La llegada de una vieja leyenda (Rol libre para cualquiera que quiera unirse)

Varios años han pasado desde que aquel misterioso caballero de melena oscura había llegado a Legacy, donde fue invitado por cierta joven diosa que desapareció desde entonces, a la cuál le prometió que no causaría problemas ni intervendría en conflictos dado los recientes problemas con una sede llamada Asgard. El joven pelinegro no mantenía lealtad a ninguno de estos dos bandos, vagaba de manera libre por todas esas tierras, desde callejones oscuros, muelles y plazas, con el único propósito de buscar algo que captara su atención. Desde ese momento permaneció a las sombras, evitando cualquier contacto con otras personas, a excepción cuando su conocido, un joven mago de cabellos azules, le pedía completar pequeñas misiones especiales. Hasta ese día no se había manifestado de ninguna forma, sin embargo después de recorrer el centro de la ciudad de Yokohama, había llegado a un rincón donde habían sido construidas unas instalaciones llamadas empresas Svartgard. Aunque en realidad no sabía nada sobre ellas, le causaba cierta curiosidad explorar sus interiores dado el poco tránsito alrededor de ellas, así mismo como sentía una pequeña aura abrumadora que provenía dentro de aquellos edificios.

[Noche de un viernes de mayo]

El azabache ahora se encontraba en las afueras de aquellas empresas, observando con atención todo su alrededor, desde las personas que ingresaban hasta aquellos guardias que custodiaban las entradas principales y traseras, puesto que cuando tenía que infiltrarse en algún sitio, siempre lo analizaba con cautela. Así es como el joven pelinegro esperó entre la oscuridad hasta el momento en que viera oportuno acercarse, científicos, administradores, múltiple personal ingresaba y se retiraba, la intriga comenzaba a llegar hasta sus venas, fue después de unas horas que caía finalmente la medianoche, momento en que la serenidad comenzaba a reinar en las afueras, por lo que decidió acercarse levitando en el aire gracias a una de sus habilidades y se detuvo en la cima de la azotea donde había una pequeña pero confortable terraza con un helipuerto incluido, para así poder observar mejor todo desde lo alto.

─ Vaya, se siente como... ¿Magia? ¿O quizás alguna barrera?

Eran las preguntas que pasaban por su mente debido a que en el centro y en el subterráneo registraba algo con su habilidad del "tercer ojo" pero era algo borroso, lo que aseguraba que no era regular lo que se escondía internamente, pocos rumores había escuchado sobre Svartgard o de la persona al mando, lo único que conocía al respecto era que creaban productos tecnológicos sin definir, tal vez eran armas o algo como androides, pero nada que le fuera familiar, con mucha mayor razón pensó en que indagar más acerca de dicha fundación misteriosa podría ser beneficioso para los habitantes de Legacy.

Pasada aproximadamente media hora, el joven azabache había decidido ingresar desde los tejados debido a la poca seguridad que demostraban tener los niveles superiores, sin embargo una nueva presencia cerca suyo detuvo su infiltración, aquello se acercaba con gran velocidad hacia donde éste se encontraba, sin alcanzar a distinguir con claridad de quién se trataba, sin embargo debía ser alguien especial para poder detectar su presencia durante la noche, sin haber hecho algún ruido.

─ Hm, ¿Acaso fui detectado? ¿Será amigo o enemigo?

Sin pensarlo demasiado, decidió cargar sus armas debajo de su traje y después dar unos cuantos pasos hacia atrás para quedar al medio de la azotea, como había prometido intentaría eludir cualquier conflicto sin embargo si aquello se trataba de algún aliado, no negaría utilizarlo para sus propias investigaciones, pasados unos minutos más, la misteriosa figura se hizo presente delante tuyo, a lo que el mayor, esbozando una gran sonrisa en su rostro, hizo una pequeña reverencia tomando la mitad de su larga gabardina rojiza para después mirar fijamente a las pupilas de su contrario/a.

─ Vaya, siempre es un placer tener visitas, pero ¿quién es la persona que me está buscando? Le aseguro que no quiero ningún problema, pero si desea interponerse en mi camino, no me dejará otra opción más que aniquilarle.