Οι μνήμες [Juvia Lockser]

--- La razón por la que las heridas no sanan con intentar olvidar, es porque tratar de olvidar significa pensar en ellas más- ---


Aquella hermosa gorgona había citado a Juvia para verse en el parque de  los cerezos, para así poder platicar con ella un poco, aparte sabia que se estaría mal por la desaparición de Erik, así que  aquella reunión había quedado.

La pelipurpura esperaba pacientemente a Juvia, con un libro a la mano y sentada bajo un árbol, disfrutaba de aquel pacifico ambiente, ...un olor nostálgico, por todas partes llenaba, atrayendo recuerdos, era como si algo bueno fuese a pasar.


Era impresionante ver los petalos caer alrededor, era una escena como si fuese de la mas hermosa poesía jamas leída, pronto sintio la presencia de juvia a los alrededores, así que, levantándose, dejo su libro a u lado y observo a juvia, con una amable sonrisa.

- Ah, que bueno que llegaste- Diria con alegria, cuando la peliazul estaba cerca.

Echada en la cama y aun dormida se encontraba la peliazul, completamente cubierta con la cobija, el despertador sonó justo a las 8:00 a.m. tocando ese ruido en toda la habitación. El sonido comenzó a ser molesto para sus oídos, saco una de sus pálidas manos buscando a ciegas el objeto, una vez que hizo contacto con el lo presionó, apagándolo así.
Se descubrió un poco y los rayos del sol que entraban por la ventana iluminaron su rostro, parecía ser un bonito día. Sin embargo, no tenía ánimos para nada, la desaparición de su amado había dejado una herida profunda en su corazón, no había rastro alguno de Erik, simplemente nadie sabía lo que ocurrió con él. Aquella alegría y entusiasmo que le provocaba al pensar en él, ahora solo traía dolor y lágrimas.

Rider, quien era una amiga cercana a Erik, la citó en el parque de cerezos. Ánimos para salir no tenia, si fuera por ella se quedaría en cama todo el día, como acostumbró hacerlo últimamente. Pero algo la incitó a salir y es que tampoco podía decirle que no a la pelimorada. Sin perder un minuto más se levantó de la cama directo a la regadera, 10-15 minuto le tomó salir de la ducha.
Una vez seca, se vistió, optó por la idea de desayunar pero el apetito se le fue así que se apresuró a salir.
Caminó por los alrededores de la Academia, salió de ella y a paso lento fue rumbo al parque. Le tomó sólo unos minutos llegar, a lo lejos pudo ver a la pelimorada, sentada y leyendo un libro. Esta se dio cuenta de su presencia y se levantó, a su vez, la saludaba amablemente. Por su parte, Juvia esbozó una ligera sonrisa en modo de saludo, no podía esconder su desdicha.

– Disculpe ¿Lleva mucho esperando? – preguntó, viendo a la hermosa chica.

El viento movía cuidadosamente el cabello de ambas y las hojas de los árboles.No negaría que el paisaje a su alrededor era hermoso ¿Pero que podía hacer si su mayor felicidad ya no estaba a su lado?

El pelirrojo habia despertado en un lugar desconocido para el, parecia ser una zona de lo mas profundo del bosque mas proximo a la ciudad pero lo unico que importaba ahora mismo era como llego ahi y donde diablos estaba.

Se levanto del suelo poniendo su mano en su cabeza sintiendo un fuerte dolor el cual ceso luego de varios minutos, dio leves pasos hacia una parte que parecia ser mas descampada notando una gran laguna, era bonito el paisaje y sentia que ya estuvo en aquel lugar hace unas ¿semanas? no podria confirmarlo ya que no tenia nocion de cuanto tiempo estuvo ahi, fue cuando se habia encontrado con Erza y tuvo cierta charla que cambio la perspectiva que el pelirrojo tenia sobre los amigos.

Sacudio su cabeza levemente para que se concentrara en volver y comenzo a caminar hacia donde habia pasado aquel viejo encuentro, apartir de ahi tomo el camino que daba a la ciudad mientras se preguntaba cuanto tiempo llevaba inconsciente en el mismo lugar.

Horas despues habia llegado a la ciudad solo solto un suspiro mientras terminaba de beber la botella de agua que habia comprado en una de las tiendas, su vista capto cierta cabellera azul que se le hacia muy conocida era aquella maga de agua que habia hecho que el chico comenzara a sentir sentimientos de afecto, decidio seguirla.

