La aparición de un nuevo enemigo (Jellal)

Era extraño el ambiente en aquel tranquilo bosque de pinos, como si todo estuviera preparado para que lo peor pasara. Pareciera que la zona sabía que de allí un nuevo problema para algunos se haría presente, esto podía observarse en el silencio total que era más del que suele ser. Normalmente estaban presentes los sonidos de las aves al cantar o los de alguno que otro animal corriendo por los alrededores, haciendo ruido al pisar las secas hojas o las ramas caídas, o simplemente el sonido que hacen al correr; pero ahora simplemente no había nada, parecía un lugar totalmente distinto al que debía ser....un simple bosque donde pasar el rato con amigos o conocidos o simplemente para descansar.

Allí estaba él, entre la niebla bastante densa que apenas permitía que los ojos de cualquiera pudieran ver algo que estuviera lejos. Un hombre o eso parecía ser, de cabellos blancos como la nieve de las montañas, dos cuernos oscuros como una zona sin una pizca de luz. Su ropa no era llamativa, es más hacia juego con todo el momento ya que al ser toda oscura podía escabullirse entre las sombras como si se tratase de un fantasma.

Estaba esperando, aunque suene extraño que alguien que se le desconoce sobre su identidad esté esperando por otra persona, era así. Había dejado una carta a un joven mago de azulados cabellos, al cual había engañado al enviarle una carta haciéndose pasar por un conocido de él. La carta esta firmada a nombre de un caza dragones que controlaba el veneno y que había desaparecido sin dar previo aviso sobre a donde iría, y para qué.

El albino no pudo evitar soltar una larga risa seca al recordar al pobre pelirrojo, la desesperación en sus ojos fue lo mejor que pudo haber visto antes de terminar con su sufrimiento. Su invitado no lo sabía pero al amigo que estaba yendo a buscar ya no estaba en ese mundo.

¿Erik había vuelto? ¿En son de paz? Era algo que le brindaba esperanzas en aquella fatídica noche de neblina. Salió por las puertas traseras y se dirigió al bosque con la carta en su mano, con la fe de hablarle al desaparecido guerrero del veneno. Nunca se habían llevado bien, no obstante, el peliazul reconocía que el dragon slayer podía ser un potencial aliado en la lucha contra el mal. Era momento de dejar esas fricciones y trabajar juntos.

Caminaba en las arboledas de los fragantes pinos, sintiendo el rocío de una noche húmeda. Pensaba en Erik, pero también en Erza. Los extrañaba bastante mas el mago debía seguir adelante y luchar; ser fuerte para sus seres queridos.

En el frondoso bosque y la espesa niebla solo pudo visibilizar a una extraña entidad de piel pálida y cornamenta. Frunció el ceño y colocó la carta del supuesto Erik en su bolsillo. Aquí debería venir el pelirrojo y estaba este extraño sujeto que nunca había visto antes.

— ¿Quién eres? ¿Qué ha pasado con Erik? — le preguntó de forma cortante, con sus ojos proyectando desconfianza y también algo de enojo. Dio un paso hacia atrás y colocó sus brazos en defensa. El siniestro hombre que tenía delante de alguna forma lo conocía y para haberlo engañado con la carta estaba claro que había hecho que Jellal mordiera el anzuelo. — ¡Responde! — espetó con una voz tranquila pero brusca de igual forma. Algo había en el ambiente que le daba mala espina.

Sus ojos estaban fijos en la nada, estaba totalmente metio en sus pensamientos mientras apreciaba el como la niebla dificultaba el poder ver los arboles aun que algunos no llegaban a ser tapados del todo por lo que se podia ver sus grandes troncos, el viento hizo la aparicion que faltaba en una suave brisa la cual movia las hojas delicadamente haciendo que algunas cayeran y sean arrastradas por el.

Escucho pasos acercandose donde el y sabia que no podiam ser animales, mas que nada por que la fauna parecia evitar totalmente esa zona donde el estaba pero que podia decir, despues de todo contaminaba el ambiente con su esencia demoniaca a la vez que con el agradable aroma de sangre que salia de sus garras que por ahora seguian limpias. Dirigio su mirada en direccion de donde provenia el sonido para asi acomodarse cruzandose de brazos esperando que llegara su engañado invitado que cayo directo en aquel encuentro que el peliblanco habia planeado.

A pesar de la manera tosca en que este hablo pidiendo respuestas sobre donde estaba su conocido cazador y de que se habia puesto a la defensiva previniendo un ataque del albino, este solo solto una pesada risa mientras colocaba suavemente su mano sobre su frente, separaria sus dedos para verlo fijamente a aquel mago.



- Hay Jellal......eres tan inocente a veces como para caer en un truco tan viejo como el de la carta falsa de un antiguo conocido.....pense que serias algo mejor que aquel tipo de veneno.....espero que me puedas dar mas diversion de la que el pudo -

Este bajaria su mano para asi girarse tomando del suelo la tunica blanca del dragon slayer la cual lanzo delante de Jellal, estaba arruinada por donde quieras verla, una de las mangas estaba quemada al igual que la parte baja de esta, habia cortes en la ropa hecha por garras que era obvio que se trataban de las suyas, pero lo que mas se notaba era la sangre que habia tomado gran parte de aquella prenda que antiguamente era el blanco el color que predominaba.

