Confusión de sentimientos. (Con Erik)

Era una tarde en las afueras de Merak. Juvia, la joven maga de cabellos azules había salido a escondidas de Legacy para ver a aquel hombre que admiraba, el azabache con quemaduras en el cuerpo.
Con sigilo se adentró en el territorio enemigo, todo marchaba bien hasta que se encontró con unas personas desconocidas, no parecían ser miembros del internado, más bien estaban tramando algo, quizás querían atacar Merak.

— ¡HEY, HAY ALGUIEN AHÍ! — dijo uno de ellos.

— ¡¡A-Ah!! —

Exclamó la peli-azul con sorpresa al ser detectada. Se ocultó en uno de los arbustos esperando pasar desapercibida.
Uno de los hombres apareció detrás de ella a una velocidad impresionante, este puso un cuchillo en la garganta de Juvia, dejándola inmóvil.

— Si te mueves o intentas algo, te degollaré.—

Aquel hombre le susurró al oído.
Juvia observó de reojo a su atacante, temerosa tragó saliva, sus piernas no respondían, cualquier movimiento podría contraer un resultado devastador y acabar con su vida.

— ¿Eres de Merak? —

Preguntó su contrario acercando más el cuchillo a la piel de la peli-azul.

— ¡¡RESPONDE!! —

Gritó haciendo que Juvia cerrara los ojos con fuerza, temerosa por la situación en la que se encontraba, la idea de ver a Dabi salió mal, siempre tenía la mala suerte de verse envuelta en problemas.
Mantenía los ojos cerrados, no pronunció ninguna palabra a causa del miedo, sólo esperaba el momento en el que aquel objeto fuera clavado en su cuello.

Aquel joven pelirrojo estaba caminando por el bosque que estaba cerca del internado, disfrutaba ese lugar por el silencio que suele haber si es que no hay problemas, parecia que era uno de esos dias de tranquilidad hasta que escucho voces a lo lejos.

Se dirigio rapidamente a donde escucho aquel grito viendona aquel hombre amenazando a la chica peli azul - Tus gritos son muy insoportables.... - dijo en un tono seco e indiferente para que luego su veneno se metiera en la cabeza del tipo con el cuchillo.

Luego de eso el mago venenoso una serpiente hecha de la misma sustancia mortal, aquel animal se movio rapidamente acabando con los restantes de forma rapida y certera.

Se alejo lentamente de la peli azul ya habia visto el tatuaje en su pierna por lo que sabia que pertenecia al gremio "Fairy Tail" con el que ya habia peleado antes.

Pensó que era el fin, cuando de pronto escuchó una voz que resultaba muy familiar, no recordaba de quien exactamente, pero estaba segura de haberla escuchado antes.
El hombre que la tenía inmóvil había sido asesinado de una forma extraña, al igual que el resto de los intrusos. Sorprendida por tal escena tan alarmante al ver a aquellos enemigos en el suelo, se dio media vuelta hacia donde estaba su salvador, era nada más y nada menos que "Cobra" no sabía mucho de él, pero ya se había encontrado antes en batalla.

— G-Gracias... No esperaba encontrarlo aquí, b-buscaba a Dabi-sama, no pretendía hacer nada malo e-eh... ¿Por qué ha salvado a Juvia? —

Nerviosa negaba con ambas manos a la altura de su pecho para después cambiar su estado emocional a uno más relajado y curioso, preguntando el porque la había ayudado. Era lógico que también la asesinara, después de todo es miembro de Merak y Juvia invadía su territorio.
El semblante de su contrario era frío y serio como de costumbre, se alejaba lentamente de la peli-azul al ver su marca de Fairy Tail en una de las piernas.

— ¡¡E-Espere!! —

Fue deprisa hacia él, deteniendolo del brazo, esperando una respuesta, su cuerpo se movió por si solo, había sentido algo diferente al verlo, claro que no era la primera vez que se encontraban, sin embargo algo de él despertó su interés.

— J-Juvia no tiene nada en contra de usted, pero parece que sigue guardando rencor. —

Dijo mientras una de sus manos detenían del brazo al peli-rojo, este le daba la espalda y un rotundo silencio invadia el lugar.

Sintio como aquella chica lo habia detenido, se quedo en un completo silencio escuchando lo que decia para luego soltar un suspiro - No vine a salvarte.....vine a silenciar a los que me molestaban y si no sales de este territorio tal vez molestes a alguien de Merak -

Se solto de su agarre alejandose nuevamente pero se detuvo en seco al escuchar la palabra "rencor", al principio solto una leve risa girandose a verla - ¿Rencor? Yo no tengo rencor contra tu gremio....yo siento odio contra ustedes.....no confundas eso -

Se quedo en silencio unos segundas viendo fijamente a la peli azul para luego pensar (Ella no lo sabe...) - ¿Que haces por aqui en territorio de Merak? Sabes que hay muchos aqui que no tendrian piedad por una Legaciana -.

Mientras esperaba una respuesta de la chica estaba atento a todo ruido que parezca acercarse a ellos, la serpiente venenosa se subio al cuerpo del pelirrojo para luego desaparecer.

¿Que no la había salvado? ¿Que nos odiaba? ¿Que no confundiera odio y rencor? En verdad era extraña la ideología del peli-rojo ¿Y qué era tan gracioso? hizo una mueca de disgusto por el comportamiento de este, estaba bien que fueran de distintos bandos pero su ego estaba muy alto y alguien tenía que bajarlo.

— Típico de un miembro de Merak, jamás ponen atención a lo que dicen los demás. Juvia dijo que vino a ver a Dabi-sama pero tuvo la mala suerte de encontrarse con esos rufianes que casi la matan. —

Con gracia los señala con su dedo índice mientras el brazo le temblaba, haciendo el ambiente menos tenso y más cómico, rompiendo el silencio.

