Corazón roto (Ochako, Usagi, Izuku)

Triste y vacía. La castaña tenía sentimientos encontrados, su visión de lo correcto e incorrecto se había nublado. No sabía cómo actuar, sus ánimos eran bajos, las semanas pasaban y nada cambiaba. Los días pasaron de ser coloridos a grises, envidiaba la felicidad de personas ajenas, ¿Qué tenía que hacer para volver a la normalidad?. Ponía su mayor empeño, pero nada servía, tal vez era momento de rendirse.

Tomaba sus clases como de costumbre, fingiendo una sonrisa, no quería preocupar a nadie, sentía que debía de resolver las cosas ella sola, o al menos eso pensaba. Algunas veces quería desahogarse, contarle lo que le pasaba a alguien, pero ¿A quién podría contárselo?, Izuku era un amigo muy apreciado para la castaña, pero nunca tenía la oportunidad de toparse con él, y aunque así fuera la pena le ganaba. Serena era su adorada amiga, desde que la conoció se ganó su confianza, el problema era que la rubia había estado ocupada, y parte de que ochako no le comentará nada era porque, sabía lo que ella e Izuku tenían, no quería ser la causa de formarles una tristeza o preocupación.

En cuanto las clases terminaron se salió del salón, no tenía algún lugar específico al cual ir, no quería ir a su habitación. Vagaba sin rumbo fijo por toda la Academia, tal vez el estar sola un rato la ayudaría, necesitaba pensar y relajarse, la situación la mantenía estresada a cada rato, no comía y no dormía como debía de ser, aquella sonrisa que la caracterizaba poco a poco se iba borrando de su rostro, y lo que era aún peor, se mantenía alejada de sus amistades, si seguía así acabaría completamente sola y no quería eso; el imaginarse de esa manera la horrorizo.

Con su mente en las nubes, Ochako se dio cuenta de que había deambulado hasta llegar a los establos. ¡Debía ser una broma!, sabía que estaba mal, pero no tan mal como para no darse cuenta hacía donde caminaba, era casi un milagro que no se hubiera tropezado o chocado con alguien. Se reía, no era risa de felicidad, se sentía tan tonta, aunque, debía de admitir que aquel lugar no estaba tan mal después de todo, estaba alejado de la gente, no había nadie, era el escondite perfecto para estar sola un buen rato. Los caballos eran su única compañía, se adentró sentándose en medio del pequeño pasillo que dividía a dichos animales.

Las lágrimas comenzaron a caer por su rostro, las quería detener, pero no podía, estás salían sin control alguno. La castaña ya no sabía cómo afrentar todo aquello que le estaba sucediendo, era mucha carga para ella sola, si tan solo tuviera el valor para contárselo a sus amigos, ¡y así decía llamarse una heroína!, si All Might la viera en ese estado lo decepcionaría, no solo a él, a todos los héroes, no era posible que algo tan insignificante la tuviera en ese estado.

━¡VAMOS OCHAKO, NO DEJES QUE ALGO ASÍ TE DERRUMBE¡. ━Gritaba entre sollozos, parecía una niñita chiquita que lloraba por algún berrinche. Oh vaya, sí que estaba al límite, se unía en un hueco negro y no tenía a alguien que pudiera salvarla, era irónico, ella siendo una heroína que necesitaba ser salvada.

⠀⠀Los días no podían pintar de mejor manera para Izuku, estaba seguro de poder decir que se encontraba en la mejor época que había tenido y que podría tener como estudiante. Quizá una predicción bastante apresurada pero así lo veía, cada que ingresaba a su dormitorio al finalizar un día, recaía a obre su cama con total felicidad, claro que también exhausto, pero era totalmente opacado por el como se sentía respecto a su día lleno de grandes emociones.

