Clase de Historia [Cupo Cerrado]

Una pequeña niña caminaba por los pasillos de la academia,   había mas movimiento de que de costumbre debido a las clases  de vacaciones de invierno y los profesores estaban  mas activos que de costumbre. Pero   su primera clase había sido agotadora , tanto para ella como para su pequeño y fiel amigo, así que tenia temor de entrar a otra clase  y que terminara igual, pero Sakutaro le había insistido mucho. Sakutaro: -Uryu Animo,  necesitas estudiar para ser una bruja  muy poderosa  ¡Se que todo saldrá bien!-. Dijo su pequeño amigo que estaba en su forma de peluche, dentro del bolso rosa de su amiga y ama. El había descubierto  que de esta forma, era mas difícil que ambos volvieran a perderse de vista.  -Uu uu Pero era mas divertido cuando Maria se pasaba el dia en la biblioteca  o explorando la isla  uu uu-.

De pronto, la niña llego al aula marcada en su horario, pero el profesor o la profesora no  habían llegado,   y ella decidio  meterse al aula para revisarla, su curiosidad por ver como era  crecia cada vez mas. Al meterse vio varios empolvados libros enormes, pupitres ordenados y un gran escritorio.  No pudo resistirse a ojear uno de los enormes  libros para leer su contenido, pero al tomar uno, hizo que el enorme librero se cayera.  -Uu uu ¡Problemas ! ¡problemas! ¡Uu uu!-. Y comenzó  a intentar alzar el librero de nuevo, pero era demasiado pesado,   y , al oir los problemas  de su ama, Sakutaro   salio y tomo su forma semi humana, ayudándola a acomodar los libros con esperanza de  que la profesora no llegara pronto. Sakutaro:-Uryu Tranquila, ya veras que terminaremos muy pronto y nadie se dara cuenta-

Pero la puerta se abrio y un "buenos dias" llego a sus oidos, al salón entro   Suiguintou, al parecer ella era la profesora en turno de esa clase. -Uu uu  ¡Maria se disculpa! ¡Maria se disculpa!-. No sabia que hacer, asi que intento acomodar los libros, olvidando que pudia usar magia para ayudarse. Sakutaro:-¡Uryu! No es culpa de Maria! ¡Yo ´ppor accidente tire el librero!-. Pero la pequeña niña no hiba a dejar que su amigo se hechara la culpa por ella. -¡Uu uu! ¡No es culpa de Sakutaro! ¡No es culpa de Sakutaro!-

Me levante con pesades esta mañana, como siempre no tenia ganas de hacer nada, sin embargo ya habia n pasados dos semanas que vivo en esta academia y no había asistido a ninguna clase, cada vez que iba a molestar un rato a Momo ella se encontraba en clases, al igual con Kaimane-chan y el mocoso. Al observar la hora me di cuenta que realmente era temprano, no era costumbre mio levantarme a esta hora, por lo que me volví recostar en mi cama con la esperanza de poder reconciliar el a sueño, esperanza que se hizo añicos rápidamente, pues no lograba dormir, ¿porquebtenia que levantarme tan temprano? Volví a ver la hora y solté un suspiro, de alguna manera inconscientemente mi cerebro programo esta hora. Fue lo que pensé.

— Ya entendi... Asistir e a las clases..—

Sobe mi cuello retirando nas sabanas de mi cama bajando de ella, el primer lugar que viaite fue el baño, de momento salí y me coloque el uniforme negro que tenia en la preparatoria, que aun lo conservara no era raro, la razón es porque simplemente me veia bien con eso puesto; abrí la nevera sacando un jugo y comiendo un plátano, al terminar cogí mi mochila y salí a buscar mi primera clase, no tenia la menos idebde a cual ir pero eventualmente encontraría uno donde pueda entrar. Caminando por los pasillos escuche un gran ruido, un golpe fuerte para ser preciso ¿un accidente? Acelere el paso y me encontré con tres personas en un salón, dos niños y una maestra, bueno a juzgar por su atuendo la muchacho de bancos cabellos parecía maestra, y sumándole como se dirigían los menores a ella pues no cabía duda que fuera ella la profesora. Al ver la situación, los pequeños habían tirado el librero, 'niños' solo encontraba niños por todos lados, es la maldicion de Hachikuji, fue lo primero que pensé, bueno si nas pequeñas están lindas como ella no habría problema supongo, solté una rosilla, si Hachikuji me escuchara seria un completo lolicon a sus ojos, aunque la verdad no dudo que ya piense eso de mi.

