G5 - Sala central (Mordred y Raiden)

El cielo se puso oscuro y comenzó a llover copiosamente. Era el día en que Bernkastel y sus hordas aparecerían para aplastar el último puñado de alumnos y profesores que quedaban en la Academia. Los jóvenes se miraban entre sí con temor, blandiendo sus armas y sacando sus poderes. Sabían que éste podría ser el último día de sus vidas.

Sin embargo, bien era sabido que si no detenían a la Bruja, llegaría hasta la Sala Central y tomaría posesión de Gilgamesh otra vez. Luego de eso... lo peor esperaba en todos los universos.


Gilgamesh permanecía sentado y con un enorme diamante arriba que lo purificaba poco a poco. Parecía algo adolorido, pero se notaba que no tenía las suficientes fuerzas como para despertarse. Si Bernkastel se lograse colar por una de las puertas, y lograse romper el cristal. Se habría acabado todo para Legacy

OBJETIVOS:
1) Bloquear todas las ventanas usando sellos mágicos (en cuatro posts).
2) Aguantar el ataque de las tropas de la Academia Svartgard.

Mordred miro con solemnidad la figura que se hallaba en el centro de la sala, Gigalmesh tendido con una gema en la cabeza con gesto de sufrimiento claro en sus ojos.

Mordred abrió el libro y examino los jeroglíficos, eran sellos mágicos, sellos poderosos de magia antigua... Pero aún así... ¿Seria suficiente?
Esperaba que estos pudieran retenerla todo el tiempo posible, pero... Si "Ella" llegará a entrar, sencillamente, sería el fin.

Ni siquiera Mordred, el profesor más viejo, esperaba tener la más mínima oportunidad contra Benrkastell, su poder era inmenso y si contará con el apoyo del guerrero dorado.
Sencillamente sería imparable.

-El destino del mundo es una carga muy pesada para cargarla al hombro, ojalá no flaqueen...

Pero no sabía si se refería a el alumno que le acompaña, a Gigalmesh o... A si mismo.
Ellos 2 eran la última frontera, eso significa, que si llegan hasta ellos, debían resistir, no por ellos o por el mundo, sino por el sacrificio de los que defendieron el castillo hasta caer.

-Es el momento... Empecemos a escribir las protecciones.

Se acercó a la primera ventana y empezó a trazar un gran similitud escribiéndolo con su poder concentrado en la punta de los dedos.

-Elementos del mundo, proteged esta entrada de todo aquel que quiera perturbar este lugar, proteged a los inocentes, a los indefensos y a el mundo.... Fuego, tierra, agua, aire... Llamad a los elementos ligados a vosotros y extended vuestro poder...

Trazo alrededor del grande otros más pequeños

Sombra, metal, hielo, rayo... Dadnos vuestro poder, haced retroceder a quien quiere invadirnos... Concentraros en los elementos del equilibrio...

Finalmente dibujo 2 símbolos más pequeños

-Luz y oscuridad, equilibrio eterno, lucha que hace girar el mundo, reforzar los lazos, sed testigos de lo que aconteció y acontecerá, uníos y guiadnos en la lucha.

Se volvió para ver qué tipo de protección estaba colocando su alumno, no necesitaban usar el mismo hechizo, les sería mucho más difícil abrir puertas si cada una tenía combinación diferente.

"Pero solo hace falta un hueco... Y se acabó..."


Eso pensaba, pero no podía dejar traslucir sus pensamientos, en ese momento el era la última frontera, debía ser fuerte por todos.

-¡Venga! Hay que sellarlas todas.

Entonces, algo verde del suelo comenzó a salir. Un fuerte olor a pescado podrido empezó a inundar el ambiente de la Sala Central. Entonces, tres hombres-slime aparecen del suelo rodeando a Mordred. No se podían acercar mucho a Gilgamesh, pues éste estaba siendo recargado con energías de la gema, algo que podría ser mortal para cualquier ser.


