Ejército de cangrejos [Privado: Gray]

Sabía que todo iba mal para Legacy, Merak tenía la ventaja pero aún no era tiempo para que Gray intentase hacer algo... pero sabía que con la muerte del director todo se había vuelto un caos, solo era cuestión de tiempo para que Merak tenga el control total.
Había decidido dar un paseo, todavía permanecía con la misma marca oscura en su cuerpo, pero lograba controlarlo un poco mejor.
Ya no le preocupaba si se encontraba con un Legaciano, a estas alturas los ánimos de ellos deben estar por los suelos, quizás lo suficiente para que no quieran seguir luchando.
Gray definitivamente no estaba contento, pero pensaba que no era tiempo para desanimarse, al contrarío, ahora tenía más motivos para luchar y los legaciones deberían tener el mismo sentimiento.

En el transcurso de su caminata escuchó un ruido, como un árbol cayendo; fue a ver de que se trataba pero no encontró a nadie en donde estaba el árbol caído, sin embargo, mirando a los alrededores pudo notar a alguien cerca de la playa.
Aunque estaba de espaldas era fácil de reconocer, se trataba de Charlotte... hace tiempo que no la veía luego de aquel lamentable encuentro, pero ahora mismo no parecía estar bien, pudo percatarse de que estaba llorando.

— ...... —
A Gray no le gustaba ver a las chicas llorar, era una debilidad de él.
Podía ser riesgoso pero decidió acercarse, quizás cuando Charlotte lo viese o escuchase su voz lo atacaría pero era un riesgo que iba a correr.
Al acercarse lo suficiente desde atrás rodeará el cuello de Charlotte con ambos brazos, con una de sus manos secaría sus lagrimas y acercaría su cabeza para susurrarle al oído.
— Charlotte... no llores... alguien como tú no debería llorar— Dijo tranquilamente.

Se acercaría un poco más para susurrarle algo en el oído.
— ¿Sabes? ... Aún no es muy tarde para unirte a Merak, ven conmigo Charlotte... No tenemos porqué ser enemigos cuando podemos volver a ser amigos, todo puede ser como antes, ¿no es eso lo que quieres?— Mencionó con un tono seductor.
Le interesaba saber... ¿Charlotte abandonaria sus principios y se iría a Merak en busca de un mejor futuro para ella? Realmente no sabía que respondería o lo que haría.

Mientras más escuchaba a Charlotte más fuerza empleaba en sus brazos, abrazandola más fuerte pero sin lastimarla.
Suspiró pesadamente mientras extendió su mano a la cabeza de la rubía para acariciarla.
— Era un destino inevitable para Legacy. No es tu culpa... eres fuerte Charlotte, lo diste todo, pudiste haberme matado, nadie puede decir que lo hiciste mal. Legacy pudo resistir más gracias a tí — Comentó suavemente.

Lentamente bajaría hasta sentarse junto con ella sin despegarla de su pecho y aún acariciando su cabeza a la vez que dirigía su vista al atardecer, observando como el sol se estaba preparando para ocultarse.
— Ya hiciste suficiente, no tienes que continuar luchando, solo descansa... —
Rozaría la mejilla de Charlotte con su mano derecha mientras la marca poco a poco comenzaba a desvanecerse hasta hacerlo por completo, volviendo a tener su apariencia común y corriente.

— Yo haré el resto, te prometo que esto no se va a quedar así. Sólo te pido que te unas a Merak, todo saldrá bien, confía en mi — Decía con una leve sonrisa para mirar ahora a Charlotte.
Sabía que mientras Charlotte y sus amigos estuvieran bien el no iba a sucumbir ante el poder maligno ni perder la cordura, no podía permitir que todo terminase así luego de todo lo que ella había tenido que pasar.
Le dolía ver a Charlotte así pero lo único que podía hacer por el momento era mantenerla abrazada y consolarla.

Todo estuvo tranquilo un rato hasta que comenzó a sentirse un temblor, eso hizo que se mantuviese levemente alerta a su alrededor.
¿Se trataría de un terremoto normal? Sería extraño pero era una posibilidad...
La vibración se hizo más fuerte, algo raro estaba ocurriendo pero aún no sabía la respuesta, pero estaba atento a cualquier cosa que pudiera ocurrir, no se le había olvidado que Charlotte estaba junto a él así que debía protegerla.

Pero solo fue cuestión de tiempo para que su duda fuese resuelta por si sola al ver como unos seres con apariencia grotesca aparecieran justo al frente de ellos.
Eran una especie de mitad humano y cangrejo, bastante desagradables realmente.
Soltó a Charlotte al verlos pero al mismo tiempo que aparecieron comenzaron a atacar a ambos, pero Charlotte pudo evitar que uno de ellos golpeara a Gray.
Se pondría a espaldas de Charlotte mientras notaba como le había cortado un brazo a uno de ellos.

— Nunca había visto algo así... parecen humanos combinados con cangrejos. Ten cuidado, Charlotte — Sugirió.
Gray se posicionó al lado de Charlotte para estirar su brazo hacia adelante y crear unas dagas de hielo flotantes, para así lanzarlas al mismo ser al que Charlotte le había cortado el brazo; todas las dagas se clavaron en ese ser y provocaron su muerte.
— Uno menos...— Susurró.

Uno de aquellos seres se posicionó al frente de ambos, aparentaba respirar muy profundo y eso hizo que Gray le mirase extrañado.
— Ten cuidado, no sabemos que pueden hacer esas cosas— Advirtió.
Entonces aquel ser escupió una quincena de burbujas de mediano tamaño, las cuales parecían ser inofensivas.
8 de ellas se dirigieron a Gray y 7 a Charlotte, pudo esquivar a casi todas sin dificultad y sin preocuparse por lo débil que se veía el ataque, pero una de ellas impactó en su costilla derecha.
La iba a ignorar pero de pronto comenzó a sentir un gran ardor.

— ...¿Qué es esto? — Dijo confundido.
Al ver su costilla se notaba como su piel estaba muy roja y una pequeña parte de su carne se había deshecho, el peli-negro se puso de rodillas sujetando la zona afectada.
— L-las... las burbujas son de ácido... ¡Agh! — Se quejó.
Mantenía los ojos cerrados sin poder moverse, era mucho más doloroso que el fuego, con su mano estaba congelando la herido pero necesitaba algunos segundos para recuperar la compostura.