— Disculpen, dejenme ayudarlas con eso—

Me acerque entrando al aula levantando el librero, lo coloque en su sitio sacudiéndome las palmas de las manos, gire observando a la profesora, que era muy linda, pero que quizás se le vería mas linda si dejara de usar tanto negro, aunque combinaba bien con su color de cabello; me preguntaba si el color de su atuendo refleja su comportamiento, tenia curiosidad, y analizando el ambiente, era una sala de clases, yo  buscaba una, así que porque no quedarme en esta.

— Disculpen, soy Araragi Koyomi, me podrían decir que clase es esta? Soy algo nuevo *sobe mi cuello al hablar*—

La joven Tohka había empezado su día de forma un poco aburrida, apenas se levantó no tenía idea de que podría hacer en todo ese día, así que pensó, primero se fue una cafetería a tomar un café acompañados dulces, pero aún seguía con el mismo estado de aburrimiento, así que decidió volver a su cuarto, cuando de repente la joven de pelo purpura se había acordado que habría una clase de Historia, claro que esta no estaba tan relacionada al tema, pero como era una chica de querer aprender demasiado se aventuró en ir a la clase.

Cuando iba caminando la joven de pelo purpura  hacia la clase, recordó que tenía que buscar un libros y una lapiceras para los apuntes, así que volvió y los busco, ya cuando tenía todas las cosas a mano, se fue directo al aula donde se darían las clases, cuando estaba llegando se había encontrado con unos dos jóvenes, una  joven al que parecía se le había caído el librero, y el otro joven que parecía que con una buena intención parecía ayudarla, aunque podría ser al revés, pero la joven Tohka no sabía si ayudar o no , con lo cual no pensó mucho así que se acercó y les pregunto- Oigan chicos ¿necesitan ayuda?- No sabía si ya podría servir mucho de ayuda ya que habían levantado casi todo lo que se había tirado.

Mientras esperaba la respuesta de aquellos dos jóvenes, la joven Tohka había observado que estaba la Profesora de Historia, al parecer parecía que sería genial estar en una clase con ella y poder aprender Historia, cosa que a la joven de pelo purpura le faltaba aprender un poco más. Aunque en ese momento la joven Tohka no sabía si irse o no, pero antes quería ayudar a los jóvenes que se encontraban cerca de ella, y tenía la curiosidad de los temas que podría aprender junto a ellos y a la profesora.

El peli-rojo pese aunque tenía las ganas de ir a clases seguía acostado en su cama, no estaba para nada acostumbrado al hecho de levantarse temprano, y mucho menos para asistir a clases, si bien ya se había propuesto asistir a una, su cuerpo no le permitía levantarse de la cama. El despertador sonó con gran estruendo dando a entender que ya  era el momento  para que el joven se levantara, sin embargo la reacción que tuvo al escuchar el despertador no fue la de levantarse sino mas bien la de girar por lo ancho de la cama y luego caer al suelo, haciendo que de esta manera el despertador cayera a su lado, aunque timbrando todavía. Después que hubo apagado el despertador, se levantó y camino hacia el baño, donde al paso de unos 20 minutos volvió a salir ya con el uniforme que iba a llevar: Una playera color rojo, arriba de la playera una chaqueta blanca con mangas rojas y en la parte delantera se podían ver ciertas partes color azul, así como también en los bolsillos laterales. De igual manera unos jeans grises y unos tenis blancos. Una vez que estuvo listo salió corriendo de su habitación, cerró la puerta y nuevamente se puso a correr por los pasillos de la Academia esperando que no fuera muy tarde.

