Primera víctima (Eukene)

Tronaba y llovía de forma enloquecida. Una aglomeración de nubes se fusionaba en espiral a medida que muchos relámpagos la iban cruzando. En el cementerio de los héroes de las batallas anteriores, una pequeña mano se alzó de la tierra con una lápida y un nombre muy claro. Se desenterró sola y una sonrisa malvada apareció.

— Con que Legacy ha sido derribada.

Su voz no era humana. Nada en ella lo era. Al principio así parecía, pero si uno se percataba tenía dientes afilados, y los huesos se le notaban porque su piel era algo traslúcida. Se sacudió el polvo y la tierra y empezó a caminar hacia la salida del cementerio. En cada paso que daba, el césped se quemaba. Un aura de completa maldad estaba sobre ella.

— Quizá sea la hora de que Legacy se rebele.

De nuevo, una risa no-humana reverberó en lo que podían llamarse sus pulmones. De pronto, escucha un ruido, se da media vuelta y era un joven de cabellos castaños. La pequeña bruja ladeó la cabeza y se le quedó mirando fijamente con unos ojos rojos y encendidos.

El castaño tendía a vagar de vez en cuando por los lugares menos esperados, tal vez una costumbre de cuando se la paso viajando por toda Rusia, aunque en sus paseos los cementerios y lugares silenciosos tendían abundar.

Así que estando en los alrededores era obvio que estaría presenciando lo que sucedía aquí, un ser desconocido ahora lo observaba, y este devolvía la mirada con aquella serena expresión que mantenía la mayor parte del tiempo pero con sus ojos con cierto brillo carmesí.

—Esga noche hace un bonito clima ¿No es así?

Fueron las únicas palabras que mencionó al momento en un tono audible, quien sabía que era lo que estaba por venir.

Una pequeña risita se soltó de sus labios, y luego se transformó en una grotesca carcajada sobrenatural. Era como si su voz se compusiera de otras distintas voces. Se acercó paso a paso hacia el castaño, su andar era juguetón como lo haría cualquier otra niña de seis años, sin embargo, ella no era ninguna niña. Ni siquiera era un ser humano. Era otra cosa muy distinta.

— Muy bonita como para pasarla a solas, oniichan. Ne, ne. ¿Tienes novia? Un chico guapo como tú debe tener una...

De nuevo comenzó a reírse para luego acercarse a él y abrazarlo. Levantó su rostro hacia el contrario, y un relámpago hizo ver el horrendo rostro de la bruja. Su piel era casi transparente de modo que se veían sus huesos, sus ojos eran negros como dos pozos y tenía una enorme cantidad de dientes filudos y en forma de gancho, con una mandíbula ligeramente inclinada.

De pronto, unas cuatro manos verdes y llenas de moho salieron del suelo y agarraron los tobillos del muchacho. Eran las brujas sirvientas de Maria Beatrice, la nueva bruja de oro. Le abrazó con mucha más fuerza, y de pronto saltó para morderle el hombro y arrancar un pedazo de carne.

— Sabes muy bien. Mis hermanas buscan a alguien como tú.

En cuanto se comenzó a acercar el castaño la estuvo observando detenidamente, realmente era obvio que algo andaba mal...pero para lo que a él le importaba esto no le hacía reaccionar en lo más mínimo.

—Gracias...y si, estás en lo correcto pues si tengo una pareja ahora mismo

Ante el abrazo este siguió con las manos en los bolsillos de su abrigo, como se dijo arriba, esto le daba de lo mas igual que pudiera parecer, incluso con el relámpago este seguía indiferente y medio amargado.

Fue al sentir las manos y la mordida que soltó un suspiro y  apuntó su mano izquierda al suelo y la derecha a la bruja que lo había mordido...de sus manos salió rápidamente una llamarada que aunque no le provocara tantos daños, la empujaría bastante para dar apertura en el combate y se desharia de las manos que lo sujetaban, aunque bien quemaría parte de su propia ropa.

—Realmente no me interesa, pero alejate de mí, no tengo por qué estar donde nadie quiere

La llamarada la había empujado lejos, pero la temible bruja tenía millones de ases bajo la manga. Tan pronto se alejó, se teletransportó a las espaldas de él, quedándose a unos tres metros. El rostro desfigurado de Maria volvió a retomar una faz más humana. Su piel comenzó a mostrarse más blanca, y cabellos albinos crecieron. Ya tenía ojos azules y una cola de flecha que salía en la parte trasera. Se rió, y luego lo miró cruzándose de brazos.

