[] Encuentro de dioses. [] [Judai] [Pedir permiso para entrar].

El día entero había pasado como si nada Zeldris estaba aburrido por la ciudad, realmente ya no encontraba que hacer, había cazado almas humanas durante el día, actividad común de un demonio, y además visitaba distintos lugares turísticos, si era un demonio pero ¿Qué le impedía disfrutar un poco? Había pasado desde el muelle en donde realmente no le encantó pasar el tiempo, lanzar semillas a los patos, caminar frente al sol, hasta llegar a un zoológico, era interesante ver todas las especies de animales y algunas plantas que se podían encontrar, y finalmente llegó a un museo de Historia, fue aburrido pues realmente no le encantaba eso a Zeldris, aún así para el era importante conocer un poco más, quien sabe algún día sea necesario.

Ya había pasado la tarde, estaba oscureciendo, eran apenas las 19 horas y el cielo despejado dejaba mostrar una hermosa luna llena que alumbraba buena parte de la ciudad, y algunas estrellas, había una brisa algo fuerte que dejaba un helado ambiente, se notaba la ciudad iluminada en todos lados.

Zeldris llevaba su vestimenta de siempre, sin ningún cambio, volaba por los alrededores de la ciudad en busca que hacer ¿Cuántas actividades se podrían hacer de noche? Entre paseo por el cielo vio cercano un bar, Zeldris no era amante del alcohol pero si le gustaba disfrutar de una cerveza de vez en cuando.

Bajo de inmediato del cielo ocultando sus alas justo unos instantes antes de caer, no quería que sospecharan o pensaran que el era algo no humano, y sin mucho que decir entró a este, aunque tuvo algunos inconvenientes, no creían que el fuera mayor de edad dada su estatura de 1.52 mts, aún así pudo entrar y de inmediato se dirigió a la barra en donde atendía el bartender.

— Solo una cerveza.

Mencionó sin darle mucha importancia a quien lo atendía o siquiera un gracias después de "ordenar" solamente estaba en una de las sillas observando los alrededores.

||Puede ser rol libre, pedir permiso para entrar.

Como era su costumbre, aquella pelirrosada se encontraba caminando por las oscuras calles de la ciudad, era tranquilo o eso parecía, sin importar que todo estuviera en paz, debía patrullar para encontrar los entes oscuros que suelen vagar por lugares desastrosos y depresivos.

Aquellos seres solían consumir la energía negativa de cualquier ser que estuviera a su disposición, si la criatura era pequeña y solitaria, no era ningún peligro y normalmente lo dejaba libre, sin embargo, si aquel ser mantenía un mayor tamaño, podría consumir mucha energía de una persona, al grado de alimentarse de su energía vital, matando a su víctima, esto podría empeorar si hay una manada de esas criaturas, provocando caos y destrucción a donde estos tocaran sombra.

─Colt… ¿notas alguna presencia por aquí? ─Cuestiono a su familiar, quien se encontraba en su sombra.

─Notó una energía inusual en un local cercano… pero no reconozco de que clase sea exactamente ─Confirmó el lobuno ser mientras señalaba con su pata hacia un bar.

─Es…un Bar ─Soltó un suspiro para luego agregar─ Seguro es lo que buscamos, debe estar consumiente las emociones de un pobre ser que ahoga sus penas el alcohol….

─Tú lo has dicho, pero ten cuidado, no me fio de esa energía extraña, podría ser cualquier ser…

─Bueno, nunca lo sabremos si no entramos, ¿no? Vamos, acompáñame.

Sin temor alguno, aquella pelirrosada cruzó la calle para dirigirse a aquel llamativo local, sabía que debía ser mayor de edad y por su apariencia y altura, seguramente no le permitirían entrar.
Y efectivamente, le pidieron identificación apenas cruzar la puerta.

─Yo soy mayor de edad, solo mire mi carnet ─Saco una tarjeta de profesora de su bolsillo, afirmando que tenía 18 años.

Tras confirmarlo y ser admitida al local, aquella chica rápidamente se dirige a un punto donde pudiera observar todo el bar, colocándose a la barra, siendo este el punto focal de todo.

“Debes pedir algo de beber si quieres estar aquí” Le comunicó su familiar mediante telepatía.

“Está bien, no es de mi agrado, pero tendré que hacerlo…”  Respondió del mismo modo mientras miraba al barman

─Disculpe, ¿Podría darme una “Medias de seda”? Por favor.

El hombre asintió mientras preparaba la bebida en una licuadora, mezclando diferentes líquidos, entre ellos ron, tornándose en una coloración rosada del cual fue decorada con cerezas.
Una bebida sofisticada sin duda alguna, pero ella era alguien de gustos finos.

La cerveza que pidió estaba lista, tomó el destapador (ya que era una botella de vidrio) y la abrió, dio un par de sorbos a la misma cerveza nada le llamaba la atención, estaba bastante distraídos como para realmente entablar charla con alguien tan solo buscaba pasar el tiempo un rato y tomar un poco, no tenía nada de malo, lo hacía muy poco así que una vez no estaba mal.

