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Esto es personal (Lacus)
2 participantes
~ +ACADEMIA LEGACY+ Foro de rol literario ~ :: Ciudad de Yokohama :: Centro de la Ciudad :: Alcantarillado de Yokohama
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Primera parte
A tanto tiempo perdiera su humanidad, y ahora sin ningún recelo de proceder de aquella manera, no se tomó la incomodidad de mapear el lugar, ni de elegir un horário específico. Con tan solo saber que eran humanos, y aún más, menosprezados por su propia especie, era suficiente para que el vampiro se diera toda la libertad de masacrarlos a su gusto.
Había el momento de actuar bajo órdenes secretas y el de actuar bajo su propia voluntad, y también el de actuar bajo ambas. Obviamente, el rastro de sangre y violencia que el vampiro dejaba en aquella ciudad marcaría misteriosamente una de las 3 circunstancias, y la poca importancia que el caso venía recibiendo le daba innumerables ventajas.
Era una noche que designara para actuar. Todas las puertas visibles estaban lo más trancadas posible y el miedo que le tenían se sentía en cada pared, o en las ventanas cubiertas por cortinas, con un pequeño rincón descubierto, mientras la vista de algún niño se asomaba por allí en parcelas de tiempo. El silencio casi integral solo era quebrado por las travesuras de lechuzas, gatos o murciélagos que eran los únicos que andaban libres y destemidos por el barrio, además del vampiro y de un chico.
Si, un chico. El vampiro estaba por irse después de haber terminado su trabajo sucio cuando lo vio desde arriba, posando alado de una chimenea, una presa muy fácil.
Hmm...¿una trampa? Pensó. Era muy obvio. Se iría y lo dejaría, solo para decepcionarlo, si no fuera por el aroma de su sangre... era un aroma totalmente irresistible, era como una golosina ambulante para Lacus. Por él no fue moléstia provocarse el vomito, dejando un charco de sangre en el suelo.
Te voy a castigar por aparecer tan tarde, joven humano
Pensó nuevamente. Un par de lechuzas alzó vuelo un poco agitadas por el movimiento rápido del vampiro en sentido al peliazul, que ya avanzara unos cuantos metros desde que divulgara verbalmente su propia soledad. No podía perderlo ni esperar más. Dejó que el susto repentino que le provocaran las lechuzas aparentase haber disminuido, para darle fin a su propósito oculto.
Posó silenciosamente justo a 20cm de su espalda, silenciosamente solo para un humano común, no para uno como aquel miembro de Legacy. La sonrisa del vampiro, exhibiendo uno de sus colmillos, antecedió el movimiento de ataque, con pretensión de sostenerlo por el cuello y aplicarle una buena mordida.
Había el momento de actuar bajo órdenes secretas y el de actuar bajo su propia voluntad, y también el de actuar bajo ambas. Obviamente, el rastro de sangre y violencia que el vampiro dejaba en aquella ciudad marcaría misteriosamente una de las 3 circunstancias, y la poca importancia que el caso venía recibiendo le daba innumerables ventajas.
Era una noche que designara para actuar. Todas las puertas visibles estaban lo más trancadas posible y el miedo que le tenían se sentía en cada pared, o en las ventanas cubiertas por cortinas, con un pequeño rincón descubierto, mientras la vista de algún niño se asomaba por allí en parcelas de tiempo. El silencio casi integral solo era quebrado por las travesuras de lechuzas, gatos o murciélagos que eran los únicos que andaban libres y destemidos por el barrio, además del vampiro y de un chico.
Si, un chico. El vampiro estaba por irse después de haber terminado su trabajo sucio cuando lo vio desde arriba, posando alado de una chimenea, una presa muy fácil.
Hmm...¿una trampa? Pensó. Era muy obvio. Se iría y lo dejaría, solo para decepcionarlo, si no fuera por el aroma de su sangre... era un aroma totalmente irresistible, era como una golosina ambulante para Lacus. Por él no fue moléstia provocarse el vomito, dejando un charco de sangre en el suelo.
Te voy a castigar por aparecer tan tarde, joven humano
Pensó nuevamente. Un par de lechuzas alzó vuelo un poco agitadas por el movimiento rápido del vampiro en sentido al peliazul, que ya avanzara unos cuantos metros desde que divulgara verbalmente su propia soledad. No podía perderlo ni esperar más. Dejó que el susto repentino que le provocaran las lechuzas aparentase haber disminuido, para darle fin a su propósito oculto.