Corriendo con nervios y algo desesperado por no encontrar el salón donde se daría la clase se detuvo por unos momentos para luego sacar del bolsillo su celular, esperando que el "GPS" le dijera donde se encontraba el salón, y así fue pues al ver que el lugar que buscaba se encontraba a unos pocos metros nuevamente se puso a avanzar, esta vez caminando porque ya sabía que no se encontraba muy lejos, y no había motivo para que se apresurara, no mientras el maestro llegará mas tarde que él, cosa que podría ser imposible pues los maestros normalmente son los primeros en llegar. Se encontraba a unos pocos metros de distancia cuando escuchó un "Buenos días". Tras escuchar la voz suspiró pesadamente, si la voz era del profesor/a no había llegado tan tarde como él se esperaba, sin embargo no se podía quedar ahí afuera por lo que entró al salon viendo el problema que había ahí adentro y como otros estudiantes esperaban ayudar.

Su mirada se movió de lado a lado, observando de esta manera a las personas dentro del salón, una de ellas era María, aquella niña con su " uu uu" , una gran sorpresa se llevó al verla ahí adentro, no obstante ninguna palabra dijo al respecto, en vez de eso volteó a ver a la profesora y con algo de nervios le preguntó: ~~ No llegue tarde ¿cierto? ~~ Se quedó en silencio esperando la respuesta y también viendo el desenlace del ligero problema respecto al libro.

*Emiya, aquel pelinaranjo estaba buscando donde era el salón para la clase de historia. En realidad que su sentido de orientación nunca ha sido de mucha ayuda. Al encontrar el aula se percató de que la puerta estaba abierta. Entró al interior del salón observando que ya habían llegado otros alumnos que eran sus compañeros de clase. Vaya que siempre era de los últimos en llegar pero no le importaba mucho ya que tampoco lo hace al propositó para llamar la atención de los demás simplemente todavía no se ha familizarizado con los alrededores de la escuela.*

Buenos días, sensei... Lamento haber llegado tarde pero no puedo evitar perder. *Se daba cuenta que habían conocidos como Dya, Tohka y María, esto hacía que se sintiera mas tranquilo aunque después de unos segundos giro su mirada hacia la maestra. No recordaba verla durante su estancia en la escuela, era algo raro desde su punto de vista aunque eso no quitaba el hecho de que era su maestra y punto. No pensaba ver de nuevo a esa pequeña niña que solamente ha tenido problemas con ella. También miro aquel desastre que habían hecho pero ya había demasiadas personas ayudando sentía que si lo intentaba solamente estorbaría.*

Al momento de saludar a sus estudiantes, la profesora se dirigió hacia su escritorio y dejo las cosas que cargaba allí, luego miro a sus pupilos, allí estaba la pequeña María, quien había tenido un accidente con uno de los gigantescos libros y ahora se disculpaba, además ¿Qué era eso? ¿Un oso que hablaba?, de cualquier manera Suigintou no estaba molesta por que hayan botado sus libros, además de que ya había alguien más ayudando a la pequeña María a recogerlos, un pelinegro quien también había preguntado qué clase era, la albina suspiro. – Es la clase de Historia. – le indico al chico mientras cruzaba los brazos. También Suigintou tenía en su clase a una chica de cabello purpura, y el grupo de estudiantes se sumó un pelirrojo quien acaba de llegar. – No te preocupes no has llegado tarde y Buenos días señorita. – respondió al saludo de una chica de cabellera blanca, ¿Acaso no era la misma que había estado en la mansión el día del secuestro?, vaya coincidencia.

- Por favor tome asiento. – indico con su mano al chico de cabello naranja que acaba de llegar, “Vaya gama de colores de cabello” pensó la albina y luego miro a María. – Por favor María cierra la puerta. – le indico a la pequeña niña y luego se sentó en su lugar. – Bienvenidos a la clase de Historia. – dijo con voz suave mientras apoyaba sus codos en su escritorio, entrelazaba sus dedos y recargaba su rostro en ellos. Dado que la profesora solo conocía a la niña del “uu uu”, debía de comenzar la jornada con una sesión de presentaciones.

- Dado que no he tenido el placer de conocerlos con anterioridad y lo incomodo que sería llamarles por su color de cabello. – menciono y después rio al imaginar llamarles durante la clase “hey tu peli naranja haz silencio” o “chica de cabello color uva sal al tablero”, sería algo totalmente fuera de lugar y gracioso pero en fin, debía saber el nombre de sus pupilos. – Comencemos la jornada con sus presentaciones, nombre, edad y raza comenzare yo. – hizo una pequeña pausa y se dispuso a presentarse ante sus estudiantes.

