CUIDADO EN PAREJAS (Tamaki y Nejire)

En un intento de paz, las dos academias, en un alto al fuego, decidieron crear una actividad en la cual dos estudiantes cuidarían de un pequeño animal. En los hermosos jardines Roppongi de Tokio, se encontraría una pequeña cajita, la cual, la pareja debía revisar y cuidar al animalito que tendrían.

Reglas:
1) La pareja debe cuidar al animalito como su propio hijo.
2) Si el erizo es dañado, ambos serán castigados severamente.

Estaba entusiasmada. La actividad fue anunciada hace unos días, no lo sabía con exactitud, perdía la noción del tiempo fácilmente. Algunos rumores habían llegado a ella, todos sacando sus propias ideas o conclusiones respecto a la actividad. Unirían a ambos bandos para esta actividad, era entendible que muy pocos participarán, cada uno desconfiaba del bando contrario. Pero si en todo caso, se llegará a presentar a algún inconveniente con los participantes, estaba segura que cada uno se sabía defender, o que un profesor iba intervenir para garantizar la seguridad de ambos lados.

Su emoción se intensificó cuando se le fue mencionado quién sería su compañero para la actividad. Tratándose de uno de sus mejores amigos; Tamaki Amajiki. Su relación con él era muy buena, y le gustaba pasar tiempo con él, siendo una fortuna que le hubiera tocado con él. Su hiperactividad le impidió esperar mucho más, estando desde antes en el jardín, sentada a un lado de la caja, donde se suponía que debía estar la mascota que debía cuidar junto a Tamaki. Trató de contenerse, quería ver el animal por primera vez junto a Tamaki. Jugaba con sus dedos, trataba de hacer corazones con su cabello, y otras cosas más para evadir la tentación de ver al animal.

Ya se encontraba de rodillas, a un costado de la caja, a punto de abrirla, cuando detectó que alguien se acercaba. De un salto se incorporó y corrió hacia el sujeto, siendo Tamaki. Se lanzó a sus brazos rodeando su cuello, soltando risas en el proceso. Señaló la caja, para que Tamaki le prestara atención.

╼ ¡Demoraste en llegar! Estuve a punto de abrirla. ¿Vamos ya, Amajiki?

No esperó respuesta alguna, separándose y sujetandolo del brazo para jalarlo hacia donde se encontraba la caja. De lo que no se había dado cuenta Nejire, era de una pequeña nota, que debería tener el nombre del animal.

¿Una actividad donde tenian que cuidar una mascota? Eso si que era nuevo pero habia algo importante, tenia que participar con alguien ya sea de Legacy o sea de Asgard de igual forma los nervios consumian su cuerpo y alma poco a poco ¿como es que interactuaria con su compañero si no lo conocia? estaba temblando como nunca!

Sus nervios se fueron apennas escucho el nombre de su compañera, seria Hado, si que tenia una suerte enorme porque ella era una de sus mejores amigas desde que estaban en la academia, era lo unico que le hacia calmarse, apenas escucho su nombre y solto un suspiro largo de alivo, con la energia de Hado esto seria muy sencillo aunque eran muy pocas las veces que se habia puesto a cuidar de una pequeña creatura, no se cuidaba ni a si mismo, esperaba que esto no fuese tan dificil.

En cuanto entro a la zona al poco tiempo donde teniamos que cuidar a nuestro animal vio a Hado correr, hasta donde estaba el y de un salto se abrazo a sus hombros, claro que tenia que corresponder asi que sus manos pasaron por su cintura sin pensarlo, aunque un rubor muy notorio se aprovecho de su cara en ese momento...


Fuera lo que fuera ahora tenian que cuidar de el como si fuese lo mas importante para ellos, tenian que cuidar sin importar que fuera.

No se dio cuenta del sonrojo de su amigo en su momento, pero vamos, Tamaki se sonrojaba fácilmente y eso se le hacía un poco divertido, haciendo que lo hiciera seguidamente para molestarle un poco. Había jalado a Tamaki hasta donde la caja, no pensó en soltarlo hasta que estuvieran ahí, y así lo hizo. Soltandolo para poner sus manos en dos costados de la caja.

- ¿De verdad? ¿puedo abrirla yo? ¡Muchas gracias, Amajiki! -

Él tenía razón, había esperado por ese momento desde que se le fue informada, quería sostener entre sus brazos a la criatura, anhelaba hacerlo. Cuando estaba a punto de retirar la caja para revelar al animalito, pudo observar un papelito que estaba tirado en el suelo, su curiosidad le ganó y fue por el, tomándolo, desdoblandolo y leyendo. El papelito mencionaba el nombre y la especie del animal, y las reglas de la actividad. Lanzó el papel al suelo despreocupadamente, como si de basura se tratase... Igual debería recogerlo después. Emocionada levantó la caja que ocultaba a Charlie, revelando a la adorable criatura. Volteó su cabeza para mirar felizmente a su compañero.

