De cuando el boomerang de la vida vuelve de repente (Ayana Shade)

En verdad el lobuno se divertía molestando a su ama, así que la hada seguiría molestando a la joven pareja, insinuándole a la dragona que aquel ángel era capaz de besarla y más, tal como el castaño, Ayana la miraba con inocencia y dudas respecto a lo que intento decir.

─ ¿He? Yo tampoco comprendo lo que intentas decir Lee-san…

La situación ponía en evidencia que los únicos seres perversos eran sin duda los familiares, el azabache guardián simplemente se carcajeo ante la inusual situación.

─¡¡JAJAJAJAJAJAJAJA!! Miren que tenemos aquí, una pequeña hada es mucho más pervertida que un ángel milenario, quien lo diría.

─¿Pervertida? Pervertida… ummm  

La pelirrosa intenta relacionar la palabra con algún texto que allá leído en algún libro o novela, sin tener éxito alguno.

─¿No es un tipo de persona que piensa mal de algo?

─Mas o menos, un “Pervertido” es alguien que se guía por la lujuria y deseo carnal.

─¡Oh! Como Kira, ¿no?

─Si, bueno, más o menos, esa vampiresa era muy rara, más de una vez tuve que darle su merecido zape por espiarte o actuar de cierta manera cuando te veía…

─¿verme de cierta manera? Solo recuerdo que decía que era muy linda y que le gustaba como me quedaba la falda.

─Ella tenía esa fijación… bueno, dejemos de hablar de eso, de igual modo, no te afectaría para nada un beso o algo por el estilo, ¿no?

─Bueno… un beso en mi ámbito profesional no significa nada, es muy usado en rituales para sellar a un ser, bendecirlo e incluso curarlo de algún malestar…

─Entonces no tendrías ningún problema si yo te beso  -w-

─¡¿He?! ¡¡Colt!! ¡Deja de molestarme!

─¡¡Nunca!!

Entre broma y broma, la verdad se asoma, mi pequeño lobito 7u7r

“Tu calla, humana manipuladora”

Muajajajaja, sabes que es verdad (??)

- ¿P-pervertida? No no no, me gusta hacer bromas, pero la verdad esas cosas no se me dan… -

Eso es lo que el hada decía, pero en cuanto empezó a escuchar la conversación entre la dragona y el amagok su imaginación comenzó a volar con la velocidad de un fénix, construyendo en su mente un montón de escenas yuri entre la pelirrosa y alguna voluptuosa y dominante vampiresa a falta de mayor referencia de esta última. Si, tiene serios problemas

« ¡C-cállate! ¡Baka! »

El chico miró con curiosidad el rostro del hada que, si bien era incomprensible para él, era el rostro de una taeko en su más pura expresión.

- Lee, estás bien? -

- Jejeje… E-eh? -

El hada salió de sus lujuriosos pensamientos al escuchar la voz de su angelical compañero.

- Si si… Solamente estaba… Recordando algo divertido jeje -

- Oh, ¿Un chiste? ¡cuenta! ¡Cuenta! -

El castaño rápidamente fue llenado de una curiosidad inmensurable, que a la cerúlea criatura no le pareció sino una oportunidad más para divertirse a coste de su amigo.

- ¿Qué tal si mejor lo ves por cuenta propia? ~ -

Y haciendo gala de su habilidad de sincronización, Lee le dio pase libre al ángel al interior de sus pensamientos, esperando pacientemente la reacción de este. El ángel vino entonces a encontrarse en las garras de la malévolamente intencionada hada, quien le spameó de material tan explicito que es seguro que le cierran la cuenta al escritor si se pone a dar detalles.

Solo hicieron falta unos segundos para tener un hada riendo a carcajadas sobre el hombro de un desmesuradamente ruboroso ángel, al cual solo le quedaba usar su mano para cubrir la hemorragia nasal que sufría en ese momento.

- Parece que el cuerpo de una criatura divina solo soporta noventaiséis cuacks ~ -

El comportamiento de sus compañeros le parecía ciertamente curioso, especialmente por la reacción del ángel, estaba sonrojado y cubrió su nariz para evitar morir de una hemorragia.

─¿he? ¿te encuentras bien?

