Panorama desde la terraza (Byprox)

Midnight, también conocida como Nemuri Kayama, esperaba pacientemente -al menos eso ella creía- en una de las azoteas de la Academia Legacy a su alumno, Byprox. A pesar de la belleza del panorama, con las luces de neón de la ciudad resplandeciendo y las hermosas playas de la isla extendiéndose a los pies el castillo, las nubes ocultaban las estrellas en esta extrañamente calurosa noche.

Agitaba su látigo mientras observaba el reloj, sintiendo cómo el tiempo se le escapaba entre los dedos. La impuntualidad era algo que la irritaba profundamente, pero al recostarse sobre la baranda y contemplar el paisaje, logró encontrar algo de calma.

Palmeando suavemente el hierro, la de ojos azules se quedó mirando hacia abajo, su voz se volvió más grave y un gruñido escapó de sus labios. No era que odiara a Byprox, pero le molestaba profundamente su constante tardanza.

— Demonios, Byprox. Faltaste mi clase hoy, ¿Y llegas tarde ahora? Como sea, son las 9pm...

Quería contarle algo importante que estaba sucediendo, algo que afectaría a todos en la Academia Legacy y que requería su pronta atención. Sus ojos azules reflejaban una mezcla de preocupación y determinación mientras esperaba aclaraba su garganta. Se lo quedó mirando fijamente con una sonrisa burlona.

Algo que Byprox siempre debía reconocer era que en ocasiones era bastante impuntual, más que nada porque se distraía haciendo otras cosas o se la pasaba jugando bromas en la ciudad, también porque había ocasiones en las que ayudaba a las personas con sus tareas cotidianas, pero esta vez realmente se le fue el tiempo, ya que no solo había faltado a la clase de su maestra Midnight y esta vez no había alguna buena excusa qué justificará su tardanza


Debido a la gran falta de tiempo por su tardanza, sabía que corriendo no iba a llegar lo antes posible, por lo que tuvo la idea de cambiar de forma, específicamente a la de un ave, con el propósito de volar lo más rápido posible hasta la azotea de la Academia legacy, fue a la distancia que pudo observar a su maestra recostada sobre la baranda por lo que rápidamente se tiró en picada y termine cayendo lo suficientemente cerca de donde ella se encontraba


— ¡Maestra Midnight! ¡Lamento mucho la tardanza!


Ante la caída en picada había vuelvo a su apariencia original, estrellándose suavemente contra el suelo para al final terminar poniéndose de pie y sacudiéndose la ropa

Midnight sonrió maliciosamente mientras acariciaba suavemente la mejilla de Byprox, su estudiante que había llegado tarde. Con voz seductora, se acercó a su oído y susurró con su característica exigencia.

— Espero que esta sea la última vez que llegues tarde, Byprox. No toleraré la falta de disciplina.

En el segundo momento, la profesora jala levemente de la mejilla de su alumno, revelando una sonrisa infantil que adornaba su rostro ahora ligeramente sonrojado. En su interior, Midnight no podía negar que encontraba atractivo a su estudiante. Era un sentimiento extraño, mezcla de admiración y atracción, pero sabía que debía mantener su profesionalismo y enfoque en la tarea que les esperaba.

Finalmente, Nemuri apuntó con su dedo hacia la ciudad de Yokohama, un territorio en disputa entre la Academia Legacy y la Dictadura de Ossor. La nueva misión asignada a ambos era patrullar las playas y los puentes que conectaban la isla Rokkenjima con la ciudad. Mientras acariciaba simbólicamente la cabeza de Byprox, Midnight reveló la importancia de su tarea.

— Estamos en un momento crítico, Byprox. La seguridad de esta ciudad y la defensa de la Tierra están en nuestras manos. Confío en que estarás a la altura de esta misión.

Con una sonrisa enigmática y llena de determinación, Midnight se alejó de su estudiante. Sabía que el desafío era grande, pero también comprendía que contar con una profesora tan exigente significaba que había sido elegido para algo especial. Juntos, se prepararían para enfrentar los peligros que acechaban en Yokohama, sin olvidar nunca el deber de proteger a la humanidad y a aquellos que aún no habían descubierto su propio poder.

— Hay muchos puentes que conectan esta isla con Yokohama. Vamos a caminar.

