Revelación (EVENTO CHICO) (Amakusa, Irisviel, Ririchiyo, Steve y Erza)

La noche era bastante oscura, y algunas estrellas en el firmamento se veían bien claras. Eran las una de la madrugada, y no había alma alguna rondando por estos lugares de la academia, es decir, las canchas. Justamente, en una pequeña corte de básquetbol era la reunión, de la cual alguien había convocado a cinco personas. Obviamente que de ellos dependía si asistir o no, pero le era necesario a aquella persona hablar con ellos, porque como nuevos alumnos deben entender las cosas que han pasado, conocer los misterios que rodeaban la academia y sobretodo los peligros ¿Asistirán aquellos jóvenes que fueron convocados? Eso estaba por definirse esta noche~


El viento soplaba gélido, y hacía que las hojas de los árboles se rasparan entre sí. Hacía mucho frío. La pregunta era: si ellos asistirían a esta extraña reunión pauteada por alguien del que poco sabían.

REGLAS:

1) Máximo de líneas: 30.

2) El orden de los turnos se definirá a partir de la primera ronda

La joven albina había recibido una extraña invitación a una reunión en un salón de la academia, era un poco extraño ya que tenía pocas relaciones dentro del mismo, pero quizás, era una reunión donde podía conocer otros integrantes y socializar mejor, a lo cual rápidamente la joven de pelo plateado se propone cambiarse y salir para llegar en la hora pautada, siempre le gustaba llegar a tiempo a los lugares e incluso un poco de tiempo antes.

Notaba que el ambiente estaba muy frio y algo tenso, como si alguna aura se posaba sobre la academia, estaba muy solitaria y oscura la noche, la chica acelero un poco el paso para llegar sin perder el corazón entre la casi carrera que estaba haciendo y lo escalofriante que estaba el lugar, no había absolutamente nadie en el lugar, solo quería no perderse para llegar al salón.

Una vez ya acercándose al lugar, se pone a mirar con mucho cuidado y discreción, si realmente había una reunión no había nada preparado como tal, no veía sillas puestas ni una mesa con bocadillos, solo estaba la cancha vacía, pero era muy extraño una invitación a esa hora, obvio que le jugaban una broma, y de muy mal gusto, a quien se le ocurrirá hacer una reunión pasada la media noche, es algo ridículo y más ridículo ella que estaba allí haciendo caso a la nota de algún desconocido que quizás solo quería jugarle una broma de mal gusto -Creo que no fue muy buena idea venir, tengo los pelos de punta y esto no me da muy buena espina… - Dice la joven para ella en voz baja.

—Bien, parece que he llegado sin contratiempos y justo a la hora adecuada

Diría ella para si misma, mientras recorría el lugar con la mirada. Había sido citada en aquel lugar, sin tener mucho conocimiento al respecto del motivo por el cual era necesaria su presencia, más segura de si, había acudido a la cita puntual y atenta a los alrededores, que  hallandose desiertos resultaban de cierta forma escalofriantes a esa hora. Un escalofrío recorrió su espalda mientras que el pensamiento de que no estaría totalmente sola resultó reconfortante para ella.

Si bien sin temor real, se mantendría alerta ante cualquier eventualidad, pues no muchas cosas buenas pasan a tales horas de la mañana cuando el sol aún no hace su aparición y menos aún cuando el aire sopla de manera que te eriza la piel y te hiela la sangre como augurio de que algo podría estar por ocurrir y nunca está de más ser precavida ante situaciones misteriosas, por lo que haber acudido con su equipamiento usual no era ninguna mala idea, una armadura ligera, guanteletes, su cabello suelto, una falda corta azul, botas negras y una espada.

Una nueva invitación llegaba a la habitación del peli azul que estaba recién integrándose a esta nueva academia muy poco común la cual solo llevaba unas semanas- esto es para la noche- le decía a su pequeño compañero que estaba devorando una manzana sobre su cama.

Hoy era un día muy helado en la zona cercana a la academia así que el chico tomo su clásico traje negro y se puso una bufanda alrededor de su cuello ya que el lugar de citación estaba muy alejado de los dormitorios.

Luego de despedirse de yuuto el joven salió de los dormitorios camino a donde se aria la gran reunión esperaba no llegar atrasado como siempre esta vez ya tenía un mapa para no perderse,- este lugar cada vez se siente más tenso como si el algo malo estuviera sucediendo- pensaba el joven vampiro al continuar caminando, un fuerte viento gélido soplo a su lado –cada vez está más helado debo darme prisa- comenzó a correr el joven de cabello azul.