Cuestiono la pelirrosa al verlo en ese estado, era inusual para ella ver ese comportamiento que no fuera su ya mencionada amiga vampiresa.

─Tal parece que la hada compartió su fantasía respecto a tu amistad con Kira.

─¿Enserio? No encuentro nada de malo… ¿Por qué ellos han reaccionado asi?

─Por que han pensado algo no acto para ti, incluso me sorprende lo pervertida que es esa hada.

─… no comprendo... espera, ¿una hada pervertida?

Ayana simplemente ladeaba su cabeza ante ese cuestionamiento, pura e inocente, era un rasgo de su personalidad que sin importar los años que tuviera y las muertes que viera, seguiría siendo igual, era de sorprender que nunca allá sido corrompida en el ámbito carnal como intento en más de una ocasión aquella vampiresa.
El Amarok oscuro ciertamente le daba gracia la escena que estaba presenciando y no pudo evitar soltar una que otra carcajada mientras su ama ladeaba su cabeza completamente confundida.

─No le encuentro la gracia… ─Dijo mientras hacia un puchero.

─Y mejor que no la encuentres.

Dijo entre risas para seguir caminando hasta llegar a un camino despejado, habían llegado al final del bosque y solo era cuestión de seguir aquella franja de terreno hacia la ciudad.

─Bueno, sabiendo que todos vamos en el mismo sitio, ¿quieren hacer algo antes de llegar a los dormitorios? ¿o vamos directamente?

El guardián de Ayana empezó a soltar algunas preguntas para asegurarse de seguir o desviarse hacia otro sitio, después de todo, parecía agradarle la compañía, eso o solo quiere fastidiar un poco más, una de dos.

El ángel tomó con un tanto cuanto de extrañeza la actitud del oscuro familiar de la dragona, quien generalmente solo se mostraba callado y hasta frío con todo aquel que no fuera su dueña. Sin embargo, no lo tomó en mal, sino que más bien fue como una grata sorpresa, de esas que sacan una sonrisa.

Entonces el ángel dirigió su argumento más al lobo que al hada de quien hablaba, con el mismo tono amable, calmado, relajado de toda la vida.

- Bueno, supongo que aquí nos separamos. Debo devolver a Lee al lugar de donde pertenece -

La mágica criatura reaccionó entonces con un tono de enojo, mostrándose así ofendida por lo que el castaño acababa de decir.

- ¡Ah! Así que te has decidido a deshacerte de mí. Vaya amigo que eres -

La tierna voz con que el hada hablaba, sumado a la forma en la que cruzó sus brazos e hizo puchero, fácilmente daban a denotar una actitud tsundere por parte de esta.

- N-no es eso… So-solamente… -

- Solamente no tienes tiempo para tus amigos... Tch, entiendo perfectamente -

- ¡No no! Me refiero a… -

- Si si, ya sé que no quieres que arme un escándalo frente a tus nuevos amigos, que son mucho más importantes que yo ahora. Pues bien, ya me voy. Conozco el camino, no tienes que seguir corriéndome -

La peliazul no dejaba al chico pronunciar una sola frase completa. Este se veía interrumpido una y otra vez hasta que finalmente pudo decir un enunciado que no terminase entrecortado, y solo entonces pudieron tener una conversación razonable… O algo así.

- ¿¡Q-qué estás haciendo!? -

- Pues tú quieres que me vaya, ¿no? -

- Yo nunca dije eso… -

- Pero me quieres enviar de vuelta a casa -

- Si, para que estés en un lugar seguro, donde no haya cosas aterradoras y gigantes intentando comerte -

- ¿Tú no me puedes proteger o qué? -

- No todo el tiempo. ¿Qué estás esperando? ¿Un pacto acaso? -

Y como no dejando pasar oportunidad alguna, la feérica chica no lo pensó dos veces antes de sonreír y anunciar energéticamente:

- Pensé que nunca lo pedirías, ¡Acepto! -

- ¿¡E-eh!? -

El ser divino no se creía lo que acababa de escuchar. Realmente no se esperaba que Lee le fuera a pedir, o más bien a exigir algo así. Le dio un millar de vueltas en su mente al asunto en un intento por encontrar una forma de negarse. No es que no quisiera conservar a la pequeña, pero...