De un instante a otro escucho los problemas que tuvo aquella peculiar chica con heterocromia teniendo problemas para pasar, justo como a él le había pasado pero al final de todo parece que si fue mayor de edad, le parecía bastante única pues pocas personas había visto en realidad con los ojos de diferente color y un tono de pelo bastante raro.

Termino quedando sentada a su lado y este en realidad no buscaba una plática, y además de su apariencia joven menor de edad algo le pareció muy peculiar es la bebida que pidió, nunca había visto algo así, tan solo en donde vivía lo mejor que existía era el vino y los tarros de cerveza, de inmediato el pelinegro de baja altura pensó que ella seguramente sería de una clase alta o algo parecido por lo que se hacía la misma pregunta « ¿Qué hace una chica clase alta en un bar de segunda como este. » así que sin más pensar decidió voltear hacia ella y sonriente el demonio le dirigió la misma pregunta, sonaría como una frase mala para ligar pero realmente no tenía esas intenciones.

— Hola, veo que tienes un gusto interesante, nunca había visto esa bebida ¿Qué hace una chica de clase alta en este lugar? Por cierto un gusto, mi nombre es Zeldris.

La voz de un joven que estaba al dado había captado su atención, tenía el cabello oscuro al igual que sus ojos, piel clara y una extraña marca en la frente, tenían casi la misma estatura, pero era evidente que aquel chico no era de por ahí.
Su pregunta era de lo más curiosa, al decir que ella pertenecía a la clase alta, ¿Ser una profesora y sacerdotisa la hacía de alta clase? De igual modo, aquella chica voltea a mirar a su contrario con una gentil sonrisa.

─Interesante pregunta, aunque no me denomino de esa forma, solo soy una chica de gustos finos.

Coloco en cristal en sus labios para tomar un sorbo de su bebida.

─Es un placer conocerle Zeldris, mi nombre es Ayana y la razón por la cual estoy aquí es para pasar el rato luego de un largo día de trabajo.

Había mentido, no podía revelar la verdadera razón por la cual estaba ahí, unas pequeñas flores azules empezaban a salir de su cabeza, adornando su cabello de forma hermosa, si de por si tenía una apariencia llamativa, ahora lo era aún más.

─Puedo notar que usted no es de aquí, ¿o me equivoco? ¿le parece interesante la ciudad? Me gusta mucho pasear cuando es de noche, es sorprendente.

Sonríe dulcemente mientras toma otro sorbo de su copa, su familiar, quien estaba en su sombra, empezó a estudiar la fuente de la energía oscura, alterándose al saber que dicha fuente provenía de Zeldris.

“Ayana, debes tener cuidado, la energía que sentimos antes provienen de él” Dijo por telepatía para avisar a su ama.

Si la energía oscura era de una persona como él, significaba dos cosas:
1.-Era una criatura oscura como un vampiro o demonio.
2.-Un ente oscuro tomo su cuerpo.
De cualquier modo, estaría atenta ante cualquier posibilidad.

— ¿Chica de gustos finos? Interesante, desconozco gran parte de esas bebidas finas, tan solo bebo cerveza y vino aunque es poco común.

Sentía una extraña energía diferente a la del resto de los presentes en el bar ¿Qué sería eso? ¿Acaso ella era diferente? El pelinegro tan solo se mantuvo pendiente en lo que ella decía, ¿Quién era? Ya sabía el nombre pero ¿Quién era en realidad?

— ¿Ayana? Muy bien, cómo dije soy Zeldris, es un placer, me alegra que no creyeras que soy uno de esos tipos que solo quieren ligar.

El demonio esbozó una sonrisa en dirección a ella, luego de eso acercó aquella botella de cerveza a sus labios dando pequeños sorbos, no se pondría ebrio pero de todas formas no estaba de más evitarlo.

— En efecto, tan solo soy un turista, estuve visitando al ciudad durante el día, ahora tan solo quiero relajarme un poco, ¿En qué trabajas? Sino eres una mujer de alta sociedad ¿Qué haces de tu vida?

Parecía un poco raro que le sacara plática normalmente, casi siempre las chicas eran más reservadas, era interesante, pero no dejaba de ser extraño.

Entre plática daba más sorbos de la cerveza manteniéndola en su mano derecha.

─Descuida, no pensaría nada malo de ti, al menos que me des una razón para alejarme.

Comentó mientras tomaba un sorbo de su copa, cuando este fue preguntando por la profesión de la pelirrosa y quizás de su vida, ¿realmente estaba curioso por ver a alguien como ella en ese lugar? ¿o intentaba descubrir algo?

De igual modo, le provocaba la misma curiosidad al querer saber el motivo de su visita en la isla.

─Bueno, Zeldris, soy profesora en una academia, aunque lo hago por gusto, en realidad soy sacerdotisa, viajo por toda la isla para mantener a ciertos seres en su mundo.

Había confesado muy rápidamente su profesión, aunque él lo sabría tarde o temprano, después de todo, había estado por toda la isla y fue vista en más de una ocasión realizar su deber, no era de extrañar que se escuchara rumores sobre ella.