— ¡Después usted llega y salva a Juvia pero dice que no es así y Juvia ya no entiende nada! —

Se acercó bastante a él, interrogandolo con la mirada mientras lo veía fijamente a los ojos, se paró de puntillas para verlo más de cerca pues el peli-rojo era más alto que ella, sus rostros estaban a unos centímetros.

- ¿Eso fue un intento de provocarme? - dijo en un tono sarcastico y algo confuso ya que eso le habia causado mas risa que molestia, vio lo confundida que estaba y eso lo hizo soltar otro leve risa - Yo no te vine a salvar ya lo dije, pero esos tipos gritaban mucho no los soporte -

Vio como la chica se acerco demasiado a ella quedando a pocos centimetros y mostro una sonrisa un poco mas sadica para asustarla - ¿Estas segura de acercarte tanto a una serpiente? -

Vio como su comportamiento sólo le causaba risa a su contrario, eso la hizo enojar y comicamente agitó los brazos como si fuese una niña pequeña haciendo berrinche.

— ¡¡No se ría de Juvia!! —

El semblante del peli-rojo cambió a uno más malévolo, sonreía de forma aterradora tratando de intimidar a la maga de Fairy Tail.
Dio unos pasos hacia atrás al escuchar aquellas palabras que venían del joven.

— ¡A Juvia no le asustan las serpientes! —

Agitó de nuevo los brazos para después mirar fijamente a los ojos al peli-rojo e inflar las mejillas del disgusto que le estaba haciendo pasar.

Volvio a soltar una leve risa y se acerco a la peli azul para acariciar su cabeza levemente - No hace falta que te desesperes tanto - saco su mano devolviendola a su bolsillo para luego darle la espalda.

- Puedes irte o seguirme, me da igual - sonrie levemente caminando en direccion a la zona mas profunda del bosque mientras pensaba si aquella maga lo seguiria o no realmente le daba curiosidad el saber que haria.

Cerró los ojos unos segundos cuando sintió la mano del peli-rojo acariciar su cabeza, sorprendida por aquella acción, lo observó alejarse.

Sus mejillas se ruborizaron cuando le dijo que era su decisión si seguirlo o no. ¿A qué se refería con eso? ¿Y por qué se puso roja?
Apretó las manos, pensó unos momentos en su decisión, viendo como aquel joven iba desapareciendo en lo más profundo del bosque.
Reaccionó de golpe y agitaba los brazos otra vez.

— ¡¡ESPERE!! —

Fue deprisa para alcanzar al joven, corrió desesperada y cuando iba a alcanzarlo tropezó con una piedra.

— ¡¡Aah!! — exclamó torpemente y chocó contra el peli-rojo, sus manos se aferraron a la prenda ajena para no caer y su rostro estaba apoyado en la espalda del contrario. Sus ojos los mantuvo cerrados unos momentos y poco a poco los fue abriendo.

Sintio como aquella chica cayo sobre el tomando su chaqueta para no caerse, solto un leve suspiro viendola de reojo - Eres un poco....torpe - decia en un tono sarcastico.

Se quedo quieto esperando a que soltara su ropa y a que reaccionara, mientras se tocaba un oido el cual le dolia un poco por aquel fuerte grito que hizo la chica al gritar.

( Si que grita fuerte ) penso mientras suspiraba y vio a sus costados asegurandose de que mo haya nadie a los alrededores.

Abrió los ojos poco a poco, recobrando el equilibrio.

— Disculpe, Juvia no vio aquella piedra.— Decía mientras volvía a pararse, notando al joven como si estuviera alerta de algo.

— ¿Qué le pasa? — Preguntó, viendo también hacia sus costados, esta aún se sujetaba de la chaqueta de su contrario.
La apretó un poco con sus manos al escuchar a lo lejos un sonido extraño, como si se tratara de un animal salvaje.
Temerosa, la joven de cabellos azules sólo se ocultó aferrandose al peli-rojo.

- Tu solo camina, si no lo molestamos el no nos atacara - comenzo a caminar lentamente sintiendo como jalaba aun de su chaqueta que provoco que soltara otro suspiro.

- Puedes soltarme? - volvio a verla de reojo esperando a que soltara su ropa para poder caminar mas facil, se quedo atento a los ruidos de alrededor.

Miraba a todos lados para ver de donde provenía aquel ruido, no encontró nada, al escuchar las palabras del joven, se soltó rápidamente de su chaqueta, parece que eso le incomodaba, las mejillas de la peli-azul se sonrojaron ligeramente.

— ¿A dónde se dirige? — Preguntó tratando de disimular aquel rubor, se puso más roja cuando su vista se posó sobre su contrario.

¿Cómo es que no se había dado cuenta de lo atractivo que era?
Quizás aquella actitud distante y fría era lo que le atraía.

Su mirada choco fijamente con la de la peliazul, noto como aquel rubor en las mejillas de la palida chica se hizo presente cosa que le dio algo de risa, sus oidos captaban perfectamente el como latia el corazon de la contraria.

- Ya estamos solos el animal se fue - le mostro una suave sonrisa esperando a ver como reaccionaba, sinceramente le estaba agradando pasar tiempo con aquella chica.

Se relajó al saber que por ahora estaban a salvo, parpadeó un par de veces al ver la sonrisa del joven, que no hace mucho estaba frío con ella.

« su sonrisa es realmente bonita » pensó, sin quitarle la vista de encima.

Su corazón latía más rápido, ambas miradas estaban cruzadas aún, una sonrisa se dibujó en sus labios, calidamente le dedicaba aquella sonrisa al peli-rojo.




— ¿C-Cuál era su nombre? — preguntó con las mejillas ruborizadas y sus azulados ojos clavados en los del contrario.