El heredero de All Might (Izuku)

Las enfermeras con cabeza de cabra le eran inquietantes. Revisaban con luces extrañas el magullado cuerpo de Todoroki, quien hace una hora atrás se había batido a un duelo de entrenamiento contra Midoriya. La Academia Legacy, al igual que la UA, tenía un campo o arena similar a un coliseo en donde los estudiantes entrenaban sus quirks. Lamentablemente para el bicolor, el joven Midoriya le había ganado pero en justa ley y con mérito. Lo no había aplastado con facilidad y la brecha se extendía tanto como la de All Might y su padre.

— ¿Hace cuánto llegaste acá? ¿Cómo te hiciste tan fuerte, Midoriya? — comentó tan serio como siempre. Estaba impactado por el hecho de que hubiera una academia que albergara seres mágicos, individuos solo sacados de un manga de fantasía. Por supuesto que le perturbaba, pero en cierto sentido le motivaba a seguir adelante y a superarse.

La curiosa enfermera le empezó a quitar el vendaje de los brazos y les dijo a los dos que ya podían irse. Salta de la camilla y salen del centro médico rumbo hacia los hermosos jardines exteriores. Pasaron una hora aspirando ese horrendo olor a alcohol y gasas. Una vez afuera, se percató que la tarde ya estaba tomando tonalidades anaranjadas.

— Si sigues así, serás el segundo All Might, — caminó hasta una máquina expendedora para sacar dos latas de gaseosa. Le tiró una a Izuku y comenzó a beber. Antes que era su enemigo, ganó su respeto cuando compitió contra él. Luchaba contra tantas cosas y eso era digno de admiración. Todoroki lo veía como un ejemplo a seguir.

— Hace un par de días llegué, pensé que era el único. — Replicó ante el cuestionamiento de su compañero, y su respuesta es con total sinceridad ya que hasta el momento no se ha topado a nadie más de su clase. En el fondo se sentía finalmente tranquilo, podía apoyarse y llevar acabo entrenamientos con una cara conocida.
Desde pequeño su más grande sueño ha sido ser un héroe semejante a All Might, sin embargo, el nacer sin quirk le impidió eso hasta la secundaria... Donde conocería a su ídolo y le entregaría su legado: One For All. Izuku no debía perder de vista su objetivo, además de superarse constantemente con tal de llegar a dominarlo al 100% y claramente ser el próximo pilar para la sociedad.
Si de algo estaba seguro es que con la ayuda de sus amigos y de su mentor, lo lograría sin duda alguna.

— Tienes razón, Todoroki. Pero... ¡Seré el próximo héroe número uno! — Exclamó energético, pues el solo pensar eso le subía sus ánimos. Tomó la soda  y la abrió, era rara la ocasión en donde podía compartir momentos así con el bicolor, puesto que Midoriya suele estar ocupado en otros asuntos.