Infiltrados en una fiesta de Legacy. (Evento)

Alboroto, música, risas y más era lo que se escuchaba en el salón de baile, donde muchos estudiantes buscaban algo de diversión para relajarse, buscar nuevos amigos y convivir todos juntos. Pero ninguno se imaginaba los planes que tenía Asgard, que pondrían en riesgo todo el entorno que estaban teniendo los Legacianos justo ahora. Dos chicas, bastantes inusuales eran las que serían las causantes de todo posible conflicto ese día. Ambas chicas iba tan confiados de si mismas, invadiendo el territorio Legaciano, sin ninguna chispa de arrepentimiento u miedo en sus semblantes. Estaban yendo directo a la boca de su depredador, o en este caso, no estaba claro quién era el depredador y quién era la presa.

De algún modo, dichos chicas lograron infiltrarse en las instalaciones de Legacy, pasando desapercibidas por todo aquel que se encontraba en el camino de las Asgardianos. Nadie sabía al respecto, y tampoco se dieron cuenta de dos nuevas invitadas a última hora, los cuales ya habían llegado al salón de baile. Estas no parecían hablar mucho entre si, pero cada una tenía un propósito que cumplir en ese lugar, y era seguro que ninguna se iría sin cumplirlo. Probablemente, con el transcurso de los minutos, alguien ya se había dado cuenta de la inesperada visita, y empezaría a actuar en silencio, tratando de no alterar a los demás estudiantes que se divertían.

                                          •Reglas•

- El duo de Asgardianas no pueden retirarse sin cumplir su objetivo.

- Los enterados deberán actuar contra el duo de forma discreta, sin alterar a los demás estudiantes.

- Los Legacianos deberán tratar de tomar encarcelado a algún miembro del bando contrario.

La noche comenzó a caer mientras observaba atenta el castillo de los héroes. No negaba que era bonito, pero debía concentrarse. Tenían una misión y debían de cumplirla; robar los secretos de la directora Suigintou. ¿Sabía quién era? No, pero no le importaba.

—Belle, por favor, necesito que me consigas tiempo para buscar donde está ese documento. Se discreta —pidío, mientras amarraba su cabello en una coleta alta y revisaba su vestimenta. Un short negro y una blusa también negra de mangas largas con detalles en rojo, mientras en el hombro izquierdo tenía una cubierta de armadura no muy llamativo color rojo. Así como brazeras de metal negro en el brazo derecho, aunque se confundía en lo negro de la blusa. Además de una ligera falda abierta parecida a una capa en su cintura de color rojo vino y de largura hasta sus muslos—. Te repito Belle, nuestra misión es el documento. Pero puedes tener sangre de algún contrincante.

No espero respuesta y comenzó a caminar, entrando al castillo mientras usaba la oscuridad para que no la vieran.

¿Qué debía decir? Llevaba muy poco en Asgard, y ya estaba yendo directamente a Legacy. No estaba loca, tenía un motivo para ir a ese lugar... Pero no era el mismo que su compañera. El único objetivo de Chess era beber la sangre de uno que otro estudiante, o llevar a alguno como ganado, pero a diferencia de Rin, no estaba siguiendo ordenes, Rin iba por la misión, y ella, para beber sangre de Legacianos. De tan sólo pensarlo, hacía que babeara. Las veces que a Rin le recordó lo que debía hacer, le respondió desinteresadamente con un simple movimiento de cabeza, no pretendía seguir ordenes. Hasta que, por fín Rin dijo algo del interés de la progenitora; sangre. Emocionada la miró con una amplía sonrisa.

- ¡¿Lo dices en serio, Rin-chan?! Si ese es el caso, ¡te daré un millón de años si es necesario! -

Sabía muy bien que la castaña no esperaba una respuesta por parte de la vampira, pero aún así le gritó desde atrás, pues la maga ya había empezado a caminar. Después de unos pocos segundos, la perdió de vista, y prosiguió a hacer su parte. Gracias a su gran velocidad y agilidad, se le fue fácil adentrarse en el castillo, evadiendo cualquier persona que podría detenerla. En cuestión de segundos, ya estaba en el salón de baile... O eso suponía que era. Por el escándalo, deducio que en ese lugar estaba la mayor cantidad de estudiantes. Se paró en la entrada, colocando ambas manos en su cintura recargando su peso en su pierna izquierda. Su sonrisa adornaba su rostro, y sos ojos observaba con deseo a cada uno de los presentes... Sacudió la cabeza, sus ideales ahora eran detener a todo aquel que intentará salir del lugar.