De inmediato, el primer hombre-slime intenta ensartar su lanza a Mordred. Mientras que el de atrás se estaba separando como en una especie de mitosis. El tercer hombre-slime lanzó ácido a la gema para demorar que Gilgamesh se recuperara. Ahora, Mordred estaría en severos aprietos.

Un antiguo estudiante de Svartgard, ayudando ahora a quien se supone es su enemigo, ni el mismo se lo cree, es casi como un milagro, de un momento a otro, pasar de un bando al otro, alguien como Madai, pero bueno, lo han jodido bastante. No es facil controlar el temperamento de Madai, y a Svartgard se le fue de las manos, hasta este punto, es tan sorprendente que Madai no deja de pensar en ello.

Solo esta en silencio, Mordred es el nombre de su actual compañero, proteger al líder de su antiguo bando enemigo, esta situación rondara en la cabeza del híbrido por un buen rato. -No puedo usar magia, por lo que los sellos serán tu trabajo- Es lo primero y lo único que le dijo a aquel profesor, no es por nerviosismo, no es por que se sienta mal por traicionar a Bernkastel, es solo por que esta distraído por la actual situación. Su mirada viaja por el lugar, analizando el cuarto, y deteniéndose de vez en cuando sobre Gilgamesh, es un poco extraño para el, no es la primera vez que traiciona a alguien, pero algo lo hace sentir diferente en estos momentos.

Pero su mirada vacía se acaba cuando los tres enemigos aparecen, debe reaccionar rápido, esta de espaldas a los tres hombres-slime, puede atacar al que quiera, el tiempo se le acaba, reacciona con velocidad, pero no la suficiente como para evitar el ataque a la gema, pero la suficiente como para salvar a Mordred. Utilizando su maza Lang Ya Bang lanza un golpe directo, pasando por la cabeza del hombre-slime en plena mitosis, llegando a atravesar el pecho del que ataca a Mordred, haciendo un ataque de 90 grados, visto de perfil. Le quita la lanza al hombre-slime de la mitosis usando una mano y lanza una estocada para ensartarla en el cuello del tercer hombre-slime.

Mordred estaba tan ensimismado con las protecciones, que no cayó en los enemigos que lo rodeaban, no al menos hasta Tener la lanza casi encima.
Sólo pudo mirar como el alumno Maniobraba para evitar ser empalado del todo, aunque si hizo un feo corte por encima de la cadera.
Mordred no sentía el dolor como los mortales, pero eso no impide que pueda distraerlo o que dañen su cuerpo físico y limiten sus acciones.

Mordred giró su cabeza mirando a los Slimes.

-Un movimiento inteligente... Vieja bruja...

No había pensado en la posibilidad de tener que Luchar tan pronto, pero es lo que tiene este mundo, gafes de ofició.

Mordred levanto su mano, pero dudo, esas criaturas eran ácidas ¿Como iba a vencerlas? Sólo se le ocurría usando algún elemento electrico.

Pero debería ahorrarse la magia para los conjuros de protección, levanto 2 dedos y dos huesos aparecieron flotando, eran huesos gruesos y empezaron a girar y a avanzar bajo su señal.

Dichos huesos volaron para golpear las cabras de los Slimes, cómo iban girando el efecto del ácido sobre ellos era mínimo, además los huesos están formados por capas, no se disolvería tan fácilmente.
Los dos huesos golpearon a él que echaba ácido a Gigalmesh y al que había intentado atacarlo por la espalda.
Sin sus cabezas los Slimes deberían perder tiempo y fuerzas en regenerarse para luchar correctamente.

Mordred avanzó hasta la siguiente puerta para hacer el bloqueo, por lo que veía, el alumno sabía moverse pero no sabía de sellos mágicos.

Eso significa que solo él puede hacerlo

-Ten cuidado, que no te toquen...

-Solo centrate en los sellos, yo me encargo de protegerte a ti y a Gilgamesh, si empiezas un sello lo terminas, aun si hay una pelea, no dejes un sello a medias- La mala leche al hablar y la cara de pocos amigos no se le quita con nada, pero aun así, el sabe que aquel profesor sabe que hay que utilizar diferentes sellos para cada lugar. No planea decirle algo que seguramente ya ha de saber, pues a pesar de ser como es, sabe cuando una persona entiende y conoce lo que hace, no duda de los conocimientos o la inteligencia de su compañero.

