Desempolvar para quitar el óxido (Libre, con Judai)

—Hoy hace un día tranquilo, diría que el perfecto para una pequeña práctica, estamos en un lugar despejado donde no hay mucha posibilidad de daños colaterales así qué, bienvenido Judai

El joven Nathan había hablado con Judai para que ambos practicasen algo de combate, después de todo al estar el azabache enfocado en asesinar, había perdido un poco de práctica frente a frente y con objetivos que no muriesen de pocos ataques.

El ambiente para la práctica eran unas amplias colinas en un día soleado con pocas nubes, más o menos a las 5 de la tarde, siendo que ya no faltaba tanto para el atardecer y bien podían dar un vasto combate sin contenerse al estar Nathan seguro de que no había amenazas de Asgard por el momento.

—Réquiem va a necesitar toda nuestra fuerza, así que hay que pulirla. Habiendo dicho eso ¿Invitaste a algún espectador? Yo no lo hice, aunque es posible que mi Servant aparezca después aunque no la llame

Aquel día de clima templado, el joven ángel había asistido al lugar indicado por el joven azabache que formaba parte de su club. A pesar de no haberse negado en ningún momento a la petición del chico, la verdad es que no se encontraba muy animoso al respecto, pues eso de combatir contra un humano le parecía una mala idea.

- No no, para nada. Solo hay una persona que necesito que observe esta batalla, y está aquí conmigo -

Al hombro de Judai, la pequeña cerúlea hizo una reverencia, sonriendo de forma amable. Lee siempre era de pocas palabras con cualquiera que no fuera su maestro, por lo que no era raro verla tan callada al no estar ella en necesidad de dar clases, tal como era con el club KonoSuba!

- Lee nos observará y evaluará a la distancia. Cuando considere que uno de los dos no es capaz de continuar, el combate será dado por terminado. De esta forma evitaremos que alguno salga lastimado ¿ok? -

El ángel no lo reflejaba, pues su tono de voz era siempre cálido y amable, pero realmente estaba seguro de que el contrario no tenía oportunidad alguna de ganar contra un ángel. Aunque bien es cierto que Judai tenía una desventaja en comparación con otros ángeles, eso no le sería problema para ganar el combate en poco tiempo. Ese era su pensar al menos, pero ya veremos qué tan sensatas eran sus conclusiones.

Por supuesto, Lee no tardó en replicar, a sabiendas que esto no era sino un exceso de confianza del ángel, lo cual podía tornarse más temprano que tarde en una mala situación. Alzó la voz al instante, como quien protesta ante una injusticia, dirigiendo la mirada al castaño que tan calmado se veía

- ¡Espera espera, esto no era parte del trato! ¿Es que te has vuelto loco? No permitiré que pelees contra un ninja asesino si no estoy ahí para cuidarte la espalda. ¿Debo recordarte que soy tu familiar? ¡Si te matan a ti, yo moriré contigo, y no pienso morir por tu estupidez! -

- Eso es un poco exagerado ¿No crees? Tú detendrás el combate si algo pasa, así que no hay forma de que alguien salga herido -

- Tch... -

El hada se elevó entonces a una altura considerable, de modo que pudiera observar el encuentro en su totalidad. Respiró hondo e instantáneamente soltó un largo suspiro. Miró al castaño y al azabache por unos instantes y entonces dirigió a ambos unas breves palabras, con un tono prácticamente forzado.

- Atención. El duelo está a punto de comenzar. Será declarado vencedor aquel que consiga la rendición o incapacidad de seguir combatiendo de su oponente. Queda terminantemente prohibido causar lesiones permanentes, asesinar al oponente, etcétera. Seamos sensatos, pues, que solo es un combate de práctica. Vamos, que si pudieran no lastimar a nadie sería mucho mejor -

Y así, el ángel retrocedió algunos pasos y llevó la mano a su cintura, donde una espada ropera se encontraba envainada. Era una espada común y corriente. Con una bonita empuñadura de ostentosos grabados, pero una espada común a fin y al cabo. ¿Es que el castaño estaba tan confiado de su propia habilidad? ¿O quizá temía herir a un ser humano?