-lamento la tardanza- dijo el chico mientras saludaba con una sonrisa mientras levantaba su mano y notaba que al parecer no era el único en llegar puntual a las reuniones, una joven de cabello blanco con un aroma muy particular y la otra chica se ve muy exentica.

-¿alguna sabe para que nos han citado aquí?- pregunto amigablemente el joven de cabello azul.Mientras se acercaba a la chimenea que estaba cerca de ellos- hoy está muy helado no lo creen- dijo mientras frotaba sus manos para tomar calor nuevamente.

Ya al haber tomado un poco de calor el joven se acercó a las dos señoritas-¿ustedes saben cuántos seremos invitados?- solo sonrió amablemente mientras sacaba sus dulces del bolsillo- ¿quieren un poco?- ofreció a las jóvenes- son de miel- afirmo para que sepan, luego de unos minutos a dentro esperando a que llegara a alguien más a la reunión.

De pronto, unos rayos azules comienzan a acariciar el suelo y las paredes. Era como si algo estuviera siendo invocado por una clase de magia muy poderosa. De pronto, la cancha tan oscura se ilumina completamente, y unas mariposas de color de oro volaron alrededor hasta desvanecerse. Era un niño rubio y con ojos de color bermellón. Tenía un ropaje bastante anticuado. Cualquiera que tuviera bastante cultura e historia podría distinguir su claro atuendo mesopotámico.

Suspiró, y miró a cada uno de los integrantes que estaban allí. Un muchacho de cabello azul, un albino, una mujer despampanante y pelirroja, y cómo no, la albina. — Sí, falta alguien, pero el mensaje es muy importante. —arraspeó el rubio, y extendió su brazo para saludarlos. — Buenas noches... mañana sus compañeros se embarcarán a Corea del Sur para una guerra. Ayúdenme a cuidar la Academia Legacy mientras tanto. — extendió su brazo, y de su anillo se proyectaron las imágenes de los rostros de los que se iban a embarcar.

— Izuku Midoriya, Emilia, Kani Almos, Mutsunokami, Mizore Shirayuki, Charlotte Dunois, Ochako Uraraka, Ayana Shade, Dante Sparda. Ellos son. — comentó sus nombres mientras aparecerían las caras de estos. Hizo un chasquido, y unos dos guardaespaldas con cabeza de chivo se aparecieron tras de él. — Soy Gilgamesh, Director de la Academia Legacy ¿Pueden presentarse, por favor? — sonrió de forma agradable. No se comparaba a su personalidad de adulto. Este niño rubio era muy simpático y adorable.

La chica albina a pesar de ser la primera en llegar esa noche, no tardo mucho tiempo en su soledad, cuando justo empezaban a llegar casi por orden, como si se tratara de algún concurso que justo cuando se acabe de presentar alguno, llegaba el otro y así sucesivamente, la que llego después de ella era una chica peli roja, mas tarde, como tan solo dos minutos de diferencia llego un peli azul, con un estilo mas calmado y casual haciendo una pregunta que solo se formulaba en su cabeza y no se atrevía hacer, Quien los había citado allí? ¿Qué era lo que realmente pasaba? ¿Quiénes eran ellos? Muchísimas preguntas invadieron su cabeza, pero justo un caramelo de miel interrumpió sus pensamientos -Muchas gracias, que amable – Dijo la albina con un tono suave y amigable.

No tardo mas en llegar mas personas, esta vez era un chico de rostro serio, apuesto y algo temeroso para ella, justo al escuchar su pregunta y el tronar de sus dedos le hacia temerle levemente, pero justo en unos minutos una persona de pelo claro llamo su atención, era de aspecto amigable pero sentía una especie de aura mayor la cual no podía ignorar, destapo con mucho sigilo su caramelo, mientras ladeaba la cabeza escuchando con atención lo que el chico rubio decía -S..Soy Irisviel Asakura, pero tengo una duda, que tendría que ver yo con proteger este lugar? Apenas soy nueva y no conozco bien de que va todo –

La albina tenía razón a lo más que podía decir que estaba eran algunas semanas y recibía un extraño citatorio a unas horas poco común de la noche y varias personas completamente desconocidas para ella, empezó a reír un poco pensando que era una broma, pero… para que una broma si no la conoce nadie, quien quisiera reírse de un desconocido sin razón, a lo que poco a poco fue creyendo lo que él le estaba diciendo, pero sin argumentar nada más, dejo ver como la noche empezaba  tomar forma y ser un poco más explicativa.

