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Mensaje por Invitado Sáb Sep 17, 2016 12:39 am

-¿Qué rayos?- la rubia miraba a su alrededor sin poder creerlo. Recordaba haberse dormido, unas cuantas horas atrás en su reconfortante cama pero estaba segura de que allí no era donde se encontraba en ese momento.

Este era un lugar tan oscuro como húmedo, cuyos olores eran más que suficientes para alejar a cualquier ser vivo y probablemente hasta algunos de los muertos. Una  combinación entre el azufre y la muerte, si es que eso podría tener algún sentido. En la cabeza de Dina definitivamente no lo tenía. Las paredes eran duras y terrosas, o al menos así se sentían bajo sus manos. Las cuales por los momentos eran en las únicas confiables; como un ser de día y de luz, sus ojos no estaban acostumbrados a la carencia de la misma, por lo tanto solo lograba apreciar sombras, donde debían encontrarse las paredes y algún animal rastrero que pasaba a gran velocidad, en lo que parecía una especie de cueva.

“¿Cómo llegue aquí?” se cuestionó mentalmente mientras mordía sus labios, cuando algunas imágenes de ella… mejor dicho de su cuerpo moviéndose, vinieron a su mente -¡Perra!- ya no tenía que hacer más preguntas, sabía exactamente qué había pasado, aquel era el motivo por el que casi no salía de su habitación desde que había ido al cementerio con  Itachi. En principio, porque en estas condiciones,  atraía demasiadas energías malignas, no solo algo como la típica mala suerte , si no literalmente era la señora imán, como si hubiese roto unos 7 espejos con enormes saleros  y además no había forma de saber cuándo "ese ser" tomaría el control.

Estaba molesta, indignada pero sobre todo desorientada, tenía que buscar la manera de volver a casa pronto -okey, cálmate- se decía así misma para animarse y con sus manos temblando en desacuerdo con sus palabras, se concentró para recordar un hechizo que  iluminara el lugar. Cuando lo ubicó pronuncio algunas palabras en latín, haciendo aparecer una pequeña lámpara de noche en forma de rana.

La rubia dio un largo suspiro antes de ponerse en pie solo para darse cuenta que la lamparita después de 60 segundos se apagaba lentamente –No, no, no…- y dándole clic en la cabeza se encendía de nuevo. Aquella debía ser la situación más ridícula en su corta vida –Estúpida lámpara debo salir de aquí-  sin saber exactamente a donde se dirigía empezó a caminar por los túneles de la cueva -¡¿Hay alguien ahí?! ¡Ayuda! ¿Alguien?- gritaba mientras alternaba las palabras procurando que la lámpara no se apagara, cuando lo encontró.
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Mensaje por Invitado Sáb Sep 17, 2016 5:56 pm

Un día como cualquier otro, en la quietud de la calma que su vida como profesor de medicina en la academia Legacy le proveía, impartiendo clases a diversos estudiantes, corrigiendo tareas, calificando conductas, luego ir a las dichosas reuniones de profesores para entablar temas de conversación referentes a los alumnos y sus desarrollos, en fin, lo normal que podrías encontrarte en una academia cualquiera. Aquello que no encajaba en el rompecabezas como una pieza cuya forma no tenía cabida en el puzzle de la normalidad, era "cómo" se llevaban las clases adelante, el personal del instituto y sus estudiantes, todo en si, desde los cimientos del castillo hasta la punta más alta de la torre más alta, era lo anormal. La vida del joven fue incluso más caótica que aquello vivido dentro del afamado Legacy, por ello sentía que era una pieza más del cuadro principal sin problema alguno con el ambiente.

Sin embargo, casos extraños ocurrían a diario, los profesores, agentes de seguridad entre otros, necesitaban actuar con regularidad para solventar problemas entre estudiantes, asuntos sobrenaturales en las cercanías de Legacy, en alguna ciudad, todo lo que fuera necesario para mantener la paz en la Isla Rokkenjima. Y éste día, pasaría a su historia a ser uno de esos días, donde un pequeño giro inesperado activaría los engranajes del destino una vez más, encaminando todo a quien sabe cuál final. Fue informado en la sala de profesores que una estudiante se había perdido hace unos días, no asistía a clases pero no tenían a alguien disponible para poder encargarse del asunto; lo único que le informaron es que al parecer la última vez que se la vio fue a parar cerca de unas montañas, donde había una gran área boscosa, y cavernas más allá de la frondosidad. Como era de esperarse su espíritu aventurero le movió al joven demonio, llevándolo a tratar de cumplir con el pedido de ayuda puesto que su responsabilidad se la tomaba en serio, además era para garantizar la seguridad de una estudiante.

Se pondría su ropa especial (link), esa que llevaba cuando debía atender seriamente un asunto, que por supuesto no sabía en lo que podía terminar, por eso como era su propia tradición "personal", ¡su traje negro no podía faltar!...Y con todo listo, el inesperado pero intrigante viaje, inicia...

Kettei llegaría en poco tiempo a los bosques señalados con anterioridad, aprovechando a explorar de ellos todo lo que pudiera, después de todo su percepción sensorial no era la mejor, así que le tocaba llevar a cabo un trabajo más duro al inspeccionar cada metro cuadrado de la espesura oscura, que si le combinábamos el hecho de que ya estaba anocheciendo, básicamente a no ser que se tuviera una buena visión nocturna, todo era muy difícil. De todas formas era un alivio que supiera todo concepto en base a la supervivencia enseñado por sus padres, lo que le llevó a crear una fogata rápidamente, atando varias hojas a una rama gruesa de un árbol, para prenderlas fuego, el cual incluso podía moldear con sus propias partículas de energía para que fuera más poderoso de lo normal, además de evitar quemarse la mano. Desventurado fue al no conseguir rastro alguno de la supuesta chica en toda la vasta naturaleza nocturna, lo que finalmente impulsó al chico con una gran sonrisa en su rostro, a adentrarse en el desconocido terreno, misterioso, tal vez hasta peligroso, ¡¡que podrían ser las cavernas!!

-¡¡Yeah!!, ¡¡hora de una gran aventura!!, vamos allá a ver que clase de enigmas puedo encontrar hoy, es mejor que estar dando clases-

Los pasos resonaban con pequeños ecos en la impenetrable oscuridad, solo la luz de la gran llama podía darle una perfecta visualización del panorama que ésta alcanzaba a rozar. De vez en cuando podían escucharse goteos, como si algo de agua estuviera deslizándose por estalagmitas formando leves charcos en los suelos rocosos, que a su vez eran muy irregulares, el pobre chico se tropezó unas cuantas veces, evitando una desafortunada caída y accidente candentes. Más tiempo del indetenible destino corría, escapándose de sus manos, la cuenta de todo momento gastado en las cavernas sin fin la había perdido hace bastante.....y así, como todo buen misterio, finalmente se debía llegar a un nuevo nivel de desarrollo...una voz, que pedía socorro, rebotaba en las paredes de largos pasillos, captada finalmente por el cerebro de Kettei.

-Finalmente ¿eh?, parece que ahora si llegaré al final de la misión....bueno, fue genial mientras duró al menos-

Algo decepcionado se encontraba por no ver tan siquiera algo que no fueran rocas rocas rocas y más rocas en lo que encontró allí dentro, pero de todas formas su tarea se centraba en salvar a una alumna, nada más, así que igualmente no iba a conseguir un gran viaje por territorio muy desconocido con bestias y acertijos ni nada....le gustaría algún día ser partícipe de ese tipo de situaciones....en fin, algunos minutos más le llevarían encontrarse con una chica de cabellos claros, que cumplía con cada detalle de la descripción física dada para hallarla. Con una voz tranquila entonces, procede a hablar....

-¿Qué tal?, ¿te encuentras bien?, me enviaron aquí para venir a buscarte ehm, ¿cómo te llamas?, yo soy Kettei-

Le tiende una mano como saludo formal, se quitaría el guante negro para saludarle apropiadamente si no fuera porque la otra mano se encontraba ocupada evitando perder el fuego. Y con unos ojos serenos esperaba lograr transmitirle tranquilidad y seguridad a quien había desaparecido por causas misteriosas de la academia Legacy.
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Mensaje por Invitado Mar Sep 20, 2016 7:02 pm

No podía creerlo, de verdad había alguien allí, sin trampas, sin espíritus intentando matarla. Utilizo toda su fuerza de voluntad para controlarse y no saltarle encima de la emoción, no era precisamente adecuado hacer algo así con alguien que acababa de conocer, pero había pasado por tanto últimamente, que una parte no muy propia de ella estaba considerando seriamente dejarse ir ante la primera situación de peligro. Estaba cansada, cansada de ser perseguida, de no tener control sobre sí misma, de estar sola… simplemente estaba cansada.

-Gracias, gracias, gracias- dijo finalmente agarrando su mano con emoción, cuando la lucecita de su linterna se volvió a pagar –pinche cosa- la miro con enojo y soltándole la mano a su compañero, la guardo en su pequeña bolsa negra de lado, apreciando finalmente gracias a la luz lo que ella traía puesto; aparte de la bolsa negra tenía un desconocido vestido verde y rosa, que cubría su joya negra y unas sandalias azules (Link). Si bien la rubia amaba usar vestido, este definitivamente no era de su estilo, era demasiado revelador y le daba la apariencia de alguna especie de muñeca “guerrera”.  No cabía duda de que era una adquisición de su no tan apreciada invitada, solo ese hecho hacia que odiara llevarlo puesto. Suspirando con resignación, se prometió que haría una hoguera tan pronto como llegara a su casa.  

-Como seguía diciendo, Gracias por encontrarme tiemblo en pensar lo que me hubiera podido encontrar si...- “Demasiada información, demasiada información” tenía que pensar rápido en una manera de tapar su tropiezo lo último que quería era que las autoridades de la academia supieran de su problema - Es decir, lo que hubiera pasado de estar tanto tiempo sola, como vera me perdí y como no estoy precisamente bien equipada así que no tenía ni idea de cómo regresar- menciono notando que tenía una completa ignorancia respecto al tiempo que había transcurrido desaparecida, pero podía imaginar que debían ser algunas cuantas.

-En fin, sí, me encuentro perfectamente. Me alegra que llegara.  ¿Tiene alguna idea de cómo salir de aquí? debemos irnos inmediatamente de la cueva – Nuevamente estaba segura de haber hablado más de la cuenta, pero lo que decía era cierto. Por un lado desde que tenía la gema en su cuello su mala suerte y una atracción hacia ella por parte de las criaturas más ridículamente malvadas, había aumentado considerablemente y por el otro, era la primera vez que su… lo que sea que ella fuera, la poseía por tanto tiempo y la movilizaba hacia un lugar lejano, no había forma de saber qué pero estaba segura de que algo debía estar tramando.

