El ataque de las estatuas (Uraraka, Kirishima)

El templo de Sendai era realmente bello. Se podía apreciar la mezcla de la cultura budista y la espiritista japonesa. Los techos tenían borde dorado, y así permanecieron por cientos de años. Parecía increíble que ningún terremoto las había derribado. Hacía frío, y los árboles de cerezos ya no tenían hojas ni nada. Un viento gélido soplaba los cabellos azules de Jellal, que se paseaba con una bufanda y las manos en los bolsillos.

Una noche algo escalofriante, pues allí se habían detectado ataques a humanos semanas atrás. Pues el joven Fernandes, como buen justiciero, decidió andar por esos lugares rojos. Se había dicho que las víctimas, que eran estudiantes de Legacy, habían perdido enormes cantidades de sangre, algo que llamó la atención a Jellal.

— ¿Aquí fueron los ataques? — se preguntó en voz baja. El templo estaba más o menos alejado de la ruidosa ciudad. Siguió caminando por un sendero de piedras, entre arboledas de bambú y el sonido nocturno de búhos y cigarras. Llegó al patio principal del templo. Era extenso y habían muchas estatuas de buda en los bordes.

De pronto, oyó unos pasos... ¿Quién sería?

-Aquel chico de cabello puntiagudo y rojizo se encontraba camino a casa de su compañera llamada "Uraraka" Ya que este se había enterado de un suceso bastante aterrador y necesitaba a alguien que lo acompañe hasta dicho lugar, quería descubrir lo que realmente estaba pasando así que mientras caminaba en dirección al hogar de su compañera, este saco su teléfono y marco el número de forma lenta, estaba relajado.-

Espero que me responda...Bakugo no quiso ir conmigo...Casi me mata con su Kosei solo por haberle dicho "BakuBro" Pff...Yo no veo nada de malo en eso, ¡Somos amigos, el esta mal! Si...Eso, Además...Midoriya no estaba y Todoroki me dijo que no apenas abrió la puerta...No ire a molestar a las demás chicas o chicos...tal vez Uraraka sea más accesible...Además de que su Kosei podría ayudarnos en caso de pueda pasar algo malo.

-La gente que pasaba a su lado se le quedaba mirando muy extrañada, no le entendían nada y veían que aún no estaba hablando con nadie. A Kirishima realmente le daba igual que lo miren o lo juzguen, seguía tan optimista como siempre.-

Vamos Ochaco...Contestame...Tenemos que descubrir "La verdad" Jeje...Suena como si fuera una película de suspenso o un video juego de acción..."Hay que descubrir la verdad."

Aquí, Ochako

No estaba haciendo nada realmente interesante, sólo estaba entretenida hablando con las chicas sobre algunos temas y/o posibles salidas que tendrían en un futuro, hasta que se vió interrumpida por una llamada de un pelirrojo tan característico.
Se disculpó con las demás mientras se desconecta a de aquella llamada.

— ¿Kirishima-Kun? — Había terminado por contestarle, no lo haría de manera maleducada porque no le veía necesidad de hacerlo y menos a uno de sus propios compañeros de clase.

Había escuchado durante algunos minutos su petición y es que en realidad le había empezado a intrigar todo el asunto, no se esperaba que se lo pidiera a ella más, ¡no se quejaba en lo más mínimo! Estaba más que encantada en aquellos momentos y se sentía de cierta manera honrada. Cuando aceptó y terminó la llamada con el pelirrojo simplemente se fue a buscar todo lo necesario incluyendo su traje, debía de mantener la discreción ante todo.

«¿Qué es lo que realmente ha pasado?»

Sólo pudo pensar en eso en lo que esperaba al chico, suponía que vendría ya que sus palabras se escuchaban apresuradas, al menos cuando llegase ya estaría todo listo.