Por unos instantes tuvo el pensamiento de que se había librado de un regaño por parte de su maestra, ese pensamiento se dio ante la suave caricia sobre su mejilla, pero también había recibido aquella advertencia


— En serio lo lamento muchísimo maestra, prometo que esta vez será mi última tardanza, al igual que en sus clases


Aquel joven no podía evitar notar la belleza de su maestra al momento en el que ella jala de su mejilla, no podía evitar sonrojarse ante aquel acto, pero trataba de mantenerse lo más serio en aquel momento sin mencionar que aún se sentía algo avergonzando por lo tarde que siempre llegaba y sus constantes faltas a las clases, él no quería parecer un total irresponsable frente a la maestra a la cual admira


Su atención se fijo en las palabras de su maestra y la vista hacia la ciudad de Yokohama, él sabía bien las peleas que tenía la Academia legacy contra la Dictadura de Ossor, al parecer su nueva misión era patrullar las playas y puentes qué conectaban con la isla de Rokkenjima al fin era el momento de demostrar de lo que él estaba hecho y más que nada darle el apoyo a su maestra Midnight


— Entiendo maestra, le doy mi palabra de dar todo de mí en esta misión, protegeré a todos los ciudadanos de la Dictadura de Ossor


Si hay algo que caracteriza a Byprox es que a pesar de no ser humano, él siempre ha hecho lo posible para proteger a la humanidad, ahora esta misión representaba un desafío mayor para él, pero no importa que es lo que se le atraviese, él siempre encuentra la manera de seguir adelante. Este volteo a ver a su maestra y con una amplia y cálida sonrisa en su rostro, respondió lo siguiente


— Yo la sigo Maestra a Midnight

Midnight se lanzó desde lo alto del imponente castillo con un salto grácil y controlado. Descendió rápidamente por los cuarenta pisos, como si la caída no fuera más que un simple paseo. Al llegar al suelo, echó un vistazo hacia arriba y localizó el balcón en el que se encontraba su alumno, Byprox. Con una sonrisa en sus labios, agitó la mano en un gesto amigable, mostrando su aprobación por el trabajo bien hecho.

— ¡Por aquí, Byprox!

El patrullaje había iniciado. En el frontis del castillo, Nemuri comenzó a avanzar junto a él por el camino empedrado que los llevaría hasta la salida. Los adoquines crujían bajo sus pies, mientras la profesora observaba con detenimiento a su joven alumno.

Finalmente, llegaron al puente que conectaba la Isla Rokkenjima con la ciudad de Yokohama. La noche había caído y las luces de la metrópolis brillaban como guirnaldas multicolores, creando un espectáculo deslumbrante.

— Si bien la mayor parte de la ciudad está controlada por nosotros. Ossor tiene la mayoría del país incluso Tokio. Promete que cuidarás de us compañeros.

Amplió su sonrisa. Midnight se detuvo un instante, disfrutando de la vista, y luego posó su mano sobre la cabeza de Byprox de forma maternal. Sabía que él tenía un largo camino por recorrer, pero confiaba en su capacidad para superar cualquier obstáculo que se le presentara. Juntos, defenderían la Tierra y asegurarían un futuro lleno de esperanza para todos. Al menos eso esperaba. Aunque muy en su corazón tenía un muy mal presentimiento sobre su integridad.

Este solamente se quedó mirando el momento en el que su maestra se lanzó desde el alto castillo, viendo que ella logró aterrizar sin problema alguno, por lo que él también procedió a lanzarse desde el balcón donde se encontraba llegando al suelo con suma facilidad y cayendo justo en frente de su maestra


— ¿Cuál será al primer lugar donde iremos Maestra?


Pregunto el joven Byprox mientras se mantenía caminando al lado de su maestra por aquel camino empedrado, se le podía ver emocionado, algo que se notaba en el brillo de sus ojos, color zafiro, a Byprox le entusiasma las nuevas misiones por lo que al recibir esta nueva misión su emoción estaba hasta al tope qué ni siquiera se dio cuenta de que estaba siendo observado por su Maestra


Luego de un rato de caminata, al fin habían llegado al puente qué conectaba a la isla de Rokkenjima con la ciudad de Yokohama, al ser de noche pudo observar el hermoso brillo de las luces de la ciudad, sin duda era una hermosa vista que empezaba a apreciar


— Te doy mi palabra de proteger a todos los humanos y a mis compañeros, no permitiré qué ninguno de ellos pierda la vida, pero... ¿Algún día esta guerra con Ossor Acabará?