Posó silenciosamente justo a 20cm de su espalda, silenciosamente solo para un humano común, no para uno como aquel miembro de Legacy. La sonrisa del vampiro, exhibiendo uno de sus colmillos, antecedió el movimiento de ataque, con pretensión de sostenerlo por el cuello y aplicarle una buena mordida.
Última edición por Lacus Welt el Jue Mayo 10, 2018 12:03 am, editado 2 veces
Lacus Welt
Re: Esto es personal (Lacus)
Algo estaba a sus espaldas. Algo muy siniestro y sin igual estaba justo a sus espaldas. Luchó con la misma velocidad que lo haría un humano cualquiera, lanzando un golpe flaco hacia el posible agresor. Este blanco solo sería "un delincuente que buscaba algo de dinero en Jellal", porque luego vendría la prueba de verdad. Entonces, lo vio directo a sus ojos, eran rojos como la sangre. Había detenido su ataque, y Jellal no se defendería.
El peliazul quería saber de qué era capaz este ser tan funesto que deambulaba a estas altas horas de la noche. Ahora se había convertido por voluntad propia en un conejillo de indias justo en las fauces de su enemigo. ¿Qué pasaría?
El peliazul quería saber de qué era capaz este ser tan funesto que deambulaba a estas altas horas de la noche. Ahora se había convertido por voluntad propia en un conejillo de indias justo en las fauces de su enemigo. ¿Qué pasaría?
Jellal Fernandes
Re: Esto es personal (Lacus)
Trás haberse revelado al mismo momento que impedía el ataque superficial que le lanzara su nueva víctima, se dio el honor de devolverle la mirada a los ojos, al final, se trataba del mejor ganado que encontrara.
—Que terrible, cariño. ¿Crees que me derrumbarías con eso?
Lanzaba la interrogante, con aquella cínica amabilidad que el vampiro solía usar en sus mañas al lidiar con humanos. No planeaba esperarlo decir algo, su próximo ataque ya estaba confirmado, de paso, sin soltar el brazo del contrario, que sostenía con firmeza.
Usó de su fuerza para tornarlo de espaldas a él. Fue fácil, y ni podía tener idea de las verdaderas intenciones del peliazul, solo pensaba en proceder a realizar su deseo de beber de su sangre, cual aroma lo seducía desde tan lejos.
No tardó más en rodearlo con un brazo, atrapando sus dos brazos y firmando la otra mano en el hombro ajeno, abrió la boca, exhibiendo sus colmillos, antes de enterrarlos en la piel del cuello de aquel adelante suyo.
Ya con los ojos cerrados, el tiempo se detuvo al sentir el gusto tan exquisito de la sangre que ahora tenía en la boca. Mordió más fuerte, y a la vez presionaba más a la víctima.
La muestra de placer era incuestionable, ya no bastaba la complacencia que le era despertada al morder a humanos: cuando el sabor de la sangre armonizaba con la preferencia del vampiro, era inevitable que el hecho comenzara a surtir efecto en aquella zona baja entre las piernas mientras succionaba y se deleitaba con cada trago de sangre, que consumiera lentamente durante 15 segundos y también despertara rubor en sus mejillas.
Por fin separó los colmillos de la piel. No había consumido lo suficiente para matarlo y de eso estaba consciente, había algo más en juego a partir de ahora.
—Sabes, el aroma de tu sangre me llamó desde lejos, estaba exquisita.
Lo seducía con la voz.
—Que terrible, cariño. ¿Crees que me derrumbarías con eso?
Lanzaba la interrogante, con aquella cínica amabilidad que el vampiro solía usar en sus mañas al lidiar con humanos. No planeaba esperarlo decir algo, su próximo ataque ya estaba confirmado, de paso, sin soltar el brazo del contrario, que sostenía con firmeza.
Usó de su fuerza para tornarlo de espaldas a él. Fue fácil, y ni podía tener idea de las verdaderas intenciones del peliazul, solo pensaba en proceder a realizar su deseo de beber de su sangre, cual aroma lo seducía desde tan lejos.
No tardó más en rodearlo con un brazo, atrapando sus dos brazos y firmando la otra mano en el hombro ajeno, abrió la boca, exhibiendo sus colmillos, antes de enterrarlos en la piel del cuello de aquel adelante suyo.
Ya con los ojos cerrados, el tiempo se detuvo al sentir el gusto tan exquisito de la sangre que ahora tenía en la boca. Mordió más fuerte, y a la vez presionaba más a la víctima.
La muestra de placer era incuestionable, ya no bastaba la complacencia que le era despertada al morder a humanos: cuando el sabor de la sangre armonizaba con la preferencia del vampiro, era inevitable que el hecho comenzara a surtir efecto en aquella zona baja entre las piernas mientras succionaba y se deleitaba con cada trago de sangre, que consumiera lentamente durante 15 segundos y también despertara rubor en sus mejillas.
