Traido por la corriente (libre)

Primero que nada, el escritor se disculpa si algo no concuerda con las líneas anteriores, pues la forma en la que el primero se las ha arreglado para poder contestar a este post ha sido de lo más inusual, y ha limitado en sobremanera su capacidad receptiva y por ende su libertad creativa. Este, por tanto, suplica que se le notifique si en algo ha cometido algún error de cualquier tipo y se le corrija en lo más posible. Sin más preámbulo...

La pigmea azulada se sorprendió al sentir las muestras de cariño de la joven pelirrosa, quien abogaba a su favor con calma y amabilidad. Una vez la dragona terminó su declaración, Lee se quedó sorprendida y algo ruborizada también, pues la chica no paraba de jugar con sus diminutas mejillas (lo que me hace preguntarme de qué tamaño son las manos de Ayana para poder sujetar ambos lados del rostro del hada sin pinzas quirúrgicas XD).

- ¡Ayana! >///< ¡n-no soy tierna! -

El ángel por su parte, simplemente se limitaba a reír bajo al verlas a ambas. Realmente lucían muy adorables de esa forma, o al menos esa era la opinión del castaño. Esto continuó así solo un par de segundos, hasta que el familiar de la sacerdotisa decidió intervenir, salvando a la pobre hada de terminar aplastada o algo parecido.

Luego se retomó la conversación entre la sacerdotisa y el traído por la corriente. Si existía algo que le sorprendía a Judai, era esa actitud con la que aquel sujeto hablaba. Confundido, si. Pero como si realmente tuviese algún rencor contra su aparentemente inocente familiar, lo cual era imposible porque el castaño conocía a su familiar de toda la vida. Y digo, si tiene extraños fetiches hemófagos la enana en ocasiones...

( ¡O-oye! )

Peeero, era claro para Judai que su Lee no era una mala persona. ¿Quizá habrá conocido a alguien igual a ella en algún otro lugar? ¿Y si realmente había más como la inigualable hada del cáliz mundial? ¿O si hay una dimensión donde Lee era una demente con deseos de destruir al mundo que había traicionado a todos sus amigos? Nah, eso es demasiado exagerado ¿No creen?

Pero por supuesto, para el ángel del señor, no existía debilidad más grande que la comida. Lo demás podía esperar. No es de sorprender, por tanto, que este se entusiasmase con la idea una vez que escuchó la aprobación del rubio para asistir a algún restaurante cercano. Así que, olvidándose de todo lo demás, el ángel dijo a voz de coro junto con su familiar (la que Judai trajo sin almorzar):

- !Maravilloso! ¡Al restaurante entonces! -

Juguetear con las mejillas de la hada era ciertamente divertido, y si preguntas como lo hizo, pues usaba sus dedos índices (?)
Al fin de cuentas, disfrutaba mucho molestar a sus amigos de esa forma tan cariñosa de ser, incluso su guardián no se salvaba de ese trato.

“Ni me lo recuerdes… odio que diga que soy esponjoso…” Comentó el canino mientras se limitaba a observar.

─Bueno, tal parece que todos están de acuerdo~ entonces no hay tiempo que perder.

Empezó a sujetar de la mano del caballero y de su amigo alado, no le importaba en lo más mínimo si incomodaba a alguno de los dos al tenerlos tan cerca suyo, después de todo, lo que más quería era evitar que alguno se perdiera (??)

─Vamos chicos, yo los llevare a un buen restaurante~

Sonrió alegremente mientras los llevaba con firmeza pero al mismo tiempo con cuidado, la fuerza de una dragón podría ser sorprendente, especialmente ante el tamaño que esta tenia.
Fue alejándose de la playa para acercarse a la ciudad, pasar por algunas cuadras y cruzar una que otra calle, finalmente habían llegado a un restaurante, uno bastante agradable y quizás para la sorpresa del ángel, aquel lugar le pertenecía a la familia de Ayana.

─¡Bienvenidos a Constelación! Donde la comida es estelar~