Esto no es un juego (Erik)

Días después de haber tenido su enfrentamiento informal con un ex-miembro de Legacy durante su guardia en la ausencia de las autoridades, el vampiro fuera sentenciado a un castigo por no haber cumplido las órdenes que recibiera y causado semejante desastre cuando lo que debía hacer era evitarlos.
El castigo consistía en estar diez días en el sótano oscuro y vacío, acorrentado, y peor: para impedir la conversión a demonio por falta de sangre, tendría que ser decapitado, diez dias con la cabeza separada de su cuerpo.
Hasta ahora nada le era sorpresivo. Llegado el momento, estaba caminando por el corredor, siendo acompañado por un par de verdugos vestidos y encapuchados de negro hacia el ala de castigos en el sótano. Las manos del vampiro estaban acorrentadas y el verdugo que iba adelante lo guiaba sosteniendo la larga corriente, mientras el de atrás cargaba el hacha con la cual el vampiro sería decapitado. La expresión en la face de Lacus era de seriedad. No tenía miedo, pero el aburrimiento al que sería sometido en todos esos días era la peor parte, ya que el castigo no incluía torturas, una vez que el motivo no era grave lo suficiente para eso.
Apesar de todo, llegaba a sonreír, aquel enfrentamiento valiera la pena mismo que ahora tuviera que pagar por ello.
Habiendo llegado al destino, fue introducido a la sala por el verdugo mayor. El local era espacioso, vacío, oscuro, poseía gruesas cadenas, un par de sillas y una mesa, y solo una débil lámpara colgando en el techo. Uno de los hombres vestidos de negro quitó bruscamente las ropas del vampiro, dejándolo semi desnudo, solo en calzoncillos negros. En seguida, fue empujado hacia una de las sillas, y atado con corrientes sentado a esta, con las manos acorrentadas hacia atrás. La silla estaba justo delante de la pared, de forma que sus manos estaban un tanto oprimidas entre el respaldo y la superficie.
Sin embargo, cuando lo que esperaba era que uno de los no identificados hombres lo decapitara, entró un tercero, notablemente era a quien Yuno encargara ejecutar la parte más dura del castigo, pero el problema era de quien se trataba, un novato.

—¿EH!? ¿Erik??

Sí, a él le fue entregada el hacha para decapitarlo, el sujeto con quien recién cumpliera una misión. Seguramente Yuno quería testar si Erik le tendría más lealtad al internado o al vampiro, quien apenas había conocido.

—Hahaha, ¿És en serio?

Se reía. Mismo sin saber la verdad de antemano, ya la había deducido. Los otros dos hombres seguían atrás de ambos, de brazos cruzados y esperando que el hombre cobra hiciera su trabajo sucio. Uno de ellos incluso le dio un leve empujón a Erik al notar que este se tardaba.
Mas al ya conocerlo, el chupasangre no pensaba dejar de recurrir al intento de hacerlo cambiar de planes.

—Hey Erik, qué haces con ellos? Te puedo recompensar con algo mejor si en vez de dar cabo a mi castigo me libertas de aqui. Yuno no te dará nada.

Afirma, de forma confiante y firme, sin importarle que los de atrás escuchen. La verdad no tenía nada pensado que pudiera usar para ''recompensar'', solo mentía para libertarse.

Se habia sorprendido de la orden de decapitar a Lacus, realmente fue algo muy espontaneo ya que estaba tranquilamente por los pasillos y de la nada dos guardias lo tomaron para luego llevarlo ante Yuno la cual le dijo su nueva "mision" para demostrar lealtad.

Estaba caminando lentamente hacia la sala indicada, iba a un paso mas lento que el de los verdugos ya que el vampiro no debia saber que el lo decapitaria.

Al recibir el hacha se quedo viendo fijamente al pelimorado, sintio aquel empujon y solto un leve bufido, se quedo en silencio escuchando a aquel vampiro.

- Sabes que no podras convencerme de que no lo haga - dijo en un tono seco y frio tomando el hacha poniendose detras de el.

- Yo no sigo ordenes de nadie a quien no respete - corto las cuerdas que ataban las manos del vampiro, al momento que los verdugos se movieron una estela de veneno rodeo sus caras dejandolos caer inmovilizados e inconscientes.

- No servire a alguien que se queda encerrada aqui mientras los demas hacemos su trabajo - tomo la ropa del vampiro lanzandosela para que se vistiera.

Lo sucedido delante de sus ojos no era precisamente lo que su imaginación había tejido. Aquellos dos guardias cayendo envenenados mientras el chico de cabello malcortado lo había soltado, actitud un tanto imprevisible para lo que recién había pronunciado.
Pero al vampiro no le fue sorpresivo. Alguien que llevaba centenas caminando por el mundo ya se había chocado con todo tipo de marginal doble cara, y Erik no solo tenía cara de marginal como también acabara de mostrar ser uno. Ya con sus manos libres y los soldados caídos al suelo, logró zafar la cadena que lo amarraba hacia el incómodo asiento donde sería ''ejecutado'', poco antes que las ropas de color oscuro cayeran en su regazo, arrojadas por el hombre cobra.

—Jaja, qué decidido. ¿Me libertaste solo para no herir tu orgullo?

Se puso de pie, mientras vestía tranquilamente aquella capa. Era notable que en tan poco tiempo dentro de Merak el contrario ya compartiera la misma opinión que casi todos sobre la líder incompetente.

—Casualmente, parece que así és como las hembras piensan que funciona el domínio. Lo dice quien ya vivió años bajo gobierno de una reina con esa misma calaña patética de Yuno.

Decía mientras caminaba en pasos normales hacia adelante, deteniéndose al lado del otro, a unos 1,6m de distancia.

—Pues bien, creo que te traerá mala leche ser un asesino dentro de Merak ahora. ¿Qué planeas hacer con esos cadáveres?

Cuestionaba, buscando saber más del carácter de Erik.

Su expresion era totalmente nula, se acerco a la puerta mientras que el vampiro se vestia y observo el lugar, para su suerte nadie habia escuchado los ruidos de sus ataques a aquellos dos guardias.

Antes de que el pelimorado pregunte, levanto los cadaveres y los lanzo por la ventana que daba a un acantilado, luego escucho aquella pregunta por lo que se quedo en silencio unos segundos.

- He vivido toda mi niñez siendo prisionero de alguien que jamas dio la cara de sus actos, no caere en la misma situacion denuevo -

Volvio a salir al pasillo colocando sus manos en su bolsillos para luego comenzar a caminar tranquilamente.

- No tardaran en descubrirnos, Yuno queria ver tu cabeza luego de que te la cortara -