La regeneración de los hombre-slime sin dudas sera mas lenta ahora que están encargados de su cabeza, pero Madai no los dejara así, utiliza las lanzas de los mismos hombre-slime para mutilar sus extremidades, empezando con sus brazos, dejando torsos apilados en una esquina. Deja los palos restantes de las lanzas en las paredes del cuarto, separadas, por si llega a ser necesario utilizarlas, sostiene su maza de nuevo, y empieza a caminar alrededor de la sala, esperando a que algo nuevo suceda. Ciertamente sera malo que algo nuevo suceda, sin embargo es muy obvio que algo nuevo sucederá, por lo que uno no puede bajar la guardia, es suficiente ya que uno de los dos sea incapaz de ayudar con los sellos mágicos. Y a causa de esa incapacidad, hará su mejor esfuerzo en proteger al mago, traga saliva, pues no han pasado ni 5 segundos y ya se esta aburriendo, se apoya contra una pared sin soltar su arma, esperando a algun nuevo ataque.

Mordred asintió mientras se volvía hacia la puerta, el alumno tenia razón, el era el único de los dos que podía ponerse a crear las protecciones, y no podía permitirse ir perdiendo el poder mágico en la lucha contra los slimes, confiaría en el, en su habilidad y determinación.

era curioso, que quienes protegían a Gigalmesh, el ultimo bastión, hubieran sido de la escuela contraria hace nada, ironías de la vida.

-Espiritus de los difuntos... -recitaba escribiendo símbolos en la ventana sur- Guardianes del pasado, caídos de la batalla, Svargart vuelve a alzarse con intención de destruir lo que vosotros una vez mantuvisteis a salvo... os pido que uséis una vez mas vuestras fuerzas para resistir al enemigo... - trazo un circulo perfecto alrededor del circulo y suspiro- El pasado y el presente han de unirse para enfrentarse al mal... para salvar el futuro, el ciclo sin fin.

Se volvió con intenciones de avanzar a la 3º ventana, no obstante vio los cuerpos mutilados de los slimes.

-Sabes que eso no los detendrá ¿verdad? ¿no deberías rematarlos? ahora que puedes...

Recuperarse es solo una de las cosas que pueden hacer, dividirse o unirse en un único ser eran también posibilidades horribles.

Mordred no se quedo a discutir, aun tenia que bloquear 2 ventanas mas, confiaría en el juicio del pequeño aprendiz, tampoco es que tuviera muchas mas opciones...

-Tienes razón, sin embargo resultara mas sencillo eliminar una cabeza que tres y aumentando- Tras acabar de decir aquello observa los tres cuerpos mutilados, pareciendo que intentan formar uno. -Ya esta empezando- Se aleja un poco mas de los cuerpos de los tres enemigos y usando su telekinesis levanta su maza a lo lejos, posicionandola sobre la cabeza en plena unificación de aquellas criaturas. La maza empieza a girar, por los pinchos en la punta de este se ve como una licuadora, y en eso es lo que piensa Madai, se coloca entre los hombre-slime y Gilgamesh. Su maza baja, empezando a destrozar la cabeza de aquellos monstruos que ahora casi son uno, luego avanza por el cuerpo de ellos, hasta que los reduce a su menor proporción. Utilizando ese mismo poder para evitar que la sangre o algo de aquellos slimes cayera sobre Gilgamesh o la gema, incluso alrededor o a Mordred, aleja la lanza de la esquina y sigue usando la telekinesis, esta vez para separar la mugre de los slimes de su maza.