⠀⠀Su desempeño escolar tenía mucho que ver en cuanto a su felicidad, no era el punto más fuerte pero tenía mucha influencia. Tanto sus notas como su esfuerzo en los entrenamientos se encontraban en el punto más alto. Realizaba sus tareas y proyectos en tiempo y forma, y sus pruebas de condición y combate por lo general dejaban ver qué día con día el One for all pasaba a ser suyo. Tal y como se lo prometió a su mentor, desde que se propuso a si mismo mejorar todos los días, ha empleado su tiempo libre en perfeccionar su cuerpo para un mejor uso de su don, pues mientras más pronto aprendiera a dominarlo, más rápido alcanzaría su sueño de convertirse en héroe número uno y poder salvar a la gente con una sonrisa por sus propios méritos.

⠀⠀La verdadera razón detrás de su entusiasmo, era el hecho de estar experimentando una nueva emoción junto a Usagi. Siempre había tenido presente el hecho de convertirse en héroe, pero haberse cruzado con Usagi lo llevó a tener una visión diferente del mundo, estaba experimentando el amor y eso para muchos es un arma de doble filo.
Sin embargo, todo para ambos estaba dandose de la mejor manera, tomando algunas clases juntos, saldas por las tardes, entrenamiento y misiones en conjunto, tareas en el dormitorio de cualquiera de los dos y una gran lista de cosas que ambos realizaban. Sin duda alguna Usagi se había convertido en parte importante de la vida de Izuku y quién llenaba sus días de alegría y entretenimiento.

⠀⠀Tenia una razón para dirigirse a los establos de la academia, era el lugar menos transitado entre los estudiantes y el mejor lugar para pasar el rato donde no se vean envueltos entre miradas de los demás... Lo que tenía planeado sin duda sería llamativo y lo que menos deseaba, era llamar la atención. –¡Un simple movimiento con su espada y logro despistarme! Era tan rápido... Si tan solo no me hubiera dejado llevar por las llamas que soltó de su espada, probablemente lo habría visto, aunque estoy seguro de que estaba conteniendose, ¡Realmente se veía tan experimentado Usagi-chan!– Se mostraba tan entusiasmado al caminar junto a Usagi, recién habia salido de un entrenamiento con un héroe. Realmente lo había dejado sorprendido la gran cantidad de habilidades que diferenciaba a cada uno de los integrantes de la academia.
Todo era unas nube, su verdadero objetivo yacía tras los establos, donde había escondido un pequeño ramo de flores para hacerle una propuesta.

⠀⠀Por supuesto que centrarse en su objetivo y su interés amoroso traería consecuencias, normalmente descuidaba sus amistades más que nunca.
Un error es pensar que tus amigos siempre estarán ahí cuando te necesiten, uno debe estar para sus amigos cuando te necesiten, no hay porque ser buscados para pedir ayuda. Los héroes son los que deben estar dispuestos a otorgar la ayuda, es algo que debería saber desde que nació su ideal... Pero lo pasó por alto.
Ahí estaba, el producto de haberse descuidado de sus grandes amigos, jamás pensó que Ochako estaría pasando por un terrible momento. Simplemente la vió y detuvo sus palabrerías, verla triste y envuelta en llanto fue suficiente para robar toda su atención.

━¡No cometeré los mismos errores, daré lo mejor de mi!━ Se repetía a si misma una y otra vez, cada mañana frente a su espejo apegándo su broche a su pecho, antes de partir a sus clases.

Las lágrimas continuaban cayendo, los sollozos de Ochako se escuchaban afuera de los establos, pero eso a ella no le importaba, de todas formas no creía que alguna persona fuera a ese lugar, estaba tan solitario, que jamás se imagino encontrarse a alguien conocido.

¿Qué mas podía hacer?, a esas alturas llorar era lo único que le quedaba. Llevaba tiempo reteniendo aquel sentimiento, que había llegado el momento en que todo explotaba. Ya había experimentado algo así tiempo atrás, pero en lugar de tristeza fue decepción y frustración por no poder ganar la pelea contra Bakugou, en esta ocasión era algo diferente. La chica que siempre estaba alegre, feliz de apoyar a todos, ahora no sabía como salir de aquella situación tóxica.

