El viento guía a la curiosidad (libre)

Cuando la profesora abrió las puertas, el aroma de la comida inundo el olfato de la pelirrosada, realmente ese exquisito aroma despertaría el apetito a cualquiera.
Al notar que la profesora daba el pase y que el castaño no se movía, ella tuvo que actuar.

─Vamos, no hay que ser tímidos.

Ella sonríe cálidamente mientras da unos pasos hacia el frente, cruzando el marco de la puerta, la chica noto la presencia de más gente, dado que se encontraban en hora de descanso, solo esperaba que el nuevo no se intimidara por la cantidad de gente extraña.
Por lo que intentaría llamar la atención del castaño ara que no notara eso.

─Ven, la barra de comida esta por ahí, puede tomar lo que guste.

Comento la chica mientras encaminaba a Eukene hacia la ya mencionada barra de comida, agarro una charola y se la entregó en las manos junto con unas pinzas.

─Ten, la necesitaras.

Sonríe levemente mientras agarra otra charola.

─Yo también comeré junto a ti, oler la comida me ha dado hambre, espero no te moleste.

Aquella chica torpemente se dirigía a la barra para escoger, se estuvo un rato olfateando la comida a cierta distancia para no ser tan llamativa, al finar recogió algo de pasta en crema, ensalada de atún y galletas saladas.
Después de tomar los alimentos se hace a un lado para darle lugar al castaño.

─Adelante, escoge lo que guste.

Es genial estar en la cafetería cuando esta solo todo, es como que podrías comer todo lo que gustes pues es hermoso. La pelirroja se sentía como una niña en el parque, así que solo camino tras de los jóvenes cuando ellos comenzaron a  a avanzar del mismo modo, las manos de la pelirroja se posaron una con la otra mientras ese delicioso aroma solo hacía que le provocara más hambre de este modo solo observaba de reojo que era lo que ya tenían listo de alimentos en la cafetería, pero se podía notar que era más de alimentos dulces o algunos postres, pero nada de un platillo principal.

— mmm qué piensan comprar pequeños? — decía apoyando una de sus manos a cada hombro del chico con tranquilidad, pues también veía como ellos se quedaban admirados por cada platillo que poco a poco estaban terminando, se notaba en todo muy interesante, así que solo espere a que ellos pudieran elegir pues desde el inicio venía por la pequeña pelirrosa y el castaño, pero de momentos a otros sentía que mi estomago también me pedía algo de comer, algo que lo satisficiera totalmente o quizás hasta llegar a la cena, que podía comer tranquila en mi casa.

— hum? — mi olfato pudo percibir algo sumamente delicioso, así la chica solo cerró los ojos por un leve momento para sentir ese aroma a queso, carne un poco de la salsa de tomate, así solo me guié por mi olfato hasta llegar aun costado de la barra de la cafetería donde tenían, un delicioso trozo de lasaña, pues por un momento se me hacía agua la boca, hasta que solo solté un suspiro, observando a los chicos de reojo por si ya habían decidido que quería comer — oigan , haya una lasaña por si les interesa — decía con una sonrisa, así podíamos elegir entre todos.

El castaño al entrar a la cafetería ignoró por completo el hecho de haber más gente pues realmente no había razón de sentirse incómodo o algo por el estilo pues no le hacían nada directamente, y si lo hicieran respondería con fuerza. Poco después al llegar con la pelirrosada a la barra recibió la charola que ella le dio y tomó las pinzas.

-Bueno, te lo agradezco bastante y no te preocupes eso no me suele molestar ni un poco

Observó con cierta atención las elecciones de la pelirrosa, algunas le parericeron opciones para el pero al final negó on la cabeza he hizo su propia elección incluyendo 2 filetes, algo de arroz, papa y un poco de ensalada a un lado acompañando todo con algo de agua, realmente tenía ganas de apresurarse a comer más que de estar pensando en que escoger y que no.

-Bien, ya está

Agregó este en menos de 5 minutos después de que esta le dejara el paso y a la vez miraba a la profesora algo serio

-Gracias, pero mejor la lasaña para otro momento

─Oh, la lasaña se ve bastante bien, el aroma me recuerda mucho a la comida de mi padre jeje

Comento la chica tras acercarse.

─Escuche su estómago pedir algo de comida, y dado a su atención a este platillo en especial, debería consumirlo ¿Por qué no nos acompaña?

Aquella chica se acercó al platillo y tomo un poco, el aroma era de lo más delicioso, realmente le recordaba a los platillos de su padre.

─Gracias por su elección ahora por favor tome algo de esta lasaña y acompáñenos~

Sonríe levemente mientras intentaba hacer que la profesora los acompañara, era bastante insistente dado a sus creencias.
¿Cuáles creencias? Se preguntaran, bueno, el dicho de todo chef dice “La comida es la mejor hora para convivir”
Si aquel castaño no tenía la suficiente confianza en ella o en la profesora, comer el almuerzo juntos podría ayudar a tener una mejor relación de amistad.
Efectivamente era eso lo que ella creía, algo infantil, pero en varias ocasiones resultaba.
Solo esperaba que diera resultado.