Habría de tomar un caramelo ofrecido por aquel desconocido, más de igual manera esperaría a que alguien más lo probará antes de llevarlo a su boca, no quería ser descortés al negarse a aceptar un regalo, más al no conocer a la persona que lo ofrecía era mejor tomar algunas precauciones.

—Gracias...

Diría dirigiéndose al hombre de claros cabellos manteniendo su personalidad sería y algo distante, con la mirada recorriendo a todas las personas presentes, evaluando la distancia entre todos y calculando las probabilidades de salir ilesa en caso de una pelea, si bien no conocía habilidades y menos aún si debía desconfiar o no, el estar preparada ante cualquier eventualidad siempre era lo ideal en casos donde los hechos no están claros.

Pronto el ambiente de incertidumbre se disipó, un joven de rubios cabellos se hizo presente en un momento, desconocía la clase de magia que utilizaba, pero su poder era claro, podía sentirlo y si bien su corazón se tranquilizó al escuchar que era el director de aquel lugar, la petición de proteger el recinto le hizo pensar en qué clase de peligros podría haber en un lugar como aquel.

—Mi nombre es Erza Scarlet, miembro del gremio de Fairy Tail, sin embargo mientras esté en esta tierra, siendo acogida por esta academía prestaré mis servicios a la misma.

Quizás todos para ella eran desconocidos, quizás el ofrecerse a proteger el lugar era demasiado, pero por ahora aquel lugar era lo más cercano a un hogar, estando tan lejos del gremio Jellal y la academia era lo que ella tenía y protegería a ambos con toda la fuerza de su corazón.

El joven de cabello azul muy amablemente le convido dulce a aquellas dos chicas de cabellos bastante diferentes, cuando sintió la presencia de alguien más estaba un poco más alejado pero al parecer éramos nosotros cuatro hasta el momento; Noto que todos comenzaban a ponerse en guardia a un así sin saber a lo que habían venido a este lugar, cerró los ojos un instante para poder conectarse con su fiel compañero que estaba comiendo golosinas en su habitación, -Yuuto ven enseguida sigue mi aroma- dijo en sus pensamientos y aquel pequeño animal de color blanco voló desde la habitación rápidamente.

Habrían pasado unos minutos y de pronto sintió como algo se sentaba en su cabeza de forma amigable- ya llegaste, te tardaste un poco no- dijo en voz baja y la criatura solo bostezo –eres muy flo…- no alcanzo a terminar de hablar cuando de pronto un fuerte estruendo se escuchó y comenzaron a aparecer muchos rayos por todas partes y de la nada un portal se abrió- que está pasando aquí- se preocupó ya sabía que estaban en guerra pero nunca esperaba un ataque sorpresa al instituto de parte de sus enemigos mientras la mayor parte de los alumnos estaban fuera, pero no era así de pronto logro notar que una figura conocida apareció frente a ellos, era el pequeño pero muy atemorizante Gilgamesh.

-cada vez que aparece son malas noticias- pensó el joven de cabellos azules – a que vendrá esta extraña manera de aparecer y más porque a estas horas no ha citado- pensó sin dejar de observar a que era el director de la academia.- esa sonrisa no es de fiar- observo y escucho las palabras que decía aquel joven de cabello rubio y ojos color carmesí.

Poco a apoco se fueron presentando la primera en hacerlo fue la muchacha de cabello blanco era Irisviel Asakura- interesante nombre tendré que investigar de ella- pensó en voz baja el joven de cabello azul, la siguiente la chica de cabello rojo y ropa estrafalaria Erza Scarlet, quien al parecer no era de este mundo- ¿Fairy Tail?- se cuestionó en su mente era primera vez que escuchaba ese extraño nombre, era algo que el joven de cabello azul le llamo la atención y quedo muy pensativo escuchado que decían los demás.

Sintió una mirada muy profunda era el joven de cabello rubio el cual lo observa fijamente- Yo soy Steven Stone alumno de nuevo ingreso- solo a firmo eso ya que al no saber mucho de su familia verdadera aun no era capaz de decir mucho el pobre chico de cabellos azules aún no se acostumbra a ser un vampiro.