Su mirada se fijó de vuelta en su maestra, dejaba que ella pusiera su mano sobre su cabeza, pero no podía evitar sentir una enorme preocupación hacia los civiles de la ciudad, después de todo él sabía que esas personas no tenían nada que ver entre las peleas de la Academia Legacy y los de Ossor, aun así, siempre había civiles cruzados en la línea de batalla

Midnight observó la ciudad extendiéndose ante ella, sumida en la oscuridad de la noche, y una ligera incomodidad se apoderó de su ser al escuchar la pregunta de Byprox. ¿Cuándo iba a terminar la guerra? La incertidumbre pesaba sobre sus hombros, recordándole lo frágil que era la paz en aquellos tiempos tumultuosos. Tosió ligeramente, tratando de disimular su inquietud, y alzó las cejas, reestructurando su voz para transmitir seguridad y confianza a su alumno.

— Si damos lo mejor, es posible que muy pronto termine esta pesadilla.

Apoyando su mano reconfortante en el hombro del albino, Nemuri avanzó junto a él por el imponente puente que los conduciría a la bulliciosa ciudad de Yokohama. Su rostro mostraba una sonrisa lastimera, reflejo de la preocupación que habitaba en su corazón. Como profesora, había forjado un vínculo especial con sus aprendices personales y el temor a perderlos se hacía presente en cada misión. No podía evitar pensar en los peligros que acechaban en cada esquina. Finalmente, llegaron a Yokohama, y la profesora buscó refugio en un banco cercano.

— Siéntate a mi lado.

Se sentó, permitiéndose un breve descanso para aliviar la tensión acumulada. Sus ojos se perdieron en el trajín de la gente, mientras reflexionaba sobre su papel en esta lucha. No podía permitirse el lujo de ceder ante el miedo y la incertidumbre; debía seguir adelante y guiar a sus alumnos hacia un futuro seguro.

— ¿Te gusta una compañera?

— Debo admitir que siento miedo... Miedo de no poder proteger a los demás y a los civiles, a veces me mezcló entre ellos y puedo observar la vida que tienen y que se ve constantemente amenazada por la Dictadura de Ossor, pero debo mantenerme firme para transmitir seguridad a los civiles como usted en este momento


El volteo a ver a su maestra mostrando una pequeña sonrisa para ella, y aunque ella trataba de ocultar su inquietud, él podía sentir ese sentimiento de inquietud proveniente de su maestra, aun así, escucharla hablar de manera tan segura hacia qué el joven Byprox también tuviera ese sentimiento de seguridad y confianza ante ella


— Tiene razón maestra Midnight, si en verdad queremos acabar con esta pesadilla entonces tendremos que dar lo mejor de cada uno


Ambos se mantenían caminando juntos por aquel puente, estábamos rumbo a la hermosa ciudad de Yokohama, él ya había estado ahí unas cuantas veces, ya que era siempre iba a la ciudad cada vez que faltaba a las clases


Durante el camino hacia la ciudad no pudo evitar notar la preocupación de su maestra, tal vez Byprox siempre era muy tardón y faltaba casi a menudo, pero había formado lazos de amistad con algunos compañeros de clase e incluso con su maestra, por lo que verla así era algo que él no podía soportar. Luego de un rato tras una larga caminata, finalmente habían llegado a la gran ciudad de Yokohama


— Claro Maestra


Al ver que su maestra había tomado asiendo en una banca el término por sentarse junto al lado de su maestra, un breve descansado caía bien en un momento como ese y tras haber escuchado la pregunta de su maestra no pudo evitar sentirse un poco nervioso y su rostro se vio invadido por un sonrojo sobre sus mejillas


— ¿G-Gustarme una compañera? Si he tenido la oportunidad de conversar con alguna de ellas, pero no es como si tuviera alguna atracción por ellas, ja, ja, ja

Mientras Nemuri se encontraba sentada en un banco al lado de su alumno, le pellizcó suavemente el brazo, regalándole una sonrisa picaresca. Ambas echas subieron y bajaron rápidamente de una forma caricaturesca. Muy dentro de su pecho, Midnight se moría por ver quién era la afortunada que flechaba a Byprox. La profesora del antifaz tenía muchas interrogantes sobre este enigmático alumno.

