Entre cervezas y colegas. [Ayana Shade]

El gremio Fairy Tail reconocido en Magnolia tiene como un miembro a Gajeel Redfox, el mismo gremio informaba acerca de misiones de importancia y otras que poco valían la pena, desde atrapar a un villano poderoso, a escoltar a alguien que lleva algún cargamento de mediana importancia, en esta ocasión Gajeel el peliazabache tomó una misión que tendría lugar en la ciudad de Yokohama, lugar en el que se debía de establecer para comenzar su misión.

Un sábado por la tarde Gajeel después de dejar sus cosas en su habitación en una academia sumamente peculiar tendría que hacer la misión, la misma tendría lugar en un bar, es decir el Septiène Cieux se decía que un grupo de mafiosos solía entrar a ese lugar y el mismo hacía negocios ilegales, además de eso tenían un incontable historial policiaco.

Gajeel Redfox un asesino de dragones camino por las calles del centro de la ciudad, el bar se conocía por ser muy grande así que Gajeel no tendría dificultades para encontrar el lugar, después de todo era nuevo en la ciudad.

Las horas pasaron y dio el anochecer, Gajeel no tenía pensado un plan, no actuaría como un detective, entraría a romper cosas y patear traseros o eso es lo que esperaba conseguir, sin embargo para el azabache algo estaba mal, podía percibir que había otro dragón más, ¿Sería acaso uno de esos mafiosos? ¿Qué podría llegar a ocurrir?

El dragon slayer entro al bar y sin más se dirigió hasta una mesa, aunque ese pensamiento, esa sensación de que había otro dragón ahí persistía para el mago, ¿De que se trataba? El olor lo llevo hasta donde parecía venir ese dragón, se trataba de una chica que parecía ser muy linda y más joven, ¿Sería acaso qué ella sea? Gajeel no pensaba en arrepentirse, estaba seguro de lo que pensaba así que se levantó de su mesa y camino hasta la mesa de la posible dragona, notando más de cerca como era, habían unos factores físicos que podían llegar a delatarla pero primero prefería acercarse a ella sentándose sin pedir permiso frente a la pelirosada.

— ¡Hey! ¿Quién eres? ¿Acaso eres una dragona? No saben dónde esconderse esos malditos, tsk.

El pelinegro actuó de manera impertinente y muy agresiva, en caso de que ella no fuera una dragona seguramente huiria asustada por la presencia del azabache quién daba un aspecto muy gótico y oscuro con esos pedazos de metal que parecían piercings, realmente alguien que no supiera de dragones es lo que podría llegar a pensar, de todas formas el dragon slayer tan solo espero respuesta mientras dirigía su mirada hasta la contraria con el seño fruncido y a la vez con una sonrisa confiada.



— ¿Eres o no una dragona?

Había llegado a ese extraño bar nuevamente, la razón de su visita era reunirse con alguien, un ser que estaría perdido y causaría un lio innecesario, ¿Cómo lo sabía? Era claro, su poder le ayudaba a saber ciertos eventos futuros, los cuales le servía bastante para conocer posibles aliados y potenciales enemigos.

Tomo asiento en una de las mesas, pidió el mejor vino de la casa y con una copa cristalina, aquella pelirrosada se mantenía bebiendo hasta la llegada de su posible presa.
Podía notar la presencia de otros seres, algunos eran realmente sospechosos, de malas intenciones y claramente peligrosos, debía tener cuidado, especialmente si se le acercara alguno de forma sorpresiva e intentara ligar con ella.

Cosa que curiosamente paso, de repente, un chico rudo de cabello azabache llego a escena, tomando asiento en su misma mesa, preguntando de forma brusca si era o no una dragona.
Vaya forma de saludar, ni siquiera pidió permiso o la invito a beber una copa.

─Si querías una cita conmigo, primero debes invitarme, ¿sabes?

Lo miró de reojo, mostrando una sonrisa atrevida y juguetona, no le intimidaba, no era el primero ni el último en acercarse a ella de semejante forma.