-bueno que es lo que hay que proteger si es lo que usted nos pide- dijo respondiendo a la petición de aquel joven de cabellos rubios y ojos carmesí, aunque aquel chico no se sentía tan preparado como para entrar en combate y esta fue la razón por la cual en primera instancia decidió quedarse en la academia en vez de ir a esta guerra.

Gilgamesh se paseó en un semicírculo con las manos tras su espalda y los ojos semicerrados. Asintió con la cabeza mientras escuchaba cada uno de los nombres. La primera fue la muchacha de cabellos albinos: Irisviel, que parecía no entender mucho la situación, y que sin embargo, Gilgamesh le explicaría con detalles. Luego apareció Erza, la pelirroja que venía de uun gremio de combate, o un grupo cazarrecompensas. Podría servir de mucha ayuda. Steven seguía después, un domador que parecía tener tacto y labia. Por último, el enigmático moreno, que se mostró presto a defender el lugar.

— Qué gusto tenerlos acá, — comentó para luego reanudar — Uhm, ¿cómo decirlo? Nuestro mundo está en peligro. Antes gozábamos de paz y alegría. ¡Ah, los viejos tiempos! — tosió y se giró para recorrer sus ojos carmesíes sobre ellos. Era el más bajo de todos. ¿Y cómo no? Si tenía el cuerpo de un niño. No obstante, — La Academia Legacy es la única academia capaz de luchar contra lo que Merak representa: odio, desunión y injusticia de poder. Quieren destruir al mundo y esclavizar a los humanos. Eso quieren... — carraspeó — Emilia está en uno de los barcos ahora... ¿Quieres ir con ellos? — el rubio levantó la mano, y una especie de agujero se abrió hacia otro lugar. El aroma marino inundó la cancha de básquetbol. Estaba en su derecho si tenía una amiga. Después de todo, una batalla no era algo menor.

— Irisviel, básicamente es así: o nos cubrimos entre todos, o morimos por separado... — se le aproxima y le toma una de sus manos para luego soltarla. Como una especie de un hijo a una madre. — Lo primero que tenemos que hacer es recargar los cañones de magia ¿Están listos para la teletransportación? Se pueden sentir algo mareados — y en un abrir y cerrar de ojos estaban sobre el tejado de la Academia. Habían una especie de cañones, y también muchos hombres con cabeza de cabra. — Son los muebles de Beatrice. No tengan miedo. Son obedientes e inofensivos para los alumnos de Legacy. Extiendan su mano derecha a los cañones y concéntrense. Si el cañon enciende una luz celeste, ya está cargado — mencionó al tiempo que colocaba su mano en uno de estos mayordomos con cabeza capril. Realmente eran temibles.

La chica se quedo mirando a todos los participantes intrigada, realmente no sabia que ella tenia que ver en ese lugar, apenas sus poderes estaban creciendo, lo único que le salía sin mucho esfuerzo era la telepatía, era algo que siempre lo hizo sin saber que era un don, siempre pensó que era casualidad que la persona que le escuchaba lo que pensaba era simple casualidad, que luego fue descubriendo que era uno de sus mejores dones y después fue descubriendo otros dones, como la auto regeneración cosa que casi no le sale, ya que es muy enfermiza la joven siempre es débil porque se esfuerza de sobremanera para poder hacer las cosas y aprenderlas a al perfección.

Al joven Gilgamesh decirle que había que defender la academia lo entendió perfectamente, es algo que ella haría todo lo posible para poder dar la talla y poder sobrepasar aquella situación, por algo fue citada en aquel lugar, quizás era necesaria mas como un soporte y poder dar mas potencia a los ataques que se enfrentaran, es mas como un soporte, ya que su habilidad de regeneración es más fácil proyectar que auto aplicar, pero habría que ver que estaría pasando.

El joven invoca una especie de portal, dejando salir un olor super fuerte a mar, rápidamente se puso alerta a cualquier situación, aunque era la primera vez que pasaba por algo así, luego, en un abrir y cerrar de ojos estábamos en otro lado cosa que le causo un ligero mareo, pero se repuso rápidamente, para luego ver como una serie de cosas desconocidas la rodeaba, sorprendida trato de no moverse mucho y estar alerta con los ojos -Esto es algo raro para mí, pero estaré dispuesta a luchar con lo mejor de mi – Sonríe pero sigue alerta.