La compañía de un genio (Neji Hyuga)

A lo largo de su estadía en Legacy, había hecho un sinfín de amistades, muchos alumnos acudían a formar parte de la prestigiosa Academia, casi todos los días recibían a un nuevo recluta. Entre ellos, un joven de cabello largo, ojos perla, piel pálida, casi como la de ella. Su nombre era Neji Hyuga. Decía venir de una Aldea, una aldea de la que nunca había escuchado.
La personalidad del joven era fría y reservada. Hasta parecía un chico arrogante, que presumía de sus habilidades. Los alumnos lo admiraban, le consideraban un genio, y así como se ganó la admiración y el respeto de muchos, también fue blanco de envidias.

Tras terminar las asignaturas del día; Juvia se preparaba para salir, ya no quedaba casi nadie, sólo Neji, su compañero de clase, quien guardaba el resto de sus útiles y se disponía a abandonar el aula. La maga de agua dio un suspiro al ver la nota que había obtenido en algebra, decepcionada y entristecida tomó sus cosas. Salió del salón de clases.

—Umm, Juvia no sabe que hacer, si reprueba tendrá que asistir a cursos durante las vacaciones.— exclamó con melancolía, mientras caminaba muy lento por los pasillos.

Recordó las clases anteriores, había muchos de sus compañeros que obtenían buenas notas, pero, Neji Hyuga destacaba en cualquier cosa, era realmente un sabelotodo.
De repente, una idea descabellada pasó por su mente; dedujo que quizá el genio Hyuga podría ayudarle a estudiar para el examen de recuperación al que tendría que asistir si no quería reprobar

—¡¡AAAHH!! ¡¡¿Por qué no se le ocurrió antes?!! — dijo con total entusiasmo y aceleró el paso, casi corriendo.

Vio a lo lejos al chico de cabellera larga que resaltaba a la distancia. —¡Ahí está!— dijo Juvia. Pero se detuvo en seco en medio del corredor. —Pe-pensándolo bien… Neji da miedo ¿Y si no quiere ayudar a Juvia? — murmuró.

Pero no podía darse por vencida sin intentarlo, aunque Neji tuviera un carácter intimidante a simple vista, tenía que hacer el esfuerzo por acercarse a él. Vacilante dio unos pasos al frente y poco a poco se precipitó a alcanzarlo.

—E-Esto… ¿Neji? — apretó sus ojos con fuerza al pronunciar el nombre del chico. ¿Acaso temía tanto del ilustre Hyuga?
No, no era realmente temor, tampoco es que fuese una bestia salvaje, más bien era inseguridad de no estar al nivel de alguien como él. Y era obvio, siendo uno de los alumnos más sobresalientes de Legacy y quien sabe de donde más.

—Ju-Juvia quiere pedirle un favor ¿Sería tan amable de ayudarle a estudiar para el examen de recuperación? Juvia no quiere reprobar y pensó que tal vez usted siendo tan bueno en los estudios, podría guiarla. — dijo Juvia, titubeando ante la poca distancia que había entre ellos.

¿Aceptaría? ¿La ignoraría? ¿La mandaría a freír espárragos?
Juvia se encontraba en una situación incómoda e inquietante, que le ponía los nervios de punta. Ni siquiera en una misión se sentía de ese modo.
El reloj que estaba pegado a una de las paredes marcaba los segundos con ese sonido molesto que hacía más incómodo el silencio.
El viento que entraba por una de las enormes ventanas de la Academia, golpeaba ligeramente el rostro de la maga, dándole apenas un poco de relajamiento.

Neji Hyuga, un aspirante novato dentro de aquella gran y majestuosa académia "Legacy", siempre manteniéndose en un estado pasivo y observador, reconociendo sin enaltecer a sus hábiles compañeros más sin reputar a aquéllos con menor talento. Orgulloso de sus habilidades, fiel a sus creencias, un genin nacido en una aldea de la cuál nadie conoce, entrenado en las artes del combate cercano, rápido y letal.