- ¡¿Lo ves Amajiki? ¿lo ves?! ¡es un erizo! -

Volvió a observar al erizo emocionada, tal vez era imprudente lo que iba a hacer... Pero ya estaba a punto de sujetarlo y llenarlo de mimos. Era muy distraída como para pensar en las consecuencias que eso podría traerle.

Algo que siempre le pasaba era estar sonrojado cuando Nejire estaba cerca por obvias razones realmente es con la unica chica que hablaba porque jamas se acercaba a nadie y Hado si que se acercaba a el, hasta un punto donde el rubor se apoderaba de su cara, ella ya estaba acostumbrada, desde que le conocio habia sido asi, siempre estaba nervioso y siempre estaba vigilando a sus alrededores porque tenia un poco de ansiedad sobre las personas que le rodeaban, y mas que ansiedad era miedo.


Solo se inclino sobre la pequeña caja viendo cada una de las acciones que antes hizo su compañera, con ese papelito que solo vio que avento al suelo, no sabia si era importante asi que no lo dejo caer y lo tomo con uno de sus dedos tentaculo, posiblemente eran reglas aunque ya previamente les habian dicho que es lo que tenian que hacer con la pequeña creatura, luego fijo su mirada a las manos de Nejire al levantar la caja, tambien estaba un poco emocionado en realidad porque era la primera vez que cuidaria de algo mas que no fuera el, vio esas pequeñas puas sobre su espalda, se le hizo muy tierno en realidad aunque muchas preguntas pasaron por su cabeza ¿lo podemos tocar? ¿como podemos hacer para no terminar llenos de espinas? la verdad lo primero que se le ocurrio fue cubrir sus manos con un poco de coraza de cangrejo y tomarlo en manos, para que ambos pudieran verlo, Charlie era un erizo muy tierno


Realmente sabia que Hado lo tomaria primero sin importar que saliera lastimada, era muy energetica sobre ese aspecto y se podria lastimar, por eso decidio ser un poco mas rapido y poder tomarle, quiza Hado podria acariciar su estomago sin problemas.

Todo aquel que la conociera de cerca sabía sobre su actitud, podría ser impulsiva, y en diferentes puntos de vista, muy energética, o en casos, su actitud llegaba a incomodar a muchos, pues podía ser algo... ¿Invasiva? En el aspecto de "confianza" u espacio personal. Era fiel creyente del dicho que decía "el perro es el mejor amigo del hombre", y aunque el animalito que se le fue asignado no fuera exactamente un cachorro, era parecido, ¿no? ¿qué tenía de diferente un erizo con un cachorro? A sus ojos, eran exactamente lo mismo, un pequeño animal que necesitaba cuidados y mimos, sobre todo cariñitos en la panza, y juegos constantes.

Fue en cuestión de segundos para que el animalito saliera de su campo visual, ¡¿a dónde había ido?! Era imposible que hubiera desparecido de un momento a otro, ¿no? Los erizos no podían hacer eso, y aunque no conociera que cuidados darles, estaba del todo segura que esos animalitos no tenían la habilidad de desaparecer justo cuando iba a sujetarlo. Su cuerpo se flexiono, y su mejilla izquierda reposo en el suelo, observando desde ese aspecto, como si de un pequeño insecto se tratara el animal que había perdido. ¿Se había encogido?, su atención estaba en el suelo, olvidando la presencia de su amigo, hasta que le escuchó hablar, haciéndose notar de nuevo.

- Amajiki... Amajiki, he perdido al pequeño Charlie... ¿Lo vis...? ¡Ah, Amajiki! -

No pensó que su despistes le jugaría una broma como esa, porque, justo cuando Amajiki tomó en brazos al animal, ella se había distraído con una mariposa blanca. No era su culpa, la mariposa robó toda su atención con la belleza y gracia con la que agitaba sus delicadas alas. Y, cuando volvió, el pequeño Charlie no estaba. Pero, todas sus ideas se esfumaron cuando observó a Tamaki, con dicho animal en manos, claro, las manos de Tamaki tenían algo en ellas, que usaba para sujetarlo. No le preocupó, estaba consiente del don de Tamaki y lo que solía hacer con él, así que, no comentó sobre sus manos.

- Pensé que lo había perdido... ¡Y claro, será tratado con cuidado como nuestro hijo! Aunque no tengamos uno. -

Para ese entonces, ya se había levantado de un sólo saltó, y se inclinó hacía Tamaki, enfocándose en el animal, acariciando el estómago del erizo, soltando risas en el proceso. Realmente estaba feliz de poder cuidar a un animal que ese, era adorable, y moría de ternura cada vez que le veía.