Al verla encontrarse con la pelimorada se sento detras de un arbol sabiendo que no podrian verlo, se quedo en ese lugar para escuchar la charla de ambas mujeres, lo primero que capto era la voz de Juvia que parecia ser algo desanimada, sera por su ¿desaparicion? no pudo evitar sentirse mal por no ir directamente a abrazarla pero tenia la curiosidad de saber la razon de por que era esa juntada.

al llegar la peliazul solo la abrazo con gran afecto y cariño- Gracias por venir, temía a que no vinieras- Dijo separándose de esta.- El tiempo que espere no importa demasiado, lo importante es de que llegaste Juvia-chan-

Dijo con gran alegría, pasando el cabello de esta por detrás de su oreja, y sonrió aplastando un poco las mejillas de esta, tomando el brazo de la misma empezando a caminar hacia una banca cerca de ahí.

- Vamos, sonrie, Sabes que a el no le gustaría verte así, ¿Verdad?- Dijo aquella hermosa pelimorada, mientras sentía como el sol llegaba a el punto más alto- Cierto, te traje algo y también quería hablar contigo y al menos, sonara feo lo se, pero intentare sacarte de tu depresión. Como la novia de mi amigo tengo el deber de hacerte feliz a toda costa hasta que regrese- Dijo, y le extendió un pedazo de ropa la cual le pertenecía a Erik el olor de este salia de aquella prenda.

- Hace unas semanas, me enfrente con un hombre de legacy, se supone que el era el culpable de la desaparición de erik- dijo con melancolía y lentitud, disfrutando del momento- Pero..el no sabia nada, me entrego esta prenda pero solo eso, y dijo que el no era responsable de ello..

Se quedó quieta cuando sintió el cálido abrazo de Rider, al cual esbozó una muy ligera sonrisa, se diría que casi forzada, no pretendía ser una pesada con la contraria, pero su estado de ánimo no era el mismo desde la desaparición de Erik. Aquella alegría le fue arrebatada cuando no volvió a saber del joven.
Caminó junto a la pelimorada hacia una banca, tomó asiento y escuchó, otra sonrisa se formó en sus labios al escuchar la palabra "novia" no podía evitar sentirse felíz a pesar de que aún no eran formalmente una pareja.

— J-Juvia ama a Erik-sama... — susurró y tomó el pedazo de prenda rota que le había entregado Rider, de la cual aún quedaba un poco del aroma de su amado pelirrojo. Lo acercó a su rostro y olfateó sutilmente a la vez que estrechaba la prenda entre sus brazos, recordando los momentos que había pasado al lado de Erik.

— ¿De Legacy...? — preguntó sorprendida, siendo sacada de sus pensamientos al escuchar eso.

— Juvia no volvió a saber nada de él... J-Juvia lo extraña... — dijo con la voz quebrada mientras unas lágrimas se deslizaban de sus mejillas, cerró los ojos agachando la cabeza y estrechando con más fuerza la prenda entre su pecho. Sus sollozos alcazaban a ser escuchados, al menos para la pelimorada.

Al escucharla sollozar no sabía que hacer, nunca antes mostró afectó en ningúna de sus dos vidas había tenido que lidiar con algo así, pero simplemente hizo lo que leyó en un libro de romance.

Y dándole dos suaves golpes en la coronilla de la cabeza, la abrazo y dijo con voz temblorosa- Tranquila, se que Erik te ama con toda su alma, son tal para cuál- Dijo y soltando un suspiro pusl la cabeza de esta en su pecho y añadió- solo…cierra los ojos y piensa en lo que mas anhelas y amas, y aparecerá justo enfrente tuyo-

Dijo con seguridad aunque era la peor mentira que había dicho en su vida.

Habia escuchado toda la charla entre ambas chicas, al momento en la que la peliazul comenzo a llorar algo en Erik se quebro por lo que se levanto acercandose sigilosamente aprovechando lo que Rider habia dicho de cerrar los ojos.

Se detuvo a unos cuantos metros de aquellas dos chicas colocando sus manos en sus bolsillos para luego mostrar aquella sonrisa de lado que siempre tenia.

- Me parece que tienes un pedazo de mi ropa -

Dijo en su tipico tono sarcastico refiriendose a la maga de agua sabiendo que el reconoceria al instante asi que solo le quedo esperar ver y recibir cualquier reaccion o accion de la peliazul.