- ¿Por qué quieres un lazo conmigo? -

- Si no te parece entonces puedo irme -

- No no… Yo solo… Olvídalo, ven aquí -

Y esbozó una suave sonrisa a su compañera, quien, sentándose entonces en la palma de la mano del primero, dio a relucir sus afilados dientes unos segundos antes de clavar un mordisco en la mano del ángel, que, si bien comenzó a sangrar, parecía no dolerle en lo absoluto.

Entonces el escritor tuvo que proceder a cometer plagio del bueno, robándose las siguientes líneas de uno de los mejores animes románticos de todos los tiempos.

Inició la oración el ángel, la cual fue seguida inmediatamente por la lumínica criatura, a la vez que estos eran rodeados por un aura de energía de luz que giraba en torno a estos dos.

- Ata ahora el hilo plateado. Ata ahora las raíces de nuestras venas. Lo sagrado, para no separarnos. La hiedra, para no apartarnos. Ata al tejo siete veces, hasta el día en que la serpiente escupa su cola -

Y justo en este momento, la luz a su alrededor tomó forma material en cadenas que los cubrieron a ambos antes de estallar en, valga la redundancia, múltiples destellos de luz por todo el ambiente. El hada y el ángel se miraron a los ojos en silencio un par de segundos, y finalmente sonrieron. Al mismo tiempo, sin quitar la vista el uno del otro.

Tanto Ayana como Colt estaban presenciando un pacto entre un ángel y un hada, algo que no se ve todos los días, parecía hasta cierto modo poético e incluso romántico, tanto que el azabache no dudaría en burlarse de la situación a su manera.

─Y ahora los declaro marido y mujer, ya puedes besar a tu hada.

─¡¡Colt!! No arruines el momento…

La pelirrosa parecía seguirle el juego con tal de molestar un poco, a ese grado de confianza había tenido con aquel castaño, para que su familiar incluso aceptara pasar el rato con él era decir mucho.

─¿Arruinar? Le estoy dando más sazón a esto

─Al menos déjales un momento a solas, que un beso debe darse para cerrar el pacto, ¿no?

─Por algo digo que ya puede besarla

Sin duda ambos estaban molestando en conjunto, aunque la pelirrosa lo decía por su experiencia, después de todo, en su cultura, para formalizar un pacto se hace de varias formas, por sello y un beso, Colt era una excepción dado que se volvió familiar por voluntad propia, pero los sirvientes que Ayana alguna vez había tenido, debieron besar sus labios al menos una vez.
Recordar sobre los besos, de forma inmediata, la imagen de alguien querido se apodero de su mente, un joven rubio de carácter explosivo, quien había cuidado de ella para obtener maná, eran muy unidos al grado de sentir cierto afecto hacia él, sin embargo, tuvo que apartarlo de su vida y nunca lo volvió a ver.
Ante ello, la sonrisa de aquella chica se había borrado lentamente, para después desviar su mirada hacia otro punto.  

─Bueno, dejemos las bromas a un lado, es bueno que sean compañeros del alma, ahora… toca regresar a la academia.

el familiar de la dragona comprendía las emociones que esta emitía, después de todo, estaban conectados, aquel ser oscuro se alimentaba de las emociones negativas que su ama llegara a sufrir y así evitar que gastara maná en él.

─De acuerdo Ayana, vámonos entonces. Chicos, sujétense bien porque iré corriendo a toda velocidad.

Tras la advertencia del lobuno ser, rápidamente empieza a tomar velocidad y recorrer el camino hacia la ciudad, por fortuna, al ser de noche, llegarían tan rápido que pensaran que Ayana uso su poder.

- ¿Un beso? No tenía idea de eso… -

El ángel de mostró sorprendido ante el comentario de la dragona y su oscuro familiar. No estaba seguro de si lo decían en serio, pero sonaba muy convincente. Así que, con toda la inocencia del mundo, este se volteó hacia su recién adquirido familiar.