Entonces con esa idea en la mente, un poco de duda la invadió, cambiando su emoción por cautela… quizá más que un poco. –Un momento ¿cómo es que lo enviaron por mí y no sabe mi nombre? -  dio unos pasos hacia atrás como precaución, mientras le observaba de arriba abajo con los ojos entrecerrados. Por su tono de voz y sus acciones no parecía alguien peligroso, pero dado que obviamente no podía confiar en ella misma, era fácil dudar si hacerlo con los otros. Además, había algo en esos extraños ojos dorados que te transmitía poder y peligro, si definitivamente de quererlo este sujeto podía ser mortal y era ese mismo aspecto el que alimentaba a una parte paranoica recién encontrada en ella.  

Repasando los acontecimientos internamente, se dio cuenta de que apenas hacía unos minutos que había despertado en un lugar desconocido, completamente sola y a oscuras. No se le podía culpar por cuestionar lo peculiarmente repentino que había sido su encuentro, sin embargo, esto la hizo darse cuenta de otra cosa; ese algo en ella, la estaba volviendo no solo precavida, si no desconfiada. Del tipo de desconfianza que hace que un cachorro te muerda aunque solo intentes darle de comer.

-Sin mencionar que ¿Qué interés tendría la academia en buscarme? No debo llevar más unas horas desaparecida- Bien no estaba segura de que eso fuera cierto, pero era el mejor argumento con el que contaba. Lo pronuncio con apatía y luego continuo - así que con su permiso-  sin intención escuchar razonamientos señalo hacia el lado derecho con desinterés y se voltio calmadamente para alejarse, pero luego, movida por un golpe de adrenalina empezó a correr lo más rápido que podía, sin saber a dónde iba y sin nada que iluminara su camino, pues sacar la lámpara le restaría velocidad.

No pensó que aquella fuera la mejor idea del mundo, posiblemente ni siquiera era una idea, era más bien un puro e irracional instinto de conservación “Muy bien ahora aléjate del señor mortal y” no tenía ni idea de cómo completar ese pensamiento ¿Qué haría luego de correr? Más interesante todavía ¿A dónde estaba corriendo? “Si eres un genio” luego de unos segundos de considerarlo se detuvo, sin aliento y prendió su lámpara.

No estaba segura de que tan lejos se encontraba pero la oscuridad empezaba a perturbarla todavía más. Cuando se ilumino la habitación, al cansancio le siguió la intriga -¿Qué Ra-yos?- Por el tipo de ambiente hubiera esperado murciélagos, insectos e incluso ratas, pero no prestaba crédito de lo que veía; eran pequeñas y delicadas muñecas de porcelana, una no muy lejos de la otra, en alguna especie de camino.


Última edición por Dina el Miér Sep 21, 2016 12:42 am, editado 1 vez
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Mensaje por Invitado Miér Sep 21, 2016 12:13 am

(Ost) Lost in the shrouded darkness...:

A pesar de haber encontrado a una chica que cumplía con las características presentadas en una imagen dada a él con anterioridad para lograr completar su búsqueda, no podía simplemente dar todo por sentado así como así, tal vez fuera similar pero no la misma chica, o tal vez si lo fuera y estaba siendo algo idiota por no creerlo así. El punto es que, siendo la isla rokkenjima...y la academia Legacy, lo anormal era el pan de cada día, no sería extraño que todo aquello fuese una simple broma de sus colegas para hacerle pasar un mal rato, sacarle una foto, grabarlo y tal vez subirlo a LegacyBook.  Claro que si realmente estaba dispuesto a aceptar esa realidad, entonces era porque necesitaba una buena siesta ya que sus neuronas no se encontraban funcionando del todo bien. Por lo pronto recibir ese saludo tan exageradamente emocional era lo único que necesitaba para creer que frente a sí, tenía a la estudiante buscada.

-Heheh, descuida ya estás a salvo conmigo, ah y no te preocupes por la linterna, ¡aquí tengo esta antorcha!-

Exclama con la misma emoción que aquella mostró, solo para seguirle un poco el juego, después de todo había viajado mucho, necesitaba algo que saciara su apetito por la aventura, el misterio, y una buena dosis de diversión. Así que, por el momento se mostraba alegre, simpático, sonriendo ligeramente mientras aceptaba la inseguridad de la chica a la vez que intentaba ser un soporte positivo para ella. Si el destino le había llevado ahí hoy, debía ser por algo bueno, sino empezaría a cobrarle la renta en su vida puesto que hace un tiempo que no le enviaba absolutamente NADA interesante para hacer, más que papeles, dar clases normales a estudiantes que no podrían aguantar ni un minuto de sus pruebas especiales, y tarea tarea tarea....

-Hm?, si si no te preocupes, cualquiera se perdería aquí dentro si no tuviera alguna clase de mapa como yo-......eh....ups.....-

Había pasado por alto lo más importante de todo en la vida cuando uno se embarca en lo desconocido...¡¡¡EL CONDENADO CAMINO QUE TE LLEVARÁ DE REGRESO ZOPENCO!!!, ¿¡cómo pudiste olvidarte de eso esta vez Kettei!?, ¿estás tarado o que?....rayos, a veces me pregunto cómo es que sobrevive en todos sus viajes de entrenamiento este profesor, ¡¡¡si la última vez casi no se lleva el shampoo!!!, a veces me desespera....Ejem, bueno, como sigue esto....oh, oh la chica está dudando, claro genio de los infiernos nunca te dijeron el nombre de la estudiante que buscas, es obvio que va a sospechar *algo le golpea* QUE?!, ah si, la narración, que idiota, ¡¡lo siento!!....La niña con aspecto angelical que podía encantar incluso el corazón del poeta con la mente más cerrada de todas, parecía que se encontró ahora en una encrucijada, tan enredada que parecía no obtener la respuesta del camino a seguir. Evidentemente el joven profesor se golpea la cabeza con la mano libre acentuando lo atolondrado que fue al aceptar su misión...encontrar una chica de la cual no sabe ni el nombre, genial Kettei, te pasas.

-Oooooh, ¡¡oye es cierto!!, nunca me dijeron tu nombre, solo que necesitaba venir urgentemente a esta zona para encontrar a una estudiante de la academia...es extraño ahora que lo mencionas, de verdad...-

Disimulando un poco lo perdido que se encontraba, la misma mano anterior ahora baja hasta el mentón, alegando que se encontraba pensativo, aunque en verdad lo estaba, intentando buscar la misma explicación que la rubia a su lado. Para el infortunio de ambos, la siguiente decisión sería condicionada por aquella desconfianza ahora infundada en los ojos profundos de ella, quien llena de duda, continúa cuestionando las intenciones puras del profesor, para finalmente marcharse sin siquiera escuchar su respuesta, cosa que lo agitó de sobremanera.

-¡¡Hey espera!!, ¿dónde vas?, ¡¡es peligroso que te vayas sola!!-

Intentó alcanzarla con una mano, y sin embargo, la suave tela del confeccionado traje similar al de una muñeca resbala entre sus dedos, fallando en su objetivo, ahora la chica desconocida estaba por perderse nuevamente, pero si seguía así, tal vez por siempre.

-Pero la....huff....ya que, yo tampoco se como volver exactamente sin un mapa, estaría igual de perdido si intento salir por mi cuenta...lo mejor que puedo hacer es continuar, encontrarla, tranquilizarle y entonces ver una manera de salir de aquí juntos-

Una nueva determinación se enciende como el fuego reflejado en sus orbes solares, y ahora retoma la marcha más acelerada para lograr alcanzarla. Su velocidad era considerablemente rápida, tomando en cuenta que si realmente se ponía muy serio, incluso era capaz de llegar a romper la barrera del sonido como límite actual, claro, uno al que le costaba llegar, pero digamos es su capacidad máxima. Teniendo esa facultad en cuenta solo esperaba que fuese sencillo llegar hasta aquella perdida en la desesperación, aún si ya pudiera haber marchado lejos.

-Ojalá no esté llegando demasiado tarde...-

Adentrarse por aquellas cavernas oscuras con solo un atisbo de luminescencia le hacía recordar viejos tiempos...si, como cuando jugaba junto con su hermana en los témpanos helados del Cocytus. A veces usaban un gran laberinto de cuevas como su patio de juegos, su base, incluso competían contra sus padres, o uno de los hermanos con uno de los padres contra los otros dos, en juegos de "conquista la base" y cosas así. Eran buenos tiempos, casi podía sentir la calidez del fuego que sostenía, pero en su pecho....solo que, sus memorias se vieron interrumpidas por las palabras llenas de desasosiego procedentes de la joven.

-¡Hasta que te encuentro!, ¿cómo se te ocurre dejar al que vino hasta AQUÍ a buscarte desde kilómetros?, mira si te llegas a per......der?, wooooooooooooooow-

Así es, incluso él quedó boquiabierto al notar algo muy fuera de lugar en unas catacumbas como aquellas....es que....¿muñecas?, ¿de verdad?, ni yo esperaría encontrarme algo así. Cabe resaltar los ojos llenos de alegría del joven, si, extraña alegría que llenaban a ese par dorado, al darse cuenta de que probablemente justo ahora....encontró lo que quería.....¡¡¡AVENTURA!!!

-Oye....¿te molesta si seguimos este camino?, mira vine hasta aquí porque te habías perdido desde hace días, y bueno, simplemente me dijeron "ve de urgencia es super importante", y ya, yo solo acepté puesto es mi responsabilidad como sensei el velar por la seguridad de los estudiantes, créeme o no.....-

Tuvo que interrumpir su propio instinto para aclarar primero la situación, ya podría jugar a los detectives luego de que ella estuviese tranquila, solo no era algo muy sencillo quitarse de encima tan alucinante imagen de su cabeza....muñecas en una cueva, incluso se veían inquietantes. Sabía acerca de esos juguetes de porcelana los cuales representaban vasijas perfectas para llenarlas con maldad en las películas de terror humanas, vio varias junto a su hermana pero la verdad, ninguna era muy interesante...no al menos, hasta que se topó con la escena él mismo. Extrañamente una corriente de viento empieza a soplar suavemente, como si aquel pasillo conectara con algo del exterior....eventualmente, tuvo que girarse hacia la de cabellos dorados para hablarle con una recuperada calma.