Su pecho le dolía, sus ojos estaban rojos e hinchados, ¿Cuánto tiempo más seguiría llorando?, quería detenerse, pero no podía, entre más recordaba lo sucedido, más eran las ganas de llorar. Tonta, así se sentía, ¿Como algo así la tenía de esa manera?, era una heroína, esas cosas no deberían pasarle, o más bien no debería darle tanta importancia. Odiaba ser joven, si fuera más adulta sabría como manejar la situación.

Se encontraba tan concentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta del momento en que Izuku y Usagi entraron. La castaña no sabía como reaccionar, la invadía la vergüenza, las personas con las que menos se quería topar, estaban ahí paradas enfrente de ella. ¿Y si sonreía y fingía que nada pasaba?, o ¿Qué tal decir una mentira?, podría decir que se había caído y el golpe fue tan fuerte que la dejo en ese estado, aunque eso era poco creíble, estaba arruinada.

Quería salir huyendo, correr y dejarlos atrás, pero se congelo, no pudo hacer ningún movimiento, justo cuando tuvo el valor para levantarse Usagi la alcanzo diciéndole aquellas palabras. El llanto que ya había cesado volvía con más fuerza, "no estás sola" una simple palabra, pero que para la castaña significaba mucho. Abrazo a la rubia con fuerza llorando con intensidad, a pesar de que la pena la invadía, admitía que tener a sus dos mejores amigos ahí la había aliviado.

━...G-gracias...━Fueron las únicas palabras que pudo articular, aún así fueron sinceras, realmente agradecía que ambos estuvieran allí. No sabía si contar lo que le pasaba era buena idea, pero realmente el deseo por estar bien la dominaba más que estaba dispuesta a hablar de ello. Confiaba que aquellas dos personas, sabía que le darían un buen consejo y que la ayudarían, aunque el sentimiento de culpa la invadía, pues los había preocupado, bastaba con recordar la cara que ambos pusieron al verla.

⠀⠀El descuido de mirar siempre hacia delante le saldría caro, tan solo ver a su compañera envuelta en lágrimas lo mantenía perplejo. El día que la observó luego de su combate con Kacchan se dió cuenta de que algo no andaba bien... Pero esta vez era diferente, esta vez la vio sollozar de frente. Todo gracias a que Usagi corrió junto con el hasta donde ella.
No estaba seguro de cómo debía ayudarla, si bien, entendía como podía sentirse al estar sola y sin ningún apoyo, no tenía idea de cómo actuar, nunca había estado al otro lado y no podía solo quedarse de brazos cruzados.

Estando un paso detrás que Usagi, se limitó a observar la reacción que tuvieron ambas en su intercambio de palabras,aunque fueron pocas, le dieron tiempo suficiente para tomar fuerza y decirle algo. –Ya todo está bien...– Formó un puño al cerrar con fuerza su mano derecha. –¿Sabes por qué?– Agachó la mirada, realmente no le tomó mucho tiempo pensarlo, simplemente se le ocurrió mostrar la gran práctica que tuvo al elaborar ese rostro. –¡Porque ya estoy aquí!– Y ahí estaba... Haciendo el ridículo.  

⠀⠀Duro apenas unos dos segundos con ese rostro e inmediatamente talló su rostro con su antebrazo, debió pensar más las cosas... Ahora estaba consciente de lo que hizo solo lo hizo ver tonto, no ayudaría en nada. Al menos agradecía que Usagi no lo vió así, después de eso pensó en un número infinito de posibilidades en las que su compañera en vez de sentirse mejor, se burló, ¿Ahora como eliminaba ese error tan abismal?
Una vez más, no lo pensó dos veces y se lanzo hacia las chicas para abrazarles, a veces solo se necesita más que un abrazo y la compañía de tus seres queridos.