Entrenamiento fuera de clases [Priv. Enjin]

El chico no me escuchaba, solamente se levantaba todo desgastado mirando el pilar totalmente desafiante, por un momento sintió algo en esa mirada al que el chico clavaba en la enorme estructura y simplemente este se quedo inmóvil por unos segundos por el raro sentimiento que recorría su cuerpo. El chico decidido, con su cuerpo totalmente débil que llegaba a temblar ligeramente, movió su cuerpo todo hacia delante, y Enjin inmediatamente reacciono impactado -NO!- gritó para que el chico se detuviera lo cual no escucha y por un segundo millones de pensamiento empezaron a pasar por la cabeza del profesor, ¿Era el fin de Nuzu? ¿Lo lograría? simplemente extendió su mano hacia donde estaba el joven en forma de que se detuviese, pero era tarde y el chico ya había desaparecido en un instante.

Hubo un silencio inquietante, Enjin ya estaba pensando en lo peor y antes de que pudiese agachar su cabeza, el joven Nuzu apareció frente a el chocando con el alto profesor y cayéndose accidentalmente al suelo, ¡el chico lo había logrado!, no podría creerlo, Enjin pensaba que era el fin ya que las condiciones físicas del chico eran deplorables, estaba muy cansado y dudaba que lo lograría, pero la temerosidad de este hizo que lo lograra. El chico estaba totalmente desordenado, con el cabello alborotado y su cuerpo sudando, pero el joven estaba ahí frente a el mientras el ultimo pilar comenzaba a descender lentamente y mientras el profesor miraba impactado al chico, este dibujo una sonrisa aliviado de que este lo hubiera logrado, el entrenamiento no lo calculo y a lo mejor fue muy radical para que fuese la primera clase, pero este lo logro de todas maneras, simplemente Enjin no dijo ninguna palabra hasta que el pilar descendiera hasta el suelo.

Al llegar a tierra firme, el profesor se acomodo los lentes sin decir nada y simplemente le ofreció su mano al joven para que pudiese levantarse, se había esforzado bastante sabiendo que solamente era un entrenamiento dio lo mejor de si, Enjin se sentía orgulloso de el, no creyó que este tuviera un potencial y determinación bastante firmes. -Estoy... impresionado, has superado el entrenamiento antes de que se acabara el tiempo... sobrando 5 segundos antes de que se acabase el tiempo, tengo el orgullo de decirte que superaste el entrenamiento, de... de verdad estoy orgulloso para que fuese la primera clase.-Le respondió mientras el chico le clavaba su mirada con un brillo especial en el, simplemente este le sonreía de vuelta, mientras extendía su mano para que se pudiera parar.

Aceptó la mano que le extendía y levantó su cuerpo dando un último esfuerzo para llegar a ponerse de pie. Estaba tan cansado que sentía que podía desmayarse en cualquier momento, pero la emoción lo impedía manteniéndolo despierto. -No puedo creer que lo hiciera a tiempo -murmuró maravillándose por las palabras que le brindaban. La sonrisa no se le borraba del rostro, y era seguro que se mantendría allí por varios minutos, sobretodo por que había sido elogiado. Si, estaba consiente de la importancia de incrementar sus habilidades sin morir en el intento, pero eso no se comparaba con el sentimiento que le generaba la corta frase de “estoy orgulloso” esa combinación de palabras que difícilmente había oído en su infancia y que ahora, naturalmente, salían de la boca de alguien tan grandioso como lo era el peli grisáceo.

-Gracias por todo, sin tus enseñanzas y tu entrenamiento estoy seguro que no lo habría logrado -se despidió ofreciendo su mano con una sonrisa y sus ojos cerrados para demostrar la confianza que depositó en él desde el principio. Nunca dudo de la amabilidad de él, siempre confió ciegamente en que era una buena persona, y ahora todo había quedado demostrado, con sus acciones, sus palabras y su voluntad. Se alegraba de haberse perdido ese día.- Muchas gracias Enjin -repitió con orgullo.

Era tarde y el frío ya comenzaba a llenar todos los rincones de la academia, al igual que la oscuridad que comenzaba a bajar lentamente, aún si faltaba un tiempo para que anocheciera, por lo que se despidió y marchó hasta su cuarto. Tenia hambre, pero como a penas podía sentirlo, no le importó. Lo más seguro era que tuviera alguna bolsa de dulces guardada dentro del cuarto, con eso le bastaría por ese día, en especial porque estaba seguro de que si no descansaba pronto colapsarla del cansancio, y si pasaba eso solo lograría que la vergüenza reemplazara la emoción, además de preocupar a Enjin (luego de que este le había ayudado tanto). Cuando llegó se dejó caer sobre las sabanas y únicamente movió su cabeza hacia un lado para poder respirar sin inconvenientes. Había sido un entrenamiento arduo en un día realmente largo, pero estaba tan feliz que le era difícil pensar en otra cosa. Su poder ahora era mayor y se sentía lleno por dentro, si, había sido un buen día, disfrutaría mucho estar en esa academia.

Escuchando las palabras de agradecimiento que recibía del joven, simplemente afirmaba con la cabeza con una sonrisa leve en el rostro, estaba orgulloso y satisfecho de todas maneras del desempeño inesperado que este le demostró al profesor. Luego del que chico entrara a la academia, Enjin desapareció para luego encontrarse en el tejado del castillo, un espacio bastante cómodo que había encontrado en el techo que daba justo alado de una ventana de una habitación, no sabia a quien pertenecía pero simplemente no le llamo la atención eso. Tomando asiento en el borde, hace aparecer un platillo de plástico con comida, fideos con verduras y pollo para ser precisos, con un vaso plástico igualmente con una gaseosa de 1 litro a un lado de el, todo eso lo hizo aparecer con sus habilidades de teletransportacion que aparte de moverse a si mismo, podía traer cosas con poderes que aun no usaba ante los ojos de cualquier persona de la academia y hasta el momento cada detalle de eso era desconocido.

Faltaba para que oscureciese pero la puesta de sol era hermosa, había presencia de nubes que se extendían hasta el horizonte que con el atardecer, parecía papel en un lienzo de colores que se pintaba por si solo sobre el cielo. Enjin disfrutaba su cena mientras el viento comenzaba a soplar mas despacio, era el ambiente que el siempre buscaba, tranquilo y sereno mientras pensaba que planes tendría para el chico la próxima vez que este pidiera de sus clases, aun no sabia que tener preparado, pero el sabia ahora que cualquier prueba que le pusiera a este chico, de alguna manera la completaría sin importar que tan cansado este, era un detalle que a Enjin lo sorprendía bastante y admiraba igualmente.