-Mira, no me importa si confías en mi o no, yo no te haré daño, no vine aquí a eso, así que, ¿te importaría si buscamos la salida de éste sitio como equipo?, éste pasillo....extrañamente la corriente de aire avanza por el camino de las muñequitas...así que, tal vez podamos encontrar alguna salida más allá...bueno, es tu decisión, no te forzaré a venir conmigo, pero vamos que ni siquiera tienes luz-

Ríe levemente haciéndole un ademán con una mano para que se animara a seguirle, comenzando una suave caminata por aquel sendero, aparentemente, y sorprendentemente, de mármol, un mármol tan negro con manchas blancas que parecía el cielo nocturno despejado gracias a la luz de la antorcha. Y así, solo le quedaba avanzar, esperando oír o presenciar la respuesta de quien había venido a salvar....
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Mensaje por Invitado Miér Sep 21, 2016 8:42 pm

Como un eco disonante, percibía los quejidos de su acompañante, muy similares a los de un padre, que desea reprender a su hija por la preocupación que le causo. Sin embargo, la atención de la rubia estaba, lejos de aquellas palabras; se encontraba inmersa en las muñecas. Carentes de expresión, cada una de ellas era la viva imagen de un ángel, que aún con el pelo más largo y otro estilo de ropa, seguían siendo perturbadoramente similares a ella ¿Coincidencia? Podría ser o quizás algún tipo de señal. De haber tenido solo un poco más de sentido común se hubiera alejado corriendo, otra vez, de aquella zona. Pero no, no, seguramente que no, el sentido común estaba fuera de servicio por los momentos, intente más tarde.

Todavía perturbada se puso de pie para aumentar la distancia entre las extrañas muñecas y ella, posando finalmente, su atención en el chico de cabellos azules que le hacía compañía. “¿Molestarme? No para nada ¿por qué iba a molestarme seguir un camino con probablemente cientos, de los objetos predilectos para cualquier pesadilla infantil? Estoy fascinada” claro que, eso no era algo que pudiera decirse verbalmente, tenía suficiente orgullo para evitarlo -¿no hay otro camino cierto?- Se aventuró a decir, aunque imaginaba la respuesta; ambos estaban perdidos y la única cosa, que se acercaba a mostrar una dirección eran aquellas muñecas, por supuesto que no estaba claro hacia dónde, exactamente, los dirigiría.

La rubia internamente estaba aterrada, mientras que el supuesto sensei lucia incluso feliz. Una actitud que volvía activar sus alertas. Suponiendo que no estuviera allí para hacerle daño ¿a qué clase de personas les agradaría la situación? Era como mínimo masoquismo. La inquietudes, no estaban siendo ignoradas por el joven al menos eso le daba a entender con sus palabras.  

Absteniéndose a seguir cuestionándole, lo escucho con atención suavizando lentamente sus gestos en el proceso. No podía negar, que sus palabras estaban llenas del sentido estratégico, lo que sería condenadamente útil para alguien naturalmente despistada, como ella, dada la situación. En esto parecía llevarle una estrepitosa ventaja.

Tuvo que limitar su asombro, cuando sintió la corriente de aire, que había sido ignorada hasta que la escucho mencionar. Estaba segura de haber leído en alguna parte del significado de dichas corrientes, pero ni en un millón de años lo hubiera recordado, al menos no a tiempo, y sobre todo no con ellas ahí. Lo admiraba un poco por saber eso, solo un poco… diminuto, hormiguesco, poco, vale quedo claro, de igual forma no sería algo que aceptaría.

-Claro que tengo, mira- le mostro, en parte en broma en parte en serio, su ridícula lamparita y la apretó para que se prendiera. Para luego, observarle retadoramente en silencio durante un corto periodo de tiempo, cuando… cinco… cuatro… tres… dos…. Unnn… si se apagó –Pero sí, estoy de acuerdo en acompañarte será lo mejor para ambos – guardando el objeto, se mostraba mas calmada, incluso se empezaba a dibujar una pequeña sonrisa en su rostro.  

Siguiéndolo en su caminar, se dedicó a tocar juguetonamente las paredes, notando un cambio gradual y anti-natural de tierra a mármol, macizo negro, frio al tacto, sobre todo perfectamente liso y hermoso ¿Era eso posible? La naturaleza no solía tener cosas tan perfectas, además de haber sido colocado por el hombre ¿Qué función tendría el material? No había leído sobre nada similar, aunque ciertamente tampoco había leído sobre mucho de lo que se escondía en las paredes de la academia, era un mundo extraño, nuevo y definitivamente excitante.

Su niñez había sido tan tranquila, tan cotidiana e incluso aburrida, que si alguien le hubiera dicho a los 10 años todo lo que viviría, se hubiera…. Probablemente maravillado, después de todo, a qué niño no le gustaría saber que el mundo podía llegar a ser tan increíblemente extraño. Claro que de tener la oportunidad omitiría todo el asunto de las guerras entre academias, academias salvado al mundo mágico… De seguro también, el de las posesiones y muñecas de porcelana;  Las niñas a esa edad también necesitan dormir. Hasta su antiguo yo estaría de acuerdo con que algo no estaba bien con esos objetos.

Un  escalofrío la recorrió, luego de tener esos pensamientos y para distraerse, dejo de tocar la pared para acercarse a su compañero –Pregunta… mmm mejor dicho preguntas ¿No eres demasiado joven para ser profesor? – Ese probablemente era el peor momento para preguntarle, pero las tendencias curiosas de la rubia eran difíciles de abandonar – No sé, si lo escuche bien porque estaba distraída pero ¿has dicho que llevo días, desaparecida? – Una pizca de melancolía se alojaba en su rostro.

Era de suponerse que si la academia la buscaba debía de tener, al menos, más de 24 horas pero no dejaba de ser duro el conocimiento de que tu vida literalmente estaba pasando sin siquiera vivirla. Se sentía como si la robaran de ella misma. En cierto sentido así era, cada palpitación que daba, cada palabra que decía y no recordaba, era un segundo en el que pudo hacer lo que quería y no lo hizo. En su cabeza, la situación se representaba como un gran reloj de arena azul con pequeños granos de arena negra, un grano por cada momento donde había sido usada. Ese solo hecho, era más que suficiente para odiarla.

Riendo con ironía, se alejó de sus pensamientos volviendo a concentrarse en su acompañante  -¿eres alguna especie de héroe al que se le sube el ego por salvar a los demás? O  ¿aprecias demasiado a tus alumnos aunque no los conozcas? Es que no sé lo que dices me recuerdas a los soldados que repiten “es mi deber”  pero ellos no se divierten haciéndolo, tu pareces estarlo gozando-   las preguntas habían sido lanzadas sin mucho espacio para su respuesta, pero su lógica tenía sentido al menos para ella.

Incluso antes de saberse ángel siempre había creído en los actos de bondad intachable, incuestionable hasta puros, pero comenzaba a dudar incluso de ellos. Si esas no eran las explicaciones, quería encontrar algunas. Para su alegría o su desgracia él era el único cerca, así que esperaría su respuesta… Por otro lado, noto con curiosidad que las muñecas se ubicaban cada vez más lejos, la una de la otra, pero al cabo de unos cinco minutos algo más impresionante llamo su atención; se  escuchaba alguna especie de conversación, desde no muy lejos… ¿niñas? Si parecían voces de niñas.
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Mensaje por Invitado Jue Sep 22, 2016 1:32 am

Mientras más tiempo permanecieran allí sin hacer nada, las probabilidades de salir alguna vez de aquellas cavernas se iría acortando cada vez más, ¿por qué?, porque tarde o temprano aquel fuego que sostenía el chico en mano terminaría su ciclo como cualquiera, muriendo para no verse su luz nunca jamás, cegando no solo su vida, sino la vista de los dos jóvenes también. Su iniciativa por encontrar la salida al tiempo en que se entretenía resolviendo el misterio de las muñecas le llevaba a caminar, pensando en que fue afortunado al verse envuelto en esa situación. En cuanto a su compañera, solo esperaba que no se demorara en tomar una decisión, si caminar o no; incluso si ella había preguntado acerca de alguna opción más, lo cierto era que no quedaba tiempo suficiente como para buscarla, las arenas del tiempo estaban por caer al otro lado del reloj. No se esperaría al movimiento de aquel intento de muñeca como las que habían dispuestas a ambos lados del sendero oscuro, si bien le fascinaba la idea de un lugar misterioso, quedarse allí sumido en la oscuridad de por vida no estaba dentro de sus planes.

Por lo tanto, solo respondería con un pequeño bufido burlesco a la gran demostración que la linterna suya había dado...si si, muy confiable, seguro podría salir de allí sin problemas antes de lo que el gallo cantara a la mañana siguiente, eso si todavía le quedaba algo de cordura, pues notando todas sus reacciones hasta ahora, suponía que sería del tipo asustadiza. Los segundos continuaban sin cesar, no tenían misericordia por ninguno de los dos desventurados allí dentro, siendo el demonio el primero en iniciar la caminata, acercándose de vez en cuando a alguna muñeca, divisando las extrañas similitudes entre cada una de ellas, aterradoramente cautivador.

-Huff...este camino no parece tener un final todavía....hmm...-

Diría más para si mismo, estirándose levemente para aflojar algunas contracturas que le generó tal viaje hacia la ubicación de la estudiante. Un alivio y no físico, sería oir y presenciar la respuesta decisiva de aquella frente al escenario sin salida en el que ambos se encontraban. Dos jugadores eran mejores que uno solo para resolver el enigma, y salir victoriosos de la mazmorra perdida en el olvido que guía a todos con dulces susurros a su perdición.

-No vayas a separarte mucho, recuerda que esta antorcha tiene su límite de iluminación-

Ciertamente el elemento ígneo sostenido por sobre la gruesa rama tenía tal intensidad capaz de transformar en penumbra algo de la oscuridad, al menos a 10 metros alrededor de los dos aventureros. Por el momento era suficiente como para llegar incluso a iluminar las paredes y techo del recinto, cuyo diseño asimilaba el del suelo, tratándose casi de un túnel cósmico rodeado de las anfitrionas coquetas, quienes los recibían con tétrica felicidad. Todo lo que iba procesando hasta ahora encendió una pequeña alerta en su mente, cada trabajador había encontrado una inquietante similitud presente en las chicas de porcelana, y su acompañante. Se dignó a observar de reojo a quien caminaba a su lado...

-¿Has notado que....estas muñecas son extrañamente similares a ti?, en aspecto físico me refiero...claro, tienen distintos trajes, pero las facciones que intentan asimilar así como el color del cabello, o la forma de los accesorios que llevan puestos....son como los tuyos-

Ahí dejaba su consulta, esperaba que ella notara lo mismo para corroborar que podía ver bien en la oscuridad sin haber algo que le estuviera alterando la visión, o sino, que lo negara para simplemente pensar en la idea de estar siendo algo paranóico por estar tan hundido en los misterios y puzzles, pudiendo incluso estar perdido a estas alturas, sin posibilidad alguna de conseguir respuestas. Por otro lado la chica también tenía sus dudas con respecto al profesor, expresando sin reparo todo lo que tuviera para decir. Todas esas preguntas fueron como bombardeo en campo de guerra, sin dar tregua a Kettei de poder atinar a dar alguna respuesta, no sin antes cesar la tormenta que varias explosiones hicieron.