— Vayamos a comer.

Apuntando hacia la pizzería cercana, invitó a su alumno a disfrutar de una deliciosa comida. Estirándose, colocó los brazos tras su cabeza y se escucharon algunos crujidos de huesos. Largó un suspiro que evidenciaba cierta fatiga tanto mental como física. Era importante darse un respiro a veces. Una vez dentro del establecimiento, realizó su pedido, solicitando dos porciones suculentas.

— ¡Buen provecho!

Mientras el aroma de la masa recién horneada inundaba el ambiente, Midnight tomó un bocado de su pizza, saboreando la combinación perfecta de sabores. Observó con picardía a su alumno, preguntándose si él sería capaz de resistirse a la tentación culinaria. Con cada mordisco, el deleite se reflejaba en sus ojos.

— Veo que estás en la misma clase que Nezuko, Tomioka, Sanemi y los demás que parecen sacados de la Edad Media. Creo que están siendo perseguidos.

Sus dedos índices se van a la cabeza haciendo ademán de dos cuernos. Un demonio. Los amigos de Byprox estaban siendo acechados por un demonio de terrible poder y más encima un agente de la dictadura. Esto era preocupante.

Su mente no podía dejar de pensar en la idea de estar con alguna de sus compañeras, aunque primero tendría que conocerlas mejor y charlar más seguido con ellas, por lo que podría decirse que él aún no sentía alguna atracción por alguna chica, quizás estaba tan pendiente de sus asuntos qué no se dio el tiempo de socializar como es debido


— ¿Comer? Claro, vayamos a comer


Sus pensamientos fueron interrumpidos y su atención se volvió hacia su maestra, la cual a punto hacía dicha pizzería, él no dudo en seguirle el paso e ir caminando a su lado hasta que finalmente entraron a la dichosa pizzería, el lugar estaba lleno de un olor suculento por las pizzas qué se iban preparando este dejo maravillado al joven Byprox y más cuando llegaron las dos porciones de pizza que su maestra había ordenado


— ¡Buen Provecho!


Aquel delicioso aroma de masa recién horneada le hacía agua la boca, a decir verdad Byprox es un gran amante de la pizza, por lo que tomó su rebana y le dio un buen mordisco, estaba deleitado por aquel delicioso sabor de la pizza, pero de forma repentina Byprox había dejado de comer su rebanada y en su lugar ahora había algo de preocupación al escuchar las palabras de su contraria


— Yo estoy en la misma clases de ellos, pero¿Por qué estarían persiguiendo a mis compañeros?

Nemuri carraspeó ligeramente, sintiendo el sabor de la anticipación en el aire. Bebió un sorbo de su vaso, con los ojos escudriñando el ambiente de la bulliciosa pizzería y bajando su voz hasta un susurro. Asegurándose de que no hubiera testigos indiscretos, sus pensamientos se centraron en el oscuro enemigo que acechaba en las sombras del multiverso.

Con una voz llena de preocupación, Midnight, la profesora del látigo, compartió sus inquietudes con los presentes. Había sentido una presencia inquietante, algo más allá de las dimensiones conocidas, acechando a todos ellos. No, no era ninguna ilusión. No estaba sola en su percepción, el profesor Jellal también había captado la misma perturbación en el ambiente que rodeaba a Nezuko y los demás.

— Hay una sombra oscura. Una esencia maligna y que apesta a muerte. Está tras tus compañeros. Jellal también me lo dijo. Creo que falta muy poco para una cruel pelea.

Nemuri tomó la mano de Byprox, uno de sus prometedores alumnos, y lo miró fijamente a los ojos. En su mirada se reflejaba una mezcla de confianza y seguridad, pero también un llamado a la acción. Sabía que no podían enfrentar este peligro sin la ayuda y el compromiso de todos. Sus palabras no eran necesarias, pues el contacto físico y la intensidad de su mirada transmitían su deseo de que Byprox se uniera a la protección de sus compañeros. Esa vista se compenetraba y fundía con la de él compartiendo -o tratando- un espíritu de compañerismo.