Por fin separó los colmillos de la piel. No había consumido lo suficiente para matarlo y de eso estaba consciente, había algo más en juego a partir de ahora.
—Sabes, el aroma de tu sangre me llamó desde lejos, estaba exquisita.
Lo seducía con la voz.
Última edición por Lacus Welt el Jue Mayo 10, 2018 12:04 am, editado 2 veces
Lacus Welt
Re: Esto es personal (Lacus)
Este asesino no era un simple ser humano debilucho. Lo supo en el momento en el que detuvo su ataque, le agarró de los brazos y vio esos blancos y largos colmillos. Sí, era un hijo de esas viejas leyendas en el corazón y este de la Europa medieval. Una criatura de la noche que sacaba sangre a los desventurados para supervivir y alimentarse, y bien que lo supo cuando hincó sus largos dientes en su cuello. Jellal gruñó, y con la mano temblando se aferró a la ropa del contrario y se quedó inmóvil. Este experimento era demasiado arriesgado, pero la falta de cariño que Jellal tiene por sí mismo lo impulsó a hacer esta total locura. Lo único que Jellal quería era la protección de los suyos.
Sí, ahora él sería el blanco personal de este demonio, pero era para bien, porque así quizás dejaba de atormentar a las pobres víctimas de la calle. El peliazul dejó caer una rodilla sobre el suelo, y luego colocó su mano en los orificios que le había dejado la mordida. Diantres, sí que había dolido eso. ¿Ahora tendría un poder especial? Sí o no, Jellal ya tenía suficiente magia en su cuerpo.
— ¿Quieres más de mí, vampiro? — y en un momento su cuerpo entero comenzó a brillar de un blanco intenso. Jellal, se quitó la chaqueta y solo se dejó la camiseta sin mangas, la cual era negra con un estampado. — Meteor! —, entonces, de un momento a otro, el peliazul sale volando con una rapidez impresionante en una vuelta en "U" para luego estrellarse contra la espalda de su rival. Fue de tal fuerza el impacto que logró empujarlo contra un automóvil que estaba estacionado allí. El pobre vehículo del cual no tenía la culpa de nada, estalló como una piñata, desperdigando trozos de vidrio por doquier. Ése era el poder de Jellal. Se quitó el gorro y dejó ver esa extraña marca roja que tenía en su rostro. Ahora se hacía evidente lo que era:
— No soy un humano normal. Soy un mago santo, y tengo parte de demonio y energía cósmica, — se tronó sus manos, y esperó a que su contrincante se levantara de aquel ataque. Jellal iba a darlo todo para darle fin a este jueguito que bastante le estaba cansando. — Fire magic! — de su dedo apareció un fuego y lo acercó a su cuello para cauterizar las heridas que le había provocado. Ahora un combate entre dos enemigos acérrimos iba a comenzar. Un combate que no solo dejaría heridas físicas.
Sí, ahora él sería el blanco personal de este demonio, pero era para bien, porque así quizás dejaba de atormentar a las pobres víctimas de la calle. El peliazul dejó caer una rodilla sobre el suelo, y luego colocó su mano en los orificios que le había dejado la mordida. Diantres, sí que había dolido eso. ¿Ahora tendría un poder especial? Sí o no, Jellal ya tenía suficiente magia en su cuerpo.
— ¿Quieres más de mí, vampiro? — y en un momento su cuerpo entero comenzó a brillar de un blanco intenso. Jellal, se quitó la chaqueta y solo se dejó la camiseta sin mangas, la cual era negra con un estampado. — Meteor! —, entonces, de un momento a otro, el peliazul sale volando con una rapidez impresionante en una vuelta en "U" para luego estrellarse contra la espalda de su rival. Fue de tal fuerza el impacto que logró empujarlo contra un automóvil que estaba estacionado allí. El pobre vehículo del cual no tenía la culpa de nada, estalló como una piñata, desperdigando trozos de vidrio por doquier. Ése era el poder de Jellal. Se quitó el gorro y dejó ver esa extraña marca roja que tenía en su rostro. Ahora se hacía evidente lo que era:
- Camiseta de Jellal:
— No soy un humano normal. Soy un mago santo, y tengo parte de demonio y energía cósmica, — se tronó sus manos, y esperó a que su contrincante se levantara de aquel ataque. Jellal iba a darlo todo para darle fin a este jueguito que bastante le estaba cansando. — Fire magic! — de su dedo apareció un fuego y lo acercó a su cuello para cauterizar las heridas que le había provocado. Ahora un combate entre dos enemigos acérrimos iba a comenzar. Un combate que no solo dejaría heridas físicas.