- Tranquilo.....me encargue que sufriera cada segundo de su muerte....pense que uno de esos famosos caza dragones seria una buena presa pero no me duro mucho....al menos me pagaron bien por el trabajo cumplido -

Abrió sus ojos de par en par. ¿Qué estaba insinuando este extraño individuo? El trozo de prenda indudablemente pertenecía a Erik, el dragon slayer de veneno. ¿No será que...? Así pues, en ese instante la adrenalina le corrió de pies a cabeza. Un nudo se le apretó en la garganta. Parece que este infausto demonio le había quitado la vida.

Jellal cayó de rodillas al tiempo que su vista le era nublada por las lágrimas. No podía creer que Erik había sido asesinado. Sí, era cierto que había tenido un millar de problemas con él en un pasado, pero no era justificación para terminar con su vida. Además, en él había una luz de esperanza luego de la derrota de Merak. Volvió a cobrar el aliento mientras rayos azules salían de sus manos.

— ¿Por qué cometiste tal acto de crueldad? — el piso se agrietaba por el poder que el peliazul estaba acumulando. Se estaba preparando para atacar. — Erik necesitaba ser llevado a un buen camino. No se merecía esto, — extendió su mano y el trozo de tela voló hacia su extremidad. Se ató la prenda a su muñeca y quedó mirando a su contrario con sus orbes llenos de ferocidad. — Si no me dices qué querías de él, no te lo perdonaré — se pone en posición de ataques levantando sus puños. Un aura blanca rodea el cuerpo del joven profesor. Era hora de ajusticiar a un viejo amigo.

Sus ojos mostrabas una leve flama de emocion al ver lo furioso que aquel peliazul se habia puesto al enterarse de que su viejo amigo habia muerto, podia notar como aquella luz que salia del cuerpo de quien tenia delante era pura al punto de que comenzaba a molestarle el simple hecho de que la este haciendo resplandecer tanto. Lo que no habia tenido en cuenta el profesor de azulados cabellos era el terreno en el que estaban que cada vez la oscuridad se hacia mas densa y no por que el sol se ocultara, si no por que el Albino estaba por mostrarle quien era, en un momento los cuernos de este comenzaron a tomar un color azulado en la lunta de estos y repentinamente todo alrededor de ellos perderia el color dejando como dominante un negro profundo que era la representacion de la cantidad de energia corrupta que este llevaba.



- ¿Razon?......¿Tiene que haber una razon certera para acabar con alguien? -

Sin duda sus palabras delataban lo cruel que este podia llegar a ser y la poca importancia que este le daba a la vida de los demas seres, dejo que una parte de su energia tomara ese olor a sangre para mostrarle a Jellal que Erik no fue su primera victima y no seria la ultima, sabia que una pelea estaba por comenzar si este seguia pero sinceramente no buscaba eso por lo que luego de unos minutos haria que todo volviera a la normalidad.

- Lo que buscaba de el era....nada, me ofrecieron un buen precio por hacerlo desaparecer y no pude negarme a tal cantidad de dinero por llevarles sangre de....un "Dragonslayer".....no perdere el tiempo luchando contigo, esto solo es un aviso......de que Asgard sabe elegir a sus aliados -

Este sin mas envolveria su cuerpo en su oscuridad mientras que lentamente desapareceria de alli, al ya haber desaparecido los animales del bosque comenzarian a salir de sus escondites al igual la niebla lentamente desaparecio y las nubes tomaban nuevamente ese color blanco a la vez que se separaban dejando que el sol iluminara el lugar.


~Kai sale del tema~

// Off: Recuérdame centrar tu firma.

No podía creer en el nivel de crueldad en ese monstruo con cornamenta. La ira supuraba en Jellal. No, ya no podía controlar sus emociones. Esto era suficiente como para que el peliazul hiciera su primer movimiento. Así pues, empuñando sus manos con rabia, se abalanza contra su adversario dejando una estela blanca tras de él. No obstante y casi al mismo tiempo, unas tinieblas cubrieron el cuerpo de su objetivo y desaparece ante sus mismos ojos. El profesor atraviesa esas sombras y pasa de largo.

Fue muy lento como para poder alcanzarle. Sí dominaba el arte de la teletransportación sería difícil derrotarle. Con solo pensar que Dabi, Lacus y él podrían tenderle una emboscada a él o cualquier alumno se le helaba la sangre. Le dió un puñetazo al suelo y gruñó de frustración. No sabía por qué exactamente, pero sabía que se toparía con ese extraño demonio en el futuro. Sin embargo, no sabía en qué circunstancias. Se retiró del bosque pensando en que desde ahora en adelante lo mejor era ir acompañado.

: Jellal sale del tema :