- ¡Comiencen! -

El Azabache observó a Lee desde que fue mencionada por el ángel castaño y escucho atentamente sus reglas, las cuales a decir verdad si parecían las mejores puesto que era la primera vez que combatiría contra un no-humano pensante y solo le quedaba confiar al máximo en su habilidad y no confiarse pero ni un poco. Debía actuar precavidamente, pero sobre todo combatir en un terreno abierto, donde no podría usar el medio ambiente como apoyo para la pelea, solo podía confiar en su habilidad y un par de armas limitadas.

—Muy bien, me encuentro completamente de acuerdo con las reglas...esto no será un asesinato para ninguna de las dos partes, pueden estar seguros de eso

Comentó lo anterior con una leve sonrisa mirando a Judai y Lee, y acto seguido se quitó el largo abrigo que siempre cargaba y lo dejó caer al suelo provocando un sonido metálico, sin dudas estaba repleto de objetos; también saco un par de dagas de sus botas y retiro el tacón de estás. Había retirado de si toda armadura y objeto sorpresa, solo estaba con sus 2 espadas traseras, una daga, una espada corta y sus guantes, se había desecho de casi todo el peso, así que tal vez este combate sería uno de alta velocidad.

—Comenzaré serio desde el principio, así que te recomiendo no subestimar me Judai, no soy cualquier simple humano

Se colocó en guardia poco después de Judai, sin desenvainar ninguna de sus armas ni acercar sus manos a ninguna de ellas, estaba en guardia de combate mano a mano. En cuanto el hada dió inicio a la batalla, el ninja dió un salto con todas sus fuerzas hacia Judai para acercarse a gran velocidad hacia él y lanzar un golpe recto dirigido hacia su pecho con la mano derecha, cubriendo con la izquierda cualquier apertura de espada gracias a los guantes articulados que llevaba puestos, que le permitirian llevar el combate mano a mano aún en presencia de armas.

Apenas el combate hubo empezado, aquel azabache se abalanzó ágilmente contra el castaño, quien no se esperaba tal velocidad proveniente de un ser humano. Apenas tuvo tiempo en ángel para reaccionar ante la prominente habilidad que aquel sujeto demostraba. Al parecer, sus palabras no habían sido en vano.

El castaño no era capaz de moverse a tiempo y lo sabía. Lo único que quedaba era recibir el ataque de frente. Sin embargo, con aquel débil cuerpo humano, iba a ser imposible reponerse de aquel golpe sin más. Aquello significaría el final de la batalla antes de que empezara siquiera. No lo pensó mucho, el ángel solamente podía protegerse del impacto y poco más.

En menos de un segundo sucedió. Un cegador destello invadió la sala al mismo tiempo que el ángel recibió el puño del azabache. Sin embargo, lo que fue golpeado ya no era un ser humano. Aquello que salió volando por los aires era nada más y nada menos que un caracol. Pero no cualquier caracol, el Chrysomallon Squamiferum, mejor conocido como caracol de pie escamoso, es el único animal conocido por el ser humano que está cubierto por una armadura de hierro natural.

El diminuto molusco salió disparado varios metros al frente, como pelota alcanzada por un bate de baseball. La armadura del animal es tan fuerte que el caracol que había en el interior no sufriría ni un rasguño aún si impactaba contra el suelo, aunque esto último en realidad no sucedió. El molusco metálico se cubrió de luz una vez más antes de salir disparado hacia el cielo, batiendo las alas, con la velocidad de un proyectil. Aquel que ya no era un caracol sino un ave, estaría casi diez metros por encima del suelo en menos de un segundo. Este que volaba no era sino un halcón peregrino, el ave más veloz sobre la faz de la tierra.

- ¡Oye! ¡De verdad te subestimé! ¡Eres rápido! -

El ángel con forma de ave habló con entusiasmo al chico que se encontraba a varios metros de distancia por debajo de él. Estaba impresionado por la fuerza con que había ido contra él desde un inicio. Si eso solamente era el primer golpe, entonces realmente era un chico hábil. Sin embargo, no dejaba de ser humano, y eso seguía dejando en Judai el temor de poder herirle de gravedad si le enfrentaba con ataques mágicos, que eran su especialidad. A ojos del ángel, la única opción era pelear fuera de su zona de confort.

- ¡Supongo que tendré que recurrir a usar la cabeza en vez de la fuerza, porque ni de chiste te aguanto un gancho de esos! -

El ser divino puso un nuevo plan en marcha. Si no podía enfrentar cuerpo a cuerpo a su oponente, lo mejor sería acabar la batalla rápido y guardando distancia. Su habilidad de metamorfosis suponía una gran ventaja en estos casos, pues emular animales comunes que no usaban poder mágico no le consumía casi nada de maná. Básicamente podría transformarse cuantas veces quisiera, siempre y cuando no eligiera seres u ataques mágicos.