- Mi nombre es Suigintou, demonio de… - ¿Cuántos años había dicho que tenía? Eran bastantes, así que mejor optar por su edad alternativa – Digamos que 23 años. – sonrió y luego señalo a la pequeña María, la profesora ya sabía su nombre pero tal vez los demás pueda que no lo sepan. – Sigue tú. – indico y espero a que uno a uno los estudiantes se presentaran.

Mas estudiantes habían llegado, tres caras conocidas pero solo una del agrado de la pequeña niña. Aunque las caras desconocidas habían sido amables con los pequeños amigos, un extraño chico que logro levantar el librero,aunque la pequeña niña era terca y le hubiera gustado hacerlo sola pero no le dio tiempo de oponerse, Tohka y una extraña chica que se sentó en un pupitre. Y entre las caras conocidas estaban los molestos chicos del café y Yumi, la demonio que vio en la clase y con la que se perdió dos veces, una de ellas en una enorme mansión abandonada. Aunque le brillaron los ojos cuando noto que Suiguintou no estaba molesta, y cerro rápido la puerta en cuanto la albina y alada demonio se lo indico-Uu ¡Enseguida! ¡Uu uu!- . Y se sentó en un pupitre, mientras su pequeño amigo tomaba su forma de peluche y se metió dentro de su pequeño bolso.

Cuando fue señalada por la profesora, se levanto y dijo en voz alta. -¡Uu ! ¡Maria Ushiromiya! ¡9 años! ¡Maria es una bruja!-. Lo curioso es que ella no sabia a si misma como definirse, estaba consciente de que hace años algo en ella cambio, algo que hacia que no pudiera confirmar en que raza se encontraba, asi que, desde hace unos años, se definía a si misma como bruja, ya que había sido reconocida como tal formalmente, cuando se lo preguntan. El pequeño Sakutaro, en su forma de león de peluche, solo se limito a dormir dentro del pequeño bolso rosa. Sus ronquidos se alcanzaban a oír en medio del silencio. Aunque la niña no pudo evitar reírse cuando se dio cuenta de que, aunque estuvieran en un ambiente cerrado, seguían haciendo pequeños movimientos como si tuvieran mente propia.

Y se sentó en su pupitre, a esperar que los demás estudiantes se presentaran. Estaba mas tranquila e incluso su pequeño amigo se habia tranquilizado. ¿Como serán las clases se suiguintou?¿Porque Yumi no tendra alas si tambien es una demonio? Essas dos preguntas le rondaban en la cabeza mientras estaba sentada y sacaba su pequeño cuaderno rosado y una pluma.

La clase de historia, no pude haber entrado a una clase mas aburrida, pero quien sabe quizás la historia de este mundo en particular sea mucho mas interesantes que lo que enseñaban en la preparatoria; la niña y el niño rubio, parecían tranquilos después de haber ocurrido ese pequeño accidente, no esperaba que me dieran las gracias por ayudarla pero era lo normal; mas personas llegaron, los demás alumnos claro, cerraron la puerta y dio inicio a las clases, me senté en el pupitre de en medio y adelante, dejando mi mochila caer a un lado de mis pies; me sorprendí al ver como el niño rubio tomo forma de peluche y se metió en el bolso de la niña, ¿magia de invocación? nunca había visto algo asi. La maestra indico que nos presentáramos, acto típico de las primeras clases con los maestros, pero tenia curiosidad por la presentación de la niña del peluche parlante. "Una bruja" fue lo que dijo la pequeña, solté una pequeña risa, tanta curiosidad que tenia y ella lo disipo diciendo que era una bruja asi de fácil, me pareció raro que no presentara al peluche pero ya daba igual, era mi turno; me puse de pie con la mano detrás de mi cabeza.

— Araragi Koyomi, veinte años de edad y bueno.. soy mitad vampiro.. o parte vampiro—

Mencione volviéndome a sentar. No sabia como definirme bien, mas bien era un humano que se convirtió en vampiro y luego deje de serlo en cierta parte, si Shinobu saliera o si es que estuviera aquí seguramente seria mas especifica de lo que soy, bueno por ahora era mas eficaz tener el perfil bajo, soy nuevo y como en casa no soy útil ni para mis hermanas o padres quizás aquí pueda ser algo mas; aunque eso quiera decir ser bueno en los estudios, eso ya no era un problemas pues ya estaba acostumbrado a las largas tutorias de Hanekawa y en ocasiones se juntaba con Senjougahara, lo que eran muy efectivas, era hora de aplicarlas aquí también.