- … ¿Oye Lee, quieres un beso? -

- ¿¡E-ehh!? -

El hada se puso roja de un momento a otro, y ahora sí que brillaba únicamente en aquel tono colorado, tanto que pareciera a simple vista para cualquiera que la mirase que ese era su color original de piel. No se atrevió a responder la pregunta, sino que hábilmente la evadió con su misma actitud tsundere de toda la vida, cruzándose de brazos y mirando en otra dirección.

- B-baka, solo lo dicen de broma… -

Y por qué no, aprovechó la feérica criatura para seguir el juego y reírse de su nuevo maestro

- Ara ara ~ ¿O será que Kuri Senpai quería robarle un beso a esta pobre e inocente hada? Pero qué pervertido eres ~ -

Y en esta ocasión, fue el chico el que tuvo la reacción de tomate en tiempo de cosecha, quedándose boquiabierto y mirando a todos con un rostro de vergüenza. Si esto fuera un anime, esta sería la típica escena en la que la versión chibi del personaje hace exagerados gestos de “Trágame tierra” y grita ¡y-yo no fui! ¡Lo juro!

- ¡M-me has malentendido! -

Sep. Exactamente de esa forma

- Lo que yo quise decir es… -

- Si si, ¡Ya entiendo! ¡Ahora que estoy obligada a cumplir todas tus órdenes, seguro piensas hacerme un montón de cosas pervertidas! De verdad no puedo creer lo cruel que eres… -

El hada ponía un rostro levemente sonrojado y hacía gestos para nada propios de una criatura de luz, así que el escritor no se molestará en describirlos porque… ¿Quién estaría tan enfermo para ponerse a hablar de esto en un rol que se supone es apto para todo público? Todo lo que diré es que al indignado Judai no le quedó de otra que guardar al hada en su bolsillo y mirar a sus otros dos acompañantes con un rostro de “Ayúdenme por favor”.

Fue ahí que el castaño se percató de que la sacerdotisa se encontraba seria. Incluso podríamos decir que triste, aunque intentara ocultarlo cambiando rápidamente el gesto al mencionar que era hora de partir.

No le dijo nada en ese momento, y tampoco mencionó nada a lo largo del trayecto (el cual por cierto duró casi nada). No fue sino hasta que estuvieron ya cerca de los dormitorios y el umbrío guardia de la dragona se hubo detenido, que el chico tocó suavemente el hombro de Ayana

- ¿Todo bien? -

Judai le ofreció una cálida sonrisa, y un pocky también. Pocas cosas le llegan a preocupar como el bienestar de sus amigos… Bueno, en realidad pocas cosas le preocupan al castaño, pero una de esas pocas cosas son sus amigos.

Escuchar la pregunta de su contrario con clara preocupación hizo que ella reaccionara, volteo a mirarlo, notando en primera vista aquellos pocky´s que él siempre consumía, tomó una de las galletas y lo coloco entre sus labios.

─Me encuentro bien, solo recordé a mi Servant, hace tiempo que deje de ser su Master y no sé cómo se encuentre en este momento… y ha pasado ya meses desde que lo vi por última vez, y debo admitir que fue nuestra última charla termino en discusión y lo libere…

Soltó un suspiro mientras miraba al castaño.

─En cierto modo lo extraño, después de todo, fue alguien importante para mí.

Sonríe levemente mientras sus ojos se cristalizaban, tan parece estaba a punto de llorar, pero se contenía.
Continúo comiendo de la galleta que le dio mientras miraba hacia otro lado.

─La conexión que ella tenía con ese explosivo chico era muy íntima, demasiado diría yo, pero el tipo era demasiado orgulloso para admitirlo y ella muy inocente para reconocerlo.

─¡H-Hey! ¡no digas cosas así!  N-Ni siquiera sabía lo que sentía por él… s-so-o éramos muy cercanos, es todo…

─Como digas, hey ángel, si quieres ser psicólogo emocional, estás en tu momento.

La pelirrosa hizo un puchero ante su comentario y le dio varios golpes a la cabeza del lobo, quien sin inmutarse se dejaba golpear.