-Ah, wow oye, ¿alguna vez te dijeron que hablas demasiado?, si haces alguna pausa para poder decirte al menos una de todas las que pides, ayudaría bastante......bueno, digamos que solo aparento ser joven, o...técnicamente si soy joven, no para un humano, pero para mi si, y si soy profe es porque cumplo los requisitos, nada más, nada menos-

No aclararía las interrogantes de aquella sin antes recibir algo a cambio, por lo cual, habría de equilibrar el campo de juego.

-Primero antes de que continúe respondiendo, nunca me has dicho tu nombre, me sentiría más cómodo hablando con alguien a quien puedo referirme por alguna clase de identificación-

Así, hasta que ella diera su nombre, pasaría a observar con atención los alrededores, sin la intención de dar más respuestas a todas sus interrogantes, vamos, no es como si fuera a dejarse ver como alguien transparente cuando en primer lugar, su compañera fue una malagradecida que casi lo deja atrás sin razón aparente, más que alguna sospecha leve sobre su identidad. Después de todo, ni siquiera pidió disculpas por su anterior acción siquiera, así que no le veía merecedora de más respuestas. Solo, decidió lanzarle un atisbo de información más, que al menos necesitaba saber...

-Únicamente te confirmaré que si, llevas desaparecida varios días, simplemente porque te concierne....a mi solo me mandaron aquí a buscarte, y tengo mis razones para haber aceptado el encargo, es todo lo que diré-

Enfadado no era la palabra que podría describir su temperamento, no, más bien solo se divertía dándole algo de su propia cucharada por ser alguien tan misteriosa, cuya única demostración de ser comunicativa era intentar sonsacarle información descaradamente. Más no podría disfrutar de esa silenciosa tranquilidad, puesto que la disposición de las muñecas parecía retrasarse cada vez más, así mismo, la luz de la antorcha no parecía llegar a iluminar el techo ni las paredes, y no porque hubiese perdido intensidad. Solo una corriente de aire más amplia y difusa pudo informarle a su cerebro sobre su entorno.

Ost: A Menacing Presence:

-Esto...-

Su rostro estaría más serio ahora, así como la tonalidad de su voz, era más grave, denotando importancia a lo que estaba por referirse.

-El sitio donde estamos es más grande...solo mira, la luz ya no alcanza los límites del pasillo....y, ¿sientes esa diferencia en el aire?, ahora parece que puede abrazarnos, eso indica que tiene mucho más espacio para moverse...algo de aquí....!!-

El corazón comenzaba a latir, golpeando en ocasiones con fuerza su pecho desde dentro, esa sensación, una corriente escalofriante recorrió su espalda completamente al tiempo en que llegaban a sus oídos unas voces algo agudas....parecían, niños, no, ¿niñas?....pero había algo más, una presión más adelante varios metros, que amenazaba con empezar a extenderse poco a poco en el invisible espacio. Si, venía cargada de una inusual sed de sangre...y una malicia, palpable incluso hasta en la piel. Su ceño se frunce y su energía empezaba a activarse poco a poco, elevando su guardia, afinando los sentidos....como reflejo, se pararía delante de la estudiante en señal de protección.

-Parece que hay algo en verdad peligroso aquí....no recomendaría que avancemos sin cautela a partir de ahora....lo peor de todo, es que parece que nos tiene en su territorio, somos los visitantes aquí, no te confíes ni un instante...
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Demonios jugando a las muñecas (Priv kettei) Empty Re: Demonios jugando a las muñecas (Priv kettei)

Mensaje por Invitado Vie Sep 23, 2016 1:26 am

La vergüenza era evidente en su rostro, observándolo con sus grandes ojos azules abiertos de par en par, se cruzó de brazos y se encogió de hombros a modo de respuestas, como si quisiera restarle importancia a lo que le decían, aunque sabía que tenía razón. Tenía la tendencia de hablar demasiado y de ser acelerada. Un ritmo ansioso, característico de la gente de ciudad, muy útil en ese ambiente, pero que en situaciones medianamente calmas desencajaba. Guardo silencio y lo escucho atentamente. Eso explicaba muchas cosas. No era tan extraño en la academia tener seres de miles de años, que parecían de 30  solo que eso le dejaba con otra interrogante; ¿Qué edad tendría realmente?

El giro retador de la conversación dejo a la rubia desconcertada “Huy que odioso, si no quería hablar de su vejez solo tenía que decirlo” pensó, limitando su respuesta a un levantamiento de cejas, mientras volteaba la mirada lejos de él.

El trato que mencionaba parecía razonable. Había olvidado por completo el presentarse. No era de extrañar que el contrario se negara a hablar sobre el mismo. De hecho, repasando todos los acontecimientos ocurridos, se dio cuenta de que estaba siendo peculiarmente extraña, quizás fuera producto de sus nervios o de lo extraño de la situación pero en definitiva debía empezar a tomarse las cosas con calma, actuar como un ser… bueno humano no seria apropiado… actuar como alguien normal, debes en cuando no estaría mal para variar.  

Estaba a punto de disculparse y de explicarle que había olvidado decir su nombre, sin embargo, algo en su actitud descarada de; soy malo maloso y planeo decirte nada, la detuvo. De alguna forma era divertido que la retaran en su propio terrino y un lado de ella se estaba riendo de la ironía, pero el otro solo quería ser el doble de chocante que él “¿Qué le pasa al señor?” en disonancia su exterior mostraba una sonrisa. Al parecer el lado divertido había ganado.

-Okey sensei, okey, usted gana me llamo Nithaiah, aunque todos me dicen Dina y es un extraño placer conocerle, condenadamente útil por lo que parece- Seguía intentando ser simpática, hasta divertida pero su mente no se apartaba de las vocecillas, que a cada paso se percibían  más cercanas a ellos ¿Se estaría volviendo loca? Esa definitivamente era una opción. No hizo ningún comentario suponiendo que solo eran ideas suyas, hasta que los cambios en el comportamiento de su acompañante la alarmaron de nuevo. No, en definitiva no eran idas suyas.

La tensión en el aire se podía cortar con un hilo, el profesor estaba realmente serio y ella se alarmaba más a cada paso. Miles de pequeños vellos en su cuerpo se levantaron como advertencia. Que se le pusiera la piel de gallina no era realmente cómodo, pero las pequeñas acotaciones que hacia su compañero lo eran mucho menos, algo estaba cambiando y en su experiencia, los cambios solían tener un significado. Frotándose los brazos ansiosamente, solo esperaba que fueron lo suficientemente fuertes para enfrentar esos cambios. No le apetecía morir en un lugar como aquel

– ¿ALGO DE AQUÍ QUE? Kettei no me angusties, si estás haciendo esto para asustarme… me pondré furiosa- le decía acercándose instintivamente más a él, recorriendo con la mirada los alrededores, en la espera impaciente, por saber que estaba sucediendo mientras su corazón amenazaba con salírsele del pecho y la respiración se le agitaba, claro que darse cuenta de que el señor “yo solo cumplo mi deber”, también estaba alarmado, poco ayudaba. Cuando la mirada de la rubia se posó sobre el otro, deseo desde lo más profundo que estuviera bromeando, pero no había ni un poco de broma en sus palabras y lo peor era que ella no era ignorante de las mismas, de alguna forma lo sabía, lo ocultaba incluso de sí misma pero lo sabía; estaban en la mera boca del lobo.  
       
Algo jálalo de su vestido para captar su atención, y sintió como si, el mundo entero se le bajaba a los pies. El cuerpo se le puso frio y la cara tan pálida como una hoja de papel –Kettei ¿tú no me estas jalando el vestido cierto?- le comento tocándole el brazo, no tan delicadamente y sin esperar respuesta trago saliva, dándose valentía para darse la vuelta, no sin antes agarrarse de la camisa del contrario. Al hacerlo se encontró con una hermosa niña de cabellos dorados.

-Hola ¿quieres acompañarme?-  mirando de forma inerte a la niña, ya sabía de donde habían venido las voces pero no deseaba saber de dónde venía esta niña y mucho menos acompañarla “cuando el infierno se congele” pensó, sin embargo jamás le contestaría así, lo último que quería era molestarla a ella o a sus padres. –eh…no deberías estar sola por aquí-

-Por eso, acompáñame- insistió la pequeña empezando a molestarse mientras extendía su mano hacia ella. Discretamente la rubia había empezado a halar más fuerte del brazo ajeno, en un movimiento frenético y desesperado.-Dijiste hace rato que me acompañarías- una completa confusión cubrió su rostro, ni en un millón de años le diría a una niña que la eso y luego la dejaría sola, esa no era una opción. Estaba segura de eso pero… tal vez… imágenes de ella caminando por este pasillo, sola, entrando a una habitación y viendo a esta niña vinieron a su mente.

Si antes estaba asustada ahora estaba aterrada. Todo había sido planeado, no le quedaba ni una pizca de duda –Lo siento, yo... yo no puedo acompañarte.- hablo a gran velocidad y en la misma, se voltio para hablarle al de cabellos azules, esta vez en el oído -Debemos salir de aquí ya, esto es una trampa-

La pequeña, estaba lejos de darse por vencida –Te dije que- No la estaba observando, pero su voz reflejaba el enojo de una niña caprichosa aumentando -¡Me acompañaras!- una voz que dejo todo rasgo infantil atrás, para volverse demoníaca, fue la que grito y antes de tener la oportunidad de reaccionar, una bruma negra la agarro por los pies y la jalo por el piso a varios metros de donde estaba, para finalmente introducirla  en una habitación que solo había visto en sus recuerdos; negra, simple con muchas muñecas alrededor.

-Vaya, vaya que tenemos por aquí, la princesita despertó de su sueño – la rubia alarmada se puso en pie, sin darse cuenta de que se había ensuciado y que tenía varios raspones en su piel  –Eso lo hace mucho más fácil para mí- Se volteo para encarar la siniestra voz que se dirigía a ella, solo para toparse con un hombre aparentemente normal, estirándose sobre una especie de trono

- Quizás no lo sepas, pero la chica de tu joya tiene un humor de perros, casi destruye a mis muñecas cuando le propuse el trato “Eres demasiado infantil demonio solo mátalos” no, no ella no comprende el placer que produce jugar con sus mentes- la sola mención de Bella, le producía escalofríos. Claro que aquello confirmaba sus sospechas, no explicaba la presencia de su profesor allí, tenía la seguridad de quererle hacer daño lo hubieran hecho.