La fiesta que había sido anunciada días antes por fín había dado inicio, la espera había finalizado, ella realmente había estado ansiosa desde que supo de ella, teniendo su vestuario de ese día planeado. Era un vestido celeste, que llegaba por encima de sus rodillas, teniendo encaje por los dobladillos. El vestido tenía un escote de forma de corazón en la espalda, el cual era ligeramente cubierto por su cabello, el cual estaba atado en una coleta alta, con un lazo del mismo color que el vestido; celeste.

Si hubiera sido por ella, le habría dicho a alguien que fueran juntos al salón de baile, pero se le había olvidado, y cuando se acordó, ya era muy tarde como para invitar a alguien, sin tener otra opción, se dirigío sola al salón de baile. Cada paso que daba hacía que el tacón de sus zapatos generará un suave sonido, uno que cada vez aumentaba su ritmo, ya que, empezaba a darse prisa. Podía escuchar la música, y eso generaba que quisiera apresurarse cada vez más. Después de un poco de tiempo, ya se encontraba ahí, viendo personas por todos lados, riendo, sin duda, esa fiesta sería todo un éxito.

Estaba emocionada, divirtiéndose, constantemente iba a una pequeña barra donde habían refrescos y aperitivos, aunque la mayoría de veces iba solamente por los dulces. ¿A quién no le gustan los dulces? Ella estaba encantada por los que había en la barra. En ese trayecto, desde la pista a la barra, pudo observar que alguien desconocido estaba en la puerta. Le pareció extraño, ¿porqué no se integraba? Uno de los principales objetivos de la fiesta, era que los estudiantes se unieran más, realizar amigos para que los lazos de Legacy se fortalecieran, no podía dejar a una chica sola, además, en su naturaleza estaba interrogar a todo ser que le pareciera curioso, y sin duda, esa chica era curiosa en todos sus sentidos.

tomó un último bocadillo y lo devoró rápidamente, bebiendo un poco de refresco y finalmente ir hacia la chica misteriosa. Se hizo paso entre las personas, sin apartar la vista de su objetivo. Finalmente llegó hacía ella, se acercó rápidamente y le ofreció un vaso, el cual contenía refresco.

-¡Hola, soy Nejire, no te había visto por aquí antes! ¿cómo te llamas? ¿qué habilidad tienes? ¿quieres ir a la barra? ¡los bocadillos son deliciosos!-

Su mano seguía extendida, ofreciéndole el vaso. La chica le parecía muy linda, sus ojos, orejas y cabello le generaban mucha curiosidad, debía tener una explicación... O tal vez la llevaría con Tamaki, sus orejas eran similares, tal vez eran família.

Al parecer era uno de los eventos mas importantes de todo el instituto, una fiesta donde todos los alumnos de Legacy se juntarian, harian amigos, bailarian, habria de todo, una fiesta con muchas personas pero ahi estaba el problema mas grande, fue ahi solo porque era una celebracion para todo publico y negarse no estaba dentro del itinerario, posiblemente habria repercusiones si algun estudiante no estaba ahi, desde que escucho de la fiesta sabia que alguien tenia que ser su acompañante, pero la unica persona que pensaba que podia serlo era Nejire, su compañera desde la academia, pero era una chica tan guapa que seguramente habia tenido invitacion desde que se anuncio la fiesta, a pesar de que ella fuese su amiga este aun le temia a hacer una invitacion, podia verlo diferente, de verdad no lo sabia.

Se preparo con un traje de color blanco con una camisa negra y un chaleco morado, siempre le gusto ese tipo de convinacion en sus ropas  y mas si tendria que asistir a un baile de gala, lo mas seguro es que al estar ahi se sentaria y comeria bocadillos, podrian serle de utilidad.

Y asi fue apenas llego a la fiesta habia una pequeña silla disponible cerca de todo lo que podia comer, no veia a Nejire por ningun lado y a nadie que le fuera conocido, al menos no por hablar con ellos pero si por haberles visto aunque sea alguna vez, vio a Nejire junto a la puerta, estaba sola al parecer, bueno con una chica que venia vestida de una forma maravillosa, le quedaba bien ese estilo, pero no le conocia y se le hacia extraño ¿molestaria a Hado si se acercaba? de igual forma quizo hacerlo, vio a la chica mas de cerca pero primero saludo a Nejire...


