El alfa y la demonio (Privado con Farah)

-Hacia un dia sumamente tranquilo en Merak, la calma inundaba el lugar llenandolo de un aura agradable y pacifica, parecia como si todo al rededor fuese solo a llenarse del positivismo de un dia relajado sin problemas a avecinarse.... algo sumamente aburrido para el azabache de ojos rojizos. Se encontraba custodiando la entrada de Merak, esto siendo ordenado por su "superior" casi a punta de pistola pues la verdad el no queria hacer tal labor, pero en fin tenia que despues de todo ahora estaba afiliado a la academia. La verdad se esperaba el ataque de un legaciano, la intrusion de algun desconocido o similar, no sabia, queria algo que quitase el aburrimiento de solo estar parado sin hacer nada viendo al vacio-

Es en serio?... acaso todos los dias son asi?

-Diria para si mismo mientras se encontraba sentado en una de las gradas de la entrada, pensativo, esperando que algo llevase a romper la calma de aquella zona, cualquier cosa, no le importaba que fuese con que rompiese el ambiente para el bastaria , despues de todo si segun la academia estaba en "guerra" contra la llamada Legacy deberia esperarse algo mas que solo un dia calmado.-

Días como cualquier otro, nada nuevo se avecinaba, bueno, no todavía. La llegada de aquella peliazul fue inesperada, tuvo que huir de un campo de batalla y al activar un portal (nunca se supo cómo) fue dirigida a un lugar desconocido, peculiar, pero interesante para ella. Supo que hubo guerras y que se encontraba una en pie, una Academia llamada Legacy contra otra llamada Merak, por su puesto que sus ideales eran congeniados con los segundos, pues sabía que buscaban dominación, verdadero poder. Preguntaba por las calles con respecto a ese Internado, una y otra vez le rechazaban o se sordeaban, hasta que alguien bastante misterioso le dijo la dirección hacia aquel recinto. Marchó hacia Merak, vestida con su característica vestimenta parecida a los años 60's, una pantalón de cuero negro de talle alto, una blusa estilo "crop-top" que dejaba ver una pequeña parte de su abdomen, una chaqueta del mismo cuero que sus pantalones y unas zapatillas algo bajas, con un tacón de 4 cm que no la hacía parecer tan alta. Su cabello, suelto y llegando a la altura de sus caderas era lo único que cubría su espalda y parte de su rostro.

Al haber encontrado Merak, notó que había alguien cerca, no porque lo viese a primera vista, sino que un presentimiento le recorría la espina dorsal como un frío asesino.

-¿Hola? ¿Hay alguien? Me dijeron que aquí se encuentra el Internado, ¿me equivoco?- Decía con una voz bastante segura y un tanto fría, mientras miraba a los alrededores algo desconfiada.

Tututu~

-El ser denominado como alfa se encontraria recostado ahora en el suelo, la verdad su aburrimiento habia sido tal que termino por preferir mirar hacia los cielos un momento, viendo las nubes pasar y a los pajaros volar-

....?

-Una voz desconocida entro a sus oidos, este se levanto de golpe encontrandose con la aparicion de una persona que nunca habia visto, su energia y apariencia eran totalmente nuevas para el, algun nuevo alumno? Algun invasor? Un colado? No tenia la mas minima idea pero debia averiguar de quien se tratase-


Detente ahi

-Diria el azabache al momento de levantarse, poniendose sobre sus pies y empezando a caminar, sus ojos rojizos se pondrian sobre la mujer que habia llegado de la nada, si era amiga o enemiga eso no lo sabia pero debia estar seguro de tal cosa , aunque en el fondo esperaba que esto fuese mas emocionante-


Identificate

-Serian sus ultimas palabras hasta acercarse a 5 metros de la mujer, llevaria sus dos brazos hacia su torax y poco a poco los cruzaria , esperando una respuesta de la contraria sobre su identidad-

Vaya impresión se dio cuando escuchaba aquella voz desconocida, al igual que la figura que se postraba a tal distancia de la peliazul. Su rostro, el cual se encontraba cubierto por su larga cabellera, se dejó mostrar cuando alzó su mirada, dejando ver sus finas expresiones, sus ojos zafiro y una sonrisa de medio labio que iba esbozando poco a poco. Llevó ambas manos hacia su cabello para acomodarlo de un solo lado, después soltó una risita al darse cuenta que le habían pedido su "nombre".

-Vaya, si es que eres guardián de este lugar has fallado, no deberías dejar que desconocidos entren cerca. En fin...- Decía con un leve suspiro al final de su frase. Entonces levantó su mano derecha, justo a la altura de sus hombros y la ladeó un par de veces, algo así como un gesto de saludo.

-Mi nombre es Farah Lowell, vengo en busca del Internado Merak, como ya había mencionado. Me interesa entrar al cuerpo estudiantil-.