Jellal Fernandes
Re: Esto es personal (Lacus)
Ahí estaba su presa, arrodillado en el suelo, justo lo que expectara. La manía de subestimar a los naturalmente más débiles —los humanos— acompañaba al vampiro en todas sus aventuras, igual después de tantas ocasiones de riesgo con ellos, que ya presenciara o antagonizara
Sin embargo, el descuido del vampiro resultó tener más consecuencias que tan solo un intento infantil de darle una lección por parte enemiga, el brillo intenso de su oponente lo dejó inevitablemente admirado, faltando con su atención al movimiento subsecuente, que con un reflejo logró meterle tal ofensiva por atrás.
...
Estallado contra el auto y captando su revelación, no pudo evitar reírse. Como ya encajaba en su mente, no podía ser un simple humano habiendo logrado proceder con un poder tan fuerte trás perder tanta sangre. Se desenganchó del auto, poniéndose de pie
— Un mago, ¿Eh?—
Caminaba con elegancia hacia una posición relativamente distante del indivíduo, exhibiendo una mala y delicada sonrisa, ahora llevando las manos hacia su espada. Vengativo, no dejaría pasar en blanco el golpe.
—No necesito hacer tantos cálculos para saber que tienes algún interés en mi, por la trampa. Te escuché decir que eras indefenso mientras te acechaba, sin embargo, mira lo que hiciste...
Arrancó uno de los pedazos de vidrio delantero del carro, que se le hincaran al cuerpo, dejándolo caer al suelo.
—Espada, toma mi sangre.
Trás un movimiento más, el luminoso y potente laser cortante fue emitido por su espada, junto con la ráfaga que dificultaba un escape.
Sin embargo, el descuido del vampiro resultó tener más consecuencias que tan solo un intento infantil de darle una lección por parte enemiga, el brillo intenso de su oponente lo dejó inevitablemente admirado, faltando con su atención al movimiento subsecuente, que con un reflejo logró meterle tal ofensiva por atrás.
...
Estallado contra el auto y captando su revelación, no pudo evitar reírse. Como ya encajaba en su mente, no podía ser un simple humano habiendo logrado proceder con un poder tan fuerte trás perder tanta sangre. Se desenganchó del auto, poniéndose de pie
— Un mago, ¿Eh?—
Caminaba con elegancia hacia una posición relativamente distante del indivíduo, exhibiendo una mala y delicada sonrisa, ahora llevando las manos hacia su espada. Vengativo, no dejaría pasar en blanco el golpe.
—No necesito hacer tantos cálculos para saber que tienes algún interés en mi, por la trampa. Te escuché decir que eras indefenso mientras te acechaba, sin embargo, mira lo que hiciste...
Arrancó uno de los pedazos de vidrio delantero del carro, que se le hincaran al cuerpo, dejándolo caer al suelo.
—Espada, toma mi sangre.
Trás un movimiento más, el luminoso y potente laser cortante fue emitido por su espada, junto con la ráfaga que dificultaba un escape.
Última edición por Lacus Welt el Jue Mayo 10, 2018 12:09 am, editado 7 veces (Razón : .)
Lacus Welt
Re: Esto es personal (Lacus)
Siempre había escuchado una de esas leyendas que iban a los cuatro vientos de este mundo. Temibles seres que se alimentaban de sangre. Este hombre era uno de aquellos, y la verdad es que arrojarlo contra un auto para él, no debió parecerle tan demoledor. Después de todo, a estos verdaderos demonios de ridículo poder era como lanzarlo a un montón de colchones. El contrario se reincorporó y acto seguido hizo algo que al peliazul le llamó mucho la atención.
Una especie de fuego en línea recta apareció. Alzó las cejas pregúntandose qué era eso. ¿Era un arma o algo similar? Una espada. Y de pronto le lanza esa cosa flamígera, y llega justo cerca de su hombro raspándole y sacándole algo de sangre. El líquido vital de un híbrido era distinto al de un humano.
No iba a dejar que le atacara así como así, así que Jellal una vez usó más de sus magias. — ¡Flechas celestiales! — gritó y de su mano salieron cinco esferas de luz, las cuales, disparadas como bala, cayeron alrededor del vampiro. Una pasó de largo y cayó a un automóvil abollándolo de una forma aparatosa. — No es necesario dañar a los inocentes. Debe haber otra forma para controlar tu sed... — comentó en voz alta. A Jellal no le convenía tener un enemigo, no uno más de los tantos.