No podía hacer mucho más que mirarlo con completo horror mientras se ponía de pie y le acercaba lentamente con una penetrante mirada asesina, la de un tigre preparándose para jugar con su presa -Ahora princesita, tú te reunirás con tus amigas mientras yo me divierto- La confusión la sobresalto, pero antes de poder entender a lo que se refería todo para ella se volvió oscuro mientras perdía el conocimiento.
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Mensaje por Invitado Vie Sep 23, 2016 11:06 pm

Finalmente conseguía que aquella estudiante entrara un poco en razón, no iba a compartir más palabras con ella solo para que supiera todo de su vida mientras la rubia campante se salía con la suya sobre mantenerse bajo un perfil misterioso, así como en un baile de máscaras, alegre y galante, con la identidad protegida. El nombre en si era algo....peculiar, no es como que todos los días encuentres a alguien que se llama Nitahut..nithathin....bueno, exactamente ése es el punto, era un nombre tan raro que hasta su narrador está teniendo problemas para escribirlo; por lo menos a Kettei le causó gracia el hecho de que ahora ella se abría como una caja musical, entonando una melodía con compases dispares, sin duda alguna podía notar una actitud muy voluble en su tono de voz.

-Hahahaha, está bien entonces, me parece mejor llamarte Nit-dono, creo que mi cerebro tendrá menos problemas para reconocerte así, ¿te parece?-

Mantuvo una actitud ligeramente burlesca la cual buscaba sacarle un poco más de jugo a su agitada actitud, capaz de brindarle una imagen a aquella angelical chica, que nada que ver tenía con lo aparente. Aquellos momentos serían sin embargo, sus últimos instantes donde poder compartir un momento tranquilo, con un intento de conocerse mejor entre ambos algo fallido, y un sendero incierto que todavía no daba señales de acabar. Cuando la habilidad nata del demonio por enfrentar distintos escenarios que podrías sacar de una novela épica, dio con el cambio de ambiente que pasó de ser tétrico a peligroso, la leve calma que permanecía en los corazones de ambos pareció extinguirse. Un experimentado guerrero había despertado en Kettei, intentando analizar cuanto antes que tan perdidos estarían al enfrentar sus problemas, mientras que a su vez trata de prepararse lo más rápido posible para defenderse a sí mismo y a Nit, de la presencia maligna más allá del alcance de sus ojos.

-Shh, trata de hacer silencio, si no podemos ver necesito escuchar algo...al menos hasta poder sentir claramente las energías espirituales...-

No era muy versátil en cuanto a la percepción sensorial se refiere, siempre costándole un buen rato de adaptación para ser capaz de diferenciar varios tipos de energía, incluso la esencia de quien lo pueda acompañar en su momento. Por eso activaba su energía, no solo para poder luchar, sino también para mejorar ese aspecto suyo, era algo así como despertar, como si sus características fueran siempre las de un super humano sin alejarse mucho de ello, ni agregar cosas sobrenaturales. Entonces, activar el flujo de su energía despertaba al "demonio" dentro de él, simplemente activando su naturaleza verdadera para sobrevivir.

-Necesito apurarme, debo utilizar más poder si quiero ser capaz de prevenir algún ataque con facilidad...rayos, encima una mano ocupada, visión nulificada, y una gran aura maligna que abarca este sitio...estamos en problemas-

Dejar la negatividad de lado sería una proeza a cumplir para alguien que se encontraba en el teatro de marionetas manipulado por otro ente aún misterioso, cosa que le disgustaba completamente, era como....si....no remarcaba buenos recuerdos....La expresión de Kettei se vuelve más fría al entrar casi a su desdichado pasado, siendo jalado a la realidad por la cercanía de Nit, y sus palabras....esperen, ¿con quien habla?. Hubiera tratado de preguntarle a su compañera acerca de lo que hacía en esos momentos, si no fuera por una liberación energética muy negativa todavía mayor, comparada a la que iba esparciéndose lentamente por la caverna.

-¿Atacará ahora?-

Iba a pasar su brazo por detrás de la chica para tomarla rápidamente y hacerse a un lado, sin embargo, cuando ella misma avisó con temblorosa voz que estaban en una trampa, era ya muy tarde, como para tratar de hacer algo....

-¡¡Maldición!!, ¡¡Nit-dono!!-

Deja vu....extendiendo su mano, nuevamente era incapaz de alcanzar a la chica quien fue arrastrada de nueva cuenta, esta vez involuntariamente, hacia la oscuridad. Perseguirla fue imposible, ahora una clara intención asesina venía en su dirección, y necesitó dar un potente salto hacia atrás para alejarse lo suficiente, evitando una perforación fatal de energía anaranjada moldeada con el mármol negro de la caverna. Sus ojos se encienden, un color carmesí tiñe los iris, mientras la nieve parecía nacer en la cabellera del demonio, dejándole con un pelo tan blanquecino como ella. Ahora una nueva sinfonía sonaba, el joven demonio optó por usar su velocidad para empezar a moverse, ya podría adaptarse poco a poco, pero permanecer quieto podría no ser una buena idea cuando no ve nada. Para intentar equilibrar la balanza, empieza a usar el fuego de su antorcha para prender a cada muñeca en su camino, mientras esperaba alguna otra acción por parte de la energía oscura, cuya fuente permanecía demasiado quieta....era, como un lago calmado, solo se vería el reflejo de uno mismo, difícilmente la profundidad del lago saldría a la luz....

-Bueno, puedo ver mejor, pero necesito encontrar a Nit cuanto antes, me pregunto donde habrá ido a parar.....rayos, vamos energía, actívate bien de una vez, ¡¡¡necesito mi percepción sensorial!!!-
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Mensaje por Invitado Lun Sep 26, 2016 12:51 am

Cuando los poderes ingresaron en su cuerpo la dejaron en un estado de inercia absoluta. Asemejando aún más al de una de las muñecas a su alrededor. Flotando en el aire, se mantuvo erguida enfrente del peculiar demonio, a quien al parecer no le costaba en absoluto usar este tipo de magia. Tenía la naturalidad de un felino aunque aquello debía de requerir de mucho poder.

–Y pensar que esto debía ser divertido, me quedare dormido si continuo esperando- añadió dirigiéndose a las muñecas con desdén mientras suspiraba y enviaba a los tentáculos que había usado para atraer a la chica, a través de la puerta, en un intento de atacar a un adversario que no era visible, pero sobre todo para atraerlo a las cercanías y que empezara el juego.

Internamente, la chica se encontraba en un lugar completamente oscuro, asustada y aparentemente sola hasta que una especie de mujer flotante se le acercó de brazo cruzados, con la tez  tan blanca como la nieve y sin aparente propiedad corpórea la mujer parecía un muy bello fantasma pelirrojo y con rasgos simétricamente perfectos –¿Dónde estamos?- se aventuró a decir guardando una distancia prudencial con la criatura y preguntándose cómo era posible verla entre tal oscuridad –¿Eres tan estúpida que no reconoces tu propio interior?- pensándolo por un momento llego a una conclusión perturbadora; era ella.

– ¿Que rayos me hiciste esta vez?- pregunto con las venas del cuello saliéndosele por el enojo, literalmente roja de furia –Mira quiero que quede claro algo; a mí me agrada mucho menos que a ti esta situación– paseando con desgane alrededor de ella la pelirroja continuo - se suponía que morirías, no que vendrías de visita- la rubia estuvo a punto de saltársele encima para estrangularla sin embargo, no parecía que aquello fuera a funcionar –Pero la cosa es la siguiente; si no te relajas y alguna de las dos sale de aquí pronto, ambas moriremos –

-Está bien entonces dime como salir- sentándose en posición de indio la rubia se cruzó de brazos y le dirigió una mirada asesina –Nunca dije que serias tú la que saldría- antes de poder reaccionar, la pelirroja se le estaba abalanzando y golpeándola con energía maligna, está por otro lado, se defendida devolviéndole cada golpe, que en su camino no hacía más que atravesar el aire. Esta era una batalla claramente injusta que solo cesaría cuando una de las dos se atreviera a relajarse.

Al menos su compañero ya estaba en el lugar peleando con el demonio mientras una perturbación se extendía por el cuerpo de la rubia haciéndola temblar y distrayendo por pocos segundos a su controlador. Antes de que este optara por usarla como un arma viviente pues bien sabía que su oponente no podría herir a una de sus estudiantes.

Golpe a golpe, peleaba como una muñeca que estaba siendo controlada con cuerdas invisibles y las sacudidas ocasionales en su cuerpo, demostraban la lucha interna a la que se estaba enfrentando hasta que finalmente sus ojos mostraron una mirada desconcertada –Maldito, demonio teníamos un trato se supone que me ayudarías con el Ángel primero- sus puñetazos tenían un ritmo constante de al menos uno por segundo y se dirigían principalmente al torso y barbilla de su adversario siendo estos los únicos lugares a los que dado su estatura llegaría.

La situación era complicada estaba peleando sin realmente querer hacerlo. Su cuerpo era una maquina programada que sabía cómo hacerlo pero dado que al menos tenía control de una parte de sí misma quizás habría alguna esperanza.    

-Bellona, deberías saber a estas alturas que los demonios mentimos es una regla básica-
en medio de sus palabras los golpes de la rubia se hacían cada vez más rápidos, uno a uno cada uno parecía contar con más fuerza y velocidad –Cuando salga de aquí, el otro demonio será el menor de tus problemas – una risa resonante se escapó de los labios del que la controlaba –Querrás decir, si sales. Tengo demasiado interés en capturar kettei como para liberarte – esa risa burlona que no se alejaba de sus labios se extendió aún más cuando observo los ojos de su verdadera presa.
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Mensaje por Invitado Miér Sep 28, 2016 7:58 pm

Atravesando un momento desesperante, los ojos carmesí del joven inspeccionaban una cueva mucho más iluminada gracias a encender tantas muñecas, avivando la luz del entorno para que le brindara apoyo en su lucha...irónico siendo un ser nacido de la oscuridad. Ya iban dos veces en donde la situación de Nit peligraba y él no era capaz de llegar siquiera a darle su mano, era muy frustrante tener que enfrentar todo por las malas a pesar de cargar con la buena intención de ayudar, como si la vida le dijera "hoy es tu momento de sudar la camiseta para ti". Quejarse no era una opción que siquiera considerara, después de todo además estaba consiguiendo lo que quería, algo que le sacara de la rutina habitual del trabajo; y le fue brindado en bandeja de plata con desafío sorpresa de supervivencia y todo...claro que no le parecía muy gracioso cuando otro tenía que sufrir las consecuencias a costa de su propio divertimento, para nada. Él se tomaría todo con calma, si flaqueaba aunque fuese un solo segundo, si su mente permitía evidenciar alguna brecha de seguridad que pudiera dar paso al caos, efectivamente lo que conseguiría era darle una gran ventaja al enemigo....como experto en el combate, sabía que el factor mental era uno de los puntos más fuertes en cualquier situación desesperante.

Una nueva oleada de energía combinada con el marmol negro del techo esta vez, le es lanzada desde arriba. Gracias a la corriente de energía que ahora circulaba por su cuerpo su sensibilidad había aumentado un poco, además era algo lógico intentar acorralar a un oponente atacando puntos ciegos en el entorno donde se hallaban, por lo cual pudo percatarse del ataque antes de que llegase, aunque evadiéndolo por poco, con un movimiento veloz de deslizamiento hacia atrás.

