seria un insulto al recuerdo de su padre y al amuleto mismo.

El azulado se puso en marcha en dirección donde se encontraba un templo cercano, porque  que otro lugar tendría más poder espiritual que un templo, ninguno claro está, después de unos cuantos minutos caminando finalmente estaba en el templo, subió las escaleras, las cuales eran muchas hasta llegar a la puerta del templo. Le pidió la cinta a uno de los monjes que se encontraba ahí, habría pasado una media hora para que aquel monje purificara, además de reforzar la consistencia de la cinta, terminado eso el azulado pudo volver a colgar su amuleto alrededor de su cuello.
Aun le sobraba tiempo así que decidió ir a rezar un poco, al momento de llegar noto un bulto debajo de donde está el recipiente donde se echa el dinero de ofrenda.

~ Que es esto ? ~ musito ~ Acaso es un futon ? ~

El joven se agacho comenzando a picar con el dedo aquel extraño bulto.

Unos cuantos segundos fueron los que  pasaron en lo que el azulado picaba aquel futon en forma de bulto, no obstante este se movió un poco a lo que el joven por reflejo retiro rápidamente su mano del bulto, para luego oír una voz suave y no tan clara, era más bien como un balbuceo, ´´Es una persona ?´´, pensó el peliazul.  
Esa forma de hablar era típica de las personas que recién acababan de despertar repentinamente, en seguida desvió la mirada observando el bulto en su totalidad, dándose cuenta que un par de piernas sobresalía del futon, se preguntó cómo es que no lo había notado antes, de cualquier forma era algo raro que alguien esté en un futon  en medio de un lugar para rezar, acaso no tenía hogar o algo así, tal vez huyo de su casa, habían un sinfín de razones para suponer, eso fue lo que pensaba en esos instantes, pero antes de sacar cualquier conclusión era mejor preguntárselo directamente, pero este seguía envuelto en el futon sin moverse en lo absoluto, en seguida una pequeña vena sobresalio  marcando un lado de la frente del azulado, alzó la mano sobre el futon para acto seguido arrebatárselo a aquella persona, después de eso se puso de pie con el futon en mano.

~ Levántate de una vez !! Es una falta de respeto quedarse dormido aquí  ~

El joven levanto la voz al momento de regañar a aquella persona, era un tanto serio el aspecto que tenía este, ya que aunque fuera una persona que no tuviese donde vivir bien pudo ir a donde estaban los monjes y pedirles refugio, siendo personas del templo sin duda lo acogerían así que no había la necesidad de estar ahí estorbando el paso a los demás. Finalmente vio a la persona que estaba bajo el futon no era nada más que una pequeña niña, traía una ropa escolar por lo que pudo notar, a simple vista parecía una muchacha sana, no parecía como si estuviera abandonada ni nada por el estilo, entonces porque el estar ahí ?.

~ Oi oi no piensas disculparte ?   ~

La chica parecía no entender la situación decía que porque debía disculparse, ya que según ella no había hecho nada malo lo cual era totalmente falso, dado que cualquier persona en su sano juicio no dormiría tan despreocupadamente en un lugar como ese, acto seguido de la pequeña fue arrebatarle el futon de la mano del joven para volverse a cubrir con este, lo cual no entendía el azulado porque la jovencita hacia eso, era algo extraño ver a alguien taparse con un futon en esas épocas del año, pero tal vez esa chica estaba acostumbrada a usarlo de esa manera o quizá era su forma de hacer una barrera entre ella y el muchacho, de cualquier forma eso no le importaba en absoluto.  

El peliazul se tomó un par de segundos para respirar profundo y tratar de no perder la poca paciencia que tenía, mientras tanto la chica le hablaba de una manera algo rara, ya notando esa actitud de la pequeña tenía ganas de dejarlo ahí y no meterse más, no obstante la verdad era que aquel peliazul se  había tomado a pecho la forma de actuar de esa niña, por alguna razón que no sabía explicar quería corregirla para bien, el joven suspiro para luego proseguir a responderle a la pequeña extraña.

~ Escucha niña del futon, tu eres la que provoca molestia, es más que obvio que no puedes dormir aquí, nadie puede dormirse aquí, este es un santuario, las personas que vienen a rezar no les agrada que una pequeña este en medio de su camino estorbándoles el paso y encima faltándole al respeto al dios de este santuario, si los monjes te encontraban durmiendo te hubieras llevado una buena bronca con ellos, ahora no se si ese cerebro tuyo comprende lo que pasa, así que solo espero que estés arrepentida por tus actos ~

Terminando de decir eso el azulado cruzo sus brazos mirando fijamente a la pequeña.

Al parecer la pequeña por fin entendió que había cometido un error, el azulado al oír las palabras de disculpa de parte de la jovencita se sintió aliviado por así decirlo, sin embargo las siguientes palabras de aquella niña le llegaron al peliazul como un flechazo directo al cuerpo, ´´ Malo ? ´´ pensó el joven,  aquella del futon hacia un ligero puchero evitando hacer contacto visual con el contrario. El muchacho levanto su mano hacia su cabeza comenzando a sobarla en tanto pensaba en que tal vez se excedió un poco con la chica pero aun así él no estaba equivocado al haberla regañado, el azulado estaba a punto de abrir la boca para dirigirle unas palabras a la pequeña, sin embargo sin previo aviso alguno el fantasmal albino empezó a hacerse visible para los presentes, apareciendo en medio de los dos individuos con su traslucido cuerpo.

< Lo escuche todo, Sato como  puedes hablarle así a una pequeña tan linda como
ella >

~ Tenia que aparecer ahora ~ musito ~ Oye esto no tiene nada que ver contigo ya
vete ~

< Ese raro tipo te regaño de más verdad ?, es un tipo malo será mejor que no te acerques a el >

Dijo el albino colocándose a un lado de la jovencita del futon poniendo sus manos sobre los hombros de esta.

~ Oye no me ignores !! y deja de meterle ideas erróneas a la cabeza ~

< Entonces discúlpate por ser tan duro con ella >

El azulado dio un pequeño suspiro, acto seguido dirigió su mirada hacia la pequeña, dio unos pasos quedando enfrente de ella, la presencia del albino era algo con lo que no contaba pero de igual forma al ver a la joven este sentía que le debía una disculpa por su fría actitud.

~ Esta bien, lamento haber sido tan severo contigo ~ dijo desviando su mirada a un lado.

< Bueno  como te llamas y porque dormías aquí ? >

Le pregunto el fantasma a la pequeña joven de cabellos celestes.