Las gotas y bolas de la sangre, agua y ácido de los hombre-slime aun flota, Madai piensa usar eso contra el siguiente enemigo que aparezca, haciendo que esto flote cerca del techo, para dar una sorpresa desagradable. -Esas cosas son asquerosas- Exclama mas para si mismo que para hacer charla, y la verdad es que se esta aburriendo un poco, aquellos enemigos fueron fáciles. Pero aun sabiendo que pueden aparecer enemigos que le harían preferir luchar contra mas hombres-slime, sigue quejándose de forma interna de lo aburrido que esta. Si tan solo Madai siguiera del lado de Svartgard, el podría fácilmente entregar a Gilgamesh a Bernkastel, pero no lo es, y aunque piensa que tal vez podría intentar obtener algo de provecho de la situación. No sabe que podría ser eso de provecho, y no lo piensa mucho tampoco, solo se apoya en una pared de nuevo, esperando a que alguien o algo ataque.

Mordred ignora el campo de batalla y mira el cristal de la ventana oeste, semitransparente ante si, donde la lluvia impide casi ver el exterior, puede notar que el ambiente se ha enfriado de golpe, no sabe si es por la lluvia o por algo que esta pasando en el exterior, pero por ahora dibujar sobre el vaho es mucho mas sencillo, o eso cree.

-Espíritus guardianes, senda de la eternidad, dioses, seres divinos y semidivinos, senda de la luz y la eternidad, os ruego vuestra atención, fuerzas de la naturaleza y el orden, las leyes de la física, el universo mismo, fuerzas inmemoriales que habitáis en este mundo desde la mismísima creación, al ser llamado universo, a ti te pido tu protección, ambos juntos atrae el equilibrio eterno aquí entre los meros mortales, bloquea el desequilibrio y la impunidad sea castigada

Dibuja claramente varios símbolos religiosos, antiguos y actuales, y incluso entre ellos símbolos científicos de realidades físicas, el universo desconocido yacía en esos símbolos, misticismo y ciencia, la verdad comprensible y lo imposible de conocer mediante la razón.

-Humanos y no humanos, todo forma parte de un equilibrio, que tanto unos como otros intentan romper, pero al final... el equilibrio es lo único que se puede mantener.

Una vez termino, solo quedaba la ventana norte, su ultima parada

-¿Vas bien?... nada olvídalo, pregunta tonta, veo que te desenvuelves bien...- se detuvo un segundo antes de terminar de encaminarse a la ventana siguiente pero mientras lo hacia hablo en voz alta- ¿eras de Svargart verdad?yo también lo fui... ¿Que era lo que andabas buscando? ¿Que se te prometió?... si no es demasiado personal claro.

-Un mundo donde podría vivir, hacer lo que quisiera sin preocuparme de nada, de humanos que quieran dominarme o el peligro de la muerte, un lugar donde un Nephilim como yo pudiera vivir- Exclama sin preocuparse, sin dolor en su tono de voz, ni decepción, aunque Madai no es un hombre muy esperanzado, no niega que aquella promesa le daba curiosidad. Y mas que eso, pensaba en todo lo que podría hacer, cuantas caras podría romper y cuanta sangre derramar, en síntesis, las peleas que llevaría a cabo. -¿Y que fue en tu caso?- Pregunta de vuelta, no es como si le importara, pero un poco de charla no le hace mal a nadie, ademas no parece que algún enemigo venga a aparecer pronto. Por lo que nada mejor para matar el tiempo que una pequeña charla sobre alguien que traiciona a los que creyeron en el, para avivar el fuego y esa clase de cosas. Y eso es algo que definitivamente funcionara con Madai, pues es mas fácil de hacerlo enojar a el que a una novia celosa, y seria decir poco creo.

Mordred suspiro, el eterno miedo a la muerte, el cual ya no compartía, pero podía comprender.

-Yo fui humano en el pasado... Conozco a la humanidad... He convivido con ellos demasiado tiempo.-Yer Noligma empezaba a trazar símbolos en la última ventana- En ellos He visto el miedo a la soledad, Miedo a la muerte, y al dolor al terminar de amar...

Mordred parecía abstraído dibujando símbolos, parecía que no recordaba estar hablando con otra persona

-El miedo te puede llevar a hacer locuras... Cometí muchos errores, muchos de ellos imposibles de reparar... Pensaba que si devolvía el equilibrio al mundo... Dejaría de pagar mis pecados, esperaba que alguien más fuerte y poderoso, dirá fin a mi eterna condena...