-Eso es....-

Ahora que aquella especie de cúmulo energético anaranjado con restos del decorado de la cueva yacía frente a él, podía notar una reacción interesante en esa...plasta masosa en la que se había convertido el conjunto. A su vez cuando el mármol oscuro combinado con esa energía tocaban algo, parecía actuar como una especie de ácido corrosivo que dañaba en tiempo extendido, observando como el suelo se hundía poco a poco debajo de la masa. Arquearía una ceja, evidentemente algo no estaba bien en ese sitio...en serio, ya eran demasiadas las coincidencias como si todo aquello fuese un crucigrama que era posible completar en un diario, simplemente había mucha estructura en los acontecimientos desde su llegada hasta....su llegada....un momento...¿no sería desde su partida del instituto?

-Ahora entiendo a que se refería Nit-dono con lo de "trampa"....no era para ella, sino para mi....ahora entiendo porqué no me habían dado siquiera el nombre de la estudiante, sabían como iría a reaccionar si un desconocido le hablaba sin saber quien era ella....incluso, incluso prepararon éste escenario de batalla...-

Era casi como una patada en los bajos para el estratega dentro de Kettei el haber caído tan fácilmente dentro del juego de alguien más, básicamente su "yo" interior había pateado la mesa con el tablero de ajedréz e ido a tomar una buena bebida de la explosión berrinchosa que le aquejaba. Obligado a seguir el juego con las reglas de su creador, comenzó a avanzar con cautela, tratando de que su energía se activara aún más dentro de su cuerpo...aún sentía esa sensación de estar adormilado espiritualmente, simplemente no podía censar con claridad todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor. Sumándose a su penosa situación, tentáculos de la misma energía anaranjada fundidos con ese molesto mármol comenzaron a azotar todo a su paso en frente suyo, deteniendo incluso su avance para ser capaz de solamente evadir cada ataque; después de todo si tocaba esas asquerosidades lo más seguro era que sufriría el efecto del ácido. Al cabo de varios segundos más, no puede evitar notar que los variados atacantes estaban golpeando ciegamente cada cosa que encontraban en su camino....como si no pudieran saber donde se encontraba él realmente.

-Un ataque lanzado al azar...entonces mi posición aún no es del todo comprometida, seguramente algo haya pasado en los planes del enemigo que le fuerza a atacar de esta forma...¡¡debo aprovechar y avanzar rápido!!-

No fue necesario avanzar demasiado mientras esquivaba las aleatorias trayectorias ofensivas, ya que la nueva aparición de Nit frente a él encendió aunque fuera un poco su tranquilidad, resultando en una expresión más relajada del rostro del profesor, quien la observaba con agrado.

-¿Estás bien?, lograste liberarte de esos tentáculos ¿eh?, ¡¡tranquila ya voy llegando!!-

¿Y que tal una tercera vez?, como dicen, la tercera es la vencida, así que nuevamente extiende una mano hacia la chica de dorados cabellos para que tomara su mano y así salir de ese sitio; era algo urgente alejarse del escenario planteado por el misterioso contrincante, aunque no significaba que el resto de las cavernas no estuviese también equipada con trampas u otros cachivaches capaces de interrumpir en su camino.

Ost: Save the Angel:

-....¿uh?....-

Directo fue el impacto que recibió en su abdomen, sin habérselo esperado, seguido de otro en su barbilla y así al menos se comió otros 3 golpes en la primera zona, puesto la cabeza fue cubierta instintivamente por una mano rápidamente, buscando defender alguno de los objetivos siendo bombardeados con fiereza. ¿Por qué le atacaba Nit?, era ilógico que la damisela en apuros golpeara a su caballero en reluciente armadura cuando todavía estaba el condenado enemigo en la vuelta, ¿no?.....aaaaah claro, por supuesto, todo ésto era parte del juego también. Primero tuvo que reaccionar frente a sus movimientos, estando tan cerca suyo y siendo mejor justamente con ese tipo de distancias, no le costaría nada agarrar uno de sus puños que fue hacia la barbilla con aquella mano la cual defendía, para luego jalarla de ésta acercando a Nit hacia él y así devolverle el favor, con la intención de golpearle el abdomen. La diferencia era que él sabía como golpear, por lo que usaría la mano atacante, la izquierda, abierta con los dedos apuntando hacia la boca del estómago de la contraria, liberando una fuerza más concentrada en una zona más reducida y efectiva....gracias, medicina, ese conocimiento sirve no solo para sanar, sino también para dañar.

-Ésto, entonces por esta razón es que...-

Si había logrado formar ese contacto con ella al tomar su mano y luego aún más, si el contra-ataque era efectivo, entonces se generaría una respuesta resonante de energía a través del cuerpo de Kettei; su energía estaba activa, sin embargo todavía estaba semi-dormido, pero cuando logra un contacto directo con el contrario, su percepción sensorial disminuída sería suficiente para captar el estado y energía de la otra persona.

-Así que ella es una ángel, pero....su energía está corrupta, o mejor dicho hay algo ahí dentro que se asemeja a energía demoníaca...-

-Hahahaha, muy bien hecho joven archi-demonio, muy bien hecho...-

Los ojos se abrieron como platos al tiempo en que decidía retirarse dando un salto hacia atrás, separándose de Nit al menos unos 4 metros, esa voz que resonaba en el sitio subió su alerta al máximo tan rápido como el correcaminos sale disparado cuando ve acercarse al coyote.

-Es una lástima que te hayas dado cuenta demasiado tarde...¿es éste el legado que dejaron los grandes Suisen y Azura atrás?, la verdad si tuviera algo para medir la intensidad de tu energía oscura ahora mismo, ¡¡ni siquiera me llenarías un vaso con agua!!-

Una risa ladina buscaba provocar en el joven peli azul alguna reacción violenta que menguara su guardia, sin embargo aquél ya se mentalizó hace un rato para enfrentar ese tipo de adversidades...su cabeza seguía cerrada, el jugador de ajedréz había vuelto a colocar la mesa con sus piezas, moviéndolas según los acontecimientos sucedidos hasta ahora, para recuperar el tiempo perdido, y decifrar la verdad detrás de esta trampa que le tendieron.

-Mis padres...¿eres acaso uno de esos enviados a por mi familia?-

-¿Y tu que crees sherlock?, ¿que vine aquí a jugar a las muñecas?...bueno, podría decirse que estoy jugando con una ahora mismo, ¡¡¡hahahahahahahahaha!!!-

-Condenado bastardo....-
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Mensaje por Invitado Sáb Oct 01, 2016 11:17 pm

En su interior Bellona se reía de lo irónico del momento, sabía que aquella era una regla básica pero estuvo tan desesperada en su intento por adueñarse del cuerpo del ángel que bajo la guardia. Acontecimientos como estos la habían llevado a donde estaba en primer lugar. Que a pesar de los años, siguiera cometiendo los mismos errores estúpidos, la estaba jodiendo enormemente.

Aprovecho la entretenida discusión que estaban teniendo los demonios para pensar en un plan, si no lograba liberarse rápido de la manipulación, el ángel volvería a tomar el poder y ella todavía era demasiado débil para resistirse. En cualquier caso estaba perdida. Si el cuerpo de Dina llegaba a morir, sus espíritus se perderían para siempre y eso era lo último que deseaba.

Pero era complicado, solo poseía control de su cabeza “Espera un segundo, no necesito mi cuerpo para usar la magia” Mirando a su alrededor el único objeto medianamente peligroso que encontró, fue un candelabro de oro que estaba justo arriba de sus cabezas. Era un movimiento sumamente peligroso, si fallaba el objeto caería sobre ella. Rogando que funcionara uso telequinesis para jalarlo hacia abajo una tarea nada fácil dado el peso del objeto -¿a quién llamas muñeca imbécil?- La furia que se contemplaba en su rostro, le sirvió de palanca para terminar de arrancar el candelabro, el cual impacto contra el piso rápidamente, dejando una nube de polvo a su paso.

Transcurrieron segundos que parecieron una eternidad, mientras la rubia saltaba a un lado para no ser aplastada, solo para caer en el piso y rodar unos cuantos metros al tiempo que el polvo se extinguía –¡Ja! Soy libre de nuevo – comenzó a decir levantándose con esfuerzo del piso.

 A una risa malvada le siguieron rítmicos chasquidos con la lengua que provenían del otro lado del candelabro –Usted definitivamente no debió hacer eso- rayos de energía empezaron a ser disparados por doquier y la rubia casi como un reflejo, corrió hacia las rocas que se había desprendido.

–Hey tú, profesor ¿tienes alguna idea para salir de aquí? ¿O terminaras de liberar tus poderes y matar al bastardo? En cualquier caso deberías moverte- Sus palabras las decía con mucha calma, una que estaba lejos de sentir mientras una línea de sangre se volvía visible en su ropa y un dolor generalizado se extendía por su brazo izquierdo “esas ridículas cintas que trae el ángel, serian extremadamente convenientes” observo su ropa solo para luego arrancar un pedazo de su vestido  con su mano sana y respiro hondo antes de amarrársela.

No pidió ayuda para hacerlo, Bellona esta tan acostumbrada a estar sola que sencillamente no se molestaría en intentarlo. Era tan practica como mortal y a diferencia de Dina sabía muy bien cómo se sentía el dolor, aquello no era nada para ella.  Sin embargo, la sangre seguía corriendo a un menor ritmo y aunque lo deseara no podía usar sus poderes de sanación para curarse; Siendo una energía maligna aquel sería el único poder negado para ella.  No porque no pudiera manejarlo, de tenerlo seguramente lo manejaría mucho mejor que su dueña pero carecían de las emociones que se requerían para usarlo.

Aspirando de forma audible el demonio hizo sonidos de antelación, como si estuviera disfrutando un banquete por adelantado -El delicioso olor de la sangre, parece que voy ganando delicias- dedico un suspiro largo –No te imaginas lo mucho que me reiré contando como te destruí a ti y a tu estudiante-
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Mensaje por Invitado Miér Oct 12, 2016 9:14 pm

Dentro de su cabeza, pasaba replanteando una infinidad de movimientos que podía llevar a cabo para tratar de aliviar la situación, el problema es que su energía era básicamente corruptiva, destructiva, y no ayudaría para nada a la hora de cortar las cuerdas del titiritero que movían a Nit. Se encontraba en aprietos, al menos estando cerca del cuerpo de la chica y habiendo logrado un golpe centrado a la boca del estómago, su movimiento podía verse ligeramente afectado si es que se trataba de alguien desacostumbrada a recibir golpes en zonas críticas....o con que no tuviera costumbre de pelear usando su cuerpo, era suficiente. Podía contra-atacar ahora, pero no sabía como, era tal cual abrir un pote del helado favorito sin portar una cuchara para comerlo, lo puedes ver, admirar, desear, pero nunca degustarás su sabor. ¿Y si lo comía con cuchillo?, tampoco, el objetivo actual de Kettei era salvar a la estudiante preservando su integridad física en el mejor estado posible, no es que sus emociones se vayan a poner en medio, no, ni siquiera conoce a la chica más que de nombre así que se trataba de una imposibilidad....pero, si su objetivo era otro, entonces no podía fallar a él.