─Por tu aroma, veo que también lo eres, ¿acaso estas en celo? Te noto un poco… desesperado.

Comentó en tono bromista mientras bebía de su coma, acabándose el vino que esta contenía.

“Ayana, debes tener cuidado con este idiota, ¿Quizás sea un cazador y busque tus escamas?” Interfirió su familiar mediante telepatía, esto para informar del posible peligro que aquella corría.
Sin embargo, la pelirrosa no se inmutaba, ya había perdido demasiado y no le importaba enfrentarse a alguien nuevamente.

─Ten, bebe un poco, calma esa actitud o no conseguirás nada conmigo~

Le dio una coma al azabache mientras servía un poco de vino en la misma para después hacerlo con su propia copa, bebió nuevamente.

El pelinegro estaría listo para pedir alguna bebida apenas termino de hablar con la pelirosa sin embargo le interrumpió que ella le regresará la conversación, no pensaba que se comportaría así, se veía demasiado joven como para que pensara y dijera cosas como esas.

— ¿Una cita? ¿Quién necesita una cita? Parece que tratas de molestarme, pues muy bien chica rosita, veo que esto se podría poner feo, sería mejor que respondas amablemente.

Mencionó el mago para después dirigir su mirada al menú con las bebidas y algunas botanas sencillas para comer, estuvo ojeando por un rato, realmente no conocía casi ninguna bebida de ese menú pero aún así todas se veían interesantes, luego de analizar el menú por unos segundos dirigió su mirada hasta la contraria y noto el cambio de sus labios a demostrar que podría ser pícara así que el peliazabache no se querría quedar atrás, por el contrario Gajeel demostró una enorme sonrisa muy atrevida y molesta pero que reflejaba lo rudo que el mismo podía ser para después contestar lo que ella dijo.

— Vaya, ¿En celo? No soy un dragón tal cual, no necesito aparearme como un animal pero si quieres podría llevarte a un hotel saliendo de aquí, seguro que no podrías negarte.

Era un juego que el pelinegro también podía jugar contra ella, a pesar de que normalmente era más rudo que juguetón no estaba mal intentar algo diferente, al menos eso pensaba.

Parecía que la pelirosa se distrajo como si se hubiera ido de si misma por unos segundos, cosa inusualmente peculiar pero después de que ella regresara en si y le ofreciera una copa de vino el asintió y acepto la copa llena de vino, la cual luego de ser servida tomó con su mano izquierda y la dirigió a sus labios para tomar un sorbo de vino, luego de eso la bajo a la mesa y prosiguió contestando lo que ella decía sin cambiar su expresión.

– No creo que sea tan difícil si te estás emborrachado tan rápido, al menos haste un poco la difícil, ¿Quieres? Al menos sería un reto.

El mago de Fairy Tail se burló un poco de ella y después de ello repitió la rutina de tomar un sorbo de vino y regresar la copa a la mesa.

— Me interesaba acercarme un poco, puedo percatar tu olor muy fuerte, pero como dije, no hay celo, simplemente trato de socializar con otro dragón y quizás quedarme con tus poderes.

En cierto modo le daba gracia como aquel azabache la trataba con tanta confianza, y a pesar de actuar con rudeza, no la intimidaba en absoluto, quería saber un poco más de él y la forma más sencilla de captar la información que necesitara fue simplemente seguirle el juego.

─Eres bastante interesante, debo admitir ─Continúo bebiendo su copa─ Pero olvidas un dato importante, y es que está más que claro que no sabes quién soy.

Hizo a un lado su cabello, haciendo que su rostro se vea mejor, una cara dulce y gentil, lleno de pureza y ternura, irónico al escuchar las palabras que anteriormente había dicho.

─Soy la profesora de la academia Legacy y sacerdotisa del templo de Chronos, tengo más edad de lo que aparento y bien podría destruirte sin dudarlo.

Sonrió de la forma más tierna ante aquella “amenaza” pero poco le importaba si aquel lo tomaba mal.