Byprox seguía comiendo de su rebanada de pizza, mantenía la preocupación por sus compañeras y por su maestra, pero no lo demostraba, ya que él siempre se mantiene optimista incluso en las batallas más duras, por eso es que trataba de ocultar su miedo y preocupación desde muy adentro de sí mismo él siempre siente un miedo que no demuestra




— Pero... ¿Podemos pelear contra esa cosa verdad? Quizás si peleamos todos juntos podremos acabar con esa entidad, tengo experiencia con el multiverso y las diferentes realidades y estoy seguro de que eso nos podrá servir a todos nosotros




Mencionó el tema del Multiverso como si fuera algo normal, aunque en su caso si lo es, Byprox ya había tenido interacción con el Multiverso, incluso con variaciones de sí mismo, pensaba que esos conocimientos quizás podrían hacer de ayuda para la pelea, qué se aproxima, pelea de la cual él no quiere perder a ninguno de sus compañeros




Sus ideas se vieron pausadas cuando su maestra lo tomo de la mano, pudo sentir con más precisión los sentimientos de su maestra, podía sentir con más intensidad la preocupación, inquietud y miedo de su maestra, pero a la vez también sentía la confianza y seguridad que ella emanaba sabía lo que tenía que hacer, proteger a los demás por más difícil que parezca

La profesora sonríe cálidamente a su alumno Byprox. Observa con orgullo el progreso que ha hecho en su entrenamiento. Sabiendo que el tiempo apremia, Nemuri le indica que es hora de partir. Juntos, abandonan la acogedora pizzería y se adentran en las calles de la ciudad. No tenía idea si iba a ir bien o mal. Los malos resultados eran posibles, y bastantes.


— Lo que sé es que debemos estar como una familia.

Mientras caminan, Nemuri levanta la vista hacia el oscuro cielo y nota cómo las nubes grises se agolpan y giran amenazadoramente. Una fina llovizna comienza a caer sobre ellos, empapando su cabello y rostro. Midnight se pregunta si este inusual fenómeno atmosférico es un mal augurio, un presagio de los desafíos que les aguardan en su lucha contra Ossor.

Con pasos firmes, avanza junto a su queridísimo alumno en dirección a la imponente Academia Legacy. En ese preciso momento, las luces doradas que se ocultan entre las ramas de los árboles cercanos comienzan a brillar intensamente, iluminando su camino de regreso. El aura mágica y reconfortante que emana de ellas envuelve a Nemuri y su alumno, recordándoles la importancia de su misión y reforzando su determinación para proteger la Tierra de las fuerzas del mal.

— Mariposas doradas. Los espíritus de los alumnos que ya han partido.

Con un brazo, cubre al albino mientras caminan bajo la llovizna. Sus ojos se clavan en esos puntitos color de oro que rodean la academia, sus bosques y playas. La isla se veía preciosa como nunca. Era un momento inolvidable para Midnight. Momento de reflexión.

Byprox no podía evitar sonrojarse ante la hermosa sonrisa de su maestra, era linda cuando ella sonreía, pero trataba de mantenerse en la seriedad de la conversación. Había captado la señal de su maestra por lo que de un bocado se terminó lo poco que quedaba de su rebanada de pizza y procedió a abandonar el cálido local junto a su maestra


—Tiene razón Maestra, si nos mantenemos unidos como familia podremos superar cualquier obstáculo qué se interponga en nuestro camino.


En su rostro se mostraba una gran sonrisa de ánimos, a su vez que elevaba la mirada al cielo dándose cuenta de que estaba empezando a llover, para él no era ningún problema que estuviera lloviendo, ya que siempre disfrutaba de las lluvias


Ambos seguían avanzando en dirección a la Academia legacy, había notado las hermosas luces doradas ocultas entre las ramas, cosa que le parecía algo hermoso y encantador. Su aura mágica y espiritual empezaba a tener una interacción con la magia qué había rodeado a los dos, era una hermosa aura de un bello color azul qué se había mezclado junto a la otra aura dorada


— Ellos descansan en paz, la flor espiritual siempre los acompañará en el descanso qué ellos merecen.


Abrió la palma de su mano en dirección al cielo y de esta comenzó a salir más de su aura mágica qué se puso sobre ellos, tomando la forma de una flor de loto qué cubriría a ambos de la lluvia y a la vez brindaba una sensación de seguridad y paz a quienes estuvieran cerca