G3 - Terraza Sur (Charlotte, Tyrande, etc.)

La primera tanda había salido bien, o al menos eso pensaba la Semielfa. Tras el ataque se habían reunido todos y formaron parejas para así poder hacer frente a lo que llegaba. Tyrande sentía bajo sus pies los temblores de la tierra y los relámpagos que bañaban el cielo hacían que sus semblantes se volviesen más serios y preocupados, la joven optó por la terraza sur, pues ahora el combate se realizaría en los tejados, así que ella y su acompañante corrieron escaleras arriba para alcanzar su objetivo.

Cuando abrieron la puerta, esta golpeo la pared por la inercia, el viento y la lluvia empapó la cara de Tyrande y sintió como el frío la recorría por completo. Salió a “campo” abierto y miró hacia el cielo, pudiendo comprobar cómo se había tornado morado oscuro, lo que consiguió que frunciese el ceño. La verdad es que desde que había llegado a aquel colegio Tyrande había fruncido el ceño bastante, pero no estaba descontenta y por ese motivo pensaba luchar con todas sus fuerzas, apretó el arco con los dedos y caminó hasta ponerse en el centro del lugar.

-Veremos de lo que son capaces.-sentenció y tras eso miró a su acompañante.-Venceremos.-comentó.

Tyrande observó con atención a su compañera y afirmó a sus palabras, pues ambas habían decidido que lucharían en aquel lugar y vencerían, aunque con ello viniese la muerte. Tal vez eso era un poco melodramático, pero harían lo que fuese necesario y simplemente no dejarían que las fuerzas de Bernkastel las derrotase así como así. Escuchó lo siguiente que le dijo y mostró una sonrisa dulce, la elfa había luchado demasiadas guerras y esperaba que esta no fuese la última.

-Si, hay que aguantar todo lo que nos echen.

Tras eso corrió en dirección de la joya, ya que ese era el plan, alcanzarla y hacer que ganase energía para así hacer que cayesen las tropas, pero seguramente no sería nada fácil.

-Hay que llegar cuanto antes y poder elevar la energía al máximo.-¿cómo lo harían? Ella no lo sabía pero ya pensaría en eso.

Tyrande negó ante la pregunta de su compañera, la verdad era que no tenía ni idea de cómo hacer que esa gema se pusiese en marcha, ¿qué debían hacer para cargarla? Suspiró y se quedó un momento pensativa, algo que no podría hacer durante mucho tiempo, ya que en ese momento comenzó a sentí como el suelo vibraba bajo sus pies. Se apartó de la gema y miró hacia el lugar del que provenía dicho ruido.

Lo que vio no le gustó ni un pelo, esa criatura era espeluznante y a la vez asquerosa. Tyrande observó como elevaba esa enorme arma y al instante se puso en tensión mientras movía su mano con rapidez.

-Haz que la gema se recargue como sea, yo me encargo de despistar a esa criatura.-soltó mientras empezaba a correr intentando de esa manera evitar dicho ataque.

Tyrande no era de dar demasiadas órdenes ni tampoco hablar mucho, pero era rápida pensando. Tomó su arco y disparo una de sus flechas explosivas hacia la pierna del ser mientras seguía corriendo. Era diestra con el arco y esperaba no fallar en ese momento.