Con el rostro puesto en el pecho de la contraria y con lágrimas brotando de sus ojos, hizo caso a lo que dijo y recordó momentos con Erik.
Sollozaba una y otra vez, hasta que escuchó una voz muy conocida, abrió los ojos de golpe.

— ¿Eh? — se apartó de Rider para ver de reojo, no podía creerlo, ahí estaba él... Parado a unos metros con las manos en los bolsillos, con esa sonrisa de lado y esas palabras sarcásticas, muy típico de él. Volteó completamente para verlo de frente, con el dorso de una de sus manos frotó sus ojos para limpiar las lágrimas. Las mejillas de Juvia estaban rojas y sus ojos vidriosos, aún no podía creerlo, parecía que estaba soñando. ¿Realmente era él?

— ¿E...Erik-sama? — susurró.

Lentamente se acercaba al pelirrojo, su rostro de sorpresa cambió a uno más triste y melancólico, las lágrimas volvieron a brotar de sus azulados ojos y fue más deprisa hacia aquel hombre, lanzándose hacia él, sus brazos rodearon la nuca del mismo aún sosteniendo el pedazo de ropa en una de sus manos, lo abrazó mientras se mantenía parada de puntillas debido a la diferencia de estatura.
Ahora lloraba brusca y entrecortada en la clavícula del pelirrojo.

Aquella hermosa Semidiosa había quedado sorprendida cuando escucho la voz de Erik, sintiendo como Juvia se apartaba deneus brazos para ir corriendo a los de Erik fue algo hermoso de apreciar y una pequeña lágrima salió de sus ojos, que rápidamente se apuro a enjugar.

- Tardaste demasiado..-Dijo con unas risitas, ella ya se refería en que el volviera a aparecer, ya extrañaba molestar a el pelirrojo con su novia o futura novia, no sabía si eran novios o no.


Soltando un suspiro, se levantó moviendo su cabello, y sintiendo como el viento venía con una suave brisa acompañada de los pétalos de cerezo, hacia ver la escena tan romántica que no soportó más no sacar una foto a tal enigmático paisaje.

Aquel abrazo lo tomo por sorpresa por lo rapido que fue la peliazul, una de sus manos rodeo su cintura mientras la otra comenzo a acariciar su cabeza dejando que se desahogara en el, mientras tanto su mirada fue a Rider para sonreir suavemente como si dijiera "he vuelto" solo con aquella expresion.

Se quedo en la misma posicion unos segundos escuchando como el llanto de la peliazuk cesaba lentamente, la alejo un poco de el colocando sus manos en las mejillas de la contraria para secar las leves lagrimas que quedaban, luego volvio a bajar sus brazos para abrazarla por la cintura.

- Te extrañe Juvia -

Sin darle una posibilidad a que la contraria dijiera algo o reaccionara a su proximo movimiento, hizo mas corta la distancia entre ambos hasta que sus labios tocaron los de la contraria haciendo un beso profundo y amoroso.

Se sorprendio al sentir la calidez, suavidad y dulzura de los labios de la peliazul que se habia adueñado de sus sentimientos, eran diferentes a los de el que eran mas frios y algo ¿secos? no sabia como describirlo bien pero eso no importaba en aquel momento solo se aferro mas en aquel abrazo apegandola totalmente a el.

Sus sollozos poco a poco iban cesando, se quedó aferrada a Erik mientras este trataba de consolarla con caricias en la cabeza y limpiando las lágrimas que salian de sus azulados ojos. Levantó su cabeza para ver el rostro del contrario, la peliazul esbozó una sonrisa en sus labios mientras una lágrima salía y esta era limpiada por el pelirrojo. Juvia tocó una de las mejillas de Erik con la palma de su mano, acarició con sutileza mientras él hacía más corta la distancia entre ellos, en un repentino movimiento por parte del joven, sus labios hicieron contacto en un beso, el primer beso de aquellos dos enamorados.
El corazón de la maga de agua se paralizó, aquello era algo que había estado anhelando.
Abrió sus ojos en grande, como sorprendida. ¿Acaso seguía soñando? Los entrecerró un par de segundos y después los cerró por completo, disfrutando de ese encuentro tan mas romántico sobre aquellos cerezos.