─Pero no sería interesante, como dices tú, prefiero que sea un reto, y quien sabe, quizás seamos buenos amigos en el futuro~

empezó a servir más de aquel vino en ambas copas para luego mirar al azabache nuevamente.

─y no me emborracho tan fácil con este vino, ¿qué tal tú? Espero aguantes joven Gajeel Redfox~

Lo llamo por su nombre y en ningún momento aquel lo había mencionado, quizás asustaría al pobre mago al saber que una desconocida como ella tenía un dato de su identidad.
Pero era evidente, lo conocía, no en el pasado, si no por los recuerdos de sus estudiantes, quienes conocían a este chico con anterioridad.

─Por cierto, mi nombre es Ayana Shade, por si te suena de algo.

Y bebió de su copa nuevamente.

– ¿Interesante? Bueno, tú te ponías como una mujer que no eres así que, ¿Porqué no? Cómo sea, eso no me interesa y menos vine para jugar con una niña cómo tú, además ¿Para que quisiera saber tu nombre? Vine aquí solo para hacerte una pregunta.

Aquel azabache de nuevo bebió de su copa de vino, un sorbo grande para después volverla a poner en la mesa, casi se lo acababa de un sorbo.

— ¿Me destruirlas sin dudarlo? Si eres de Legacy como dices, dudo que llegues a lastimar a alguien inocente y bueno, pero te doy el crédito por esa amenaza tierna.

Le mostró una enorme sonrisa en forma de burla para después de eso bostezar y estirar los brazos un poco.

– Bien, que sea un reto entonces, ¿De dónde sacaste mi nombre? Parece que eres una especie de adivina o algo así, eres un poco interesante, ¿Qué más sabes de mi?

No le quedaba mucho más que mantener una sonrisa con el ceño fruncido y mientras que daba más sorbos a su bebida.

— ¡¿Qué?! Esta bebida nunca me afectaría, Ayana Shade. – Mencionó luego de conocer su nombre, la plática a pesar de todo era interesante aunque no sabía que pasaría después. – ¿Qué haría una maestra en un bar así? Eso es algo que no me puedo explicar.

La palabrería de aquel azabache era ciertamente entretenida, era algo tosco, pero nada que no pudiera manejar, después de todo, su antiguo servant era algo similar, pero más “explosivo”
por decirlo de un modo.

El hecho de que aquel se burlara de su “amenaza” hizo que esta se riera ante semejante “insulto”.

─Que sea de Legacy no significa que alguien esté libre de ser asesinado por mí.

Bebió un poco de su copa mientras miraba los alrededores, poniendo especial atención a cierto grupo que estaba en el fondo del bar, parecía unos criminales y podía ver perfectamente que uno de ellos no era del todo normal.
Dirigió su mirada ante aquel mago para ir respondiendo sus dudas.

─De hecho soy una sacerdotisa, hago más que solo adivinar… y estoy aquí por una razón, no solo para pasar el rato contigo, galán.

Se hacía a un lado para que aquel mirase de forma disimulada al fondo del bar, una vez que este se allá percatado de dicho grupo, aquella le explicaría con detalle.

─Sé que estas aquí debido a una misión, además de conocer la academia Legacy debido a que ahí estudian varios de tus compañeros, Juvia por ejemplo, es una de mis estudiantes y una vez fue mi Kouhai, la conozco bien y supe de ti a través de ella, eres capaz de hacer que tu cuerpo se vuelva de metal, pero para ello requieres consumirlo. ¿Quieres que diga más cosas?

Soltó un suspiro para luego continuar.

─La persona que buscas esta con ese grupo, la razón del por qué estoy aquí es que dicha persona tiene en su interior un ente muy peligroso, solo yo puedo verlo, si necesitas capturarlo vivo, tendrás que trabajar conmigo, si no, ese ente consumirá a es apersona al grado de quitarle la vida y se apoderara de su cuerpo para así estar en este plano, si eso ocurre, muchas cosas malas van a pasar.