De esta forma, el halcón comenzó a volar en patrones aleatorios sobre la cabeza de Nathan, tratando de evitar en lo más posible que sus movimientos fueran predecibles. Entonces había un intenso destello y un disparo, y otro destello, todo en menos de un segundo, y el halcón cambiaba de posición rápidamente, y otro destello, otro disparo, y otro destello. De esta forma, cinco disparos fueron lanzados, tratando de dar a los brazos pecho o espalda del azabache en el siguiente orden: derecha, frente, atrás, derecha, izquierda.

Aquellos dardos fueron lanzados en exactamente cinco segundos, uno por cada uno de ellos. Todos ellos eran aguijones venenosos, proyectiles disparados por un curioso animal llamado caracol cono. Este molusco es capaz de lanzar una especie de arpón venenoso, cuya sustancia química paraliza a su víctima en cuestión de instantes. Sin embargo, al convertirse Judai en un ave nuevamente tras haber disparado el aguijón, este último no volvía a regresar como normalmente lo haría, sino que terminaba siendo lanzado como un proyectil. La picadura de uno solo de estos podría inmovilizar a su víctima en pocos segundos, por lo que el ángel lo consideraba una forma eficaz de terminar el combate.

Ahora enfrentaba un estilo cambiante, al parecer el ángel al que se enfrentaba estaría en un cambio constante de forma y evitando formar patrones repetitivos con tal de no recibir el daño que el azabache era capaz de asignar.

Viéndolo ahora como halcón puede que se haya convertido en algo más difícil de alcanzar, esto hizo que el azabache observara un momento el abrigo que había dejado en el suelo, ahí tenía toda arma que le permitía el combate a distancia sin consumo extra de energía, ahora sólo quedaba observar de que era capaz su oponente.

—Asi es, y no creas que podrás mantener un buen combate a esa distancia, como halcón eres rápido en en vuelo, sin embargo no tienes precisamente la agilidad de un colibrí, si te alejas solo harás que este combate se estanque.

Observando el siguiente ataque por parte de su adversario pudo simplemente bloquear cada uno de los proyectiles, haciendo uso de sus guantes que estaban forrados con acero en los antebrazos al estar diseñados para ser usados contra espadas, pero bien podían ser usados contra proyectiles así que venían desde varios metros con 1 segundo entre sí, a decir verdad era una cadencia de tiro muy baja que el azabache pudo bloquear siguiendo su patrón de derecha, frente, atrás, derecha e izquierda.

—Buen intento, con mi abrigo puesto ni siquiera sería necesario bloquear un ataque así, tómatelo un poco más en serio Judai...ahora es mi turno. Ka-Ji.

El azabache junto sus manos con los pulgares, índices y medio extendidos para luego alejarlos en diagonal y terminar cruzandolos tocando sus propios labios con una apertura pequeña, a través de la cual sopló liberando una ráfaga de llamas hacia el halcón sobre el, Estilo de fuego.

El fuego alcanzó al halcón en un instante, mientras un cálido y abrazador fulgor llenaba el ambiente. El ángel sabía desde un principio que no sería capaz de esquivar algo como eso, pues un ave no tiene tanta movilidad como para evitar un ataque de ese tipo. Un ave cubierta de llamas calló al suelo luego de aquel intenso fuego que no hizo sino acrecentarse apenas tocó al animal. El ave impactó contra el suelo, e inmediatamente se cubrió de un haz de luz, pasando nuevamente a convertirse en un ser humano común y corriente.

- ¡¡Kuri-sama!! ¡Suficiente! ¡El combate ha terminado! -

No hace falta decir que el hada quedó aterrorizada en el acto. Apenas vio a su maestro caído, suspendió el combate y se lanzó sobre él con tal de revisar cuán graves habían sido los daños. Sin embargo, para sorpresa de todos, el ángel no parecía herido de ninguna forma. De hecho, lucía de un aspecto bastante saludable.

- Calma, calma, no ha sido nada, estoy bien -

El castaño se incorporó lentamente, quedando sentado en el suelo, y soltó una leve carcajada, llevando en acto su mano izquierda a su nuca, para luego mostrar una sonrisa nerviosa. Era difícil adivinar lo que aquel pudiera estar pensando en ese preciso momento. Solamente hubo una cosa que dijo en ese momento, y fueron palabras dirigidas al ninja.