Primero que nada, el escritor se disculpa si algo no concuerda con las líneas anteriores, pues la forma en la que el primero se las ha arreglado para poder contestar a este post ha sido de lo más inusual, y ha limitado en sobremanera su capacidad receptiva y por ende su libertad creativa. Este, por tanto, suplica que se le notifique si en algo ha cometido algún error de cualquier tipo y se le corrija en lo más posible. Sin más preámbulo…

El castaño se limitó simplemente a escuchar con atención las memorias de la dragona mientras esta, con claro aire de desánimo, comía lentamente el dulce que aquel le había obsequiado hace tan solo unos instantes.

Era difícil en gran parte para él poder comprender lo que aquella sentía. Si bien Judai entendía a la perfección la tristeza y el sentimiento de extrañar a alguien, lo cierto es que jamás había tenido una discusión con un amigo. Quizá porque era demasiado amable para generar una riña, quizá porque era demasiado sumiso para discutirle algo a alguien, quizá porque era demasiado relajado para alzar el tono de voz durante un diálogo… No lo sé, mil razones podría mencionar para dar defensa de mi declaración, el punto es que el chico no podía concebir la idea de dos amigos peleando.

Pese a ello, el castaño se mantuvo callado y siguió prestando atención a aquella que ahora solamente continuaba comiendo el dulce, con una velocidad que haría pensar a cualquiera que esta moriría al terminárselo. El amagok en ese momento tomó la palabra, lanzando un comentario que no haría sino, acompañado de la inmediata contestación de la pelirrosa, hacer reír levemente al ángel, el cual por fin podía imaginarse un par de situaciones que podían hacer discutir a dos buenos amigos.

Finalmente, el umbrío familiar de la sacerdotisa cedió la palabra a Kuri, quien comenzó hablando con su distintivo tono de tranquilidad y amabilidad desbordantes.

- Ayana San… Es natural que te sientas triste al recordar a alguien que extrañas. Hace siglos que Lee y yo no nos veíamos. Y nuestra relación tampoco ha sido la mejor en todo momento, pero sin duda me sentí muy triste el día que tuvimos que separarnos. Por eso me caí a pedazos al verla herida, y por eso no hay nada que me haga más feliz en este momento que volver a encontrarme con ella, y más aún saber que esta vez no la perderé de vista -

El joven ángel entonces llevó una mano al hombro de Ayana y le sacudió suavemente, a la vez que soltaba una suave risa, y una lágrima brillante como la luz misma recorría su rostro debido al sentimiento que le causaban las palabras que acababa de decir. Hecho esto, aquel retomó el intento de discurso que trataba de obsequiar a la chica.

- A qué quiero llegar con todo esto te has de preguntar… Pues creo fielmente que un día volverás a ver a tu viejo amigo. Y sea cual sea el motivo de su discusión, confío plenamente en que podrán superarlo. Después de todo, la verdadera amistad puede distanciarse, pero no romperse. Y puede atravesar cualquier obstáculo -

La destellante cerúlea que a estas alturas se encontraba sentada al hombro de la dragona, no hacía otra cosa que llorar. Llorar inconteniblemente lagrimas de alegría luego de escuchar a su nuevo maestro hablar así de ella.

Las palabras de aquel ángel pudieron conmover a la pelirrosa al grado de casi llorar de la misma manera que la hada que posaba en su hombro, si ellos lograron superar el tiempo y volverse a reunir a pesar de todo, ¿Por qué no podría hacerlo ella? Después de todo, la razón por la cual esos dos se encontraron fueron gracias a los buenos recuerdos que los unían fuertemente.
Las emociones, los momentos, las enseñanzas y el tiempo en convivencia son las principales causas para hacer que dos almas completamente distintas se unan en un lazo irrompible.

Por un momento había olvidado la importancia de su papel como sacerdotisa de las memorias, cuyo propósito no solo era proteger a la gente de los Entes oscuros, si no resguardar las memorias más puras y enseñanzas que permanecerán en ella hasta el fin de los tiempos, o al menos de su línea temporal.
¿Por qué razón ella debía resguardar esas memorias? Dada a la clase de energía que estas emitían, podrían crear una luz mágica que iluminaria en los momentos más oscuros de una persona.
Los malos recuerdos también son importantes debido a su importancia para enseñarnos a superar obstáculos y ser mejores personas, o en su defecto, más fuertes emocionalmente.