Los labios del pelirrojo eran fríos y algo secos, pero pronto tomaron parte de la calidez de los labios de Juvia, haciéndolos mas suaves. Pasados unos segundos después, el pelirrojo se separó de la hermosa maga, cortando el primer beso. La peliazul con sus mejillas ruborizadas y mirándolo fijamente a los ojos sonreía.

— No sabe… Juvia lo extrañó mucho… — susurró y se paró de puntillas para volver a besar los labios de Erik, retirándose casi al instante, fue un beso corto pero con amor. Volvió a sonreír, ahora no sabía que sucedería entre ellos después de esos besos, pero estaba feliz de volver a verlo. Era un milagro que no cayera desmayada después de esa escena con Erik. Las lágrimas ya habían desaparecido, aliviando un poco su delicado corazón.

Sentir los dulces labios de la contraria despegarse de los suyos provoco que abriera sus ojos, observo con detalle como las palidas mejillas de su amada tomaban un color rojo mientras que sus azulados ojos tenian un brillo unico, acaricio de forma lenta su mejilla sintiendose lleno de felicidad.

- Yo tambien te extrañe demasiado - dijo de forma sincera depositando un suave beso en su frente para luego volver a observar los ojos de la peliazul.

- Una pequeña parte de mi esta decepcionado, pense que te desmayarias - dijo en tono sarcastico mientras tenia una suave sonrisa en su rostro hasta que una leve risa escapo de sus labios.

—¡¡Ju-Juvia hace un esfuerzo por no desmayarse!! —

Cubrió su rostro sonrojado con ambas manos, moviéndose de un lado a otro, nerviosa y felíz. Había recibido su primer beso y que mejor que con Erik.
Regocijaba de una forma adorable y ostensible, demostrando su alegría, ganas tenía de lanzarse hacia el pelirrojo y seguir unida a sus labios, pero guardaba la compostura… o al menos intentaba contenerse. Si fuera por ella, se comería a besos al atractivo moreno.
La tristeza por la ausencia de Erik ya estaba siendo aliviada, era como si de un momento a otro su corazón se volviera más alegre con tan sólo verlo.

Aprovecho el momento poniendose detras de la peliazul cuando se tapo la cara para que no vea su sonrojo, la abrazo de forma firme apegandola a el y coloco su menton en su hombro para luego susurrar de forma suave en su oido.

- Ya puedes desmayarte si quieres -

Dijo en un tono sarcastico sosteniendola para seguir con aquella broma, los labios de la contraria le parecieron dulces y suaves, estaba muy seguro de que en cualquier momento se volverian una adiccion para el pero debia controlarse o su amada peliazul de verdad se desmayaria en cualquier momento.

Aparte de todo lo que pensaba sobre el beso adoraba la tierna expresion de la palida chica, era adorable a la vez que nerviosa y alegre, cosa que le causaba mucha gracias y mas si se agregaba el gran sonrojo de sus mejillas.

Una sensación de escalofrío recorrió su cuerpo cuando Erik se posó detrás de ella, apoyando el mentón sobre su hombro, lo vio de reojo y nerviosa tragó saliva. Su corazón latía con rapidez, como si se fuese a salir de su pecho, seguramente su contrario ya se había dado cuenta gracias a su agudo oído.
¿Cómo es que ese hombre podía generar tantas emociones en ella? Y pensar que hace unos días no salía de su habitación debido a su ausencia, ahora estaba… feliz, como si noches atrás no hubiese llorado por él, como si jamás se hubiera apartado de su lado.

El pelirrojo la abrazó, apegándola a él, otro escalofrío paso por el cuerpo de Juvia, agachó su cabeza y desvió la mirada con semblante enternecedor, sus mejillas estaban rojas, pero ahora no tanto como antes. Puso sus manos sobre las de Erik, echó su cabeza hacia atrás apoyándola sobre la clavícula de su pelirrojo.

—No se aleje otra vez… usted es el mundo de Juvia, con tan sólo verlo, Juvia es feliz. — exclamó.

Se dio la vuelta para quedar frente a frente, su mirada se clavó en la de Erik, el sonrojo de sus mejillas había desaparecido. La mano de la peliazul rozó la mejilla del contrario en una caricia lenta y tierna.

— Erik-sama es todo para Juvia, y no necesita nada más. — afirmó la peliazul.

Sus ojos azulados lo miraban con tanto amor, brillosos e hipnotizantes eran aquellos orbes azules que sólo tenían un único interés… el ver a Erik.