Una noche estrellada

por Invitado Jue Sep 10, 2020 1:36 pm

Necesitaba un descanso
No era como si tuviera una vida atareada llena de obligaciones, temores o cosas importantes que entorpecían mi vida cada 2 segundos, simplemente quería un momento de silencio o de paz que pudiera disfrutar por mi misma sin interrupciones o peleas.
Apenas estaba comprendiendo todo lo nuevo de Legacy, a veces me perdía un poco sobre la nueva vida aquí y las reglas, personas nuevas que conocer y eventos únicos que debería soportar, demasiadas cosas para mi persona lo cual me hacia difícil entender.
No gracias.
Aunque debía aceptar que me encantaba el lugar, tanto los alrededores y los jardines, contando la estructura de la academia y los dormitorios, los salones y demás así como mis compañeros "únicos" en su clase y con personalidades variantes con las que congeniaba un poco.
Me hacían sentir bienvenida y acompañada, no podía quejarme por ello, para ser sincera todos parecían buenas personas en lo que cabe la palabra.

Amaba salir por las noches, era relajante estar por mi cuenta en los alrededores de Legacy, tenía un jardín tan bello que me gustaba admirar, normalmente todo estaba tan tranquilo, las estrellas se veían geniales y pasar tiempo conmigo misma me ayudaba a aclarar situaciones trauma, estrés o de peligro inminente que haya vivido en el pasado y que quedaron encerrados en mi mente, hasta tengo una cuenta de las cosas malas que me han afectado, ni siquiera se si eso es bueno o malo.
Eso no era una rutina de todas las noches, claro está, también dormía y también tenía otras necesidades que necesitaban mi atención o simplemente me encerraba en mi habitación hasta que amanezca, pero cuando necesitaba claridad en mi mente o comúnmente solo una distracción de mi panorama actual, salía al exterior por solo unos minutos, solo eso bastaba para sentirme mejor.
Quería sentirme libre.
Y lo era.

Justamente esa noche no tenía pendientes que necesitaran mi atención, estaba sola en mi cuarto en los dormitorios sin algún plan o siquiera sueño que me llevaría a la cama, así que ¿por qué no aprovecharlo?
No iba a salir de la academia en sí, solo de los dormitorios camino al patio exterior, nada peligroso.
No quería hacer mucho ruido, capaz y alguien estaba durmiendo como yo debería estar, no quería interrumpir a alguien o molestar a mis compañeros de piso, ya tenían suficiente con aguantarme en el día.
Solo me limité a pasar en silencio por los pasillos de los dormitorios camino a la entrada principal, no estaba tan lejos y no tarde mucho en cruzar todo el camino hacia el afuera.
Me puse de pie en el umbral de la puerta principal, la oscuridad de la noche ya me estaba atrapando mientras que las luces de los caminos de los jardines eran los únicos que me hacían sentir que aun no me hundía, hasta parecía un poema siendo escrito a la par que me obligaba a cruzar esas puertas.

Apenas tuve la aprobación de mi propia mente para salir por esas puertas sentí como una brisa fresca golpeaba mi cuerpo con suavidad, como si me abrasara. Me tomé mi tiempo para calmarme, inhalando y exhalando con lentitud sacando todo el peso acumulado de mi cuerpo.
Era un sentimiento tan increíble.

No quería perder tiempo, seguramente algo o alguien podría interrumpir mi momento de felicidad con la vida, ya conocía mi suerte, así que comencé a dar pequeños pasos para adentrarme a los jardines.

—It's so quite… —

No sabia como describirlo, me daba un sentimiento de serenidad y libertad caminar entre plantas y flores, olvidando las disputas que era obligada a enfrentar.
Una alternativa de mis problemas o una escapatoria de ellas, diría yo.
Sonreí para mi, ¿quién no disfrutaría un cambio de rutina tan placentero? Solo con pensar en que nuevamente estaría libre dentro de mí mente me daba la determinación para querer seguir, para querer vivir.
¿Muy cursi?

En mi mente sonaba como un par de aleteos, como un ángel en benevolencia con mi alma viniera a visitarme.
Era dentro de mí mente, ¿verdad…?

No, los aleteos si los escuchaba, ¿un animal cercano? No creía que hubiera aves viviendo cerca de los bosques, pero se escuchaban extrañamente cerca.
¿Alguien lo estaba provocando? Tampoco es como si un hada mágica le gustara volar de noche entre los jardines de la academia, no era muy probable.
Dude de mi si actuar como la típica protagonista de una película barata de terror y preguntar si había alguien ahí peligro y me mataran, o volver a dentro a salvo entre las cobijas de mi recamara.
Pero mis pocos amigos me describen como alguien impulsiva en algunas ocasiones, así que…

—¿Hay alguien ahí? —

Denme un premio Nobel, por favor.
Comencé a mirar a mi alrededor en busca del origen de ese ruido, no era común escuchar algo así a esas horas, sinceramente era raro no importe la hora.
Comencé a dudar sobre el hecho de haber tomado la decisión correcta, probablemente era un ladrón o un famoso Asgardiano de los que me habían contado.

¿Querrá robarme? ¿Matarme? ¿Secuestrarme? ¿Convencerme de cambiarme a Movistar? ¿Lo estaba pensando de más? Probablemente.

—Sea quien seas, muéstrate, no es divertido—

por Invitado Lun Oct 19, 2020 3:26 am

Salir por las noches y alejarse lo más posible de Legacy resultó ser algo que no esperaba tener que hacer. Sin embargo, cuando se dio la oportunidad, cuando encontró un lugar de paso lo suficientemente cercano para poder tomarse unas copas alejado de todos los conocidos y por conocer, terminó sucumbiendo. Qué tan bajo había caído, pensó con un suspiro. Luego de unos pasos inseguros emprendió el vuelo, no importaba qué tan ebrio estuviera, su vuelo siempre era seguro y sin titubeo alguno.

O al menos de eso se jactaba.

La noche se había tornado más fresca que lo que había anticipado, y en su afán de salir lo más rápido sin ser notado había olvidado la cálida chamarra que lo acompañaba en la mayoría de sus vuelos. Bueno, no había ya nada que hacer, aunque sintió como el aire en conjunto con el alcohol, lo dejaban ligeramente mareado, un pequeño precio a pagar luego de los tragos de los que había disfrutado.

La imagen era ligeramente nebulosa en el momento en el que por fin pudo divisar los enormes terrenos, y si bien lo mareado que estaba le hacía querer llegar directamente a su dormitorio asignado, sentía que eso podía ser más arriesgado, sin duda alguna el no entrar por la puerta principal resultaría ser más que nada sospechoso.

Su aterrizaje en una de las bardas exteriores pudo haber sido mucho, mucho más elegante. Justo hacía una cara de asco hacia sí mismo cuando escuchó aquella voz que lo sorprendió.

Mostrarse? En aquel estado? Ni loco, lo mejor sería que diera vuelta y...

—Mier-! AGH!

Para ser "el hombre que era demasiado rápido para su propio bien", en ese momento sus reflejos fallaron. El haber escuchado a alguien y lo borroso de su visión terminaron por hacerle caer estrepitosamente de aquella barda. Y si bien algunas de sus plumas alcanzaron a detenerlo, el momentum de cualquier manera lo llevó hasta el suelo. En medio del dolor y la confusión, parecía una buena idea quedarse ahí tirado hasta que la tierra se lo tragara.

Una noche estrellada

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