- Has hecho un excelente trabajo, hombre. Eres bastante rápido, y eso es una excelente virtud para un combate -

Las palabras del castaño llevaban un tono incierto, falto de certeza, haciéndoles sonar un tanto cuanto falsas. Sin embargo, pudiera ser que se tratara simplemente de la decepción del castaño al haber perdido tan rápidamente, sería difícil de adivinar a decir verdad. Así pues, el hada aún confundida, solo miraba a ambas partes una y otra vez antes de emitir un veredicto.

- Bueno... Nathan Haider es el vencedor, supongo... Aunque no estoy segura si la victoria es por primera sangre o por rendición... -

—¿Huh?

Al ver al ángel caer envuelto en llamas, el azabache se encontró ciertamente desconcertado, si bien su ataque era bastante poderoso, no debía ocasionar un daño tan fuerte...al menos no en alguien como Judai ¿Que demonios estaba pasando?

—¿Supongo que gracias? Esto fue algo inesperado

Al observar a Judai salir riendo, escuchar el tono de su voz y no notar ninguna herida en el, frunció el seño, como si se encontrase molesto. Se acercó al ángel ofreciendo una leve sonrisa y extendiendo su mano.

—No pienses que me voy a tragar algo así tan fácilmente

Con la mano extendida el azabache se arrojó hacia al frente y hacia abajo para apoyar su mano en el suelo y dar una voltereta hacia delante, con la cual lanzaría una patada con su pierna derecha hacia el estómago de Judai aprovechando la fuerza de la gravedad y el momento angular para que la patada tuviera la fuerza de 2 caballos al impacto, desde luego realizaría esto con su zurda pegada al pecho como defensa ante un contraataque por parte de su oponente.

Un golpe fue dirigido hacia el castaño, pero jamás llegó hasta él. Aquella patada fue detenida en el aire, como si hubiera chocado con un muro... No, con un campo de fuerza. El hada del cáliz mundial dirigió una mirada de mala muerte al ninja, mientras extendía una mano a modo de mantener activo aquel escudo, hablándole en acto solo de forma muy breve y directa.

- ¿Qué crees que haces, idiota? -

Sin embargo el ángel, comenzando a temer que aquello terminase en una pelea entre el ninja y el hada, decidió poner fin a la discusión en ese mismo instante. Una negación con la cabeza bastó para que su familiar suspirara con algo de molestia y se volviese a su propio hombro. Entonces habló ahora sí el castaño, aunque aún sin entender lo que realmente sucedía.

- Calma, niño. El acuerdo fue solo un combate de entrenamiento. Ya tienes la victoria, no comprendo qué te molesta tanto. ¿O es que olvidas que la idea era que nadie saliera gravemente herido? -

Bien trataba el ángel de expresar abiertamente sus verdaderos sentimientos, pero sí que los dejaba entrever de a cada poco. Judai no confiaba en las capacidades de Nathan por el hecho de que lo veía más como un humano que como un compañero. Claro que no era culpa suya. Como un ser creado para velar por la seguridad de los seres humanos, no era capaz de atacar a uno en combate. A sus ojos eran criaturas frágiles que necesitan protección. No era difícil notarlo, tomando en cuenta el tipo de cuerpo que eligió para mezclarse entre ellos.

Tras dar la vuelta casi completo y chocar su pie contra el escudo, el azabache uso este como apoyo para saltar y elevarse por los aires para dar nuevamente una voltereta y desenfundar una espada para impactar directamente contra el ángel con apoyo de la gravedad, este ataque a propósito lo realizaba con unos centímetros de desplazamiento para impactar justo a un lado de él angel, quizás cortándole algún pelo alborotado, pero también perforando el suelo a su contacto.

—¿Eso te parece una victoria? Está bien que sea un entrenamiento, pero no deja de ser una batalla que debe tener honor y adrenalina, ninguno de los dos tiene un solo rasguño o está ligeramente cansado, la única condición fue evitar heridas graves o permanentes ¿No?

El azabache estaba algo inconforme con el rumbo del combate, apenas y pudo desempolvar una de sus habilidades y aún así está ni había dado ningún rasguño, a su opinión el combate tendría que seguir algo más.

