Azazel [Estudiante]

APARIENCIA:
En su forma humana es una chica que aparenta 18 años de edad, de 1,50 de estatura y con tan solo 50 kg de peso, de figura proporcionada pero no muy voluptuosa, su piel es tersa y clara, de apariencia delicada, casi como una muñeca de porcelana en tamaño real. Tiene un largo cabello de color purpura que llega hasta la parte baja de su espalda, generalmente lo lleva recogido en dos coletas, algo ondulado y sus ojos son de un intenso color verde esmeralda. Suele utilizar mucha joyería al vestir.

PSICOLÓGICA:
Tiene una personalidad un tanto infantil, es inquieta y le cuesta evitar meterse en alguna clase de problemas o meter en problemas a los que se encuentren a su alrededor, suele actuar con superioridad ante cualquiera, su estado mental es algo retorcido e inestable encontrando diversión y éxtasis en el sufrimiento ajeno, tanto físico como mental, tal vez se debe a su naturaleza como una representante de la oscuridad, suele dejarse llevar por sus emociones con mucha facilidad, aunque puede ser bastante calculadora y fría, es raro encontrarla en ese estado de enfoque.

HISTORIA

En un mundo diferente, tal vez en una dimensión alejada la lucha entre El Cielo y El Infierno por el dominio total había perdurado durante milenios, muchos murieron en batalla incluso los más fuertes cayeron, Azazel el representante de todo mal y corrupción y uno de los grandes generales de las filas del Infierno fue asesinado en misteriosas circunstancias sin embargo la esencia de su ser no desapareció, la guerra hizo su esencia más y más fuerte hasta que reencarnó en un demonio de alta jerarquía durante la eterna batalla, La pequeña como su predecesor  llevaba por Nombre Azazel, de cabellos purpura como su madre y ojos verdes como su padre, desde que tuvo la capacidad la joven fue entrenada por las filas demoniacas como una guerrero de élite para desarrollar su enorme e inusual poder latente para su propio beneficio; convirtiéndola así en una de las armas más valiosas para luchar contra El Cielo.


Azazel durante su entrenamiento logró aprender un gran control con la magia oscura, y perfeccionó una serie de hechizos que podía llevar a cabo durante misiones sin fallo alguno, así como también desarrollo habilidades en combate mano a mano y una gran destreza con las espadas. Cuando estuvo lista la chica fue enviada al frente de batalla, varias legiones de demonios quedaron bajo su mando y la sangre de las filas de gran parte del ejercito de Dios mancharon las manos de Aza, el Dios Oscuro parecía tener su carta de triunfo, sin embargo no todo podía salir bien.


El Rey Demonio entre más se acercaba a la victoria más perdía su mente, la locura lo consumía al punto de desear tomar el poder de los demonios más fuertes para poder derrotar al Dios de los Cielos con sus propias manos, eso ponía en el tope de la lista tomar el poder de los altos generales de su propio ejército, entre ellos la familia de la joven demonio.


La lucha entre el Dios Demonio y los padres de Aza era inevitable, resultando como era obvio debido a la diferencia de poder, en la muerte de sus padres, la noticia no tardó en llegar a oídos de la pelimorado en el frente de batalla, quebrando su cordura por completo tras perder a los únicos con los que había logrado formar un vínculo. Perdida en la venganza se retiró de su puesto de batalla, ella sabía bien que el Dios Oscuro buscaría robar el poder que ella contenía así que no había manera de escapar de aquella batalla.


Durante la pelea los sentimientos de ira y venganza lograron despertar en Azazel el poder latente que permanecía en su interior, el suficiente como para debilitar al Dios Oscuro y lograr aplicarle un hechizo del robo de poder sin desmoronarse en el intento y así poder asesinarlo y obtener su venganza.


Con la muerte del Dios Oscuro, Aza obtuvo poderes mucho más allá de la comprensión de cualquier otro ser, sin embargo ya no era la misma de antes, su mente estaba quebrada, desde entonces nació en ella una necesidad por el sufrimiento ajeno, tal vez para hacer pagar por lo que le hicieron a su familia. La guerra no le interesaba en lo más mínimo, Azazel comenzó a mover a su nuevo ejército solo para saciar sus ansias de formar caos.


Ella cada vez generaba más y más destrucción, no solo en contra del Dios de los Cielos si no contra todas las otras criaturas y razas que allí habitaban, el Dios de los Cielos en vista del terrible mal despierto en el nuevo Dios Oscuro unió fuerzas con las demás razas para aplacar el mal. Muchos fueron los esfuerzos, muchas fueron las bajas de ambos bandos mientras el poder de Aza parecía hacerse cada vez más fuerte entre más caos y destrucción había.


Al final de la batalla, gracias a su astucia o tal vez simple suerte la raza humana en conjunto con poder divino otorgado por El Cielo logró expulsar a Aza de la dimensión a través de un portal. Acabó perdida en alguna especie de dimensión distante y como coste de cruzar la brecha dimensional casi todos sus poderes fueron sellados por completo, entre ellos la omnipotencia, omnisciencia e inmortalidad robadas del antiguo Dios Oscuro.


Mantener un perfil bajo ahora era su máxima prioridad, al menos así sería mientras estudiaba con cuidado los detalles de aquel nuevo mundo, Aza no podía evitar odiar a los humanos, se sentía humillada por completo al haber sido derrotada por una raza tan inferior; tras años de observar desde las sombras decidió unirse a las filas de la Academia Svartgard, con el fin de destruir de una vez por todas a los humanos y hacerse con el control y el poder que se le arrebato.