El desastre fuera y dentro de la seguridad (Tatsumi, Jyugo)

23h50. La noche estaba nublada, llovía desde la tarde y el clima no mostraba intenciones de cambiar, tornando el ambiente tenso en la zona más frecuentada de la metrópolis.

Se acercaba el horario de cierre de la mayoría las tiendas, incluso del mayor centro comercial de la ciudad, que a esas alturas ya tenía escasos visitantes pasando por sus corredores debido a la tardía hora nocturna. Los últimos humanos y trabajadores que iban saliendo del enorme edificio se detenían y miraban a los alrededores, experimentando la inexplicable inminencia de peligro que se sentía en la atmósfera ahogada por la lluvia torrencial, como si una fatal amenaza estuviera por asomarse a cualquier instante, de cualquier esquina.

Con razón, el presentimiento y el sonido de aguas violentas traía consigo la catástrofe. Una desmesurada oleada de agua invadía las calles a una velocidad inescapable, arrastrando lo que se encontraba en el camino. La ruta central larga y recta iba recibiendo abiertamente las aguas de una represa cercana arruinada por diversas fallas ocasionadas por terremotos en los últimos días. Desde el mismo punto, los ciudadanos veían con espanto e incredulidad la corriente de agua que venía decididamente a su alcance para barrerlos de las calles y hacer de aquellos los últimos momentos de sus vidas. No faltaron intentos de correr o refugiarse en autos para escapar, aunque obviamente fue inútil. El agua avanzó hasta invadir las puertas de aquel centro y comenzar a tomar todo el primer piso.

23h53

En la cima de esa misma edificación, el vampiro había observado el fenómeno natural hacer las suyas para quitarles la noche de descanso a los humanos de aquella zona de Tokyo. Había notado todo desde antes, en las alturas suficientemente altas para ver la ruptura de la represa a larga distancia. No todos los días tenía esa suerte tan oportuna.
Estuvo algunos minutos en el límite del techo de aquella arquitectura, mirando entretenido la calle inundada tantos metros abajo, hasta que la red eléctrica también fue afectada, dejando en plena oscuridad toda la zona. Inclusive el interior del mall se hundiera en oscuridad.

En ese instante se marcharía de allá por encima de los techos de las edificaciones, sin embargo, antes de todo captó la presencia de alguien detrás de una de las ventanas del centro comercial, en una ala construida con inclinación hacia adelante y contraria a la entrada principal.

Lo observó con detenimiento, parecía ser un joven. A pesar de la oscuridad, sus ojos podían verla con nitidez, gracias a su condición sobrenatural. Al parecer, aquella persona se habría quedado atrapada dentro del lugar, y nada más se le ocurría que entrar también y divertirse molestando aquella criatura de mala suerte hasta que las aguas estuvieran bajas lo suficiente para que las calles pudieran ser pisadas de nuevo, lo que tardaría largas horas. Alcanzó una entrada desde el tejado y sin esperar nada, entró al centro totalmente oscuro. Ahora estaban los dos solos dentro del enorme edificio de 6 enormes pisos, a menos que hubiera alguien más.

Y es que no se equivocara: de hecho había un infeliz que se quedara atrapado en el interior de una tienda, tan cerca al corredor donde él aterrizó. El inmortal lo veía mientras a su vez no era visto por él, a causa de la abrumadora oscuridad que ofuscaría la vista. Previsiblemente, aquel humano no tardara en tener su vida segada por la sed del vampiro, alertando cualquier presencia con un grito agonizante de dolor al ser atacado sin saber por quién.