—Me subestimas Judai, deja de hacerlo porque no soy un ser humano común, tomate esto con seriedad

Tras el impacto con el suelo el azabache volvió a enfundar su espada y a ponerse en guardia mientras comenzaba a ser rodeado por una ligera aura azul ascendente.

Un pequeño manchon dorado se movia a gran velocidad por las colinas, en direccion a donde los dos chicos se encontraban entrenando. a medida que se acercaba, su forma se volvia mas notoria, a la vez que su cola se movia hacia los lados de forma alegre. sus orejas se movian en todas direcciones rastreando los sonidos y las pequeñas patas se movian de forma agil y coordinada, dandole una velocidad imposible para una criatura de su clase.

una vez a un par de metros de los chicos, el pequeño zorro saltó en direccion a judai, cambiando de forma a mitad del salto a la de una chica rubia, la cual iba con sus brazos extendidos hacia el, vestida con un kimono blanco de una pieza que cubria la mitad de sus muslos. del impulso, cayo al suelo junto con el castaño, frotando su rostro en el pecho de el mientras hablaba de forma alegre y despreocupada

-Te estuve buscando hoy judai, aun tienes mucho que mostrarme de este lugar

tras unos segundos se dio cuenta de la presencia del otro sujeto, por lo que se puso de pie rapidamente, inclinandose hacia adelante levemente en señal de saludo

un placer conocerte. me llamo hana. espero nos llevemos bien

El ángel miró la trayectoria de la espada y se quedó fijo en su lugar, sin mover un solo músculo. Sinceramente no se esperaba esa reacción. Tratándose de un humano, esperaba dejarlo embelesado con la victoria y así quitárselo de encima de una buena vez. Por su cabeza nunca pasó que aquel azabache le fuera a dar tantas vueltas al asunto. Tendría que ir en serio esta vez. Solo así le haría entender de una vez por todas su condición humana.

- Tch... -

Una gran idea se formuló en su mente entonces. Una forma de mantener un combate emocionante y asegurar la protección de ambos de forma efectiva y discreta. Habló entonces el ángel, poniendo una mirada seria por primera vez en lo que iba del día, lanzando su proposición al azabache con un tono más decidido que antes.

- ...Bien. ¿Quieres pelear, humano? Hagamos esto más entretenido entonces. Usemos a nuestros familiares, quiero ver la sincronía que tienes con tu compañero. Si cualquiera es incapaz de continuar, el combate termina. Esta vez sin trucos, sin interrupciones... -

Y como si hubiera invocado al dios de la mala comedia, en ese mismo momento fue interrumpido por una nueva figura que acababa de introducirse en el campo de batalla. Aquella chica con atributos de zorro que había encontrado ya alguna vez, ahora mismo había hecho acto de presencia sin precedente alguno, causando la sorpresa del castaño. Sorpresa, que no pudo evitar evidenciar en sus palabras.

- ¿¡Ha-Hana!? ¿Qué haces aquí? -

El hada del cáliz mundial, por su parte, se tornó mucho más afable al respecto, acercándose inmediatamente a sentarse en la cabeza de la Kitsune, sonriendo de una forma traviesa y alegre, como su propia personalidad. Entonces procedió a entablar conversación, al mismo tiempo que el castaño comenzó a aclarar la situación.

- Hola lindura~ Da gusto volver a verte -

- Nathan, te presento a Hana Yukikaze. Es una amiga que conocí hace poco. Si me lo preguntas, sería una buena aliada en Réquiem, ya que lo pienso. Hana, te presento a Nathan Haider. Lo conozco desde hace tiempo. Es un amigo mío, y forma parte de mi club escolar. En este momento estamos entrenando, así que sería bueno que te pongas cómoda por allá y disfrutes del combate -

—Espero que esta vez sí vayas en serio... Muéstrame toda la jerarquía que domina bajo la brillante armadura; me molestaré seriamente si no lo haces

Al observar la expresión que tenía ahora, el azabache aumentó la seriedad de su tono y se enfocó en su adversario, poco tardaría en alcanzar su total concentración en el entorno.

—Huh...hubiese preferido que esto fuera un 1 a 1, pero si insistes ¡Fibonacci!

De entre la hierba del lugar salió una pequeña serpiente que llevaba escondida por ahí todo el rato en completo sigilo, esta dió un salto para cambiar de forma en el aire y aterrizar como caracol en el hombro de Nathan.