─Recorrí la mayor parte de la isla y no había nada nuevo, así que decidí pasar el rato en cualquier sitio.

“En verdad le has dicho todo… bueno, si es un demonio, nada te puede hacer” Comentó su familiar mientras se mantenía oculto en su sombra.

─Pero tranquilo, no te hare daño, si es que piensas que intentare purificarte por ser un demonio…

Empieza a contemplar la copa mientras mira de reojo al azabache.

─La oscuridad es tan misteriosa… el universo mismo es oscuridad pura, donde oculta innumerables planetas, lunas y cualquier vida existente, y lo mejor de todo, es que hace que la luz sea aún más encantadora… pero bueno, seguramente preguntaras que clase de cosas estoy diciendo, me disculpo por divagar.

Deja la copa en la barra para después colocar el dinero correspondiente por la bebida.

─Gracias por la bebida, que tenga linda noche.

Miró por última vez al azabache, mostrándole una sonrisa un tanto enigmática, sus ojos bicolores brillaban sutilmente con un hermoso resplandor azulado, y no solo eso, su propia sombra se movía de forma diferente, como si tuviera vida propia.

─Hasta luego joven Zeldris, espero no me recuerde la próxima vez.

Tras esa frase, le dio la espalda para dirigirse a la salida y quizás desaparecer de la vida de aquel demonio negro, al menos que este la siga.

— ¿Una razón? Dudo que exista alguna, no soy de esos hombres que usan frases anticuadas, yo voy por lo mío y tan solo vine a descansar y beber, fueras chico o chica te hablaría de todos modos.

La cerveza en mano continuo dando tragos cada vez más grandes hasta finalmente terminar con toda la botella de vidrio y dejarla sobre la barra, a pesar de que lo pareciera por tomar cada vez más no estaba borracho, para nada, pero cada vez se acostumbraba más al sabor de esa cerveza.

— Vaya, nada mal, entonces ¿Profesora? Qué interesante.

Hasta escuchar eso último de viajar por la isla, ¿Seres oscuros? ¿A qué se refiere con eso? ¿Demonios, vampiros, angeles caídos, bestias? Cómo sea dudo que ella supiera que el era un demonio, por lo que de todas formas su interés aumento, ¿Qué clase de seres habrá encontrado? Era una gran explicación sobre que hacían hasta que escucho decir que el pelinegro era uno de esos "Seres oscuros" se sintió de cierta forma incómodo y sobre todo amenazado, dudaba que su poder fuese inmenso pero nunca se sabía sobre una persona, tan solo demostró una sonrisa pícara mientras que alzaba una ceja, "no te purificare" se sintió más tranquilo luego de escuchar eso.

— Entonces está bien, no soy alguien que vino a causar caos y dañar la ciudad, se podría decir que estoy de vacaciones, así que no haré nada malo, por ahora.

Estaba confundido, quién diría que un encuentro así sucedería, no le tomo mucha importancia sea como sea, seguramente no le sería fácil a la pelirosa "purificar" a Zeldris, gracias a su mandamiento y a su fuerza tanto propia como la prestada por su padre el rey demonio que le permitiría dar pelea o vencer, como fuese no quiso seguir pensando mucho en eso.

— ¿Tan pronto te vas? ¿Ya te pusiste borracha?

La detuvo apenas ella dio un par de pasos hacia adelante tomandola de su brazo, no la jalo o la atrajo hasta el tan solo la mantuvo en su posición.

— Espera, no creí que lo decías enserio, vamos, toma otra bebida, yo invito.

Se sorprendió un poco ante la insistencia del demonio, ¿Por qué quería que se quedara? ¿acaso le gustaba o algo así? Era extraño que un ser oscuro como él quisiera de su compañía, la mayoría suelen evitarla y varios seres han intentado asesinarla.

Esta simplemente volteo a mirarlo un tanto curiosa mientras escuchaba la propuesta del pelinegro, ¿una invitación de copas? Le parecía curioso que un demonio invitara a una sacerdotisa a beber, pero no negaría a algo gratis, después de todo, tiempo libre tenia.

─Está bien, tú ganas, me quedare un rato más, si eso te es suficiente.

Sonrió dulcemente y regreso a su asiento, pidió la misma bebida de antes para así mirar al azabache.

─Muy bien, me tienes aquí de nuevo, ¿acaso te agrada mi compañía?

Tomo la coma y bebió un sorbo, intentaría relajarse y pasarla bien, conocer un ser como aquel azabache no es algo de todos los días, especialmente si tiene interés en entablar una amistad.

“¡Realmente te quedaras con ese demonio? No sabes que planea” Comentó su familiar mediante la telepatía.

“Tranquilo, si algo extraño ocurre, lo detendré y borrare su memoria, no te preocupes” Sonrió gentilmente al mirar los ojos de su contrario, a sabiendas de que su familiar no estaba muy contento con la decisión.

“Como sea… solo mantente alerta” resignado, aquel canino solo se quedó observando al demonio.