Una especie de fuego en línea recta apareció. Alzó las cejas pregúntandose qué era eso. ¿Era un arma o algo similar? Una espada. Y de pronto le lanza esa cosa flamígera, y llega justo cerca de su hombro raspándole y sacándole algo de sangre. El líquido vital de un híbrido era distinto al de un humano.
No iba a dejar que le atacara así como así, así que Jellal una vez usó más de sus magias. — ¡Flechas celestiales! — gritó y de su mano salieron cinco esferas de luz, las cuales, disparadas como bala, cayeron alrededor del vampiro. Una pasó de largo y cayó a un automóvil abollándolo de una forma aparatosa. — No es necesario dañar a los inocentes. Debe haber otra forma para controlar tu sed... — comentó en voz alta. A Jellal no le convenía tener un enemigo, no uno más de los tantos.
Jellal Fernandes
Re: Esto es personal (Lacus)
—Buen juego.—
Halagara la manera como su enemigo esquivara su ataque con tal reflejo, permitiendo hacerle solo aquel superficial corte en el cuello. Esta vez usó la evasiva para invalidar el ataque que recibía, logrando por poco saltar hacia un lado antes que las esferas le causaran algo, llegando hacia el techo de una de las várias casas que los rodeaban, de pie.
Antes de cualquier otra, las palabras del peliazul ya habían sido escuchadas por Lacus.
—¿Eh? ¿Controlar mi sed?—
Cuestionó, sarcásticamente. De nuevo se estaba riendo, y és que los humanos —fueran híbridos o no— siempre lograban sacarle algunas risas con sus comportamientos, ahora su nuevo oponente tenia tal atrevimiento de atacarlo por una razón que para el vampiro, no debería importarle nada a Jellal. Se habría ofendido mucho menos si el chico le hubiera dicho que deseaba matarlo. Bajó del techo, volviendo a su posición, no muy cerca de donde estacionaran las esferas, sino más adelante.
—No podía imaginar que tu interés por mi fuera eso,
eres ridículo.—
Guardaba la espada mientras se acercaba a él, en pasos lentos e uniformes.
—Mas...para mi pesado infortúnio, tengo otro tipo de sed por ti. No me lo vas a controlar, pero saciar...—
Se apresuró a tomarlo del cuello, antes que Jellal pudiera atacarlo de nuevo, inmobilizando uno de sus brazos antes de abusar de él otra vez, acercándose al cuello y deslizando su fría lengua por la piel, lamiendo la sangre que tenía sobre la más reciente herida que le provocó con la espada.
El vampiro solo iniciaba su juego, no planeaba avanzar allá, aún no.
Halagara la manera como su enemigo esquivara su ataque con tal reflejo, permitiendo hacerle solo aquel superficial corte en el cuello. Esta vez usó la evasiva para invalidar el ataque que recibía, logrando por poco saltar hacia un lado antes que las esferas le causaran algo, llegando hacia el techo de una de las várias casas que los rodeaban, de pie.
Antes de cualquier otra, las palabras del peliazul ya habían sido escuchadas por Lacus.
—¿Eh? ¿Controlar mi sed?—
Cuestionó, sarcásticamente. De nuevo se estaba riendo, y és que los humanos —fueran híbridos o no— siempre lograban sacarle algunas risas con sus comportamientos, ahora su nuevo oponente tenia tal atrevimiento de atacarlo por una razón que para el vampiro, no debería importarle nada a Jellal. Se habría ofendido mucho menos si el chico le hubiera dicho que deseaba matarlo. Bajó del techo, volviendo a su posición, no muy cerca de donde estacionaran las esferas, sino más adelante.
—No podía imaginar que tu interés por mi fuera eso,
eres ridículo.—
Guardaba la espada mientras se acercaba a él, en pasos lentos e uniformes.
—Mas...para mi pesado infortúnio, tengo otro tipo de sed por ti. No me lo vas a controlar, pero saciar...—
Se apresuró a tomarlo del cuello, antes que Jellal pudiera atacarlo de nuevo, inmobilizando uno de sus brazos antes de abusar de él otra vez, acercándose al cuello y deslizando su fría lengua por la piel, lamiendo la sangre que tenía sobre la más reciente herida que le provocó con la espada.
El vampiro solo iniciaba su juego, no planeaba avanzar allá, aún no.
Lacus Welt
Re: Esto es personal (Lacus)
— Sé que soy ridículo. No hay necesidad de decir cosas obvias, — le respondió con una faz adusta y taciturna. El rival que tenía en frente, sí que era de armas tomar. Su apariencia era la de un joven de estatura media, atlético, y con unos ojos rojos que daban una fuerte advertencia a todo aquel que osara cruzarse por su aciago camino. Era tan rápido como una flecha. Un enemigo a respetar, y del cual un segundo podría transformarlo en una oportunidad para tomar a Jellal desprevenido y así pasó.