-Si es un asesino especial enviado por mi, entonces debo suponer que sus habilidades son formidables...no se el alcance de su poder aún, pero su táctica por utilizar a mi estudiante en contra, por medio de cierta manipulación...bueno, básicamente son los que luchan a distancia quienes hacen eso...-

La expresión del demonio se mantenía neutra mientras analizaba con cuidado la situación, viendo de no caer en una posible jugada del contrario....el problema es que en aquella situación, era como si él fuera una de las piezas más movibles como el caballo o la torre, mientras que el contrincante se hallaba en el trono del rey bien cómodo, con todo preparado de antemano para ejecutarlo sin importar la estrategia. Tenía otra carga a su vez, como si una voz susurrara a sus oídos los recuerdos de su pasado amenazaban con emerger, saliendo de ese pozo sin fondo en el que fueron sepultados alguna vez; de todas formas dichas imágenes o películas se hallaban en mal estado, muchas se veían con distorsiones impresionantes tanto en imagen como en audio, como si algo las hubiera dañado, o algo parecido. Pensar demasiado lo distrajo del movimiento de quien manejaba a Nit, escuchando como algo se movió bruscamente desde arriba, llevando los ojos sangrientos rápidamente hacia aquello, sucediéndole un movimiento de emergencia para esquivar aquel lujoso candelabro el cual hubiera arrancado las cabezas de ambos jóvenes. La separación de ambos fue inevitable con tal de poder salir librado de aquel objeto, cuyo impacto generó una espesa nube de polvo levantarse....¿esperen, polvo?...¿no estábamos en una sala con mármol?, ¿de dónde provenía aquello?. Todas esas dudas surgieron como fuegos artificiales estallando dentro de su cabeza una y otra vez....y así, sus ojos se iluminan un poco como si le hubiese llegado una pequeña idea.

-Caverna....corriente de aire, polvo....¡¡eso es!!, ya lo tengo éste tipo debe ser además, ¡¡un ilusionista!!, sus movimientos no son reales, por ende se desplegó polvo del encerado mármol por el que caminábamos, además la ilusión parece ser solo óptica pero no sensorial de ser el caso, ya que pudimos sentir aire con anterioridad....heh, el problema de una estrategia bien planeada organizada y ejecutada por una persona sola, es el hecho de mantenerla funcionando tu solo, ¡¡maldito!!-

Su expresión se torna escasamente confiada, seguro de que con esa pista tenía algo que arriesgar a cambio de un resultado fuera cual fuera la respuesta del otro.

-¿hm?, ¿hay alguien más aún?-

Le llegó de sorpresa la respuesta tan directa de la angelical chica, ¿no que estaba siendo manipulada?...

-Tengo un pequeño plan, pero necesitaré que hagamos el desorden más grande que podamos crear....solo, déjame aclarar Nit-dono, ¿sigues consciente aún?-

Una repentina lluvia de rayos láser azotó el campo, los primeros lograron rozar el brazo izquierdo y hombro derecho del profesor mientras que los demás fueron evitados con suma sencilléz dada la velocidad que era capaz de manejar el demonio; a su vez la energía demoníaca interna había despertado un poco más, ya casi alcanzaba un estado demoníaco normal donde sus habilidades base podían relucir.

-Bueno si bien tardará, se curará solo en un rato-

Al ser un daño provocado por energía directamente, la recuperación natural de sus heridas se ralentizaba un poco, aunque era una condición a la cual no dar importancia, no es como si aquel ataque hubiese sido cargado con mucha energía espiritual, y de por si ésta era demoníaca, por ende la naturaleza de dicho ataque no era algo extraño para su cuerpo como para agregar algún otro efecto negativo. Hace tiempo desde que comenzó a adquirir conocimientos de medicina más avanzados con sus largos viajes acompañado de su gemela, se dedicó a estudiar las facultades que su propio cuerpo y energía podían expresar; en el caso donde su energía desprendiera demasiada violencia, su hermana ajustaría el sello para volver a sellarla. Debido a sus incontables experimentos, pudo comprobar el alcance en ese entonces de su condición biológica y energética, aclarando dudas...energía negativa u oscura era la que menor daño podía causarle, incluso energía espiritual pura o sin inclinaciones lograba un mejor daño. Su único "problema" era controlar sus impulsos por querer asesinar al condenado que decidió revivir un viejo escenario de dolor para el roto corazón del peli azul.

-Mejor no hables mucho, recuerda que el que ríe al último, ríe mejor...y me aseguraré de ser yo-

Aprieta sus puños convocando más energía desde dentro del cuerpo, necesitaba sus poderes cuanto antes, así que era hora de ponerse serios, y despertar....

-Ven a mi, tu, mi eterna compañera de baile....-

Extiende un brazo hacia adelante con la mano abierta, concentrando su energía rojiza, la cual empezaba a brotar desde su cuerpo hacia su mano y alrededores en varios fragmentos, como si fuesen incontables pétalos de rosa danzando al compás del aire, cada vez llenándolo más, revoloteando luego alrededor del cuerpo del demonio, llenando cada vez más con negatividad el ambiente a su alrededor. Cualquiera que estuviera cerca, podía sentir un ligera presión espiritual.

-No se si tengas habilidades para el combate o no realmente, Nit-dono, pero si eres capaz de conseguirme algo de tiempo, te estaría agradecido-

Ya no era el amable profesor que buscaba el confort emocional para su alumna, sino alguien distinto que comenzaba a abrir los ojos...ese lado suyo, quien siempre veía todo desde lejos tras una máscara...lo llamaba ahora, y comenzaba a acercarse como bólido, listo para castigar al energúmeno al que se le ocurre perturbar su tan preciada paz....
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Mensaje por Invitado Lun Oct 24, 2016 9:14 pm

-¡Asco! No vuelvas a llamarme Nat la angelita está dormida, Bellona o Belladona en todo caso – las heridas seguían sangrando pero aquello la había irritado más que cualquier daño físico. Estaba claro que odiaba a la chiquilla pero empezaba a odiar aún más al despreciable demonio que la había atacado.

Mientras los demonios parecían tener una amena conversación ella presionaba sus heridas a fin de detener el sangrado. El avance en esta área no era mucho, por ese motivo tendría que salir pronto del lugar, si quedaba inconsciente lo más probable es que el ángel  no pudiera tolerar lo ocurrido.

-Si me aseguras que mataras al bastardo, te doy el tiempo que quieras-
en un arranque explosivo, ignoro los rayos que seguían siendo expulsados por el demonio y usando su ayuda de la naturaleza, provoco un movimiento sísmico que no solo desoriento al atacante sino que también causo que pequeños trozos de más tierras provenientes del techo se precipitaran lentamente hacia el suelo.

La ilusión óptica empezó a borrarse como como una película y los rayos cedieron. Solo el silencio era dueño de la estadía, no se escuchaba nada, no se veía nada, incluso los rayos habían dejado de ser lanzados en su dirección y aunque algunos le habían rosado la piel en el momento que uso su poder, por los momentos estaban ausentes. Sin embargo, usar su poder la había desgastado, podía saber cómo usar su magia mejor que la dueña pero aun compartía energía vital.

Cayendo al suelo de rodillas quedo claro que no podría resistir ni un solo ataque.   Una voz grave empezó a hacer eco en la instancia mientras una luz azul se proyectaba por todo el lugar –Necesitan más que eso para acabar conmigo- el ser, había dejado todo rastro de humanidad y en su lugar una criatura azul gigantesca, llenaba la instancia. Haciendo caso omiso de las rocas que se proyectaban contra el suelo, esperaba que la vista se aclarara.

-y se suponía que ustedes eran fuertes jajaja- la voz retumbaba en las paredes haciendo que nuevas rocas cayeran contra el suelo, eran pequeñas pero constantes -El ángel se quedó sin energía no puedo hacer nada más, espero que estés listo profesor o el pitufo nos hará papilla – hablaba de forma lenta y ahogada.

El peculiar empezó a darle golpes al suelo como si intentara pisar una cucaracha y la rubia tardo un poco en entenderlo pero finalmente lo consiguió; estaba intentando aplastar al profesor. Aun a gatas la chica lo percibía todo, horrorizada. Estaba tan inmersa en lo que veía que no se percató de que una roca un poco más grande se dirigía directo hacia ella.

Con poco tiempo de reacción rodó en otra dirección para evitar morir, lo que la hizo sentir todas las pequeñas rocas del piso contra sus heridas abiertas-¡Rayos!- sus quejidos de dolor fueron demasiado escandalosos, alarmando al ser bestial encimada de ella, quien la sostuvo solo para apretarla.

La rubia sentía la agonía del momento, un grito ensordecedor se colaba en sus oídos y tardo un poco en percatar que ese sonido venia de su garganta que estuviera acostumbrada al dolor no la hacía inmune a él, aparte de eso este podría ser unos de los dolores más agudos que había sentido en la vida por mucho. Ni siquiera tener una eternidad perdida por el mundo podía ser tan terrible, solo quería que aquello acabara pronto.
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Mensaje por Invitado Mar Nov 01, 2016 4:43 pm

Necesitaba ese invaluable tiempo, sin eso no podría realizar su jugada, una que buscaba arriesgar algo más grande a cambio de un resultado perfecto, y una vez ejecutada no había vuelta atrás. Pondría todo de si, cualquier fallo por más minúsculo que fuese podría desencadenar un final que era incapaz de predecir....estaba llegando, la energía que se concentraba a su alrededor era cada vez más grande y una gran luz roja como un faro costero, bien visible en sus manos, al igual que la energía espiritual ondulante del mismo color alrededor de su cuerpo, se hacían muy presentes. Podía sentir unas grandes sacudidas, pero no estaba observando su alrededor, sus ojos se encontraban cerrados para lograr una mejor concentración únicamente apostando a que Nit se encontraba bien lidiando con su oponente....bueno, Nit o mejor dicho Bellona, al parecer esa era la influencia negativa que sintió dentro de ella en su primer intercambio de golpes. La voz del enemigo se lograba escuchar también, ésta retumbaba en toda la gran caverna, además el grito de la estudiante eran signo de peligro...pero no había nada que temer, puesto que ahora estaba listo...