No era mentira, pues en verdad era su intención. Se acercó unos tres pasos más al chico que se encontraba con ella, para poder tener una mejor visibilidad de aquel; recorrió con su mirada de abajo hacia arriba, examinando detalladamente al azabache, para al final posar su mirada en la contraria.

-La respuesta de la joven ciertamente le llamo la atencion, era la primera o segunda vez que alguien se presentaba tan despreocupada y calmadamente ante el como si de cualquier cosa se tratase, en verdad le habia llamado la atencion la forma tan calmada en que se tomo su pregunta-

Guardian? Bah , me obligaron a quedarme viendo esta maldita entrada porque segun era mi trabajo de hoy

-Soltaria una gran carcajada ante ello, em verdad detestaba ese trabajo pero que mas podria hacer? Era eso o recibir un balazo en la frente que seria muy molesto de regenerar, en fin aun con la respuesta ajena y la forma en que sus miradas se cruzaron este mostro total incredulidad a sus palabras o mas bien esto queria dar a entender-

Jo? En serio ? Tan interesada estas por el internado Merak? Disculpame pero si bien tu tono es convincente... no sabria como diferenciarlo de no se, las palabras de algun espia legaciano?

-Ladearia levemente su cabeza, el sabia lo que decia , estaba tratando de retarla a travez de su incredulidas hacia su contraria-

Si eres quien dices ser joven Farah, demuestramelo.

Se cruzó de brazos ante el comentario de aquel azabache. Vaya que no parecía ser convincente su discurso para poder entrar al lugar, por lo que de sus ojos comenzó a verse un brillo intenso, y cual espuma tiñendo la arena del océano, un color carmesí iba envolviendo su iris, haciendo que sus pupilas se dilatasen un poco. Se acercó unos cuantos pasos más, tratando de quedar lo más cerca que podía (sin invadir espacio personal) del joven, mirándole de arriba hacia abajo, mordiendo levemente su propio labio inferior, dejando mostrar un poco de sus colmillos, los cuales no estaban afilados como los de un vampiro, sino bien formados.

-Si fuera un legaciano, cariño, ¿no crees que ya te habría hecho algo?-

Con su zurda, trató de buscar los labios contrarios, para dedicarles una pequeña caricia, como un roce juguetón, pero tan pronto los sintió, separó su mano, para no incomodar aún más al azabache.

-El ver sufrir a otros es mi deleite, al igual que tener el poder sobre otros. No sé si quieras ponerme alguna prueba, cielo. No creo que seas el indicado en hacerlo. Deberías, mejor, ayudarme con informes de este lugar. Tranquilo...- Dijo guiñándole un ojo. -Prometo que de mis labios no saldrá nada con respecto a este lugar...-

-Observo el cambio que daba su contraria, parecia ser alguna especie de ser cambiaformas que se escondia en la apariencia de una humana o algo similar, en si habia sentido un poco de esa energia al haberle visto por primera vez, pero ahora estaba mucho mas seguro que no se trataba de un ser humano normal. Le dejo acercarse, la verdad no le importaba si la mujer se ponia tan cerca como para violar su espacio o similar, despues de todo no era una persona muy reservada en el aspecto fisico, escucho sus palabras y sus labios no tardaron en emitir una leve risa-

Oh vamos, aun si lo intentas nada te garantiza que saldrias en una pieza de este lugar.

-Sus palabras serian directas, como una especie de reto para ver si la mujer era capaz de entenderle. Sintio la caricia en sus labios, no le causo molestia ni incomodidad, eso podia notarse en su expresion sin alterarse, sus ojos rojizos obervaron aun a la mujer mientras su cuerpo se mantenia relajado, si su opuesta era capaz de atreverse a decirle tales cosas entonces quiza podria valer la pena-

JAJA! no soy el indicado? -Su dedo indice se acercaria sin pedir permiso al centro del pecho de su ajena, no tocaria nada que no puediese , este mismo haria un leve recorrido desde esa posicion, pasando por su cuello con una leve caricia y alcanzando de a poco el menton femenino- Creo que debes medir tus palabras jovencita. Si tanto deseas entrar.. tendras que derribarme.

No le molestaba el que la retaran, solo el hecho de tener que tratar con alguien que no le quería escuchar con suma atención. La peliazul retrocedió un par de paso, llevando sus manos hacia su cintura, las cuales destellaron e hicieron que una penumbra completamente oscura cubriera su propio cuerpo, creando así un par de cuernos en su cabeza, parecidos a los de un carnero, su piel empalideció, sus uñas comenzaron a formarse como unas garras bastante filosas, una cola puntiaguda salía de su espalda baja, jugueteando como si quisiera clavarse en algún lado. Su vestimenta cambió por completo, pues constaba en un corset que parecía ser una segunda piel, color negro con detalles de encaje blanco; tenía un escote bastante pronunciado, ya que sus atributos se desarrollaron más de lo normal por su condición.en la parte inferior llevaba una parte de cachetero del mismo estilo que el corset, unas botas de tacón algo que le llegaban por un poco encima de la rodilla y, para finalizar, un par de alas que terminaban en una punta filosa salieron de su espalda, del tamaño ideal para llegar a cubrir a tres personas si se cerraban.