Detuvo un momento la construcción de la protección, y se volvió a su alumno mientras lo miraba con una mirada estrada, casi apenada.

-Pero me di cuenta de que el camino de Beskastel, no es el correcto, el mundo siempre tiende a él equilibrio, pensaba que ella buscaba establecerlo, pero ... Ella solo busca saciar su venganza personal, su odio... No se diferencia tanto de los humanos que odia.

Mordred continuo dibujando el símbolo

-Nunca lo supe, en que me meti, nunca podré volver atrás aunque lo quiera, y yo no se por que, que mal me lo pasé,  tú y yo, así fue como terminé.

Una vez termino de trazar los lazos de protección sobre el cristal, su mano se quedó apollando sobre este, como si quisiera sentir el goteo insesante de la lluvia sobre el cristal.

-A seguir las reglas nunca quise jugar, con un cuchillo me deshice de mi ingenuidad...

Mordred se volvió a el alumno

-Adelante, aquí puedes juzgarme... es tarde para disculparme...

-¿Juzgarte por que? Nadie esta libre de errores y cada uno arrastra sus propios pecados, el peso de estos dependen de la importancia que uno mismo le de, yo también tengo pecados y he cometido errores, la diferencia entre nosotros dos, es que para mi, son solo polvo sobre mi ropa, siendo sincero, entre los dos, yo soy quien debería ser juzgado, al menos tu intentas hacer algo para enmendar tu error, yo solo hago esto por que Bernkastel me toco los huevos demasiado- Aveces, Madai puede ser bueno hablando, e incluso decir frases geniales, mucho mas allá de lo que podría pensarse con las impresiones de el aun de años. Habría que verlo para creerlo, y es que Madai oculta mas cosas de las que podría creerse, pero lo que si, nunca falta la frase un poco subida de tono para acompañar su voz. Eso, junto con casi todo lo demás, no se le quita con nada ni nadie.

-¿Ya has acabado con todos los sellos?- Pregunta cuando se acuerda de aquello, mejor dicho después de unos segundos de silencio, o cuando Mordred empezara a tratar de simpatizar con el, diciendo que es buena gente y esa clase de cosas. Pues el peli-negro no es una persona a la que le guste esa clase de charla, es un tipo duro y terco, al que no le gustan muchas cosas y se enfurece con mucha facilidad. Un hombre que tiene un pensamiento sobre la vida y sobre si mismo, que no se podrá cambiar con nada, aun si el mismo no entiende que sus palabras expresan cosas que ni el mismo sabe de si mismo.

Una vez derrotados los slime-people, un viento fétido y huracanado comienza a revolverse en la sala. Lo que vieron fue una vorágine con ojos y piernas que deambulaba libremente. Un temible peligro que iba de un lugar a otro, lanzando viento y levantando Madai hasta impactarlo contra el techo.

NIGRO-ELEMENTAL DEL AIRE

· Espíritu diabólico del aire. Convocado por Bernkastel.
· Crea tornados que pueden levantar con facilidad 200 kilos.
· NPC enemigo activo.
· Se necesitan 10 posts para derrotarlo.

OBJETIVOS
1) Derrotar al Elemental.

El cristal se empezó a iluminar de un celeste muy brillante. Gilgamesh, se levanta y saca una gran espada con forma de taladro. Sonríe de forma sardónica, como si la Academia Legacy ya hubiera ganado la batalla. Su armadura era grande y reluciente, se podría ver el reflejo del cristal que tenía encima. Giró la mirada hacia las dos personas que estaban en la habitación y negó con la cabeza, como si ellos se trataran de un par de niños — Oigan. El cristal recargó mis energías. Puedo lanzar un Enuma Elish hacia una de las cuatro salas ¡Pero ojo! Usen mi grandioso poder con cuidado... luego me dan las gracias — y así, cuatro portales se abrieron.