Pero ella era demasiado joven para percatarse de ello, fue apenas hoy cuando ella empezó a entender sus capacidades e importancia, ahora solo requería tener fe y que algún día, lograr ver por última vez a las personas que en su momento fueron de gran importancia.

─Gracias Judai.

Sonrió tiernamente mientras miraba los ojos de su contrario, su mirada se ilumino como si emitiera una magia celestial, hipnótico a la vista de cualquiera, sin duda alguna, la mirada de aquella chica era de lo más hermoso.

─Veo que te encuentras mejor, ¿seguimos con lo nuestro? Estamos por llegar a la ciudad, y como es de noche, lograre avanzar tan rápido que estaremos en los edificios departamentales cuando menos lo esperen.

─Suena bien, lo mejor es que lleguemos a descansar, fue una noche larga y llena de emociones, luchamos contra un Ente oscuro, lo cual es un gasto importante de energía, lo mejor es que descansen bien.

Acaricio a la lírica criatura de su hombro mientras mantenía la mirada al ángel, era una clara recomendación para ambos seres que descansaran, después de todo, una fue gravemente lastimada y aun permanecía débil a pesar de ser curada por ella, además de que el castaño utilizo un ataque poderoso para destruir la gran parte de la esencia del Ente, por lo que sería normal que estuvieran cansados, aunque no lo aparentaran.

─Así que recomiendo que descansen bien esta noche, tomen mucha agua y coman balanceadamente.

─Actúas como una madre…

─S-Soy una profesora, debo preocuparme por los estudiantes… ¿No?

─Si tú lo dices.

Primero que nada, el escritor se disculpa si algo no concuerda con las líneas anteriores, pues la forma en la que el primero se las ha arreglado para poder contestar a este post ha sido de lo más inusual, y ha limitado en sobremanera su capacidad receptiva y por ende su libertad creativa. Este, por tanto, suplica que se le notifique si en algo ha cometido algún error de cualquier tipo y se le corrija en lo más posible. Sin más preámbulo…

Al ver a la sacerdotisa sonreír de forma tan cálida y dulce, el ángel soltó un suspiro que reflejaría a la vista de cualquiera de los lectores aquí presentes el sentimiento de enamoramiento que este sentía. Casi como hechizado, cautivado por completo por la joven pelirrosa que frente a él se encontraba. Un coro celeste, un arpa celestial, y pétalos de cerezo no hubieran sido lo suficientemente dramáticos para la escena actual.

- Ayana San… Etto… ¡Ay! ¡Para para para! -

Tanto era así, que el hada no tardó en hacer puchero y morder el cuello del ángel, interrumpiéndole al instante.

- Gomenasai, tenía hambre -

La pequeña criatura sonrió a su amo de forma escalofriantemente inocente, como si morder a otros le pareciese completamente natural. O al menos esa era la impresión que daba. A todos salvo al castaño, que sabía perfectamente que una mordida solamente podía significar el enojo de la temperamental cerúlea. La pregunta que rondaba ahora por la mente del chico era:

(¿Acaso dije algo malo?)

(Quizá sí, quizá no. Piensa por ti mismo jeje)

El ángel estuvo a punto de objetar en voz alta, de no ser por el azabache que cerró la conversación de golpe. ¿Habría sido a propósito para no causar una discusión? Quizá el mundo descubra cuantas chupadas hay que dar para llegar al centro de la tutsi pop antes que eso.

En fin… Las palabras del umbrío familiar y su ama fueron fácilmente aceptadas por el enviado de Dios y su feérica acompañante. Después de todo, realmente había sido un largo día, y ciertamente ambos estaban agotados a más no poder. Aunque Lee se recuperó casi por completo luego de beber la sangre bendita del ángel…

(¡O-oye! ¡Metete en tus propios asuntos!)

Peero, eso no le quitaba en lo absoluto el cansancio. Así que, riendo en respuesta a la breve interacción entre Ayana y Colt, el dúo de seres lumínicos asintió suavemente.

- De acuerdo, vamos a casa entonces -

- ¡Estoy ansiosa por conocer el nuevo hogar de Kuri Sama! -

- No, tú estás ansiosa por ponerte a jugar videojuegos y comerte mi comida -

- Awww, tú realmente me conoces \^u^/ -