Primero le dirigio la palabra a ella, queria saludar a la chica luego de que hablara con su amiga pero al verla de cerca se le hacia aun mas raro, jamas habia visto su cara en el instituto y al ser una persona introvertida las caras era lo que mas se le grababan.

Aún vistiendo aquellas ropas se sentía extraño no le parecía normal aunque por los asuntos que ameritaban este se colocaba aquel traja referente a uno de gala sin ser demasiado llamativo para poder ir a aquella actividad de la cual había sido informado para ir siempre era de estar fuera de lugares demasiado concurridos de gente pues no le agradaba sin embargo aquella noche debia ir por intentar convivencia o eso le habían dicho

No fue mucho de llevarse demasiado con los demás haciendo que este se presentará solo encaminándose hacia la entrada de aquel gran salón dejando escuchar sus pasos por los corredores no pretendía ver a nadie aún así quería estar el mayor tiempo posible de aquel lugar o por lo menos antes de llegar, lo que más destacaba era aquel sentido de la orientación algo malo que impedía ubicarse bien por los pasillos de aquel edificio enorme haciendo que perdiera el camino hacia el salón principal

 —siempre debe suceder algo para que termine aquí.

Decía para el mismo mientras se paraba a escuchar por los pasillos aunque su mala orientación le dejaba perdido en los pasillos podía escuchar los pasos de los alumnos que aún recorrían los pasillos para llegar algunos de escuchaban extraños haciendo dudar de que es lo que hacían fuera del salón de fiestas tales personas, aún desconociendo quienes eran suponía que podrían ayudar con decirle donde quedaba el salón siguiendo su camino por los pasillos dejando resonar aquellos pasos por los mismos

Cada vez menos podía soportar la situación, quería reír a carcajadas y tratar como ganado al ganado. Estaba a poco de agarrar el cuello de alguien y clavar sus colmillos, después de todo, Rin la había dejado hacerlo, claro, cuando su objetivo estuviera en manos de Asgard.

Sus dedos se paseaban por sus labios, y en ocasiones su lengua los tocaba. Su lengua se pasaba por sus colmillos, y brindaba humedad a sus labios. Sus mejillas tenían un color carmín, su piel pálida dejaba resaltar el color de sus labios, ojos y cabellos, además, de un débil color carmín sobre sus mejillas. ¿Excitación? Tal vez podía definir las sensaciones sin fin que se generaban en ella, tantas personas juntas, con habilidades distintas, y posiblemente uno que otro destacando en el sabor de su sangre, pensar en ella misma clavando sus colmillos en ellos le "excitaba", ¿porqué eran tan crueles? Todos se paseaban por el salón, otros se concentraban en la barra de alimentos, comían en frente de ella... Mientras que esta moría de hambre, los iba a castigar, ella lo disfrutaría, y tal vez ellos también... Sí, estaba totalmente segura de que lo iban a disfrutar, después de todo, era consiente de la sensación que generaba la mordida de un vampiro.

- ¿Qué? -

Fue traída de vuelta a la realidad, con una voz que se le hizo molesta al instante. Ni la música era tan molesta como la voz de esa chica entrometiendose en sus fantasías "humedas", le miró con molestia, y una pequeña sonrisa "sarcástica" adornando su pálido rostro. Su cuerpo siguió el movimiento de su cabeza, quedando frente a frente de la peliceleste, sus manos enmarcaban su cintura, y la mayor parte del peso de su cuerpo se inclinaba al pie derecho.

- ¿Hmm? No, gracias. No quiero beber eso, pero como eres tan amigable, ¿porqué no me das algo más para beber? Quiero algo que tu tienes.~

Paso por paso, se fue acercando aún más a la chica, recortando la poca distancia que había estado entre ellas, y por otro lado, una de sus manos ya no estaba en su cintura, esta ya se encontraba sujetando del mentón a la peliceleste, levantando un poco su cabeza. ¿Qué podía decir? Una chica amable y servicial vino con ella para ofrecerle algo de beber, no era su culpa, ella se lo buscó. Sus ojos se empezaban a cerrar a medida de que se iba acercando, hasta que otra persona llegó, y la obligó a separarse y soltarla rápidamente. Frunció el ceño, y se cruzó de brazos, dejando que el chico que arruinó su oportunidad dijera lo que tenía que decir.

- ¡Pffff! ¡Jajaja! ¿qué dices? ¿ser nueva? Llegué a esta vida antes que tú. -

Las risas salieron por sus labios, aunque poco después aclaró su garganta, retomando la compostura.

- ... Soy Chess Belle, ¡y no soy de aquí! -