En la oscuridad. (Privado with Ochako)

El sótano era un lugar tenebroso, Archer caminaba cautelosamente, con una linterna en mano. A cada paso que daba la sensación de asfixia crecía, mientras la luz de la escalera gracias a la antorcha permanecía en su espalda. Esperaba a alguien que le acompañaría en su misión.

Sintió como algo caminaba frente a él, como hojas filosas se deslizaban a través de las paredes, el sonido de puertas abiertas a su alrededor, el caminar de los insectos. Aquel lugar era un lugar donde "se perdía fácilmente la razón".
Permaneció en ese lugar, esperando a su acompañante, suspirando pesadamente, más que causarle terror o incomodidad, le generaba aburrimiento. El buscar objetos era una tarea difícil y molesta, lo peor, era que siempre era el tipo de encargos que recibía siempre por parte de los mandos legacianos.

Por un momento pensó. ¿Quien vendría?

--Aah.. que molesto.

Sus pies se movían con el mayor sigilo posible sobre el suelo alumbrado por las linternas de su casco. Era una ocasión especial, después de todo, y no desaprovecharía la oportunidad de estrenar aquel traje pegado al cuerpo que le facilitaba el movimiento.
Había sido avisada con anterioridad por la Guardia Nocturna de la que ahora formaba parte, pero aun así se le hacía inevitable el sentir aquel nerviosismo latente en sus venas.
La primera percepción del espacio en que se deslizaba fue aquel aroma a humedad que penetraba sus fosas nasales con ímpetu; aunque pronto aquello pasó a segundo plano. Había algo que le preocupaba más y era el hecho de que debía encontrar a su compañero para llevar a cabo esa misión. Por ese motivo, sus ojos se movían de aquí para allá, posándose detalles incómodos de aquel lugar tenebroso. No sabía realmente dónde poner su atención en aquel momento, sólo estaba al tanto de que cuanto más tiempo tardaba, más se iba incrementando esa inquietud en su pecho.
En varias ocasiones había llegado a voltearse, apretando sus labios fuertemente, para verificar si había algo detrás de sí, ¡pero nada! Suponía que era su propia mente, jugándole bromas pesadas.
No obstante, no creyó que aquellas palabras musitadas en un tono de evidente aburrimiento fueran imaginarias:
«Ahh… qué molesto».

Las linternas le permitieron descubrir a un muchacho de cabello claro. No tardó en recordar el nombre que le habían mencionado antes.

—¿Archer-kun...?

Aquella era una terrible oscuridad, sin embargo, le había parecido curioso como llamaban a aquel lugar en los expedientes "Corazón Ennegrecido". Sin saber que significaba tales palabras inmiscuidas en las fauces de la superstición.

Escuchó pasos que provenían desde atrás, desde la entrada. Donde quería estar en ese momento.

"¿Archer-kun"?

Aquellas palabras fueron dichas por una vez femenina, y educada, pues a diferencia de él, se tomaba la molestia de usar honorarios.

--¿Uraraka Ochako?

Preguntó, viendo que aquella dueña de la voz era una muchacha castaña, muy joven.

--Ah. Si, soy yo. ¿Eres esa agente de la guardia nocturna?