De nuevo, le agarró del brazo y sintió algo carnoso y frío. El no-muerto estaba pasando su lengua por el cuello. Desde luego que Jellal se molestó, y gruñó tomándole de ambos brazos y estampándole la cara contra el concreto haciéndolo resquebrajar. De seguro que esto sería un simple rasguño para alguien de su clase, pero el peliazul decidió usar la magia para poner a este demonio suelto en su lugar.
— Meteor! — su cuerpo de nuevo comenzó a brillar como un fuego artificial y le dio una patada en el abdomen, seguido de varios golpes en no menos de cinco segundos. Si había algo en lo que Jellal era bueno, era su velocidad debido a su magia estelar. Tomó del brazo al contrario y lo lanzó hacia arriba. — Flechas celestiales... — susurró, y de su mano salieron montones de bolas de luces que se dirigían al vampiro el cual estaba en mitad de la caída. El dolor en el cuello estaba haciendo mella. Sentía que algo le ardía allí. Era absolutamente incómodo.
De nuevo, le agarró del brazo y sintió algo carnoso y frío. El no-muerto estaba pasando su lengua por el cuello. Desde luego que Jellal se molestó, y gruñó tomándole de ambos brazos y estampándole la cara contra el concreto haciéndolo resquebrajar. De seguro que esto sería un simple rasguño para alguien de su clase, pero el peliazul decidió usar la magia para poner a este demonio suelto en su lugar.
— Meteor! — su cuerpo de nuevo comenzó a brillar como un fuego artificial y le dio una patada en el abdomen, seguido de varios golpes en no menos de cinco segundos. Si había algo en lo que Jellal era bueno, era su velocidad debido a su magia estelar. Tomó del brazo al contrario y lo lanzó hacia arriba. — Flechas celestiales... — susurró, y de su mano salieron montones de bolas de luces que se dirigían al vampiro el cual estaba en mitad de la caída. El dolor en el cuello estaba haciendo mella. Sentía que algo le ardía allí. Era absolutamente incómodo.
Jellal Fernandes
Re: Esto es personal (Lacus)
Por haber bajado la guardia delante de Jellal, acabó siendo atacado de nuevo, como penitencia por su despiste, sintiendo los golpes los cuales ni siquiera llegaban a doler, pero de pronto el enemigo fue capaz de levantar el vampiro en contra de la gravedad. No tuvo tiempo para preocuparse, ni ganas, solo iba conociendo la fuerza de su enemigo.
Las bolas de luz aparentemente impactaron contra el vampiro, que durante casi un segundo antes hizo un leve movimiento de defensa, no dejando notar como se libertara de ser explotado por ellas.
Antes que todos los residuos de la explosión se calmara, salió de entre la cortina de humo en alta velocidad. Ya no se encontraba herido de los ataques, por más recientes que fueran, gracias a toda la sangre que consumiera antes, lo que aumentaba su fuerza, su destreza y su habilidad.
Sin pensarlo, le dio una patada al peliazul que lo hizo volar hacia la pared más cercana a que su cuerpo encontraría en el camino.
—Oye, todavia estoy ofendido por descubrir que quieres controlar mi sed, conejo azul.—
Le exclamaba, mostrando buen humor y su comportamiento infantil y despreocupado, desde su posición del ataque, procediendo a acercarse a su víctima antes que pudiera recuperar sus fuerzas y contraatacar.
—Parece que no me vas a facilitar las cosas, pero deberías hacerlo, así no necesitaré castigarte...—
Le hablaba, presionándolo contra la pared desde los cabellos.
—Tú sabes exquisito, niño. Talvez hasta acepte tu trato...Si me dejas chuparte cuánto yo quiera.—
Susurró. Estaba siendo cínico y chantagista al usar su voz más seductora, la única que se escuchaba en aquella silenciosa calle. Los pocos animales ya se habían silenciado, nada más además del tiempo y la mirada fija y atractivamente invitadora de Lacus sobre el híbrido caracterizaban la inquietante escena.
Las bolas de luz aparentemente impactaron contra el vampiro, que durante casi un segundo antes hizo un leve movimiento de defensa, no dejando notar como se libertara de ser explotado por ellas.
Antes que todos los residuos de la explosión se calmara, salió de entre la cortina de humo en alta velocidad. Ya no se encontraba herido de los ataques, por más recientes que fueran, gracias a toda la sangre que consumiera antes, lo que aumentaba su fuerza, su destreza y su habilidad.