—No tiene tanta experiencia en combate, pero haremos lo mejor que podamos

En ese momentos otro ser que de aproximó los interrumpió con una escena cómica pero bastante inoportuna a gusto del azabache, una conocida de Judai de pronto interrumpió si combate, una pequeña mala impresión a su parecer.

—El placer es mío Hana, mi nombre es Nathan Haider, y con gusto puedes observar nuestro combate si quieres. En cuanto a ti Judai, veo que le pusiste un buen nombre a nuestro movimiento, me gusta.

A Nathan se le ocurrían pocas formas de combatir con Fibonacci, pero tenía que hacer lo posible, así que aprovechando que este estaba pegado a el bastante fuerte por voluntad, dió una serie de 2 saltos laterales para evadir a Hana y atacar a Judai con un gancho izquierdo.

me parece bien. si no les importa, puedo grabarlo. así pueden ver como mejorar después

Con un movimiento sencillo, la rubia metió su mano en su cola, sacando una cámara de vídeo, tras lo cual dio un salto a uno de los arboles cercanos, sentándose en una rama, comenzando la grabación con una sonrisa, moviendo su cola de lado a lado al mismo ritmo que sus piernas, las que colgaban de la rama.

Comienzen cuando quieran, ya estoy lista.

con estas palabras, comenzó la grabación, a la vez que se colocaba una pequeña boina de director de cine, como la que siempre llevan en el estereotipo

Tan pronto como húbose alejado la rubia para posicionarse a la distancia, el azabache ya estaba atacando a Judai nuevamente. Sin embargo, esta vez iba a responder al espíritu de lucha del contrario. El golpe del azabache fue detenido por un campo de fuerza que lo repelió al instante, como si le hubieran empujado con su propia fuerza. Lee ya estaba poniendo de su parte desde el inicio para proteger al castaño, asegurándose de evitar cualquier posible daño.

- ¡SANDALPHON! -

La mano del ángel, que hasta ahora estaba en pose de desenvainar todavía, se iluminó en un instante, materializando un florete dorado, que brillaba con luz propia, con una empuñadura decorada más como si fuera algún bello trofeo y no un arma hecha para pelear en serio. Nuevamente daba la impresión de que el castaño no se estaba tomando las cosas en serio, pero esta vez ninguna idea podría estar más lejos de la realidad.

El ángel lanzó un corte con su espada en un ángulo de 120°. Aquel corte salió disparado en forma de una onda de luz, cortante como una espada de acero recién afilada, la onda se expandió en un radio de diez metros. Así pues, el ángel lanzó tres ataques repetidos con las mismas características en dirección al azabache, el primero de forma horizontal, y los otros dos en diagonal arriba-derecha hacia abajo-izquierda y arriba-izquierda hacia arriba derecha. Aquellos ataques no atravesaban metal, pero de tres golpes sí que se podría rebanar un tronco de roble.

- ¡Avísame por favor si me excedo! -

El castaño había realizado aquellos ataques con un rápido movimiento de la mano, en menos de un segundo. Y aunque había actuado con suma facilidad, su preocupación se hizo presente rápidamente. Realmente no deseaba herir al contrario. Después de todo, aquel era un humano. Su trabajo como ángel del Señor era protegerlo a toda costa.

Al momento de impactar contra el campo de fuerza, el azabache de sorprendió un poco por su efecto, no obstante no le daría muchos problemas en aterrizar en una buena posición unos pasos atrás y de inmediato Fibonacci como una especia de babosa verde arrojó un escupitajo de vómito ácido al campo de fuerza para aumentar su consumo de energía al menos por un momento.

Una vez reincorporado a un par de metros de Judai, observó con atención sus acciones, sería mejor que no se fiara de una espada así por lo que espero al primer ataque el cual recibiría y detendría con ayuda de sus guantes. Lo detuvo así al no conocer la naturaleza de la espada, pero una vez se dió cuenta de su forma de atacar estuvo atento a sus movimientos y comenzó a correr hacia Judai para esquivar los últimos dos cortés con un salto mortal antecedido por resorte.

—No te preocupes por eso, te lo haré saber directamente si es que sucede

Una vez se encontraba a 2 metros de distancia de el, Fibonacci arrojaría otro escupitajo de vómito ácido, al cual Nathan seguiría con un gancho derecho seguido por golpe hammer.