En el primer portal estaban Natsu y Charlotte, luchando contra zombis y dos robots. En el segundo portal estaban Hiizumi y Raymond luchando contra Krul, la supervisir. En el tercer portal estaban Noah y Tyrande luchando contra los robots, y por último, Jellal y Serena luchando contra zombis. Mordred y Madai necesitaban ahora escoger para cuál habitación iría el Enuma Elish.

INSTRUCCIONES DE USO
1) Cada cinco turnos, Gilgamesh acumulará la energía suficiente como para liberar un Enuma Elish.
2) Un Enuma Elish da cinco golpes a todos los contricantes de Svartgard de una puerta.
3) Deben elegir sabiamente a qué lanzar el poder.

Madai parecía un tipo duro de roer se resistía a decaer, no sabía si era valor o terquedad, fuera lo que fuese se lo contagio a Mordred, quien asintió mientras su ojo izquierdo brillaba de forma espectral, un color azulado tenebroso y frío que parecía ver a través del alma.

-Tienes razón, dejemos eso de lado... Hemos de terminar con todo esto...

Miro fijamente el viento inocente que parecía girar inocentemente, pero a Mordred se le formó una sonrisa.

-Vale, este va a ser un poco más difícil...-Sus huesos no servirían contra ese aire impuro, iba a tener que esforzarse más para vencerlo- Que así sea...

Y con gran asombro para quien lo viese, Mordred se lanzó contra el tornado, quien lo levanto como si fuera una ligera pluma, la criatura lo lanzó contra el techo con un tornado, parecia que sería un duro golpe.

Pero el tornado se disolvió

-Los tornados se forman por la diferencia de temperatura y presión del aire, estando en una estancia cerrada tu poder se ha limitado... Pero fue peor decisión intentar golpearme...

Mordred señaló a la criatura y trazo unos extraños movimientos, y el brazo del elemental se desdibujo como si el aire parpadeará en su giro.

Perturbaciones, diferencias de temperatura, cambios en la presión del aire, las mismas cosas que crean los tornados pueden alterarlos, y por tanto destruirlos, pero no esperaba vencerlo solo con ese golpe, sino que su golpe facilitará el ataque de su compañero no mágico que tendría que tener mas cuidado con las corrientes de aire.

Pero para facilitar las cosas Gigalmesh hizo acto de presencia, queriendo ayudar, Mordred no tenía mucho tiempo para decidir, así que debería fiarse de lo que veía y de su instinto. Las imágenes eran descorazonador as, todos los frentes tenían problemas, en casi todos los zombies entraban por las barricadas, y grandes robot osos tenían en Jaque a los alumnos, menos en el norte... En el norte, allí un humano acaba de matar a un alumno.

Mordred apretó los puños, siempre supo que habría que pagar un precio por defender la libertad de la ciudad, pero incluso así.
La mirada de Mordred estaba encendida, pero aún así, incluso si lanzaba un ataque al norte, podría desperdiciar un potente ataque, estaba claro que no era un humano, se trataba de un visir de Svargart, era probable que sobreviviera a un ataque de Gigalmesh, que en esas condiciones, no era tan poderoso.

No obstante, en el sur, en el este y el oeste, donde los enemigos se suben por las paredes, podrían barrer toda la chusma y darles un respiro a los alumnos, Pero ...No tenía muy claro cuál necesitaba más su ayuda.
Pero si sabía, quien debía caer, si querían ganar, es posible que esa decisión acarreará más muerte y destrucción, pero la victoria final es lo importante.

-El visir debe caer... -No era una decisión personal, simplemente un visir era la pieza de ajedrez más importante para la bruja en ese momento, vencerla, implica no solo una reducción del poder ofensivo de Berskastel, sino además, un golpe psicológico a la propia hechicera- Lánzalo a la zona norte...

Si tenían suerte pronto Gigalmesh podría lanzar otro ataque y podría seguir ayudando, a este, sur y oeste
No obstante su mirada se poso en su única compañía allí, esperando tal vez que tuviera algo que decir al respecto, y ayudar en su decisión, de la cual tendría toda la responsabilidad.