-Escucha bien, cariño, podría hacerte arrodillarte en menos de lo que esperas, así que no me vengas con niñerías.-

La penumbra se había desvanecido por completo, dejando al descubierta la verdadera forma de aquella chica. Sonrió con cierta picardía, pues aquella transformación la hacía sacar un lado completamente juguetón, coqueto y un tanto violento (?).

-Sus ojos rojizos observaron la metamorfosis que la mujer habia experimentado, claramente no podria verla debido a la oscuridad que le rodeaba pero si podia sentir la energia ajena empezar a cambiar poco a poco. No tardo mucho en ver como su contraria exponia la nueva forma que habia tomado, sus ojos le miraron de pies a cabeza, interesado en aquella forma la cual distaba mucho de la que originalmente poseia su contraria. Aquel ultimo comentario no le causo ninguna clase de intimidacion, es mas justo al terminar de oirle sus labios empezaron a generar una pequena risa a causa de las palabras que habia escuchado-

Fufu~

JAJAJAJA! un demonio? crees que un demonio puede intimidarme?

-El rojo de sus orbes dio un aumento tal que parecia que estos se iluminasen cual lamparas , notando como pasaban de un rojo vino a uno mas cercano a la sangre- Estoy hecho para cazar especies como la tuya - Sin inmutarse el cuerpo del azabache empezo a sufrir una metamorfosis, este no seria cubierto por nada, en su caso la transformacion podria ser vista por la mujer si no le parecia incomoda. Una energia rojiza empezo a cubrir poco a poco su rostro, emergiendo esta por debajo de las ropas, poco a poco iria tomando la forma de una especie de coraza color blancusco la cual tambien empezaba a cubrir sus  brazos y piernas, de su espalda baja una cola emergio violentamente lograndose escuchar como la carne era desgarrada al momento que aquel apendice salia de sus interiores, la cola pareceria estar cubierta un poco por la sangre del azabache , esta termino de formarse estando cubierta por una coraza de color negrusco casi como piel y terminando en una division de dos puntas como "V". Su cuerpo seria el siguiente en mutar, parte de sus ropas se romperia mientras la coraza se iba formando , creando una suerte de armadura organica mezcla entre colores negros y blancos, la misma poseeria un exterior algo puntiagudo con varios "ganchos:" en los brazos, su cabeza seria lo ultimo en mutar, cubriendose de un casco que asemejaria a la misma cabeza en el cual solo se verian en donde estaban las apeturas para los ojos dos esferas rojizas y encendidas al igual que en la zona de los hombros emergerian dos puntas similares a la coraza de la cabeza. Su mirar continuo en direccion a la mujer, su cola se azoto violentamente contra el suelo y musito-


Ultima advertencia mi muy... atractiva companera, si no me derribas tendre que sacarte a la fuerza

-¿Atractiva? Vaya, me halagas, cariño. Pero mejor déjame pasar para ahorrarte la vergüenza de ser vencido por mi o... mis encantos.-

El hablar de la demonio era parecido al de varias voces entonando una sola frase, algunas graves, otras agudas, algunas ni siquiera eran perceptibles a la escucha de cualquier mortal. Se fue acercando poco a poco al Alfa, como si quisiera engatusarlo con su sensualidad, el caminar coqueto, meneando de lado a lado sus caderas, sus labios seductores que eran mordidos por sus colmillos. La transformación de aquel era impresionante, peculiar, nunca había presenciado algo así, por lo que pudo verse una ligera mueca de sorpresa.

-¿Acaso quisieras dañarme? Tontito, ya te dije, si fuera un miembro de Legacy, ¿no crees que vendría acompañada? No sé, alguna emboscada para atacarte. Jm, ellos son mucho más débiles de lo que podrían ser los miembros de este recinto, incluyéndote.-

Bajó un poco la mirada y dejó que una penumbra la cubriera, para que tuviera una mayor facilidad de desplazarse, como si estuviera flotando, alrededor del acompañante retador que tenía. Volvió a la posición iniciar e hizo tronar los dedos de su diestra, lo que provocaba que un destello saliese de su brazo, formando un tipo de tatuaje que simulaba un látigo, que iba saliendo poco a poco hasta que el mango de éste estuviese en la mano de la portadora. Aquella arma era de cuero negro, con algunos detalles de metal y zafiros, finalizando en una punta de diamante azul con una pequeña figura de "dragón" en el centro.

-Nada mal, luces más guapo así que hace rato, darling...-