Sin pensarlo, le dio una patada al peliazul que lo hizo volar hacia la pared más cercana a que su cuerpo encontraría en el camino.
—Oye, todavia estoy ofendido por descubrir que quieres controlar mi sed, conejo azul.—
Le exclamaba, mostrando buen humor y su comportamiento infantil y despreocupado, desde su posición del ataque, procediendo a acercarse a su víctima antes que pudiera recuperar sus fuerzas y contraatacar.
—Parece que no me vas a facilitar las cosas, pero deberías hacerlo, así no necesitaré castigarte...—
Le hablaba, presionándolo contra la pared desde los cabellos.
—Tú sabes exquisito, niño. Talvez hasta acepte tu trato...Si me dejas chuparte cuánto yo quiera.—
Susurró. Estaba siendo cínico y chantagista al usar su voz más seductora, la única que se escuchaba en aquella silenciosa calle. Los pocos animales ya se habían silenciado, nada más además del tiempo y la mirada fija y atractivamente invitadora de Lacus sobre el híbrido caracterizaban la inquietante escena.
Lacus Welt
Re: Esto es personal (Lacus)
Jellal siempre reconocía la destreza y fuerza de sus rivales. Hasta ahora se había enfrentado con muchos, y Lacus merecía la dignidad de luchador. Qué mal que tenía un tornillo suelto, y ahora parecía ser el depredador particular del peliazul. De una patada lo estrello contra una pared, y las vigas de hierro y los ladrillos se desperdigaron por doquier. El peliazul, claramente se desgastaba ante estos potentes ataques. Si bien dentro de Earthland era considero de los mejores no por su poder, sino por su ingenio.
Le agarró de los cabellos y soltó palabras que no entendía bien, pero ese tono burlón era perfectamente distinguible. Le habló sobre el trato, lo cual, no le parecía mal, sin embargo, eso podía tomar mucho tiempo de investigación y no tenía los conocimientos necesarios como para cultivar su sangre de manera artificial. — Buena idea... pero tengo otra mejor... — da un respiro profundo y de su boca sale una llamarada directa a los ojos del contrario,y en el momento, tomó una viga de hierro y lo golpeó tan fuerte en la cabeza que la dobló, y lo tumbó.
El peliazul, aprovechando de que su contrincante está en el suelo, estaca los fierros en sus hombros, y de su cinturón saca una daga muy puntiaguda. Se pone de cuclillas junto a él, y le corta uno a uno los botones. Coloca la mano sobre su pecho. — Me pregunto si el corazón de un vampiro puede ayudar a los humanos ya transformados, — comentó poniendo la daga sobre su pecho, — pero tal vez estás mejor vivo, — le tomó su flequillo con una mano y con la daga le cortó el cabello.
— ¿Les crece rápido el pelo? Meteor! — y el cuerpo del peliazul se cubrió de un intenso brillo blanco y salió volando de esa fatídica escena. Lo mejor ir pronto al laboratorio para examinar cómo funcionaban las células de este guerrero, y qué efectos benéficos podrían portar. Por ahora, la pelea se suspendería.
- Jellal se retira del tema.
Le agarró de los cabellos y soltó palabras que no entendía bien, pero ese tono burlón era perfectamente distinguible. Le habló sobre el trato, lo cual, no le parecía mal, sin embargo, eso podía tomar mucho tiempo de investigación y no tenía los conocimientos necesarios como para cultivar su sangre de manera artificial. — Buena idea... pero tengo otra mejor... — da un respiro profundo y de su boca sale una llamarada directa a los ojos del contrario,y en el momento, tomó una viga de hierro y lo golpeó tan fuerte en la cabeza que la dobló, y lo tumbó.
El peliazul, aprovechando de que su contrincante está en el suelo, estaca los fierros en sus hombros, y de su cinturón saca una daga muy puntiaguda. Se pone de cuclillas junto a él, y le corta uno a uno los botones. Coloca la mano sobre su pecho. — Me pregunto si el corazón de un vampiro puede ayudar a los humanos ya transformados, — comentó poniendo la daga sobre su pecho, — pero tal vez estás mejor vivo, — le tomó su flequillo con una mano y con la daga le cortó el cabello.
— ¿Les crece rápido el pelo? Meteor! — y el cuerpo del peliazul se cubrió de un intenso brillo blanco y salió volando de esa fatídica escena. Lo mejor ir pronto al laboratorio para examinar cómo funcionaban las células de este guerrero, y qué efectos benéficos podrían portar. Por ahora, la pelea se suspendería.
- Jellal se retira del tema.