A pesar de todo el listado de habilidades que presentaba y de todo el tiempo que llevaba ya en las instalaciones, aún no se le daba el honor de participar en una misión lo cual comenzaba a molestarle empero a su paciencia. Peculiarmente, éste día se había mantenido distraído la mayoría de clases, tampoco es que le importara de más dado que bien presumía sobre lo adelantado en clase que iba, así al final de éstas fue el último en notar que el tutor ya se había marchado, al salir de su trance y mirar a los lados pudo observar a una compañera aún, ¿Juvia?... no le prestó mayor atención y se dispuso a guardar sus libros.

— Tengo que encontrar una manera de acceder a una misión... esto comienza a ser aburrido. — Pronunció a modo de soliloquio mientras recorría el solitario pasillo, a través del ventanal alcanzaba a entrar una buena cantidad de luz, ¿era un poco mas tarde que lo normal?.

—¿Neji?— Alcanzó a escuchar su nombre, era su compañera que tenía una apariencia ansiosa. "Juvia... no es muy consecuente en los estudios y ya puede tomar misiones, ¿porqué no puedo hacerlo tambien?" Aquello pasó en su mente ignorando la mayor parte de las palabras de la peliazul, sin embargo alcanzó a escuchar algo, ¿ayudarla? Una expresión de disgusto fruncío su rostro.

—No eres la primera en pedir mi ayuda, tampoco en devolverse frustrada al no obtenerla, Juv...— Algo cruzó su mente mientras reclamaba, detuvo su queja y cambio su expresión, tranquilo y desinteresado preguntó a la contraria. —¿Tienes alguna manera de conseguir una misión para mi? Incorregiblemente te ayudaré a estudiar si eso quieres.—

...
...
—¿Qué piensas Juvia? ¿Lo haremos?.— Nunca había pensado recurrir a una táctica tan baja como ésa, almenos eso creía el joven de ojos perla. Entre el asunto, también le inspiraba curiosidad la "habilidad" de Juvia, quería verla por si mismo en combate, tal vez luego entrenaría con ella, pues pese a ser distraída, es hábil contrincante.

Recuperó el aliento y su respiración acelerada se iba calmando y volviendo a la normalidad. Neji la escuchó y se detuvo.
—¿Qué es lo que quiere que Juvia haga exactamente?— ladeó la cabeza confundida, por la propuesta del Hyuga.— He escuchado muchas cosas acerca de usted… no todas son muy buenas, la gente dice que es muy arrogante y que no tiene lo que se necesita para estar en Legacy, aunque… Juvia no lo cree así. — exclamó con sinceridad.

Pudo escucharse muy directa, a veces no media sus palabras, siempre hablaba de más y le resultaba mejor decir las cosas como son, pero nunca con el afán de herir intencionalmente. ¿Eso enfadaría al Hyuga?

—A Juvia no le interesa únicamente recibir su ayuda. Ta-También le gustaría conocerlo. Juvia ha visto que siempre está solo y eso no es lindo, es doloroso estar solo...— esta última frase la dijo en un susurro, no muy bajo pero lo suficientemente audible para el ojiperla que estaba parado a unos pocos metros de ella.

Agachó la cabeza unos segundos, no obstante un silencio inundó el pasillo. La peliazul llevó sus manos a su pecho. — Neji, ¿Le gustaría ser amigo de Juvia? — levantó la cabeza.

No creía en lo que los demás decían, muchos solo envidiaban las habilidades del Hyuga y lo despreciaban por pura insensibilidad, no le sorprendía, era digno de admirar. Parecía malhumorado sí, pensó que podía deberse a la soledad en la que se encontraba. A nadie le gusta estar solo.
El pánico que sentía no hace mucho, fue desapareciendo, ahora estaba apenada de haberle temido tanto.