Encuentro con Izuku

La castaña se encontraba en el patio trasero de la escuela, la noche estaba apunto de caer. Se quedo inmóvil mirando hacia el cielo mientras las lágrimas caían en su rostro.

La declaración de amor no había salido como ella esperaba, la persona que le gustaba la había rechazado sin siquiera pensarlo. Las probabilidades de que eso pasara eran enormes y eso era algo que ella sabía desde un principio, aún así quiso intentarlo.

No quería ir a su casa, ni tenía ánimos para nada, lo único que quería era estar sola. Se sentó en el pasto con la cabeza cabizbaja mirando hacia el suelo, cuando escucho a alguien acercarse.
De inmediato trato de limpiar sus lágrimas pues no quería que la vieran en un estado tan vergonzoso.

— Izuku eres tu, ¿qué haces aquí? Crei que ya te habías retirado de la escuela.— menciono dando una sonrisa fingida esperando a que este no la hubiera visto llorar.