Ya era hora de empezar la clase, al ver a la Profesora que aún no se sabía los nombres de todos, vio que tenía la necesidad de que cada uno se presente, la joven de pelo purpura mientras oía a los demás, pensaba en como presentarse, ya que era tímida para una presentación, ahora sabía que la profesora era Suigintou y que era un demonio, ella había dudado su edad, o eso era lo que parecía, pero le daba igual a la joven Tohka Yatogami, luego de la profesora se habían presentado dos más, María que era una bruja y Araragi que era mitad vampiro o eso era lo que la joven Tohka suponía que era.

Ahora le tocaba el turno a la peli púrpura, que se había parado del asiento así podría ser escuchada bien – Mi nombre es Tohka Yatogami…. Soy un espíritu-haciendo una pausa- Tengo 22 años-. La joven Tohka se sentía más aliviada ya que había dicho su nombre, edad y lo que era realmente. Era algo raro la presentación que había dado, pero ya se había presentado y no tenía más remedio que dejar de pensar en cómo se había presentado.

Mientras espera a los demás que se presentaran, la joven Tohka miraba a los demás, y observando si la profesora diría algo más para empezar la clase, no sabía si era aburrida la clase, pero como Tohka le gustaba aprender más se quedaba para ver que daría, si era aburrida ella se iría, pero la curiosidad de saber que daría la profesora la mataba.

La respuesta de la maestra, cuyo nombre era Suigintou, había sido para el peli-rojo positiva, pues no había llegado tarde a su primera clase algo que era bueno para él, de ninguna manera se iba a permitir llegar tarde a su primera clase. La presentación que escuchó de la maestra se conformó de Nombre / Edad / Raza, datos que sin duda después tendría que dar por petición de la misma encargada de la clase. No quería seguir esperando de pie a que los demás se presentarán por lo que se dirigió hacia uno de los pupitres, los cuales se encontraban en medio del salón, ni muy lejos ni muy cerca de la profesora. Mientras esperaba su turno para presentarse escuchó las presentaciones que los otros alumnos daban, primero fue María quien al presentarse había mencionado que tenía 9 años, si bien se había dado cuenta que era menor que él no se esperaba que hubiera alguien de esa edad en la Academia. Después de María se presentó Araragi , no sabía bien si ese era su nombre o apellido, tampoco sabía bien a que hacía referencia con: "Mitad vampiro o parte vampiro", ¿es que no era lo mismo? y si lo era ¿porque decirlo de manera diferente? Tras él se siguió Tohka quien menciono que era un espíritu, aquellos tres se habían presentado antes que el peli-rojo y una vez que Tohka hubo terminado ya era turno de él para presentarse.

Se levantó de su asiento, miró hacia Suigintou y después de haber respirado profundamente se dispuso a hablar. ~~ Bueno, mi nombre es Dya, soy un Espectro...o algo similar a lo que ha dicho Tohka , y pues tengo 14 años ~~ Terminó de hablar y se volvió a sentar , esperando que su presentación hubiera sido suficiente para los demás estudiantes, si bien todas habían sido similares, pensaba que la suya había carecido de datos, pero eso era algo irrelevante para los demás estudiantes que no lo conocían. Sus ojos se movieron de lado a lado observando de esta manera a los demás estudiantes, de los cuales solo conocía a dos: María y Emiya, por lo menos no estaría "solo" en la clase pues había conocidos dentro de la misma

Ahora lo único que podría hacer era escuchar con atención los que faltaban por presentarse, esperar a que la maestra diera por iniciada la clase e intentar sobre-salir en ella, pues la historia era una de las materias que mas le gustaban, si bien él había estado presente en un "Acto Histórico", habían varias cosas que quería saber y aprender,  ¿o es que la historia que iba a enseñar Suigintou era diferente de la que con normalidad se enseñaba? , una posibilidad que no debía ser descartada pues se trataba de una Academia con alumnos para nada normales.