Jellal Fernandes
Re: Esto es personal (Lacus)
Su expresión facial cambiara a una de interés al escuchar sus primeras palabras. El vampiro igual bajo toda su falta de humanidad y sus siglos de vida podía ser ingenuo algunas veces.
Una vez más acabó pagando por ello.
—¡Aaaahh!—
Sus ojos y parte de la piel al rededor de ellos fue quemada por el ataque repentino del mago, que luego al no poder ver en aquel momento recibió un golpe fuerte en la cabeza, cayendo al suelo.
—Ngh...—
Gimió, llevando su brazo hacia los ojos y restregando un poco. En tan poco tiempo, ya se regenerara completamente el área afectada por el fuego, devolviendo completamente la vista y la piel al vampiro, tornando a ver a su desjuiciado enemigo, que le hincara fierro en los hombros y lo atrapara para estropear los botones de su ropa.
—¿Q-qué haces?—
Cuestionó, demonstrando estar realmente molesto
Eso era algo que no esperaba, vio la mano presionar un poco su pecho y después acercarle la daga. ¿Le quería arrancar el corazón?
Para un vampiro como Lacus, tener su corazón arrancado lo transformaría automáticamente en un demonio, en cuestión de minutos.
—Haha, tu no...—
Antes de concluir su sentencia, fijó los ojos en su movimiento, hacia arriba, la daga fue usada para cortar su flequillo.
—¡Hey!!
Tan solo hecho eso, el contrario desapareciera, dejando al vampiro solo.
—¿Pero qué mierda?—
Se preguntó, quitando el fierro que hincaba sus brazos al suelo y levantándose, viendo su deplorable estado. Suspiró, llevando la mano hacia donde debería estar su propio flequillo.
—¿De qué te sirvió hacer esto? Me habría ofendido menos si me hubieras intentado matar.—
Exclamó, mismo que Jellal ya no estuviera allá para escucharlo.
Con cualquier herida ya cerrada y la piel juvenil y perfecta como siempre, se puso en marcha. Ni siquiera sabía el nombre de aquel peliazul pero no era algo que le importaste, y tampoco por su pequeño fleco que no tardaría más que algunos segundos en crecer al tamaño que tenía antes, en fin de cuentas, las condiciones regenerativas que el vampiro tenía por raza eran excelentes.
—Eres problemático, te encontraré de nuevo, conejo. —
Hablaba serenamente, mientras caminaba.
Lacus se retira del tema.
Una vez más acabó pagando por ello.
—¡Aaaahh!—
Sus ojos y parte de la piel al rededor de ellos fue quemada por el ataque repentino del mago, que luego al no poder ver en aquel momento recibió un golpe fuerte en la cabeza, cayendo al suelo.
—Ngh...—
Gimió, llevando su brazo hacia los ojos y restregando un poco. En tan poco tiempo, ya se regenerara completamente el área afectada por el fuego, devolviendo completamente la vista y la piel al vampiro, tornando a ver a su desjuiciado enemigo, que le hincara fierro en los hombros y lo atrapara para estropear los botones de su ropa.
—¿Q-qué haces?—
Cuestionó, demonstrando estar realmente molesto
Eso era algo que no esperaba, vio la mano presionar un poco su pecho y después acercarle la daga. ¿Le quería arrancar el corazón?
Para un vampiro como Lacus, tener su corazón arrancado lo transformaría automáticamente en un demonio, en cuestión de minutos.
—Haha, tu no...—
Antes de concluir su sentencia, fijó los ojos en su movimiento, hacia arriba, la daga fue usada para cortar su flequillo.
—¡Hey!!
Tan solo hecho eso, el contrario desapareciera, dejando al vampiro solo.
—¿Pero qué mierda?—
Se preguntó, quitando el fierro que hincaba sus brazos al suelo y levantándose, viendo su deplorable estado. Suspiró, llevando la mano hacia donde debería estar su propio flequillo.
—¿De qué te sirvió hacer esto? Me habría ofendido menos si me hubieras intentado matar.—
Exclamó, mismo que Jellal ya no estuviera allá para escucharlo.
Con cualquier herida ya cerrada y la piel juvenil y perfecta como siempre, se puso en marcha. Ni siquiera sabía el nombre de aquel peliazul pero no era algo que le importaste, y tampoco por su pequeño fleco que no tardaría más que algunos segundos en crecer al tamaño que tenía antes, en fin de cuentas, las condiciones regenerativas que el vampiro tenía por raza eran excelentes.
—Eres problemático, te encontraré de nuevo, conejo. —
Hablaba serenamente, mientras caminaba.
Lacus se retira del tema.
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