— ¿Ahora me aceptarás, verdad, oniichan?


Preguntó mientras alargó uno de sus brazos para tomar su pierna. Sus dedos eran larguísimos y afilados, y tal como unas tijeras le parte su pierna alrededor del muslo. Sonó de una forma grotesca. Esa carne siendo aplastada, y un explosivo hueso roto. María, con su nueva apariencia, se acerca cada vez más a Eukene y retoma su grotesca forma original. Se carcajea y pregunta en un voz infernal y chillona:

— ¿Cuál es el objetivo de Yuno Gasai? Si me lo dices, prometo que no te mataré.

—Pfff...

Al ver su nueva forma la ira comenzaba a surgir en el interior del chico. Realmente le importaba un comino las intenciones que tuviera el ser con quién estaba "luchando ahora" pero le comenzó a molestar demasiado la forma en que según ella intentaba sacar la información...bien...hora de responder.

—Si tanto quieres saberlo...solo se prepara para el peor escenario, es lo que se...ahora déjame tranquilo de una buena vez maldita sea, no te aceptaré ni a ti ni a nadie

Sus ojos brillaban de un tono carmesí y comenzó a cambiar su forma...en el estado Fulkaisu la parte blanca de sus ojos se tornaba negra, su cabello se volvía blanco, su piel adquiria cierto tono rojizo y de el brotaban unos pequeños cuernos y una cola...al sostener tanta irá, quien lo tocará sufriría leves quemaduras ya que se encontraba ardiendo en este estado.

—Alejate de mi

Comentó apuntando una mano a su pierna y otra a su oponente, de ambas saldría una llamarada mucho más poderosa que la primera que disparó, con esto se liberaría de su agarre desintegrando los dedos con los que lo sujetaba y nuevamente la apartaría de el antes de comenzar a elevarse en un vuelo leve gracias a su poder sobre el viento...aunado a esto a pesar del dolor que pudiera tener en su pierna, en este estado está de había regenerado un poco al menos para ser utilizable y el dolor no le importaba en lo absoluto.

La pequeña bruja simplemente se rió para luego terminar en una carcajada bestial, una qué resonaba por todas partes en esas afueras del cementerio. Y entonces, cerró sus ojos y comenzó a recitar unas extrañas palabras. Estaban en italiano. Era el idioma de la Beatrice original, de la bruja dorada, la cual invoca a sus mariposas de oro. Poco a poco, le robaba energías a Eukene, con cada segundo que pasaba, Maria ganaba más y más fuerzas.

—Se ve que eres poderoso, oniichan. Me caes bien y por eso te mataré de forma rápida

Sonrió. Sus dientes chuecos y filudos como los de un tiburón se veían con ansias de comer. Al lado de ella, unas mariposas doradas dieron forma a un báculo, y no uno cualquiera.

— Si este báculo te toca, te transformarás en un humano sin poderes

Lo agarra con las dos manos y comienza a atacar al castaño con su nueva forma tan peculiar. María, pese a ser baja de estatura, era muy rápida y ágil. Saltó hacia un árbol e impulsandose con sus dos piernas se abalanza contra Eukene para golpearle con el báculo justo en su brazo. De pronto, golpea con ese mismo báculo la pierna herida y deja al contrario boca arriba sobre el suelo. En ese mismo instante, el cielo se tapa y comienza una ligera llovizna. Era su hora.

No importa cuántas energías le quitará, este estaba ardiendo en un aura intensa al estar en su forma de demonio...pero a estas alturas del combate se daba cuenta de que realmente había cometido el error de no tomarse en serio a su oponente, a quien curiosamente no sabía por qué debía combatir.

Así que al final, al escuchar lo que había dicho báculo, con su mano sujeto su propio pecho y se arrancó con fuerza una costilla, la cual sostuvo en su mano para cuándo el báculo lo golpeó y dejó en el piso...y eso que nunca fue humano como tal.

—El tenía razón... este tipo de poderes huelen a obo...mala suerte que esto no es uno

Más allá de su forma física, la costilla en su mano comenzó a brillar intensamente de un tono carmesí, al estar como un humano normal no tardaría mucho tiempo en ser asesinado o morir desangrado así que sus últimas palabras fueron...

—Saluda a mi padre en su hogar por mi...rynkirou final

Tras decir esto, de la costilla surgió una explosión basada en la llamarada, el último ataque suicida del chico, pues tras esto ni sus restos quedaron...en su otra forma habría resistido, pero en ese estado este era el final, al menos dejaría una apertura (herida) para que sus compañeros pudieran atacar a la nueva amenaza.