Ost: The Awakened Demon:

-¡¡Ven!!, ¡¡por el vínculo espiritual que tu y yo compartimos desde tiempos inmemoriales!!, ¡¡Soushin!!-

Una vez pronunciado el nombre de aquella arma única que solo estaba ligada a su alma, y solo a él podía responder, se genera una explosión de energía muy conveniente que desintegra una gran roca la cual amenazaba con aplastar al demonio, seguramente producto de las sacudidas anteriores. Al mismo tiempo sus ojos brillaron en un rojo aún más intenso y de su cuerpo junto a la explosión se distendió un aura demoníaca muy negativa de ese color característico en él, la cual se esparcía por el interior de la caverna con mayor facilidad al ser un lugar cerrado. El temple del demonio, o mejor dicho Archi-Demonio despertado era completamente distinto al Kettei de todos los días, el cual era muy amable y bien portado....el actual Kettei se mostraba como alguien que desprecia cualquier cosa que se considera "viva", con una mirada de intensa frialdad como la que vivió en Cocytus al ser ésa su tierra natal.

-¿Hmm...?, ¿qué es esto?-

La penetrante mirada carmesí afilada, estaba observando un hecho sorprendente, era una intermitencia entre la aparición y desaparición de un ente azulado enorme que ocupaba toda la cueva, el cual parecía apresar a la indefensa ángel...¿o demonio?, la verdad no lo diferenciaría bien ahora.

-Con que otra ilusión, al parecer la explosión de mi energía que naturalmente es muy corrupta, ha distorsionado el efecto ilusorio sobre mi mente...no puedo decir lo mismo de la chica, debo de sacarla de esa ilusión....que fastidio...-

Con su espada doble de mango negro y hojas rojas en la mano derecha, y un aura espiritual que rodeaba su cuerpo al completo mientras fluía por el entorno como un volcán que no dejaba de erupcionar, todo eso junto era la señal clara de que su capacidad estaba disponible al máximo y más. No fue para nada difícil alcanzar una velocidad que se asemeja a la mitad de lo que el sonido podía lograr, para llegar rápidamente a un costado de Nit, y posar dos dedos sobre su frente, aplicando energía propia sobre ella. Ésta era dirigida a las vías nerviosas que se encargaban de propiocepción, los nervios del audio y de la visión, en resumen afectando a su sistema nervioso de forma tal que la afección ilusoria ocasionada por el enemigo, fuera vencida por otra afección de carácter energético, en el cuerpo de la chica.

-Despierta chica, es hora de que salgas de esa pesadilla...ah, déjame el resto a mi, me encargaré del asesino...-

Esperaba que su ayuda diera resultado, sino, entonces lo arreglaría luego, que seguro al derrotar al demonio el efecto de la ilusión dejaría de imponerse sobre la pseudo-muñeca de porcelana. Mientras tanto, la negatividad presente en el ambiente era palpable, si tuviera un gusto en particular, podría sentirse también, después de todo hace mucho que no necesitaba liberar su poder por medio de su arma, la llave que desbloquea la verdadera fuerza demoníaca en Kettei.

Por otro lado y más alejado de la escena, el enemigo el cual fue enviado a cazar al objetivo de antaño, y experimento que en parte falló para los planes de la realeza demoníaca, se encontraba algo tenso, no le gustaba para nada que arruinaran sus planes, pero sabía a lo que se estaba enfrentando, nada más ni nada menos que uno de los hijos de Suisen y Azura, los legendarios Archi-demonios milenarios de la actual Asia, quienes ya se encontraban en otra vida. El legado dejado por ellos era algo que una vez se intentó controlar, pero fue inefectivo, por ende, el asesino fue enviado para tratar de debilitar y capturar a Kettei, de forma que pudiesen intentarlo una vez más....o de ser necesario, matarlo, el cuerpo serviría también para avanzar más en la investigación de todas formas.

-Si esto sigue así realmente la pasaré mal...creo que lo mejor será retirarme por ahora, tengo más trampas preparadas afuera-

El joven archi-demonio no dejaría pasar la oportunidad, y empieza a correr a una impresionante velocidad, la misma usada anteriormente, dirigiéndose rápidamente al lugar que recordaba desde el cual fueron dispersados tantos rayos de energía, el único ataque capaz de generar daño como se evidenciaba en el cuerpo del ángel. Soushin le enviaba como comunicación latidos de energía hacia su cuerpo, preguntándole si el día de hoy habría sangre y energía que beber...frente a ese mensaje, el chico sonríe de lado.

-Eso espero, hace mucho que no peleamos juntos, disfrutemos de ésto que seguro durará muy poco-

Altanero no disminuía su marcha ni un segundo, estaba realmente confiado, pero no por subestimar al contrario, sino porque en su corazón sabía que la victoria era suya, confiaba en su poder, en su compañera de toda batalla importante Soushin, y en sí mismo...además, tenía algo que proteger, esa era otra razón para saber que no perdería el encuentro. No pasaron muchos segundos para que el contrario respondiera lanzando rayos del mismo tipo que recibió Nit hacia él, respondiendo Kettei al blandir su espada doble para bloquear con ambos filos al girar su arma constantemente, los diversos disparos energéticos que fueron dados. Ese ataque le dio información de la localización más exacta de aquel...

-Te tengo, ¡¡toma esto!!, ¡¡Hyaaaa!!-

Sentencia al agitar su espada de forma que hace un corte en X en el aire con ambas hojas, desprendiendo de éstas dos ondas de energía de corto ancho y metro y medio de largo, en dirección al sitio de donde provenían las ofensivas. Una explosión se escucha, ambas ondas chocaron con lo que parecía ser una pared de rocas falsa, atravesando la ilusión y llegando a la sala secreta donde se encontraba el enemigo, quien apenas estaba tratando de salir, ya que el avance de Kettei en pocos segundos no le dio mucho tiempo para escapar.

-¡¡Maldición me ha cortado la salida!!, ¡¡maldita mi suerte!!-

-Así que aquí estás....es hora de terminar esto-

-Eso crees tu, ¡¡yo tengo más experiencia en esto!!, ¡¡soy un gran asesino enviado a por ti maldito Himura!!, eres un despreciable demonio traidor!!, ¡¡todo el inframundo te busca y te destruirá!!-

-Ya veo...en ese caso no puedo dejar que te escapes y les cuentes donde estoy, pensaba dejarte vivir pero, has acabado con mi misericordia con esas palabras, felicitaciones....aunque para empezar, no tengo misericordia-

La actitud del joven ahora albino seguía demostrando una clara altanería, frialdad y combinada con desprecio hacia la forma de vida que tenía delante suyo...estaba listo para matarlo, pero aún no haría movimiento, no vaya a ser que el contrario haya planeado eso desde un inicio....

-Me pregunto si esa ángel se ha recuperado ya, con la distracción que he generado al acercarme directamente este renacuajo debería haber perdido el control de su ilusión...-
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Mensaje por Invitado Sáb Nov 12, 2016 9:41 pm

 Podía percibir muy a lo lejos los sonidos y la luz tras una explosión desconocida, aunque no era consciente de ello; sus sentidos estaban más que sobre cargados por el dolor en una agonía de pocos segundos que parecía eterna. Justo cuando la rubia creyó desfallecer, una mano se posó sobre su frente y un mar de alivio la recorrió refrescando cada partícula de su cuerpo.

La calma no duro mucho cuando su cuerpo se estremeció dando largas estampidas en una especie de convulsión al mismo tiempo que se esforzaba por salir de la ilusión. El golpe de energía que la hacía tambalearse de un polo al otro de su persona  intermitentemente, en una lucha de energía que peleaba por tomar el control ajeno a ambas partes, como un sistema con cortocircuito. Cuando terminaron las olas de energía uno de los polos estaba definido.

El ponerse en pie fue gradual y agotador, sentía punzadas en todo su cuerpo pero aquel dolor desgarrador había desaparecido y eso en sí mismo era suficiente para hacerla sentir muchísimo mejor.

-Imbécil ojala se muera- expresaba Bellona mientras se tronaba el cuello –Decirlo no hará que suceda bruja-  Algo increíble sucedió, si bien era Bellona la que había conservado el control sobre el cuerpo y era además la única que sentía las heridas física, aun podía escucharla tan claro como si estuviera a su lado, era algo… perturbador a decir verdad. Mientras Dina, se encontraba en alguna especie de plano diferente al real, no estaba segura de lo que sucedía, aunque evidentemente no era un fantasma puesto que aun podía ver desde su cuerpo, la única diferencia erradicaba en que no lo controlaba, no lo sentía y no era escuchada por otro ser vivo más que Bellona.

-¿Que cojones haces aquí?- En pie hablándole al aire la rubia estaba exasperada -Si entendiera algo de esto, créeme que no estarías en mi cuerpo- el agotamiento de su cuerpo era demasiado para darle más importancia al asunto–como si pudieras soportarlo, angelita. En fin solo guarda silencio o me estallara la cabeza- mofándose de la contraria la voz interior guardo silencio.

Al fin sin nada que la distrajera más que su propio dolor la chica pudo examinar la situación. Toda la cueva había perdido restos de lo que era, las paredes eran ahora vacías y terrosas, por un segundo se preguntó si el estallido la habría llevado a otro lugar pero cuando sus sentidos se agudizaron percibió mas a detalle el ambiente y no parecía la misma ubicación  -Aff demonios ilusionistas, como los odio debí suponerlo-  La contraparte interior no podía evitar impresionarse, la odiaba eso no disminuiría, pero debía admitir lo absurdamente útil que era en esta ocasión y algo muy parecido al respeto se creó.

Una de las paredes de la cueva, se hizo hipnóticamente atrayente y apoyándose de las rocas en un movimiento tambaleante se acercó a ella, olisqueando el ambiente como si de un perro se tratase, percibía algo con claridad alguna especie de energía maligna.

Las peculiares acciones contrarias prendieron la curiosidad en dina y ahora que tenía la oportunidad de observarla tenia demasiadas preguntas en mente ¿Qué clase de demonio era realmente Bellona? ¿Qué otras habilidades peculiares tendría? -¡Hey! Necesitó concentración y tu confusión me incomoda ¿podrías dormir un rato mientras yo intento sacarnos de este problema vivas?- dada la distracción que la contraria le provoco toco la pared accidentalmente lo que la hizo caer directamente en medio de los dos demonios.

-Rayos- Dijo observando con horror la pelea que se desarrollaba entre ambos seres donde ella inevitablemente se encontraba involucrada.

El lugar era una versión más pequeña de lo que había sido la otra habitación pero los golpes de uno a otro lado tiraban y rompían objetos a su paso, en movimientos y estampidas tan rápidas que escapaban del entendimiento de la rubia.  No era momento de ser valiente, solo quería alejarse del enfrentamiento pues sabía que sería imposible pelear mal herida y sin suficiente energía para desatar poder alguno, así que se limitaba a esquivar los golpes de ambos adversarios mientras buscaba alguna manera de distanciarse.

Algo afilado corto su hombro y antes de que pudiera evitarlo había sido lanzada contra una de las paredes de la instancia.
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